⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
—Así que esto es…
En la mañana del último día de un año corto pero agitado, ni siquiera había terminado de desayunar cuando ya me encontraba frente a nuestro fiel mayordomo y la jefa de las doncellas, quienes me miraban de manera bastante inquietante, o más bien, peligrosamente brillantes. Más precisamente, estaba lidiando con una hoja de papel llena de anotaciones que ambos sostenían juntos con entusiasmo.
—…¿Qué se supone que es esto?
Al oír mi pregunta, murmurada con cara de asombro, Gwen y Robert exclamaron a coro con entusiasmo desbordante.
—¡Es la lista de destinos de viaje, señora! ¡Por favor, tómese esta oportunidad para relajarse después de todo su arduo trabajo!
—¡Así es, señora! Esta criada… digo, la jefa de las doncellas y yo hemos trabajado toda la noche para elaborar esta lista.
—¡Elija el destino que más le guste!
—…Primero que todo, cálmense ambos un poco. ¿Esto… qué es exactamente?
—¡Es la lista de rutas de viaje! ¡Hemos incluido todos los destinos turísticos de moda!
—Entonces, ¿me estás diciendo que, a estas alturas, quieres que me vaya de viaje?
Intenté hablar con seriedad, pero no lo logré. A juzgar por las caras de Gwen y Robert, que asintieron como si lo estuvieran esperando.
—¿Por qué no? En esta temporada, todas las familias hacen lo mismo. Debería disfrutar y aprovechar esta oportunidad para fortalecer los lazos familiares con los jóvenes señores y la señorita.
—Gwen, por mucho que esto esté de moda, ¿y si sucede algún accidente…?
—¡No se preocupe, señora! ¡Nosotros la protegeremos!
¡Vaya, qué susto! Los caballeros, que normalmente permanecían callados como estatuas, exclamaron en voz alta de repente, lo que me hizo dar un respingo involuntario.
Espera un momento, ¿acaso…?
—Empiezo a sospechar que todos están confabulados.
—Es solo una ilusión, señora.
—No parece ser una ilusión.
—Es una ilusión, señora.
Al ver la firme respuesta de mis leales sirvientes, no me quedó más remedio que reprimir un suspiro. ¿Acaso todos habrán comido algo extraño? ¡¿Por qué están tan empeñados en hablar de un viaje tan repentinamente?!
—¡Pero ahora no es el momento para esto…!
—Es la temporada de vacaciones de fin de año, señora.
—Aún así…
—Los jóvenes señores y la señorita también estarán encantados. Se lo garantizo con mi propia cabellera.
—…Robert, apenas te queda pelo.
—¡Oh, señora! ¿Cómo puede ser tan cruel?
Debido a las lágrimas que el fiel mayordomo estaba derramando desde la mañana, ya no pude quejarme y, sin más remedio, agarré la lista de destinos de viaje y me dirigí al comedor. Sospechaba que lo habían hecho a propósito, pero…
—Vaya, mamá, ¿qué es eso?
¡Crash!
Elias, que estaba mostrando un apetito voraz desde la mañana, se cayó de su silla mientras cortaba un trozo de pavo, haciéndome detener a mitad de camino cuando me iba a sentar. Al mismo tiempo, los gemelos que discutían por las partes más crujientes de la piel del pavo gritaron al unísono.
Sin prestar atención, Elias se levantó rápidamente sobre sus dos pies, mirando ferozmente a su hermano con los ojos encendidos.
—¿Qué te pasa, hermano? ¿Estás loco desde la mañana? ¿Qué es ese apodo tan extraño, completamente ridículo y sin nada de sentido?
—Parece que necesitas estudiar el idioma de nuevo, mi ignorante hermano menor. ¿Es incorrecto que un hijo llame ‘mamá’ a su madre?
Mientras Elias dejaba caer la mandíbula con una expresión incrédula, yo me senté en silencio. Rachel, que había arrastrado la piel de pavo hacia su plato como si nada hubiera pasado, hizo un comentario casual.
—Pequeño hermano, tu cara está realmente fea.
¡Clack!
Elias cerró la boca de golpe y ahora, con los brazos cruzados, me miraba con una expresión sospechosa. Para ser más precisos, miraba a Jeremy, que reía mientras desmenuzaba un pastel de calabaza, y a mí, que colocaba la nota al lado del plato sin darle importancia. Luego gritó:
—¿Qué tipo de acuerdo secreto hicieron entre ustedes?
—Siéntate, mi tonto hermano. Cuando los adultos están comiendo, es mejor esperar en silencio.
—…
Intentando ignorar el lamentable espectáculo de Elias murmurando algo como ¿Qué le habrán dado?, abrí la boca para hablar suavemente.
—Oye, mi querido hijo mayor.
—¿Qué pasa, madre?
Jeremy, que acababa de morder un gran pedazo de pastel, me miró mientras masticaba. Dudé por un momento y luego agité la nota que tenía en la mano.
—Estaba pensando que podríamos hacer un pequeño viaje todos juntos. ¿Qué opinas, hijo mío?
—¿Un viaje? ¿Por qué un viaje de repente? ¿A dónde? ¿Y qué vamos a ver allí?
—Bueno, hay muchas opciones… Lugares como balnearios famosos o un espectáculo de gladiadores, algo que te podría gustar…
—Espera, espera, ¿por qué están hablando de algo tan importante solo entre ustedes? ¡Yo también existo! ¡No me excluyan! ¡Esto es discriminación!
—Hermano, papá dijo que no se grita en la mesa…
—¿Y tú quién eres para decirme eso, enano?
—Elias, ¿cómo puedes llamar ‘enano’ a tu hermano? Basta ya. Toma, mira tú también. ¿Qué lugar te gustaría?
Suspiré mientras le reprendía, y Leon, con una expresión victoriosa, le sacó la lengua a Elias, quien refunfuñando echó un vistazo a la lista de destinos de viaje. Bueno, intentó echar un vistazo.
—Veamos… ¡Guau! ¿Quién escribió todo esto?
—¡Déjame ver también! No seas tan egoísta, ¡tonto avaricioso!
—¡Vaya, un perro ladrando de nuevo!
Sujetando la cabeza roja de Elias con una mano y levantando la nota con la otra, Jeremy la revisó un rato, antes de dejar escapar un largo suspiro, como si el aire se le hubiera escapado.
—Aparte del espectáculo de gladiadores, nada me interesa mucho. Todos estos son lugares que les gustarían a señoras o chicas.
—Ah, entonces, si es así, ¿esto queda…?
—No, vamos.
—Pero, ¿no dijiste que no te interesaba nada?
—Fue un error momentáneo. Te pido que me disculpes con tu inmensa generosidad. Pero, ¿qué es un balneario? Nunca he estado en uno.
—Un balneario es un lugar donde te sumerges en agua caliente y nadas. Lo decía en la enciclopedia que mamá me compró.
Mi pequeño genio, Leon, respondió. Era una definición correcta, pero parecía un poco distorsionada. De todos modos, mientras Jeremy asentía perezosamente, con una expresión de estar siendo ignorado, Elias de repente exclamó:
—¿Con la ropa puesta?
—No, se entra sin ropa.
—¿Qué? ¿Qué es eso? ¡Eso es ridículo! ¡Los hombres y mujeres son diferentes, qué moda tan extraña…!
—Decía que se separan por género. Hermano, eres raro.
—Déjalo en paz. Siempre ha sido así. Mamá, ¿puedo llevar mis zapatos nuevos?
—Claro, por supuesto. También compraremos cosas nuevas cuando lleguemos…
—¡¿Por qué siempre me dejan fuera de todooo?! ¡¿Qué está pasando aquí?!
El rugido estruendoso del pequeño león rojo hizo que el lugar se quedara en silencio. Mientras yo y los gemelos abríamos los ojos, Elias, avergonzado de haber gritado, parpadeaba incómodamente mientras miraba a Jeremy, quien era el culpable de toda esta extraña situación.
Y no fue una decisión muy sabia. Mi hijo mayor, que tranquilamente había dejado el cuchillo sobre la mesa y se limpiaba la boca con una servilleta, habló con frialdad.
—¿Me acabas de gritar?
—…No. Solo estaba haciéndote una pregunta, nuestro amado protector.
—¿De verdad? ¿No sabes ni cómo comportarte en la mesa? Ven aquí un momento. Es hora de que nos estiremos un poco.
—¡N-no! ¡No te acerques! ¡No vengas aquí, monstruo horrible!
Mientras Jeremy atrapaba a Elias y le hacía una llave en las articulaciones, yo fingía no ver nada y terminaba mi comida junto a los gemelos, tomando un vaso de leche.
Para cuando dejamos el comedor, los dos ya estaban corriendo por el largo pasillo hacia el piso superior, completamente enredados. Poco después, escuchamos un fuerte portazo y la voz triunfante del segundo hijo.
—¡Maldita sea! ¡Nunca te casarás! ¡Ninguna chica querrá casarse con un matón doméstico como tú…!
—¡¿Acabas de cerrar la puerta de golpe?! ¡Ábrela! ¿No la vas a abrir?
—¡No es cierto! ¡Se cerró sola! ¡Y además, esta es mi habitación!
¡Bang, bang, bang!
Dicen que los hijos deben ser criados con mano firme, ¿verdad? Al final, ese día tuvimos que cambiar la puerta de Elias. Aún me pregunto cómo logró romper una puerta tan robusta.
⊱─━━━━⊱༻●༺⊰━━━━─⊰
Mientras organizaba el plan de viaje durante tres días, me dediqué a ordenar la montaña de documentos y revisar una a una las tarjetas de Año Nuevo que habían llegado de varios lugares. Había muchas más de las que recordaba, lo que me sorprendió un poco. Tras revisarlas, parecía que, después del juicio reciente, los movimientos entre la facción noble y la facción imperial comenzaban a tomar forma. Solo con los problemas que el Vaticano traía ya era suficiente para darle dolor de cabeza a la familia imperial, así que tal vez debería enviar mis condolencias por adelantado. A ellos y a mí misma. Qué desastre.
—¿Qué es esto…?
Murmuré para mí misma sin darme cuenta. Y es que, entre las muchas tarjetas de Año Nuevo, había una carta proveniente de la familia imperial. Más específicamente, no llevaba el sello del águila que simbolizaba al emperador, sino el cisne que representaba a la emperatriz. ¿La mismísima emperatriz Elisabeth enviándome una tarjeta de Año Nuevo…?
Desconfiada y con una sensación inquietante, abrí el brillante sobre blanco y leí el contenido. Quedé completamente asombrada.
⌜Deberíamos tomar el té juntas alguna vez. Pero no te equivoques, aún me caes mal.⌟
…Sí, claro, Su Majestad la Emperatriz. Aunque ya lo sabía desde hace tiempo, es admirable lo coherente que es. Chasqueando la lengua, abrí la siguiente tarjeta que provenía de la casa del Duque de Nuremberg. Era una carta de la Duquesa, y la sensación refrescante del papel azul dentro del sobre negro resultaba curiosa.
⌜Admiro tu valentía. Yo también intentaré reunir valor. Que tengas un buen cierre de año.⌟
…No sé a qué clase de valor se refiere, pero supongo que está bien si la delicada Duquesa ha logrado fortalecerse un poco.
Después de leer rápidamente las numerosas cartas y enviar las respuestas correspondientes, sentí que finalmente había terminado. Aunque en realidad esto era solo el comienzo, se sentía como si por fin hubiera dado cierre a este invierno corto pero lleno de eventos.
Hubo muchos incidentes. Si alguna vez muero y me reencuentro con mi esposo en el más allá, contarle sobre los sucesos de este invierno bastará para pasar toda la noche hablando. ¡Ah, claro que le presumiré todo! Le diré que fui la mujer de la que el príncipe heredero estuvo enamorado por un breve momento, ¡qué orgullo!
—Madre querida, lo digo en serio, el problema es que te preocupas demasiado.
¡Ah! Me sobresalté al escuchar esa voz inesperada. Al voltear, vi la figura despreocupada de mi hijo mayor, quien se asomaba por la puerta medio abierta de la biblioteca, sonriendo con calma. ¡Vaya! ¿Tan preocupada me veía?
—Tú, en cambio, tienes el problema de que no te preocupas lo suficiente.
—Uno de los dos tiene que equilibrar la balanza, ¿no? ¿Qué estás viendo?
—Bueno, si debo explicarlo, estaba respondiendo con sinceridad a un montón de cumplidos vacíos de fin de año.
—¡Wow! Hay demasiados. Entre todos esos saludos de Año Nuevo, ¿no habrá alguna carta de amor también, o es solo mi imaginación?
—¿Te gustaría que hubiera?
Entrecerré los ojos y sus traviesos ojos verde oscuro brillaron.
—No, solo digo que, si apareciera alguien que realmente esté loco por ti…
—¿Cualquiera estaría bien si apareciera alguien así?
—Bueno, depende de cómo te trate esa persona, más que de si me gusta o no.
¿De cómo me trate? Inclinando la cabeza ligeramente, sentí una repentina oleada de travesura, lo que me hizo sonreír imitando la suya.
—Entonces, si alguien me tratara mal, ¿no lo aceptarías? Qué comentario tan admirable.
—No es nada admirable. Si alguien te tratara mal…
Mi hijo mayor chasqueó la lengua suavemente y, mientras se rascaba la cabeza dorada, volvió a sonreír.
—… Le rompería las piernas de inmediato.
Lo miré fijamente por un momento y luego levanté la mano para darle un golpe en la espalda. Un grito lleno de exageración resonó en la habitación.
⊱─━━━━⊱༻●༺⊰━━━━─⊰
—Que tenga un buen viaje, señora.
—Tenga un buen viaje, señora.
—Tenga un buen viaje, señora. Nosotros cuidaremos bien de todo aquí.
Con la despedida del fiel mayordomo, la jefa de las sirvientas y el jefe de los caballeros, me embarqué por primera vez en un viaje con mis hijos en todas mis vidas, pasada y presente. Sentía que estaba haciendo muchas cosas que nunca había hecho antes. Pero al menos parecía que a los niños les hacía ilusión, así que eso era lo importante…
—¡Yo me sentaré junto a la ventana! ¡Todos quítense!
—El que se sienta primero se queda con el lugar, hermanita adorable, tan encantadora que quiero morderte hasta matarte.
—¡Mamá! ¡El hermanito mayor me está amenazando de muerte!
—Mamá, creo que me voy a vomitar.
—¡Jajajaja! Eso te pasa por leer en la carreta, estúpido enano. Todos saben que en un viaje lo mejor es…
—¡Hermanito mayor, apártate! ¡Ese es mi lugar!
—¡Maldita sea, Rachel! ¿Por qué solo me haces la vida imposible a mí? ¿Tan insignificante te parezco…?
—¡¿Quién se atreve a hacer tanto escándalo delante de nuestra honorable madre?! ¡Silencio, que quiero dormir!
—…Mamá, el hermanito mayor me da miedo.
…No parecía que este viaje fuera a ser tranquilo.
Ay, qué destino el mío.
Comments for chapter "37"
MANGA DISCUSSION