⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¡Esto no me gusta!

Rowen arrojó el vestido sobre la cama mientras hablaba. La criada que estaba a su lado lo recogió apresuradamente, abrazándolo contra su pecho.

Rowen apartó su cabello plateado detrás de la oreja mientras señalaba otros vestidos con la punta de sus dedos.

—¡Este tampoco me gusta, y este otro tampoco! ¡No! ¡No brilla tanto como el de ella!

Rowen exclamó con una voz llena de frustración mientras lanzaba otro vestido al suelo.

Algunas criadas, desconcertadas, no sabían qué hacer, mientras que otras, ya acostumbradas a la escena, permanecían con la cabeza baja.

Rowen levantó la cabeza de repente.

Si alguien decía que Rowen, con un rostro tan parecido a Zender y Cornelia, era la mujer más hermosa de Nesstian, no estaría exagerando.

Sin embargo, su temperamento también se asemejaba mucho al de Zender y Cornelia, lo que provocaba que muchas criadas abandonaran la mansión, incapaces de soportar las demandas de Rowen.

A pesar de esto, nadie se atrevía a desafiarla, ya que Rowen era la hija preciada de Zender y Cornelia, y la hija de Nesstian.

—¿Por qué no puedes conseguirme un vestido como el de ella? —Rowen gritó enfadada a la criada que estaba a su lado.

—Es que ese vestido solo está disponible para la realeza…

—¡No te pregunté eso! —Rowen respondió con irritación, arrojando otro vestido. 

La tela de seda fina se desgarró cuando se enganchó en sus uñas afiladas, pero a nadie le importó.

Desde pequeña, Rowen había roto un vestido al día debido a su mal genio, y las criadas ya estaban completamente acostumbradas a ello.

—¡Ya basta! ¡No quiero ver más esto, lárgate!

Rowen resopló, y las criadas abandonaron la habitación apresuradamente antes de que ella pudiera cambiar de opinión y llamarlas de nuevo.

Toc.

La puerta de Rowen se cerró.

Una de las criadas, abrazando el vestido rasgado, murmuró con expresión agotada.

—¿Por qué ha vuelto tan pronto?

—No lo sé, debe de haber terminado su entrenamiento especial.

—¡Pero iba a volver dentro de un mes!

—Tal vez el maestro la llamó antes.

Todo el personal de la mansión Nesstian sabía que Rowen recibía un entrenamiento especial de un tutor secreto traído por Zender.

Normalmente, Rowen se ausentaba de la mansión durante períodos de hasta dos meses para ese entrenamiento, y esta vez tenía previsto estar fuera por dos meses completos.

Sin embargo, algo debió haber ocurrido, porque regresó en solo un mes, trayendo consigo de nuevo su mal genio.

Las criadas recogieron el vestido para repararlo, deseando en silencio que Rowen volviera a irse pronto para continuar con su entrenamiento.

—Pero, ¿por qué la señorita Rowen no se ha casado todavía? ¡Hay tantas propuestas!

Nesstian era una de las cinco grandes familias, la más destacada después de Asterian, por lo que muchos súbditos querían casarse con Rowen, la heredera de Nesstian.

Sin embargo, Zender siempre rechazaba las propuestas de matrimonio, y tanto Rowen como Cornelia hacían lo mismo.

Thiel Asterian ya tenía un prometido, pero la boda seguía posponiéndose por diversas razones. Sin embargo, ¿qué pasa con nuestra señorita?

Rowen no tenía prometido. Aunque su edad ya estaba avanzada para el matrimonio, siendo la única heredera de Nesstian, no faltaban candidatos que desearan casarse con ella.

—¿Alguna vez has visto a la señorita usar su habilidad especial?

La criada que había dejado el vestido giró la cabeza bruscamente mientras preguntaba.

—No, ¿por qué?

—Lo vi una vez en secreto. Pero… había algo raro.

—¿Raro? Cada persona usa sus habilidades de manera diferente.

—¡No era eso! He visto a Zender y Cornelia usar sus habilidades antes, y también vi a Rowen cuando era muy pequeña…

La criada bajó la voz, y la otra también empezó a hablar en un tono más bajo.

—¿Y?

—Zender y Cornelia usan la habilidad de ‘congelación’. Su habilidad es realmente congelante. Pero la de la señorita Rowen es… diferente. No es congelación, es más como si…

—¿Como qué? ¡No me dejes en suspenso!

—Bueno, nunca he estado en la capital, así que no he visto la habilidad de ‘luz’. Pero si existe, creo que se parecería a eso…

La criada que escuchaba se alarmó y elevó la voz.

—¿Qué dices? ¡La habilidad de Rowen es la congelación! ¿Estás diciendo que usa la habilidad de luz?

—¡Shh, baja la voz! No he dicho eso. Solo… se parecía a eso, pero no es. Vi fragmentos de hielo, pero esos fragmentos…

La criada parpadeó recordando aquel momento.

Había visto a Rowen usar su habilidad a través de una rendija en la puerta.

Rowen había juntado las manos frente a su pecho mientras usaba su habilidad.

Entonces, pequeños trozos de hielo comenzaron a acumularse, formando una capa sobre sus manos.

Se acumularon, y se acumularon, hasta que finalmente formaron una esfera, y en ese momento, los trozos de hielo se unieron en un destello de luz.

Fue la primera vez en su vida que la criada había presenciado algo así, y nunca se lo había contado a nadie.

Además, Rowen había prohibido estrictamente que alguien viera su entrenamiento, por lo que si se descubría que la criada lo había visto, seguramente sería castigada severamente.

La criada inclinó la cabeza, pensativa.

—¿Qué tipo de entrenamiento estará haciendo? Es evidente que la señorita se está volviendo más fuerte, pero, ¿por qué me da tan mala espina?

—Hmm, me parece que te has confundido. El hielo refleja la luz, así que tal vez por eso lo sentiste de esa manera… No hay forma de que la señorita esté usando la habilidad de luz. ¡Nunca he escuchado de dos personas con esa habilidad en la misma generación!

—¿Verdad? Seguro me equivoqué, ¿no?

La criada, ahora algo aliviada por las palabras de su amiga, asintió.

—¡De todos modos! No puedes contarle a nadie que te dije esto, ¿de acuerdo?

—¿Y dónde crees que voy a contar algo así?

Las criadas, con los nervios y la curiosidad algo calmados, rieron mientras salían de la habitación.

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En la habitación de Rowen.

Rowen cerró los ojos, concentrándose para usar su habilidad.

Normalmente, Rowen nunca cerraba los ojos cuando usaba su habilidad. 

La forma en que siempre había utilizado su poder era afilando cristales de hielo y lanzándolos como dagas.

Sin embargo, Jay le había prohibido usar su habilidad de esa manera.

Tenía que cerrar los ojos, y concentrarse completamente…

Rowen, que solía seguir las palabras de Jay sin oponer resistencia, obedeció dócilmente y usó su poder como él le había indicado.

Cristales de hielo comenzaron a acumularse suavemente sobre sus manos. 

Rowen se sintió frustrada, deseando poder tomar esos fragmentos de hielo y arrojarlos lejos.

Si fuera su abuelo o su madre, no habrían creado simples fragmentos de hielo como esos, sino lanzas grandes y resistentes o espadas de hielo.

Sin embargo, en comparación con ellos, su poder era increíblemente insignificante; solo podía crear pequeños cristales de hielo.

Incluso Jay lamentaba profundamente ese hecho.

( Quizás no naciste con talento. )

Las palabras de Jay resonaron en su mente. Si Rowen hubiera sido la de siempre, habría volcado la mesa en el momento en que las escuchó. Pero lo que Jay dijo después, en un tono dulce, hizo que contuviera su ira.

( Yo puedo hacer que seas más poderosa que alguien con talento… )

Así fue como Jay, diciendo esas palabras, le daba a Rowen pequeñas esferas para que las comiera.

Rowen no sabía qué eran esas esferas, pero las aceptaba y seguía las enseñanzas de Jay mientras entrenaba su habilidad durante 10 años.

Y como resultado, desde los cristales de hielo en sus manos, ¡un pequeño destello de luz apareció!

Al concentrarse un poco más, las luces comenzaron a brillar intensamente, rodeando los cristales de hielo.

Era una luz débil y rudimentaria.

Pero era luz, sin duda.

Una sonrisa apareció en los labios de Rowen.