⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Pero cómo que viene Rowen Nesstian?

Todos se sorprendieron, y cuando lo escucharan en Asterian, también se quedarían boquiabiertos. Olivier levantó la cabeza rápidamente y preguntó:

—¿Ya lo informaron en Asterian?

—Todavía no lo hemos informado —respondió Karl.

—Entonces, yo lo haré —dijo Olivier asintiendo.

Asterian debía saber que Rowen Nesstian vendría, y la primera persona a quien debía informarse, sin duda era…

Thiel.

Thiel tenía que saberlo. Olivier mordió ligeramente su labio con preocupación. ¿Estaría bien Thiel?

Parecía que había superado los malos recuerdos relacionados con Nesstian mientras vivía en Asterian, pero en el mundo a menudo las apariencias engañan. Tal vez aún le resultaba incómodo y doloroso hablar de Nesstian. 

Olivier sintió un impulso repentino de destruir el camino para que Rowen Nesstian no pudiera venir. 

Sin embargo, sabía que era una idea absurda. Olivier Wolfgang ya no era un niño. Pero el deseo de actuar como tal al pensar en sus seres queridos demostraba cuánto los quería y cuidaba.

Karl asintió, indicándole a Olivier que adelante. Clemence seguía con una expresión preocupada.

—¿Te refieres a esa persona que intentó dañar a Thiel y fracasó? Dijeron que se escondió en Nesstian, ¿verdad? —preguntó Clemence.

—Así es —asintió Olivier.

—¿Alguien intentó dañar a Thiel? —preguntó Karl, abriendo los ojos de par en par.

Clemence y Olivier lo miraron al mismo tiempo con una expresión que decía: ¿En serio es la primera vez que escuchas esto?

Karl, con los ojos muy abiertos, miró a Clemence y preguntó:

—¿Intentaron dañar a Thiel? ¿Qué significa eso? No he escuchado nada al respecto. Everard recibe las noticias muy tarde.

—Hace diez años, cuando Thiel tenía doce años, alguien intentó lastimarla. No lograron atraparlo en ese momento, pero se supo que se escondió en el territorio de Nesstian —explicó Olivier—. Sin embargo, debido a la falta de cooperación de Nesstian, no pudimos investigarlo más —continuó Olivier.

—¿Por qué? Asterian es la familia líder de los leopardos, ¿no? ¿No podrían haber forzado las puertas de Nesstian y llevar a cabo una investigación? —preguntó Karl, claramente alterado al escuchar que alguien había intentado dañar a Thiel.

Olivier respondió sin intentar calmarlo.

—Aunque Asterian sea la familia líder de los leopardos, no pueden invadir los derechos de Nesstian. Si lo hicieran, estallarían en una guerra irreparable entre ambas casas.

—No tiene sentido… Entonces, ¿no deberían impedir que Nesstian se acerque a Thiel? Dijeron que la persona que intentó dañarlo podría estar escondida en Nesstian. ¿No deberíamos asumir que ya están aliados con esa persona? —preguntó Karl, enojado.

—Pienso lo mismo, pero sin pruebas concretas no podemos confrontar a Nesstian. Asterian también está dejando a Nesstian en paz por esa razón. Pero si Rowen Nesstian viene a esta celebración, la situación cambiará… Debo informar a mi abuelo y a Thiel.

—Hemos reservado toda la parte norte de la mansión para que el Duque Evald y los miembros de Asterian puedan quedarse cómodamente. Allí podrás encontrarlos —respondió Karl.

Olivier y Clemence asintieron y se levantaron.

—Gracias, Karl. Nos retiramos por ahora.

—Yo también me marcho… Gracias por proveer un lugar donde quedarme.

—No hay de qué. Si algo les resulta incómodo, no duden en decírmelo —respondió Karl.

Olivier y Clemence salieron de la habitación y se dirigieron hacia la parte norte de la mansión, donde se alojaba la gente de Asterian. Desde el pasillo, ya se podía ver a las doncellas y caballeros del clan de los leopardos caminando de un lado a otro. Parecía que les habían ofrecido ese espacio también.

Olivier detuvo a una de las doncellas y preguntó:

—¿Dónde está mi abuelo? ¿Y mi tío?

La doncella, que reconoció de inmediato a Olivier ‘después de todo, había visitado la mansión de Asterian miles de veces’, hizo una reverencia antes de guiar a Olivier y Clemence a la habitación de Alpheus.

—El Duque está aquí.

—¡Gracias!

Olivier agradeció con entusiasmo, y la doncella se fue para continuar con sus tareas.

Olivier agarró la perilla de la puerta, pero se detuvo un momento antes de abrirla, volviéndose hacia Clemence.

—No tienes que venir, Clemence. Me olvidé de decirte que esto es algo que debo hablar. Debes estar cansado, así que deberías descansar.

—Mmm, de acuerdo —dijo Clemence con una sonrisa—. Es un momento para hablar en familia, y sin darme cuenta, te seguí hasta aquí… Descansaré en mi habitación. Llámame cuando termines de hablar, Olivier.

Clemence se dio la vuelta y regresó a su habitación. Olivier lo observó partir antes de abrir la puerta de golpe.

—¡Abuelo!

—¡Ah!

Alpheus, que estaba escribiendo en unos documentos con la pluma empapada de tinta, levantó la cabeza con un sonido extraño. Al hacerlo, apretó tanto la pluma que se rompió la punta.

Con una expresión que decía ¿Quién me llama así?, Alpheus levantó la cabeza y vio a Olivier de pie frente a él, mostrándole una mirada de ‘sabía que eras tú’.

—Olivier… ¿has venido? Si venías, ¿por qué no enviaste un aviso antes de llegar así tan de repente? —dijo Alpheus—. Además, te he dicho mil veces que llames a la puerta antes de entrar. ¿Cómo puede ser que a tu edad sigas…

Olivier, que ya sabía que se avecinaba una larga reprimenda, se sentó rápidamente en el sofá y habló:

—Eso no es lo importante. ¿Has escuchado que Rowen Nesstian podría venir a la celebración?

—¿Nesstian va a venir?

—Sí, parece que le dijeron algo así a Everard. Pero no está claro si vendrá o no.

—¿Nesstian aquí, cuando todo el Imperio sabe que Thiel estará presente? —la voz de Alpheus empezó a tornarse cada vez más furiosa.

Él se alegraba de haber decidido venir también. Nesstian podría haberse aliado con el criminal que intentó asesinar a Thiel. Si hubiera enviado solo a los jóvenes a Arcadia, Alpheus habría pasado el día entero arrancándose las uñas de la preocupación en el territorio de Asterian.

—Sí, pensé que debías saberlo, por eso vine a decírtelo. Thiel también debe enterarse. ¿Dónde está Thiel?

—Thiel está descansando en su habitación. No sé si deberíamos decírselo. Como sabes, últimamente ha estado un poco agotado. No tiene la energía para preocuparse por Nesstian.

—Eso es lo que me preocupa. Pero, ¿y si no le decimos nada y se sorprende cuando vea a Rowen? Creo que es mejor decírselo de antemano… ¡Oh!

Olivier abrió los ojos de par en par al descubrir lo que le estaba haciendo cosquillas en el dorso de la mano.

Era el ‘pez’ de Thiel el que le estaba haciendo cosquillas en la mano.

Las mejillas de Olivier se tiñeron de rosa al instante. Con una expresión de ternura, tocó suavemente al pez.

—¡Es el pez de Thiel! Abuelo, parece que Thiel me está llamando. ¡Qué maravilla, cómo habrá sabido que ya llegué!

—Eres tan ruidosa que no solo Thiel, sino todos los que están aquí sabían que habías llegado. Excepto yo, que estaba ocupado trabajando antes de que entraras —replicó Alpheus.

—Creo que Thiel me está llamando, así que debo irme. Sobre lo de Nesstian, no le diré nada por ahora. Será mejor que se lo digas tú, ¿de acuerdo?

—No escuchas nada de lo que te digo… —murmuró Alpheus.

Olivier cerró la puerta de un portazo y siguió al pez.

En ese momento…

—…

Una doncella que estaba de pie en una esquina del pasillo observaba fijamente a Olivier.

Tenía el cabello rubio y… ojos de un color esmeralda.

—Oye, ¿qué haces aquí parada? —otra doncella que pasaba la empujó ligeramente—. Deberías estar trabajando.

La doncella rubia, de ojos esmeralda, no se molestó en volverse hacia la que la había empujado y simplemente siguió caminando.

—¿Qué le pasa? —la otra doncella frunció el ceño, desconcertada, y murmuró—: Parecía moverse como una marioneta…