⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
Fue su primera cita. Después de acordar salir juntos una vez terminados los exámenes simulados, hasta ahora solo habían logrado verse brevemente dentro de la escuela o mantenerse en contacto a través del teléfono móvil.
No es que sintiera una emoción tan intensa como para hacer latir su corazón con fuerza al punto de resonar en sus oídos. Tal como le había dicho a Hajin la vez anterior, aún no salía con Seungyu porque lo quisiera desesperadamente.
Aun así, no estaba completamente indiferente. Seungyu era alguien que transmitía buena energía cuando estaban juntos, y la expectativa de la novedad que traería una relación diferente a la de simples amigos también le despertaba cierta emoción.
Frente a la cafetería donde habían quedado, Seungyu ya estaba esperando. Como aún faltaban más de diez minutos para la hora acordada, Jisoo, que caminaba tranquilamente, aceleró el paso. Sin embargo, al acercarse, se dio cuenta de que junto a Seungyu había otras personas.
¿Quiénes serán?
Un chico y una chica con uniformes de otra escuela estaban conversando animadamente con Seungyu. A simple vista, parecía que eran amigos bastante cercanos.
Cuando Seungyu encendió la pantalla de su teléfono para comprobar la hora, los otros dos, captando la indirecta, se despidieron con un gesto de la mano y se marcharon primero.
—¡Seungyu!
Jisoo se acercó a Seungyu, que estaba solo.
—¡Oh! ¿Llegaste?
Seungyu la recibió con una sonrisa cálida, llena de simpatía y buena voluntad. Era una sonrisa amable, completamente diferente a Hajin, quien rara vez sonreía y, cuando lo hacía, era solo para burlarse ligeramente. Inconscientemente, Jisoo no pudo evitar compararlos.
—¿Eran tus amigos los de antes?
—¿Eh? Oh, ¿los viste?
—Sí, parecían muy cercanos. ¿Son del colegio Cheongshin? Es la escuela al lado de la nuestra. Ya estoy bastante familiarizada con ese uniforme porque lo veo a menudo.
—Sí, es del Cheongshin. ¿Ya lo sabías a pesar de que te transferiste hace poco?
Seungyu observó detenidamente el rostro de Jisoo.
—¿Escuchaste algo sobre mí de ellos o de alguien más?
—¿Algo sobre ti?
—Mi reputación o algo así…
—Tu reputación ya la ventilaste tú mismo desde el principio.
Jisoo se rió mientras hablaba.
—Es que… creo que es diferente escuchar sobre mí de mi propia boca a oírlo de los demás.
Seungyu parecía algo nervioso.
—Bueno, sí escuché algo.
—¿De verdad? ¿Qué escuchaste?
Seungyu reaccionó de inmediato, mostrando una mezcla de curiosidad e inquietud.
—¿Quieres que sea honesta?
—…Honesta.
Jisoo bajó la mirada, como si estuviera pensando en cómo expresarlo. Mientras tanto, Seungyu tragó saliva, esperando sus palabras.
—Que eres un chico que juega con las chicas.
—¡¿Qué?!
—También dicen que tienes demasiadas amigas cercanas con las que hablas y que salir contigo sería muy estresante.
—Eso… eso no es…
—Por cómo te estás alterando y no puedes ni explicarte, parece que hay algo de cierto, ¿no?
Con una intención evidente de molestarlo, Jisoo lo acorraló.
—¿De verdad crees que soy un idiota que juega con las chicas?
—No lo sé.
—¿Qué?
Jisoo volvió a reírse.
—¡Pero no deberías serlo! Eres mi primer novio, después de todo.
La última frase de Jisoo dejó a Seungyu sin palabras. Primer novio… Sus pupilas se movieron lentamente, capturando el rostro de ella.
—¿Qué pasa?
—¿Eh? Oh, no es nada. Por cierto, ¿no me ibas a hablar de mis amigos?
—¿Los del Cheongshin?
—Sí. Seguramente piensan que andar con tipos así es peligroso, ¿verdad?
—Bueno, sí dicen que esa escuela tiene muchos chicos problemáticos.
—Sabía que lo dirían.
Seungyu suspiró profundamente, mirando hacia el suelo. Sus exnovias también habían mencionado en varias ocasiones que evitara juntarse con chicos tan conflictivos.
—¿A ti tampoco te gusta que me relacione con ellos, verdad?
—¿Eh? ¿Por qué?
—Por… lo que dicen, ya sabes. Los rumores son bastante malos.
—¿Eres tonto?
—¿Qué?
—Ya he escuchado varias veces que eres un mujeriego que juega con las chicas, pero aun así decidí salir contigo. Si me importaran los rumores, ¿crees que estaría aquí ahora?
Los ojos de Seungyu temblaron levemente. Ver a Jisoo expresar sus pensamientos con tanta serenidad mientras intentaba calmar sus temores lo hizo verla como alguien muy madura. Su corazón empezó a latir con fuerza.
—Escuché que hay muchos chicos problemáticos en tu escuela, pero no todos tienen que serlo, ¿verdad? Aunque sean problemáticos, no creo que te juntes con ellos porque andan haciendo cosas peligrosas. ¿Me equivoco?
—…No. Son amigos de la infancia, los conozco desde la primaria.
Seungyu asintió enérgicamente, como un estudiante obediente.
—¿Ves? Para mí no hay problema.
El problema, pensó Seungyu, era él mismo. El problema era que cada día le gustaba más Jisoo. Aunque pensó que decirlo en voz alta la haría reír o incomodarse, no podía evitar sonreír mientras lo imaginaba.
—Por cierto, Seungyu.
—¿Sí?
—He estado pensando en lo que dijiste antes.
—¿En lo que dije? ¿Qué cosa?
—Dijiste que fingir gustar de alguien cuando ya no lo haces es una mentira peor.
Seungyu rebuscó en su memoria y recordó vagamente sus palabras:
—Es mejor ser honesto y decir algo como ‘ya no me gustas, mis sentimientos han cambiado’ que seguir fingiendo y manteniendo una relación. ¿No crees que es más cruel seguir engañando? Yo creo que fingir interés cuando no lo sientes es el verdadero engaño. ¿Tú piensas que esa es una mentira piadosa?
—Yo también creo que tienes razón.
—¿Eh?
—Si llegas a interesarte en alguien más, es mejor decirlo con sinceridad, aunque sea cruel. Mentir de esa manera no es bueno ni para mí ni para la otra persona.
Seungyu se sintió extrañamente emocionado al darse cuenta de que Jisoo era la primera persona que entendía y estaba de acuerdo con su forma de pensar. Pero el hecho de que fuera precisamente ella hacía que la sensación fuera aún más peculiar.
—Así que hagamos una promesa.
—¿Una promesa?
—Si te aburres de mí o te interesa otra persona, prométeme que no me vas a engañar y me lo dirás de inmediato. Sé sincero. Que tus sentimientos cambien no es algo malo, y decirlo tampoco es un error. No te culparé ni te haré sentir mal.
Aunque a Seungyu le molestaba un poco estar hablando de posibles rupturas cuando apenas comenzaban a salir, las siguientes palabras de Jisoo lo golpearon como una revelación.
—Yo también te lo diré si mis sentimientos cambian.
¿Por qué no había considerado la posibilidad de que sus sentimientos cambiaran primero? ¿Qué haría si Jisoo se interesaba en otro chico? La simple idea lo llenaba de ansiedad.
Recordó a sus exnovias. Algunas habían intentado aferrarse a él incluso después de que su corazón cambiara. En ese momento, pensó que era algo patético. Pero ahora… ¿podría él hacer lo mismo si Jisoo se apartaba de él?
—¿Es algo de lo que debería hablar apenas llegar? Mejor entremos primero.
Sin pensarlo, ella dejó caer una enorme piedra en el pecho de él y caminó tranquilamente.
Realmente… es una chica extraña. Por eso mismo, me atrae más.
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Cuanto más pienso en ella, más rara parece. Esa tal Yoon Jisoo.
Las piernas de Hajin no paraban de moverse de un lado a otro, recorriendo la habitación como si fuera un animal encerrado. Aunque tenía un cuarto lo suficientemente amplio para una sola persona, lo sentía pequeño mientras daba vueltas nerviosamente en el mismo lugar.
La habitación de Hajin estaba hecha un desastre, un completo caos en comparación con su estado habitual. Sobre el escritorio, exámenes y libros de ejercicios estaban esparcidos sin orden alguno. En la cama había varios libros abiertos y abandonados a medio leer. A primera vista, podría parecer un estudiante dedicado, pero en la pantalla de su computadora estaba abierto un videojuego en línea desde hace rato, y para colmo, la televisión grande frente a la cama estaba conectada a una consola de videojuegos y encendida. Todo era el resultado de cosas que había empezado y abandonado porque no lograba concentrarse.
Además, sobre la mesa había miles de piezas de un rompecabezas, extendidas por todos lados. Había estado armándolo hasta que se frustró, lanzando varias piezas que ahora estaban tiradas junto a la cama. La causa de su irritación, por supuesto, era Yoon Jisoo. Más específicamente, su cita.
… ¿Esa chica tiene sentido común o no?
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que falleció su abuela para que ya esté pensando en salir con alguien? Aunque actúe como si fuera madura, al final lloraba sola en secreto. Ni siquiera ha terminado de procesar la pérdida de alguien tan importante, ¿y ahora está saliendo con alguien?
Salir con alguien con ese estado emocional tan frágil… Hay muchos casos en los que terminan dependiendo completamente de la otra persona. ¿Y si resulta que ese chico tiene malas intenciones y termina engañándola? Solo imaginarlo lo hacía enfurecerse.
Hajin sabía que estaba exagerando un poco, pero no podía evitarlo. A pesar de tener algunos momentos de distracción, Yoon Jisoo era en general una chica bastante lista. Había ocasiones en las que incluso Hajin se quedaba sin palabras al discutir con ella.
Seguramente, no sería fácil de engañar. Además, ni siquiera parecía estar tan interesada en ese tal Jo Seungyu, al menos no todavía.
De verdad, ¿qué chica en su sano juicio podría interesarse por un idiota como ese?
Sus ojos, que antes estaban llenos de ansiedad, comenzaron a relajarse ligeramente. Claro, entre más tiempo pasen juntos, más decepcionada estará. Probablemente no durarían ni un mes antes de terminar.
Ese chico era tan patético que incluso presumía haber comenzado con kendo porque pensaba que las chicas lo encontrarían atractivo. Decía que llevaba practicándolo desde quinto grado, lo que significaba que, desde los doce años, solo tenía en mente cómo impresionar a las chicas. Y Yoon Jisoo había elegido a un tipo así.
De entre todos, tenía que ser ese.
Sin recordar que hasta hace poco no tenía ningún problema con Jo Seungyu, Hajin chasqueó la lengua, criticando el mal juicio de Jisoo. Aunque ella dijo que no estaba enamorada, sí admitió que le agradaba un poco, lo cual era ridículo. ¿De verdad las chicas encuentran atractivo a alguien tan superficial?
Hajin miró el reloj de pared. Su ceño se frunció aún más mientras un sentimiento de incomodidad crecía dentro de él. Finalmente, salió de la habitación, incapaz de contenerse más.
Cuando bajó las escaleras del segundo piso, notó que la señora Cheonan no estaba, probablemente porque ya había salido del trabajo. La casa estaba completamente en silencio.
Debería llamarla, pensó. Pero al darse cuenta de que había dejado su teléfono en el segundo piso, sintió una oleada de frustración. Últimamente, Hajin estaba más irritable de lo habitual, algo que incluso otros habían empezado a notar.
Cuando estaba a punto de subir las escaleras para buscar su teléfono, escuchó el sonido de la puerta principal abriéndose. Como un animal salvaje alerta, Hajin se detuvo en seco y giró hacia la entrada.
—¡Yoon Ji…!
Antes de poder terminar de llamarla, se encontró cara a cara con Hyesook. La decepción lo invadió de inmediato, pero logró ocultarla con esfuerzo.
—¿Todavía no has cenado?
—No.
—Jisoo dijo que tenía una cita con una amiga esta tarde, pero parece que todavía no ha vuelto, ¿no?
Hyesook, mientras se quitaba suavemente una bufanda de un color verde claro, miró a su alrededor, notando lo vacía que se sentía la casa.
—Desde que Jisoo no está, la casa se siente tan solitaria, ¿no crees, Hajin?
—… Entonces dígale que vuelva pronto.
La respuesta de Hajin fue suficiente para que Hyesook, sorprendida, soltara la bufanda que tenía en las manos. Lo miró con incredulidad mientras él, apoyado despreocupadamente contra la pared, mantenía la misma expresión indiferente de siempre.
—Tu padre también llegará tarde hoy, así que, ¿qué tal si salimos a cenar los tres cuando Jisoo regrese?
En cuanto Hyesook terminó de hablar, como si lo hubiera estado esperando, Jisoo apareció en la entrada de la casa. Había dicho que volvería antes de la hora de la cena, pero llegó unos 30 minutos tarde, probablemente porque había apresurado el paso. Se notaba ligeramente sin aliento.
—Ya estoy aquí. Lo siento por llegar tarde.
—No importa. Yo también acabo de llegar. ¿Te divertiste con tu amiga?
—Ah… Sí.
La respuesta breve de Jisoo hizo que Hajin soltara una risita sarcástica.
—Si se hace muy tarde, puede ser preocupante, pero no necesitas apresurarte tanto para llegar justo a la hora de la cena. ¿No te hubiera gustado quedarte un poco más con tu amiga? Los fines de semana son prácticamente los únicos días en los que puedes relajarte. La próxima vez, sal tranquila, y si es muy tarde, yo misma puedo ir a buscarte.
—No, no hace falta. Me divertí mucho hoy.
La respuesta de Jisoo, diciendo que se había divertido, pareció irritar profundamente a Hajin, cuya expresión se torció.
—Si le dices eso, seguro se negará. Sería como interrumpirla.
El comentario sarcástico de Hajin dejó a Hyesook algo confundida, así que preguntó:
—¿Interrumpir?
—Está saliendo con alguien.
El comentario de Hajin dejó a Hyesook sorprendida, pero Jisoo quedó aún más impactada. Inmediatamente, ella le dirigió una mirada llena de reproche.
—Hoy también estaba tan ocupada en su cita que llegó 30 minutos tarde a la hora que había prometido regresar.
Ayer, cuando Jisoo mencionó vagamente frente a Hyesook que tenía planes con una amiga, Hajin lo había notado. Ella no quería que Hyesook supiera que estaba saliendo con alguien. Probablemente, no quería ser vista como una adolescente irresponsable que, a las puertas de un importante examen, estaba ocupada saliendo con chicos.
Había dudado en si debía pedirle a Hajin que guardara el secreto, pero parecía que al final decidió no decir nada, preocupada de que eso pudiera delatarla más.
Sin embargo, Hajin no tenía intención de ser discreto. Si había algo que pudiera hacer para acelerar la ruptura entre Yoon Jisoo y Jo Seungyu, lo haría sin pensarlo.
—¿En serio, Jisoo? ¿Es verdad?
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