⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Cuando Rowen se calmó y usó sus poderes una vez más, pequeños fragmentos de hielo se formaron en sus manos.

Las piezas de hielo flotaron lentamente, chocando entre sí, con sus bordes afilados esculpidos de manera precisa.

Era completamente opuesto a los fragmentos de luz redondeados y sin bordes afilados que creaba Thiel.

Sin embargo, en el siguiente momento…

Ssss…

Los fragmentos de hielo que flotaban en las manos de Rowen comenzaron a chocar entre sí, generando una tenue luz.

Era tenue, pero era luz.

Dentro de los fragmentos de hielo de Rowen, una pequeña luz chocaba contra una gran oscuridad, haciendo que el hielo se tiñera de gris.

A diferencia de la luz de Thiel, que jamás se mezclaba con la oscuridad y podía repelerla con solo un fragmento, la luz que Rowen había creado parecía fundirse y mezclarse con la oscuridad, como si siempre hubiera sido parte de ella.

Sin embargo, esto ya era un gran logro para Rowen.

Finalmente, una sonrisa apareció en su rostro.

—¡Lo logré!

Durante los últimos ocho años, Rowen había estado recibiendo clases de un hombre llamado ‘Jay’, quien apareció de repente en Nesstian.

Llamarlo ‘clases’ era poco más que una forma de referirse a los horribles experimentos a los que Rowen era sometido cada día.

Jay le dio a Rowen una serie de esferas negras que había conseguido en algún lugar.

Cada vez que Rowen ingería una de esas esferas, sufría pesadillas durante toda una semana.

Y cuando Rowen finalmente dejó de tener pesadillas, Jay comenzó a darle algunos fragmentos para consumir.

Rowen detestaba profundamente la idea de comer aquellos fragmentos, pero lo hizo, recordando las palabras de Zender.

( Si quieres heredar la casa de Nesstian, debes demostrar tus habilidades. )

Zender aún no le había cedido el puesto de cabeza de la familia a la madre de Rowen, Cornelia.

A pesar de que Cornelia era la única que, dadas las circunstancias, podía heredar el puesto de cabeza de la casa Nesstian.

Rowen sabía muy bien por qué Chender no le había cedido el puesto a Cornelia.

Es porque mamá es débil.

Cornelia tenía una habilidad mucho más débil, tan débil que vivía siempre bajo la sombra de Lena Nesstian, quien había fallecido hace mucho tiempo.

Cornelia también lo sabía, pero no podía hacer nada al respecto.

Era un hecho innegable que las habilidades de Cornelia no eran ni siquiera comparables a las de Lena.

Así que, cuando Zender trajo a ‘Jay’, Rowen no lo rechazó.

Zender afirmó que si Rowen obedecía a Jay, su habilidad se haría al menos el doble de fuerte.

Más fuerte incluso que Thiel Asterian, a quien todo el Imperio de Cracion alababa.

Rowen creyó en esas palabras.

Y así pasaron ocho años.

Jay comenzó a entrenar a Rowen, prometiéndole que haría que su habilidad de ‘congelación’ fuera más poderosa.

—En diez años, señorita, será la persona con la habilidad más fuerte de todo el continente.

Sin embargo, la habilidad que Rowen tenía ahora era un poco diferente de la habilidad de congelación.

La habilidad de Rowen, si se comparaba… era más parecida a la de Thiel.

Intrigada, Rowen una vez le preguntó a Jay sobre esto.

—Es extraño. Mi habilidad no se parece a la de mi abuelo. El hielo de mi abuelo no era de este color.

El hielo que creaba Chender era de un azul oscuro. Pero, desde que Rowen conoció a Jay, su hielo era más cercano al negro.

Rowen pensaba que algo andaba mal con su hielo. Y creía que era culpa de Jay.

Sin embargo, Jay no se inmutó ante las palabras de Rowen. En lugar de eso, le sonrió y la consoló, tomando suavemente sus manos.

—Por supuesto, señorita Rowen. La fuerza que está aceptando no es simplemente una habilidad de congelación, es el poder de la ‘luz’.

—¿Aunque mi hielo sea negro?

—Sí, porque para que la luz exista, siempre es necesario que haya oscuridad.

Jay susurraba palabras que parecían increíbles.

Decía que la habilidad de luz de Thiel era falsa, y que la luz que Rowen estaba creando era la única verdadera.

Y que, cuando llegara el momento, la luz de Thiel desaparecería por completo, y la luz de Rowen sería la única luz en todo el imperio.

Para la joven Rowen, las palabras de Jay eran sumamente dulces.

Así que, desde ese momento, Rowen dejó de hacerle preguntas de ese tipo.

Cada vez que Rowen usaba sus poderes, creaba pequeños peces de hielo que se parecían a los de Thiel, aunque de manera más tosca.

Los peces de hielo chocaban entre sí, emitiendo una tenue luz.

Aunque la imagen era algo grotesca, Jay elogiaba a Rowen, diciéndole que era un gran logro.

Y le pedía que, aún más, usara sus habilidades como Thiel.

Le pedía que uniera sus manos, cerrara los ojos y creara pequeños fragmentos de hielo que parecieran luz, como lo hacía Thiel.

Rowen obedecía.

Porque tanto Zender como Cornelia querían que siguiera las instrucciones de Jay.

Y también porque Rowen deseaba tener una habilidad más fuerte que la de Thiel.

Quizás incluso creía, como Jay decía, que podría convertirse en la única ‘luz’ del imperio.

Y así, ahora.

Rowen miró los peces de hielo que flotaban en sus manos y las apretó con fuerza.

¡Crash!

El hielo se rompió en mil pedazos, esparciendo fragmentos por todas partes.

El brillo de los fragmentos hacía que pareciera que la luz se dispersaba por todas partes.

Esto es exactamente…

Era lo que Jay deseaba.

—Solo tengo que hacerlo así.

Rowen sonrió con arrogancia.

Después de un duro entrenamiento, Rowen había aprendido a usar sus habilidades en la dirección que Jay quería, aunque no siempre podía hacerlo perfectamente.

A veces, los peces que creaba no tenían cabeza o sus aletas estaban a medio cortar, dando lugar a formas grotescas.

En lugar de brillar, una profunda y oscura sombra, tan tenebrosa como las pesadillas que Rowen había tenido, comenzó a surgir de sus manos.

Cuando eso sucedía, Jay regañaba a Rowen. Le decía que nunca debía dejar que ese poder se manifestara.

Por eso, Rowen se esforzaba enormemente para seguir las enseñanzas de Jay y no dejar que ‘ese poder’ emergiera mientras usaba sus habilidades.

Hoy, después de mucho tiempo, había tenido éxito.

Rowen estaba extasiada de alegría.

En ese momento, alguien golpeó la puerta de su habitación.

—¿Quién es? ¡Dije que no dejaran entrar a nadie!

Rowen gritó con dureza.

Desde afuera, una criada respondió con una voz cautelosa.

—El señor Jay ha venido, ¿le digo que se retire?

—¿El maestro?

Rowen respondió emocionada mientras corría hacia la puerta.

Antes de que la criada pudiera abrirla, Rowen la abrió de golpe por sí misma.

Frente a la puerta, Jay estaba de pie, con su rostro pálido cubierto por una media máscara.

—¡Maestro!

—Señorita, ¿ha estado practicando sus habilidades con diligencia?

Jay miró alrededor, observando cómo la habitación de Rowen estaba hecha un desastre, con fragmentos de hielo esparcidos por todas partes. Satisfecho, se acarició el mentón y comentó,

—Parece que sí ha estado trabajando duro.

—Sí, lo he hecho. ¿Quiere que se lo muestre? ¡Puedo mostrárselo! Ahora tengo un poder mucho más fuerte que el de mi madre.

Rowen dijo con orgullo. Jay simplemente sonrió, sin refutarle.

—Quizás pronto tenga un poder más fuerte incluso que el de mi abuelo…

—¿Oh? La habilidad del señor Zender es más poderosa de lo que imaginas. Él es el tercer ser más poderoso de este imperio.

—¡Pero mis habilidades también son lo suficientemente fuertes!

Cuando Rowen exclamó esto, los fragmentos de hielo que flotaban a su alrededor se transformaron de inmediato en afiladas lanzas.

Sin embargo, las lanzas no apuntaban a Jay, sino a ella misma, girando en círculos a su alrededor.

Era como si, con un solo grito más, pudieran atravesar el cuerpo de Rowen.

Jay entrecerró los ojos mientras observaba la escena.

¿Se está desmoronando?

No podía permitirse que lo que habían construido con tanto esfuerzo se arruinara antes de que su gran plan se concretara.

Decidido a adelantar un poco sus planes, Jay colocó una mano en los hombros redondeados de Rowen.

—Por supuesto, las habilidades de la señorita Rowen son lo suficientemente fuertes. No hay necesidad de apresurarse tanto.

—…De acuerdo.

—Y pronto, señorita Rowen, tendrá la oportunidad de mostrar sus poderes a todo el Imperio de Cracion. Entonces, todos sabrán —Jay susurró—. Quién posee realmente el poder más fuerte. Y quién será la que traiga la luz a este imperio…