⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
—¿Qué estás diciendo? —Iandros preguntó con voz irritada.
Thiel lo miró sorprendida.
—¿Señor Ian?
—¿De qué apoyo hablas? Es obvio que te robó tu poder.
—Pero, el oráculo…
—Un oráculo se puede manipular fácilmente —Dijo Iandros.
Por supuesto, en ese momento, la expresión del gran sacerdote parecía genuina. Si hubiera manipulado el oráculo en complicidad con Rowen, no habría mostrado esa expresión.
Iandros decidió no decirle eso a Thiel. Después de todo, ella no había presenciado la situación directamente.
—Es evidente que Rowen Nesstian robó tu poder con la ayuda de alguien. Si no fuera así, tu poder no se bloquearía cada vez que ella usa el suyo —Iandros apoyó su barbilla sobre sus manos en la cama. Thiel, sorprendida, agarró un montón de sábanas y miró a Iandros—. Así que no digas tonterías. Si estás tan cansada de todo esto que solo quieres huir y abandonar tus poderes, lo entenderé.
—…
—Pero si es solo por esa idea absurda de que no tienes lo que se necesita y que Rowen sí lo tiene, entonces no te apoyaré.
El tono de Iandros era firme, pero cálido y comprensivo. Thiel sabía cuánto se preocupaba por ella.
—¿Quién te creería si, con esa mirada triste, dices cosas como ‘Tengo que apoyar a Rowen’?
Alpheus, que había dado un paso atrás para que Iandros y Thiel pudieran hablar cómodamente, asintió con la cabeza.
Iandros tenía razón.
Si Thiel decía que estaba harta de todo y quería escapar, no dudarían ni un minuto en ayudarla.
Porque eso es lo que hace una familia.
Pero no querían que Thiel renunciara a algo sin luchar.
Todos sabían lo orgullosa que estaba de su poder. El poder de Thiel había sido la luz más cálida que había iluminado Cracion hasta ahora.
¿Cómo podía mantenerse tranquila después de que le robaran su habilidad? Si Rowen realmente había desarrollado un nuevo poder de la luz, ¿cómo podía simplemente renunciar a su lugar?
Alpheus e Iandros sabían muy bien que Thiel no quería hacerlo.
Habían estado a su lado todo este tiempo, observándola de cerca.
—Señor Ian…
Thiel extendió la mano con cuidado y acarició la mejilla de Iandros.
Hasta ese momento, siempre había sido Iandros quien acariciaba la mejilla de Thiel. Ella nunca lo había tocado sin su permiso.
Pero ahora, de alguna manera, sentía que quería hacerlo. Y no parecía que Iandros se enojara porque lo hiciera.
Tal como Thiel había esperado, Iandros no se enojó y acercó su mejilla cálidamente a su mano.
—Gracias por preocuparte por mí. Sé que siempre estás esforzándote…
Tanto Alpheus como Iandros se tensaron un poco ante las palabras de Thiel.
Temían que Thiel dijera algo como ‘Voy a rendirme’ o ‘Rowen tiene el poder de la luz, no hay nada que hacer’.
Sin embargo, las palabras que salieron de la boca de Thiel fueron completamente inesperadas.
—Así que, yo también me esforzaré.
Thiel cerró la boca y asintió con la cabeza. Sus ojos dorados, que habían estado apagados y sin vida durante días, ahora brillaban con determinación.
—Yo también me esforzaré, porque aún no hay nada seguro. El poder de Rowen es claramente el de la luz, pero es un poco diferente al mío —Thiel dijo—. La gente dice que no puede haber dos luces en el mundo. Pero yo pienso diferente… Si el poder de Rowen es realmente luz, Cracion brillará aún más.
Thiel hizo una pausa.
Y luego añadió:
—Eso sí, si el poder de Rowen es realmente ‘luz’.
Thiel recordó el sueño que había tenido antes de que Iandros y Alpheus llegaran.
La serpiente negra que siempre aparecía en sus sueños, tratando de devorarla desde que era pequeña.
¿Cuál era la verdadera identidad de esa serpiente negra?
No sabía qué era, pero estaba segura de que había alguien que siempre la salvaba de esa serpiente.
Y si su intuición era correcta…
Eso debe ser…
La voz de un dios.
Se parecía sorprendentemente a la voz del dios que había escuchado cuando era muy pequeña.
Si su suposición era correcta, quien la había salvado de las fauces de esa serpiente no era otro que el dios Lysette.
Eso significaba que el dios no la había abandonado. Thiel estaba convencida de ello.
El problema era…
—¿Cómo podemos estar seguros de que el poder de Rowen es el mismo que el mío? No hay forma de probarlo.
El poder de Rowen podría no ser realmente de la luz, sino algo creado para engañar a los demás.
Después de todo, era imposible que una chica nacida con el poder de la congelación manifestara otro poder.
Eso simplemente no era posible.
Claro, lo imposible podría haberse hecho posible en el caso de Rowen, pero había algo que no terminaba de cuadrar.
El poder de Rowen, a diferencia del de Thiel, hería la vista si se miraba demasiado tiempo. Era brillante pero al mismo tiempo oscuro. Y, lo más importante, se sentía como una ‘imitación’ del suyo.
Por todo esto, deducían que el poder de Rowen no podía ser el verdadero poder de la luz.
Pero no había forma de demostrarlo.
A simple vista, realmente parecía ser el poder de la luz.
Alpheus, después de pensarlo un momento, habló.
—¿Qué tal usar la ‘sala’ que está en la mansión Asterian? Esa sala solo reacciona al poder de la luz. Si el poder de Rowen es realmente luz, reaccionará.
—Pero esa sala también está en la casa Nesatian. Lo más probable es que sugieran hacerlo allí —Thiel dijo—. Y si lo hacen en la mansión Nesatian, entonces podrían…
Hacer algo inesperado.
Todo era muy confuso.
—Por ahora, no pienses en ello…
Justo cuando Iandros estaba hablando, las sirvientas entraron en la habitación con tazas de té.
Las sirvientas de Everard trajeron té hecho con las preciadas hojas que solo crecen en Everard y cuidadosamente lo colocaron en la mesa de té para que Thiel, Alpheus e Iandros lo pudieran beber.
Pero en ese momento.
—¿…Mmm?
Thiel cruzó miradas con una de las sirvientas.
Un escalofrío recorrió su cuerpo debido a una extraña sensación de déjà vu. Al notar que algo andaba mal con Thiel, Iandros la rodeó suavemente con un brazo y le preguntó:
—Thiel, ¿qué sucede?
Luego, giró la cabeza en la dirección que Thiel había estado mirando.
La sirvienta que estaba allí rápidamente evitó la mirada de Iandros, pero él fue más rápido en observarla antes de que ella pudiera girar la cabeza.
—¡Espera…!
Antes de que Ian pudiera detenerlas, todas las sirvientas ya habían salido de la habitación.
Y entonces.
¡Fwaaash!
En el centro de la habitación, se abrió el espacio dimensional de Iandros. Thiel, Alpheus e Iandros abrieron los ojos con asombro.
El espacio dimensional temblaba inestablemente, como si fuera a tragarse todo en la habitación.
Se movía de la misma manera que lo había hecho cuando Iandros perdió el control hace muchos años. Thiel lo supo instintivamente.
Esto era una pérdida de control.
Su cuerpo se debilitaba y la marca incompleta en su piel no podía contener completamente el poder de Iandros, lo que hacía que su habilidad se descontrolara.
Al darse cuenta de que el poder de Iandros estaba fuera de control, él empujó a Thiel con todas sus fuerzas para que no quedara atrapada.
Alpheus hizo lo mismo.
Ambos sabían que si eran arrastrados al espacio dimensional, el mismo desastre que ocurrió la última vez se repetiría, así que usaron sus habilidades.
—¡No!
Las llamas que se encendieron en las manos de Alpheus tomaron la forma de cadenas y se enroscaron alrededor del espacio dimensional de Iandros.
La idea era sellarlo para que nadie fuera arrastrado. Pero no sirvió de nada.
El espacio negro devoró incluso las llamas ardientes de su habilidad. Al ver cómo su poder desaparecía dentro del espacio, el rostro de Alpheus se llenó de desesperación.
—¿Por qué de repente…?
Iandros intentó cerrar el espacio dimensional, pero no pudo.
Instintivamente supo que alguien tenía que entrar en el espacio para detenerlo.
El espacio lo estaba llamando.
En cuanto Iandros comprendió esto, sin dudarlo, caminó hacia el interior del espacio. No podía permitir que Thiel o Alpheus quedaran atrapados.
La única suerte era que, aunque la habilidad de Iandros normalmente lo devoraba todo a su alrededor cuando perdía el control, esta vez no lo había hecho.
Pero en ese instante.
Justo cuando Iandros puso un pie dentro del espacio, una luz conectó su muñeca con la de Thiel, como si estuvieran unidos por una cuerda brillante.
—¡Esto es…!
Alpheus reconoció lo que era esa cuerda y rápidamente abrazó a Thiel para protegerla.
Pero ya era demasiado tarde.
—¡Abuelo!
En el momento en que Iandros entró al espacio, Thiel fue arrastrada junto con él.
¡Fwaaaash!
El espacio se cerró justo después de que los dos desaparecieran dentro de él.
Alpheus, solo, miraba con incredulidad el lugar donde se había cerrado el espacio.
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