⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¡Olivier, hermana!

Thiel corrió hacia Olivier y la abrazó con fuerza alrededor de la cintura. Olivier la rodeó con los brazos, acariciando suavemente su cabello una y otra vez.

—¿Has estado bien? ¿Por qué siento que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te vi?

—No ha pasado tanto, hermana. La última vez fue cuando viniste a la mansión de Asterian…

—¡Aun así, siento que ha pasado mucho tiempo! Cuando eras pequeña, podía verte todos los días.

Thiel pensó que si Ferdian y Rudian estuvieran allí, habrían dicho: ‘Eso es porque venías a la mansión todo el tiempo’. Pero Thiel no era ni Ferdian ni Rudian, así que no lo dijo. Además, también le gustaba mucho Olivier.

Desde el momento en que se conocieron, Olivier fue una de las pocas personas que había cuidado a Thiel sinceramente. Era imposible no quererla.

—Ahora que lo menciono, ¿estás mejor? ¿Sabes? Me refiero a tu habilidad.

Después de abrazarla, Olivier susurró bajando la voz. Thiel abrió la boca ligeramente y asintió con la cabeza.

Así que ella lo sabe, pensó Thiel.

Claro, Olivier estaba tan cerca de todos en Asterian que sería extraño si no lo supiera. Para tranquilizarla, Thiel decidió usar su poder con cuidado.

¡Paaaah!

Una luz parpadeó sobre la palma de Thiel. Sonriendo, dijo:

—Mira, ya estoy bien. Podré usar mi habilidad sin problemas durante el festival.

Sin embargo, Thiel retiró rápidamente su poder. A pesar de sus palabras, sentía un vago temor. 

Después de haberlo perdido una vez, ¿y si lo perdía de nuevo? Esa inquietud la consumía poco a poco. Pero no lo mostró. Sabía que su familia estaba más preocupada por ella que ella misma. Y justamente por eso decidió mostrar su habilidad en ese momento: para tranquilizar a Olivier.

Olivier, al ver que la luz parpadeaba como antes en la mano de Thiel, se alegró como si fuera algo propio y le acarició la cabeza.

—¡Qué alivio! No sabes cuánto me preocupaba que hubiera vuelto a haber algún problema. Claro, cuando supe que venías hasta aquí, pensé que ya estaría resuelto.

—Sí, está resuelto. Así que el festival se celebrará sin problemas.

—He oído que los del templo también llegarán pronto. El festival está a punto de empezar de verdad… Thiel, ¿no estás nerviosa? Hace mucho que no te presentas ante los súbditos.

—Para ser sincera, estoy un poco nerviosa. Sé lo que los súbditos del Imperio piensan de mí ahora…

Thiel habló con cautela.

—Pero, si no soy yo, no hay nadie más que pueda hacerlo. Así que tengo que hacerlo.

La voz de Thiel sonaba decidida. Olivier miró a su prima menor con cariño. 

Desde que era muy pequeña, Thiel había cargado con demasiadas responsabilidades sobre sus pequeños hombros.

Tal vez, sin todas esas cargas, Thiel habría crecido más de lo que lo había hecho.

Pero, gracias a esas experiencias, Thiel tiene las piernas más fuertes, pensó Olivier.

Aunque no había crecido tanto, había aprendido a mantenerse firme. Aprendió a levantarse una y otra vez. Olivier creía que esos aprendizajes eran tan valiosos que no lamentaba que Thiel no hubiera crecido más.

—Está bien, me gusta. No sé si podré ayudarte mucho, pero te apoyaré en lo que pueda. Thiel, si alguna vez te sientes abrumada, dímelo. Wolfgang y yo siempre estaremos de tu lado. El viento te seguirá a cada paso. Todos los vientos te guiarán por el buen camino…

Lo que Olivier estaba murmurando era un hechizo de Wolfgang. Un encantamiento que solo podía lanzarse sobre aquellos que eran salvadores o miembros de Wolfgang. 

Pero Olivier no usó su poder. Nada cambió alrededor de Thiel, porque hacía mucho tiempo que tanto ella como Wolfgang habían colocado un encantamiento de protección del viento sobre Thiel.

Una suave brisa entró por una ventana apenas entreabierta.

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—Hemos llegado, Sumo Sacerdote.

El caballero sagrado inclinó la cabeza mientras hablaba. El sumo sacerdote bajó lentamente del carruaje.

El lugar donde habían llegado no era la mansión de Everard, sino la colina más alta de Arcadia, desde donde se podía ver claramente toda la ciudad.

Se quedó de pie en lo alto de la colina, mirando hacia abajo.

—Es realmente asombroso —murmuró el sumo sacerdote.

Desde las chimeneas del pueblo al pie de la colina, se desprendía el aroma incesante del pan recién horneado, y los niños jugaban alegremente en el estanque central, riendo con entusiasmo. 

Los súbditos de Arcadia llevaban sombreros para protegerse del sol, y cuando comenzó a atardecer, recogieron a sus hijos y regresaron a casa. 

Una escena que habría sido inimaginable apenas diez años atrás.

Todo esto lo habían logrado Thiel, la chica con el poder de la luz, y el jefe de la casa Everard.

Un auténtico milagro de la diosa Lysette. El sumo sacerdote observó lo que Thiel había logrado y se reafirmó en su convicción.

El poder que Thiel posee es real.

A pesar de que los Asterian interferían constantemente con los asuntos del templo y actuaban como si no les importara ponerse en contra de ellos, el poder de Thiel merecía todo el respeto.

El sumo sacerdote estaba seguro de que Thiel podría restaurar el equilibrio entre el día y la noche en Cracion.

No había otra persona que pudiera hacerlo.

Solo hay que esperar.

Mientras se mantuvieran festivales como este y lograran apaciguar a la población, las oraciones fervientes de los fieles recibirían respuesta de la diosa Lysette.

Ella revelaría, a través de su hija, representante y fiel servidora, Thiel Asterian, la manera de derrotar al dios oscuro y devolver la luz a esta tierra.

El sumo sacerdote permaneció durante un largo rato en la colina, observando la puesta de sol sobre Arcadia, antes de dar media vuelta y dirigirse hacia el templo en construcción.

Después de la resurrección de Arcadia y la restauración de Everard, siguiendo la voluntad del templo y de Everard, se estaba construyendo un templo de la diosa Lysette en Arcadia.

Los súbditos de Arcadia, habiendo sido los que más de cerca habían presenciado los poderes de la diosa Lysette, consideraban un honor poder construir su templo en su tierra.

Este templo se completará pronto.

La construcción estaba en su fase final. Ya habían colocado la estatua de la diosa Lysette, junto con una estatua que representaba a Thiel en su forma de leopardo de las nieves dentro del templo. Lo único que faltaba era tallar el emblema de la diosa en el exterior del templo, y eso también estaba casi terminado.

Probablemente lo terminen durante el festival.

El sumo sacerdote, junto con los caballeros sagrados y los sacerdotes, habían decidido quedarse en el templo durante el festival, a pesar de que aún no estaba completamente terminado. Pero, dado que la construcción estaba casi concluida, no habría ningún problema mayor.

Los carruajes que transportaban al sumo sacerdote y a los demás sacerdotes comenzaron a entrar en fila al templo.

Al bajar de los carruajes, recorrieron el edificio recién construido, inspeccionando meticulosamente cada rincón antes de desempacar sus pertenencias.

—¿Cuándo planea presentar sus respetos a los Everard? —preguntó un sacerdote al sumo sacerdote.

El sumo sacerdote respondió sin vacilar:

—Iré al amanecer. Ahora que hemos llegado a Arcadia, es necesario saludar al maestro de los Everard. Dicen que la señorita Thiel también está alojada en la mansión de los Everard, así que sería perfecto encontrarnos con ella también…

—¿Deberíamos enviar un mensaje informándoles que visitaremos a los Everard por la mañana?

—Eso sería lo mejor —respondió el sumo sacerdote.

El sacerdote salió de la habitación para atar un mensaje a la pata de una paloma sagrada bien entrenada y enviarlo.

No mucho después…

Toc, toc.

Alguien llamó nuevamente a la puerta del sumo sacerdote. Él, que estaba preparándose para descansar, levantó la cabeza y preguntó:

—Adelante.

El mismo sacerdote que había salido para enviar el mensaje regresó, inclinando la cabeza en señal de respeto.

—Sumo sacerdote, ha llegado una visita.

—¿Una visita? ¿A estas horas? —el sumo sacerdote frunció el ceño.

Dado que habían llegado a una hora tan tardía y sin previo aviso, el invitado debía ser alguien poco educado. Estaba a punto de pedir que lo despacharan cuando…

—Es la señorita Rowen de Nesstian.

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—Rowen Nesstian ha cruzado el río y ha entrado en Arcadia —informó Ilum.

Karl asintió con la cabeza.