⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Esto era claramente un error propio.
No tiene sentido castigar sin piedad a un cachorro que no entiende nada; solo se consigue aumentar su rebeldía.
Desde la perspectiva del cachorro, solo sería un castigo injusto.
—Ce… Ce… Ceres, tienes que… saludar apropiadamente a la familia imperial…
—¡Uaaah! ¡Ceres me respondió! ¿Viste eso, mamá?
—Sí, lo vi.
—¿…?
Justo cuando Diarin estaba a punto de desmayarse, logró recomponerse.
Pensaba en crímenes de lesa majestad, calabozos subterráneos, instrumentos de tortura… pero parecía que solo ella estaba preocupada por eso.
Incluso después de escuchar la respuesta informal de Ceres, Sebian estaba encantado, y Charlotte no parecía darle importancia.
¿Es esto posible?
Ambos eran miembros de la familia imperial, pero su tolerancia hacia las faltas de respeto era desconcertante.
Cuando el segundo príncipe estaba en el campo de batalla, los plebeyos ni siquiera podían levantar la cabeza, postrándose contra el suelo.
Pero aquí, un príncipe emocionado porque le respondieran, sin importar si era con lenguaje formal o informal… era difícil de creer.
Comparado con el segundo príncipe, este parecía pertenecer a otra familia imperial.
Aun así, Diarin no podía simplemente asumir que estaba bien.
—…Mis disculpas. Todavía no le he enseñado a usar el lenguaje formal…
Diarin se disculpó con timidez, pero Charlotte negó suavemente con la cabeza mientras sonreía.
—La vez pasada, solo intercambiaron saludos a la distancia con una inclinación de cabeza. Ahora, están conversando cara a cara. Eso ya es un gran progreso.
—Sí… pero hablarle de manera informal a Su Alteza el príncipe…
—Si al príncipe no le importa, no hay problema.
—Ah… sí, claro… ¿verdad?
Si al príncipe no le importaba, no podía objetar. Eso también sería problemático, pues implicaría ignorar la voluntad del príncipe.
Aunque no le parecía correcto, Diarin decidió dar un paso atrás.
—¡Ceres, tu mano es grande! ¿Puedo compararla con la mía?
Ceres extendió su mano en silencio.
Sebian puso cuidadosamente su pequeña mano sobre la de Ceres y, al notar que era más del doble de grande, soltó una risita de emoción.
—¿Qué tan fuerte eres en la octava unidad, Ceres?
—El más fuerte.
—¡Guau, eres el mejor!
Sebian estaba emocionado, pero Diarin, cuanto más escuchaba, más confundida se sentía.
No era una conversación entre un príncipe y un súbdito, sino entre un tío y su sobrino.
Era bueno que Ceres se llevara bien con la familia imperial, pero para Diarin, esto parecía un mundo demasiado distante e irreal.
¿Esto está bien? ¿De verdad estoy viendo lo que creo?
Buscó a Charlotte con la mirada, en busca de apoyo.
—…¿?
Charlotte también observaba a Ceres y Sebian. Pero su expresión era diferente de lo que Diarin había visto antes.
Diarin se sobresaltó por la extraña sensación.
Hasta ahora, Charlotte siempre había tenido una mirada brillante, alegre e inocente, lo cual ya era sorprendente, considerando su entorno.
Era una mujer que había dado a luz al tercer príncipe tras estar involucrada con el Emperador, un hombre que podía ser su padre.
A pesar de haber dado a luz a un príncipe, su posición como mujer del Emperador no estaba asegurada.
Además, la segunda Emperatriz, Pelian, no quería dejar con vida ni a Charlotte ni a Sebian, quien amenazaba al segundo príncipe.
Sin embargo, Charlotte siempre parecía irradiar pureza, como si el mundo fuera un lugar luminoso y feliz.
Pero ahora, había algo oscuro y pesado en su mirada, algo enterrado junto a su afecto.
Claro, no puede ser solo una madre alegre.
Charlotte y Sebian no podían ser una madre e hijo normales.
Un niño que había decidido el destino de Charlotte desde el momento en que nació.
Y ahora, hasta el día de su muerte, Sebian era la razón por la que Charlotte podía seguir siendo la mujer del Emperador.
¿Qué se sentiría dar a luz al superior que controlaba tu vida?
Pero si Sebian llegara a ser el príncipe heredero y el próximo Emperador, eso sería la mayor bendición imaginable.
Era una vida de todo o nada. ¿Cuánto miedo y tensión habría detrás de ello?
Mientras observaba en silencio, Diarin recordó al segundo príncipe.
En ese momento, Ceres comenzó a jugar con Sebian, incapaz de resistir sus insistencias.
—¡Ceres! ¡Cárgame!
Quizás porque lo consideraba parte de su entrenamiento físico, Ceres cumplía con las peticiones de Sebian sin problemas.
Sebian reía a carcajadas mientras Ceres lo levantaba en el aire.
Aunque Ceres permanecía inexpresivo, no parecía estar enfadado ni con ganas de detenerse.
Diarin suspiró aliviada y dirigió su atención a Charlotte.
—Desde aquel día, ¿ha habido más intentos de asesinato? Estaba preocupada por usted.
—…Ah.
Charlotte pareció recobrar la compostura y levantó la cabeza.
Bebió un sorbo de té, como si quisiera despejar la mente, y pronto volvió a su habitual expresión alegre.
—Todo sigue igual. Los intentos siguen ocurriendo, pero hemos estado defendiéndonos bien, así que estamos bien.
—Aun así, debe ser agotador. No sabía que hasta los sacerdotes estaban involucrados. Además, el Sumo Sacerdote Merian supervisa el templo del palacio, ¿verdad?
Incluso dentro del palacio hay un templo.
Aunque no es grande, su influencia es inmensa por su ubicación.
Un solo Sumo Sacerdote podría sacudir la institución religiosa. Por eso Diarin ocultaba que también era sacerdotisa.
Charlotte asintió, comprendiendo las palabras de Diarin.
—No todo el templo está del lado del segundo príncipe. Es más bien algo que el Sumo Sacerdote Merian hace por su cuenta.
—Ah…
Diarin suspiró aliviada.
La influencia del sumo sacerdote Merian era ya de por sí abrumadora, pero al menos era un alivio que no hubiera tomado el control de todos los templos del país. Si eso hubiera ocurrido, habría sido realmente devastador.
Ser señalado por el segundo príncipe era algo que podía manejar manteniéndose discreta y viviendo en silencio, pero si los templos se volviesen en su contra, su vida estaría arruinada en un instante.
¿Cómo puede alguien que sirve a los dioses involucrarse en algo así?
Diarin confirmó que, al menos, su vida estaba a salvo.
Solo entonces comenzó a surgir en ella un sentido de justicia.
Ese sentido de justicia era un niño cobarde que solo se manifestaba cuando estaba segura.
—Hmm…
Charlotte cerró los ojos con calma ante el comentario de Diarin.
—Quizás, esa persona tenía su propia idea de justicia.
—¿…?
La inesperada respuesta de Charlotte parecía una especie de defensa hacia esa persona.
Era una dirección que Diarin no esperaba en absoluto.
No era propio de alguien como Charlotte, que estaba en el bando opuesto al segundo príncipe, intentar comprender a esa persona.
—Nadie vive pensando desde el principio que es un villano. Todos actúan pensando que están protegiendo su propia justicia, y cuando menos lo esperan, terminan convirtiéndose en villanos.
Charlotte murmuró estas palabras como si hablara para sí misma, con la mirada perdida.
Luego, de repente, volvió en sí y miró a Diarin con una sonrisa.
—Así que creo que esa persona también debe haber tenido sus propias razones.
—…No creo que yo pueda pensar así sobre mis enemigos.
Diarin confesó con sinceridad.
Charlotte rió con ganas ante ese comentario.
—Eso es algo que solo una persona realmente buena puede decir.
Que alguien como Charlotte, con su apariencia angelical, dijera algo así, hacía que fuera difícil de aceptar.
—¿Yo soy buena?
—Probablemente más buena que yo.
—Ugh…
Charlotte no dudó en menospreciarse a sí misma mientras alababa a Diarin.
Eso dejó a Diarin sin palabras y con un nudo en la garganta.
Después de todo, Charlotte era alguien que había irrumpido en la complicada historia familiar del palacio imperial.
No era una Emperatriz oficial, pero se había asentado firmemente en el palacio y ahora incluso aspiraba al puesto de madre del príncipe heredero, representando una amenaza para el segundo príncipe.
No era precisamente una posición que se pudiera considerar bondadosa.
Pero, ¿eso hacía a Diarin buena persona?
¿Soy realmente buena?
De repente, Diarin comenzó a reflexionar sobre el concepto de bondad.
Aunque, ser buena no siempre es algo positivo, ¿verdad?
En su experiencia, ser buena significaba ‘ser fácilmente aprovechada’, ‘no darse cuenta de que te engañan’ o ‘ser ingenua’.
Habiendo sido víctima de su familia toda su vida, Diarin estaba tratando de vivir de la manera menos bondadosa posible.
—No me refiero a una bondad superficial. Creo que algunas personas nacen con un alma naturalmente pura. Y desde mi perspectiva, Diarin, tú eres una de esas personas.
—Ah… e-entiendo. Gracias…
Como había sido un cumplido, Diarin respondió con gratitud, aunque algo incómoda.
No quería que continuaran hablando sobre su carácter, así que cambió rápidamente de tema.
—Por cierto, ¿qué pasó con el accidente de la explosión?
—Casi todo está resuelto. Ha sido difícil para Roben, ocupándose tanto de investigar la causa como de encubrir el incidente.
—¿Encubrir…?
—No es algo común que ocurra una explosión dentro de la capital imperial. Están diciendo que fue una demolición intencional para las renovaciones de la mansión.
—Ah…
Así, también se enterraban las vidas de quienes habían muerto en el incidente.
Aunque Diarin y Ceres habían sobrevivido y serían recordados, los que fallecieron terminaron allí.
Nadie recordaría ni siquiera que alguna vez existieron.
Diarin no sabía quiénes eran los otros miembros de la octava unidad ni los sacerdotes que se sacrificaron.
El proyecto era tan confidencial que ni siquiera dentro del templo se sabía quién había sido reclutado.
A menudo, los sacerdotes eran enviados de repente con un simple ‘Debes ir allí’, sin explicaciones adicionales.
Por lo tanto, cuando alguien desaparecía, nadie lo encontraba extraño.
No se informaba a dónde se enviaba a los sacerdotes ni en qué trabajaban.
Así que los sacerdotes que murieron junto con la mansión desaparecerían para siempre de esa manera.
Diarin también estuvo a punto de desaparecer así.
Y en el futuro, no sabía cuándo podría desaparecer de nuevo.
Aunque quería recordar a los que habían desaparecido, no conocía a nadie para poder hacerlo.
Ah, hay una persona.
De repente, recordó a alguien relacionado con este proyecto.
Halt.
Cuando estuvo con él, solo deseaba que se marchara lo antes posible porque era un alborotador insoportable.
Pero ahora, después de todo lo sucedido, no podía evitar pensar en él.
—¿Por casualidad conoce a alguien llamado Halt?
Comments for chapter "77"
MANGA DISCUSSION