⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue

—¡Lo siento! Todo es culpa de Gaessaga. ¿Quién no podría haberlo hecho si fue el primero en levantar la mano, como Sun-young, y lo regañó tan ferozmente?

Chaekyung hizo una mueca, como si la cara del profesor de educación física le viniera a la mente.

—Jisoo, escuché que te operaste del corazón cuando eras pequeña. Por eso, nunca pudiste hacer ejercicios que sobrecargaran tu cuerpo, ¿verdad?

Sora, que siempre había sido muy activa, habló con un rostro sombrío.

—Sora, ¿eso… lo escuchaste de quién? 

—De la profesora de salud. Cuando te llevé a la enfermería, ella ya lo sabía.

Jisoo asintió con la cabeza. Por si acaso, debía haberle contado a la profesora encargada y a la de salud sobre su historial médico. Esa también era la voluntad de Hyesook, quien ya estaba al tanto de su condición.

—La conversación sobre la operación, solo nosotras dos la escuchamos, así que no tienes que preocuparte.

Al ver la expresión sombría de Jisoo, Chaekyung le acarició suavemente la espalda. Sora, a su lado, intervino de repente.

—¿Solo nosotras dos? ¡Hajin también lo escuchó!

—Hajin? …¿Seo Hajin?

—Jisoo, ¿no recuerdas que te desmayaste y no tienes idea de lo que pasó? Fue Seo Hajin quien te llevó a la enfermería en brazos.

Los ojos de Jisoo se quedaron vacíos.

…¿Hajin?

—Fue increíble.

Sora, que había recuperado su brillo y entusiasmo, se sentó al borde de la cama y sonrió de manera peculiar.

—En cuanto te desmayaste, todos se pusieron como locos, pero él corrió de inmediato y se ocupó de ti. Cuando vio que caías, su rostro se puso completamente pálido. Gaessaga también se sorprendió y extendió la mano para ver cómo estabas, pero Hajin lo miró con furia y le gritó que no lo tocara. ¿Sabes? Gaessaga, tan temeroso, perdió el momento de enojarse, y Hajin te levantó y corrió con una velocidad impresionante hacia la administración.

Sora suspiró y siguió hablando mientras miraba al vacío.

—De verdad, fue genial. Todas las chicas de nuestra clase estaban suspirando. Se convirtió en médico, atleta, ¡y ahora debería ser actor! ¡Sobre todo, debería hacer dramas de melodrama! Ganaría muchísimo dinero atacando los corazones de las mujeres. Pero, en serio, ¿no te parece que Seo Hajin es… Jisoo…?

—¡Ey, Shin Sora! ¿No te parece que estás diciendo cosas innecesarias a una chica que está enferma?

—¿Qué hay de innecesario? Jisoo probablemente no tiene ni idea de lo que ha pasado, así que le estoy explicando.

Sora sacó la lengua de forma traviesa. Jisoo miró alrededor de la enfermería.

—¿Pero dónde está la profesora de salud?

—Fue al hospital.

Sora respondió inmediatamente, y Chaekyung le dio un pellizco en el muslo a escondidas. Sora quiso hacer un gesto de dolor, pero al ver la mirada severa de Chaekyung, reprimió el sonido.

—¿Al hospital?

—Ah, hubo un accidente con un niño hace poco.

—¿Se lastimó?

—No, no fue nada grave. Solo rompió un poco la puerta del comedor y se cortó un poco…

—¿Eso no es una lesión grave?

—Ah… bueno, tal vez sonó exagerado, pero el chico caminó hasta el hospital por su cuenta. No te preocupes, ya se fue hace un rato. Creo que pronto regresará.

—¿Ah, sí? Yo ya estoy bien, así que pueden volver a la clase. Gracias por todo y perdón.

—No es nada. Por cierto, el profesor principal pasó un momento antes y te mandó tu mochila y uniforme. Aquí.

Chaekyung le entregó las pertenencias a Jisoo.

Después de disculparse con sus amigas y verlas irse, Jisoo se quedó sola en la enfermería, sintiendo una mezcla de incomodidad y arrepentimiento. Había hecho sentir mal a sus amigas al perderse la clase, y se sentó allí, sola. Miró a su alrededor, respirando profundamente.

Debería haber sido menos terca.

Aunque el regaño del profesor de educación física fue aterrador, no había necesidad de insistir tanto. Al final, solo causó molestias a toda la clase. Incluso cuando Hajin le pidió que fuera honesta antes de la carrera, debería haber dejado de lado su obstinación.

—…Qué tonta.

Jisoo se levantó y cerró las cortinas de la cama antes de quitarse el uniforme de deportes. El sudor de su cuerpo, que había estado pegajoso por correr, ya se había secado por completo.

Afortunadamente, no había sido tan grave. Jisoo hizo todo lo posible por calmar sus emociones mientras se cambiaba al uniforme escolar.

Cuando terminó de cambiarse y revisó su mochila, la puerta de la enfermería se abrió suavemente. Parecía que la profesora de salud había llegado.

Al abrir las cortinas y girar hacia la puerta, Jisoo vio a Hajin frente a ella.

—……

Jisoo sintió que su rostro se sonrojaba y rápidamente desvió la mirada. ¿Cómo podía él haberla llevado hasta allí? Estaba tan avergonzada que no podía mirarlo a los ojos.

Hajin se quedó parado, y la situación se sintió incómoda. Jisoo, sin saber qué hacer, se sentó al borde de la cama. Desde allí, podía ver el campo de deportes por la ventana, el mismo lugar donde había caído al desmayarse. Hajin caminó lentamente hacia ella sin decir una palabra y se sentó junto a Jisoo.

Hajin no se había cambiado de camisa de deporte, solo llevaba una camiseta básica debajo de su chaqueta del uniforme escolar. Jisoo, quien siempre había notado que Hajin cumplía con el código de vestimenta, lo encontró un poco extraño, pero no podía decir nada en ese momento.

Ambos miraban hacia la ventana en silencio, algo que a Jisoo le resultaba inusualmente extraño. Pensó que nunca antes había estado en una situación así, sin hablar con él.

Jisoo lo miró de reojo y notó que había una pequeña marca azul en la parte de su rostro cerca del pómulo.

—¿Te golpeaste?

Hajin tenía una leve hinchazón en la cara, justo debajo de su hueso facial.

—¿Te pegaste en algún lado?

Sin pensarlo, Jisoo acercó su mano a su rostro, pero Hajin giró la cabeza como si rechazara el contacto. Jisoo, dándose cuenta de lo que hacía, retiró rápidamente la mano.

—…Gracias. Dijeron que fuiste tú quien me trajo a la enfermería.

Hajin estuvo en silencio por un largo rato, antes de finalmente abrir la boca.

—Tú…

—……

—¿Por qué eres tan tonta?

La voz de Hajin no era burlona ni sarcástica, como normalmente solía ser. Su tono era bajo, grave, casi como si regañara a Jisoo, pero al mismo tiempo sonaba con algo de pena, y también parecía estar molesto.

—…Lo siento.

—¿Por qué te disculpas? El culpable es ese profesor de educación física.

Cuando la voz madura de antes se transformó en la familiar voz irritada de Hajin, Jisoo no pudo evitar sonreír un poco. Él la había regañado por ser tonta, pero ahora que ella se disculpaba, él no estaba contento con eso.

—¿Oíste que me operaron?

—…Sí.

—Sé que suena a excusa, pero… lo que no pude decir, aunque sabía que tenía que hacerlo… es lo que pasó con el profesor de educación física antes. Le preguntó a nuestra compañera si podía probar que estaba con la regla. Me asustaba que me hablara de esa manera. Qué pasaría si me pedía que bajara el cierre del pantalón deportivo para que pudiera ver la cicatriz de la operación. Aunque fuera una idea absurda, no sabía qué hacer en ese momento…

—¡Si hace algo así!

Hajin, lejos de sentirse divertido por la exagerada preocupación de Jisoo, tenía una expresión furiosa.

—…Si ese tipo hubiera dicho semejante tontería, no lo habría dejado en paz.

Hajin murmuró fríamente, apretando los dientes. Jisoo miró hacia la ventana y esbozó una sonrisa débil.

—Por supuesto, nunca pasó.

Los ojos de Hajin se congelaron cuando se cruzaron con los de Jisoo. Ella, con calma, comenzó a hablar.

—Desde pequeña, mi cuerpo ha sido más débil que el de los demás, pero no viví consciente de eso. Quizás me acostumbré a ello. No importa lo apurada que estuviera, no podía correr y tenía que hacer todo lentamente. Las cosas que mis amigos podían hacer, como jugar, eran demasiado peligrosas para mí, así que solo los observaba. Pero… una vez que te acostumbras, no te sientes tan injusta como pensabas.

Jisoo continuó, recordando vagamente un momento de su niñez.

—Mi mamá siempre decía algo, aunque fue hace mucho tiempo lo recuerdo bien. ‘Jisoo, solo con verte respirar y que tu corazón lata, soy feliz. Solo por estar viva, todo es agradecimiento.’ Cuando era pequeña no entendía bien lo que mi mamá sentía. Me incomodaba un poco escucharla siempre decir que no debía correr. En esos tiempos, ya había olvidado por completo los recuerdos de los días que pasé en el hospital. No podía entender sus palabras sobre lo milagroso que era estar viva.

—……

—Desde que mamá y papá fallecieron, empecé a darme cuenta poco a poco. La muerte no estaba tan lejana como pensaba.

La voz de Jisoo temblaba débilmente.

—No era un día especial. Si no hubiera sucedido ese accidente, probablemente no lo habría recordado. Mis padres murieron juntos en un accidente mientras regresaban a casa. Después de que se fueron, de repente, las palabras de mamá vinieron a mi mente. Y a partir de ahí, empecé a comprender poco a poco.

¿Por qué estaba contando todo esto a Hajin? Se sentía avergonzada, pensaba que nadie podría entenderlo, pero de alguna manera sentía que podía decirle lo que había callado. Al mirar a Hajin, no estaba segura de si él podría comprender lo que sentía.

—Viví una vida un poco más cercana a la muerte que los demás, así que pensaba que debía vivir de manera más plena para no arrepentirme. Estaba atrapada en esa idea.

—……

—Por eso, siempre quise enamorarme.

Hajin levantó una ceja, como si pensara en Seungyu.

—¿No me vas a regañar?

—¿Regañar?

—Porque, a pesar de tu apariencia, eres muy testaruda. ¿No dijiste que ya estabas acabada?

Jisoo movió levemente las piernas que estaban bajo la cama y habló.

—¿Qué tengo de malo?

La voz de Hajin reflejaba molestia. Jisoo fingió pensar un poco antes de abrir la boca.

—Pareces el tipo de persona que andaría hiriendo a las chicas.

—¿Qué?

Su expresión estaba llena de sorpresa. Jisoo no pudo evitar soltar una risa.

—Eres raro. Al principio pensé que eras un rebelde problemático… pero ahora, viéndote en la escuela, pareces un modelo de conducta.

—……

—Al principio pensé que eras malo, pero parece que eres bueno.

—……

—Pensaba que eras fuerte, pero en realidad pareces débil.

Jisoo, al recordar el sueño inquietante de Hajin y cómo había exhalado pesadamente, susurró. Probablemente ese sueño de Hajin había sido sobre el momento en que encontró la muerte de su tío.

Jisoo desvió la mirada, mirando a través de la ventana, luego al suelo, moviendo sus ojos de un lado a otro. Al final, se dio cuenta de algo. Hajin había estado mirándola fijamente todo el tiempo.

¿Por qué no se había dado cuenta antes de la intensidad de sus ojos?

Recordó lo que Sora había querido decir antes de que Chaekyung la detuviera. Hajin, quien generalmente odiaba involucrarse en los problemas ajenos, quien les había advertido que no pretendieran hacerle preguntas en la escuela, había corrido hacia ella sin dudarlo ni un segundo cuando se desmayó. No podía ignorarlo.

Pero. Pero…

—Me alegro de ser tu ami…

Al decir estas palabras improvisadas para tranquilizarse ante la profundidad de la mirada de Hajin, Jisoo no pudo terminar la frase. Hajin la besó en los labios.

Aunque el beso fue breve, casi como si pudiera ser deshecho en cualquier momento, sus labios ardían de una manera imposible de rechazar. A través del suave contacto de sus labios, Jisoo pudo sentir la respiración de Hajin y hasta el temblor de su cuerpo.

Jisoo se dio cuenta de que su intento de ignorar lo que sentía había sido inútil desde el principio. 

Él ya no pensaba ocultar sus sentimientos.