⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Thiel vio por primera vez la forma animal de Iandros.  

Hasta ese momento, Iandros no se la había mostrado a nadie.  

A excepción de sus padres, que ya habían fallecido, se podría decir que nadie conocía su forma de bestia.  

Un gran león empujó su cabeza hacia el regazo de Thiel.  

La cabeza del león era tan enorme como su cuerpo, por lo que Thiel no podía abrazar su cuello completamente con ambos brazos.  

—Grrr…

Iandros emitió un suave gruñido mientras lamía suavemente la mejilla de Thiel.  

—¡Ah, ahaha… me hace cosquillas…!

Thiel soltó una carcajada. Las marcas de lágrimas secas en su mejilla brillaban a la luz.  

Sin embargo, ya no caían más lágrimas, y para Iandros eso era suficiente.  

Lamiendo un par de veces más la mejilla de Thiel, Iandros borró por completo las marcas de lágrimas, y luego se subió al cojín y se acomodó.  

Iandros, con Thiel acurrucada en su regazo, cerró los ojos.  

Thiel, abrazado al gran león dorado, observaba el rostro de Iandros durante mucho tiempo.  

El gran león era hermoso.  

Era lo más hermoso que Thiel había visto jamás.  

Mientras permanecía en el cálido y esponjoso abrazo de Iandros, Thiel sintió que su corazón se tranquilizaba poco a poco.  

La tenue luz que emanaba de Thiel comenzó a brillar más intensamente.  

Al principio, la luz apenas era suficiente para iluminar sus manos, pero luego se volvió tan brillante que iluminó todo el espacio de Iandros.  

Sin embargo, ninguno de los dos lo vio, ya que estaban profundamente abrazados.  

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—Investiga nuevamente sobre Rowen Nesstian. Desde el principio hasta el final. Asegúrate de no pasar por alto nada. No tolero errores.

Karthus dio la orden. Su ayudante inclinó la cabeza en señal de asentimiento.  

Después de despedir a su ayudante, Karthus miró el reloj, calculando cuándo regresaría Thiel.  

Vendrá pronto.

Iandros nunca dejaba que Thiel durmiera fuera de casa, por lo que pronto traería a Thiel de vuelta.  

Y, como era de esperar, no se equivocó ni un poco. Iandros llegó con Thiel dormida en sus brazos.  

—Su Alteza, el Príncipe Heredero.

Karthus se inclinó respetuosamente mientras recibía a Thiel de los brazos de Iandros.  

Thiel seguía profundamente dormida, incluso cuando pasó de los brazos de Iandros a los de Karthus.  

—Solo intentaba consolarla, pero se quedó dormida. Me pareció mejor no despertarla. Ya he hecho lo suficiente para consolarla, el resto depende de su familia —Dijo Iandros, mirando a Thiel mientras dormía. 

Las marcas de lágrimas en su pálido rostro ya habían desaparecido por completo.  

—Gracias, Su Alteza, en nombre de Asterian, le estoy…

—No es necesario. Thiel es mi prometida. Es natural que me ocupe de ella…

En ese momento, Ferdian y Rudian, que habían salido tras recibir la noticia de la llegada de Thiel, vieron a Iandros.  

—Ian.

Ferdian se acercó a él. Ian llevó un dedo a sus labios, haciendo un sonido de —shh—.  

Ferdian y Rudian comprendieron de inmediato el gesto, cerraron la boca y miraron a su hermana, que estaba acurrucada en los brazos de Karthus.  

Aunque Thiel ya era adulta, seguía siendo de constitución pequeña. Esto era inusual si se consideraba que los suin carnívoros crecían mucho más que el promedio.  

Quizás por eso, para Ferdian y Rudian, Thiel seguía siendo como su pequeña hermana de catorce años.  

Ferdian le apartó suavemente el cabello a Thiel y luego miró a Karthus.  

—Llévala adentro y acuéstala.

—Sí.

Karthus, con Thiel en brazos, entró rápidamente en la mansión Everard.  

Ferdian y Rudian llamaron a Iandros aparte.  

—Tenemos que hablar, Ian.

Iandros los siguió sin dudarlo. Se detuvieron en un rincón oscuro del jardín, un lugar apartado donde nadie pasaba.  

Después de asegurarse de que no hubiera nadie alrededor, Ferdian habló primero.  

—¿Cómo está Thiel? ¿Está bien?

—Lloró un poco, pero está bien.

—¡Eso no está bien! —Interrumpió Rudian—. Voy a matar a Rowen Nesstian… esa maldita…

Esta vez, Ferdian no detuvo a Rudian, porque también sentía lo mismo.  

Lo que Rowen había hecho no era algo menor.  

Rowen había imitado la ‘habilidad de luz’ de Thiel, e incluso…  

—¿Sigue sin poder usar su habilidad?

—No, dentro del espacio de mi habilidad pudo usarla. Creo que el estado de Thiel afecta mucho su capacidad para usarla.

—Eso es normal, ¿no?

—Ustedes no tienen ese problema, ¿verdad?

—Es porque somos fuertes —Ferdian respondió con indiferencia.  

—La mayoría de los suin con habilidades débiles son así. Su capacidad para usar habilidades depende mucho del estado físico y emocional. La habilidad de Thiel no es débil, pero ella ha sido… desde que era pequeña…

Ferdian no terminó la frase, y Ian no insistió en escuchar más.  

Todos sabían que Thiel había crecido siendo maltratada en Nesstian.  

—Entonces está claro. Rowen Nesstian le robó la habilidad a Thiel.

—¿Pero cómo? ¿Alguna vez has oído hablar de un licántropo capaz de robar habilidades? —Preguntó Ian. 

Ferdian negó con la cabeza.  

—Si eso fuera posible, no existirían las Cinco Grandes Familias.

—Exactamente.

—Pero Nesstian tiene a ese tipo ahora mismo.

Ferdian continuó.  

Rudian e Iandros comprendieron inmediatamente a quién se refería Ferdian.  

—¿Te refieres a ‘Jay’?

—Sí. ¿Recuerdas lo que dijo esa chica que atacó a Thiel? Dijo que él estaba experimentando con niños. Desapareció con todos esos niños.

—¿Y no encontraron al hermano de esa chica?

—No…

Rudian, que había estado escuchando en silencio la conversación, intervino.  

—¿Estás diciendo que ese tipo descubrió, a través de algún experimento, cómo transferir la habilidad de Thiel a Rowen?

—Exactamente. ¿Recuerdas la esfera de Thiel?

La esfera que Thiel le había dado a Karthus.  

Rudian e Iandros habían escuchado hablar de esa esfera. Ambos asintieron al mismo tiempo.  

—Todos podemos infundir habilidades en ciertos objetos. Como el collar de Olivier, el carruaje de Wolfgang, la prisión subterránea de Asterian, o el agua que fluye en la mansión Everard; se puede imbuir el poder de una habilidad en ellos. Creo que encontraron una manera de extraer el poder de Thiel de esa forma.

—Definitivamente debemos capturar a ese tal Jay… —Murmuró Iandros.  

—¿Cómo están reaccionando los suin?

—Siguen peleando.

Esta vez fue Rudian quien habló. Si pensar era el fuerte de Ferdian, usar la fuerza física era el de Rudian. Así siempre había sido con los gemelos de Asterian.  

En esta ocasión también, era Rudian quien, junto con los caballeros de Everard, salía a las calles a calmar a los suin.  

Los suin de Everard y los de otras regiones estaban divididos en dos grupos, señalándose con el dedo mientras discutían acaloradamente.  

Los suin de Everard defendían a Thiel a toda costa y querían echar a los otros, mientras que los suin de otras regiones cuestionaban las habilidades de Thiel, diciendo cosas como ‘¿No será que Rowen es la verdadera niña de la luz?’ y se enfurecían contra ellos.  

Todo estaba hecho un desastre.  

Iandros sentía la tentación de proteger los ojos y oídos de Thiel para que no escuchara todo eso.  

Sin embargo, no lo hizo, porque sabía que Thiel no lo querría.  

—Esto es grave… —Murmuró Iandros, cuando de repente una luz brillante destelló en la distancia.  

Iandros, Ferdian y Rudian se giraron al unísono hacia donde la luz había aparecido.  

El lugar de donde provenía la luz era el templo de Lysette.  

El lugar donde residía el sumo sacerdote. Aún no estaba completamente terminado, pero estaba a punto de ser finalizado.  

Desde allí, una luz se estaba irradiando.  

Era la misma luz que, cuando Thiel tenía siete años, había iluminado el territorio de Asterian.  

Desde allí, estaba surgiendo.  

Sin decir una palabra, Iandros, Ferdian y Rudian corrieron hacia el lugar.