⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¡Papá!

Thiel lo apuró. Sin embargo, Karthus seguía sin decir nada y la empujó detrás de él, cubriéndola con su brazo.

Y entonces.

—Shh.

Thiel asintió con la cabeza.

¿Qué es lo que está viendo?

¿Qué habrá visto para poner esa expresión? Thiel levantó la vista y miró el agujero redondo en el cielo.

Ese agujero podría ser una entrada o una salida, pero era imposible saber para qué se usaría.

Afortunadamente, con el poder actual, apenas se mantenía estable. A pesar de los esfuerzos del cuerpo de la serpiente negra, su forma seguía distorsionándose y recuperándose una y otra vez.

En ese momento.

¡Boom!

Un sonido estruendoso volvió a resonar desde dentro del templo. Thiel casi corre hacia adentro por instinto, pero se contuvo.

Karthus no se movió, simplemente miraba hacia el interior.

Entonces.

—!!

La salamandra de Karthus, que había entrado en el templo, fue lanzada afuera, como si hubiera sido expulsada por alguna fuerza.

Todos abrieron los ojos con sorpresa.

La salamandra de Karthus era una ‘piedra de poder’, una extensión de su habilidad. No debería haber sido arrojada así.

Sin embargo, Karthus miró el interior del templo con calma, como si ya lo hubiera anticipado.

—No parece ser obra de Nesstian.

Karthus, que había permanecido en silencio todo el tiempo, finalmente habló. Todos asintieron en señal de acuerdo.

Nesstian no tenía el poder para llevar a cabo algo así.

Decidieron no entrar apresuradamente al templo y esperaron afuera por un momento.

Entonces, las puertas del templo se abrieron con un fuerte estruendo, y apareció la persona que habían estado esperando.

—¡Esto es… extraño!

Rowen, que abrió las puertas del templo, gritó mientras temblaba de miedo. Todos se sorprendieron al verla.

Lo que estaba dentro del templo era Rowen. El gran cardumen de peces había sido creado por ella.

Sin embargo, parecía que lo que estaba ocurriendo ahora no era algo que hubiera planeado. Rowen temblaba mientras miraba sus manos, que se habían oscurecido completamente.

—Esto… esto no es lo que pretendía. Yo realmente…

Cada vez que Rowen hablaba incoherencias, una oscura energía comenzaba a subir por sus piernas. Ella intentó desesperadamente sacudir esa energía, pero fue inútil.

—Rowen Nesstian.

Karthus habló.

Una mujer de cabello plateado y ojos azules brillantes, de una belleza deslumbrante, miró a Karthus con el rostro lleno de miedo.

—¿Qué has hecho?

—¡Yo no lo hice! —gritó Rowen.

Rowen intentó usar su habilidad varias veces más, pero en lugar de trozos de luz o hielo, solo surgía una oscura negrura de sus manos.

—¿Qué es esto? ¡Nunca me hablaron de esto!

Rowen se agarró la cabeza y gritó de dolor. Su llanto era desgarrador, pero debido a la poderosa energía y el viento, todo a su alrededor ya había sido barrido, dejando solo a Thiel, Karthus y su grupo como los únicos que podían escuchar su agonía.

—¿De qué estás hablando? ¿Qué te dijeron, Rowen…?

Thiel gritó, pero Rowen parecía no escucharla, solo seguía gritando.

—Thiel, esas cosas que ves… ¿podrían ser las mismas que las que huyeron de tu luz antes?

Thiel escuchó las palabras de Iandros y volvió a mirar la oscura energía que se elevaba alrededor de Rowen.

Parecían similares a lo que había intentado atacarla antes, pero no estaba completamente segura…

Pero al menos puedo intentarlo.

Thiel usó su habilidad con cautela. Afortunadamente, aunque Rowen estaba frente a ella, su habilidad se activó sin problemas.

En sus manos apareció un pequeño fragmento de luz.

Esos fragmentos de luz crecieron rápidamente, hasta volverse lo suficientemente grandes como para cubrir la cabeza de Thiel.

Karthus, Ferdian, Rudian, Alpheus, Olivier y Clemence observaron en silencio a Thiel mientras creaba una esfera luminosa.

De la esfera de luz surgieron aletas, y pronto tomó la forma de un pez.

Un enorme pez que emitía una luz sagrada por todo su cuerpo nadó lentamente hacia Rowen bajo la dirección de Thiel.

Incluso mientras tanto, las oscuras energías seguían fluyendo de las manos de Rowen. Parecía incapaz de controlarlas, apretando y soltando sus manos con desesperación.

¿Funcionará? No estoy segura, pero…

Sin embargo, Thiel tenía la sensación de que ya lo sabía.

Desde el momento en que vio la enorme forma de la serpiente en el cielo, supo que esto estaba más allá de su poder.

Pero Thiel no se rindió.

El gran pez nadó alrededor de Rowen en círculos. Ella gritaba de dolor en medio de aquel remolino.

—¡Aaaaah!

A pesar de sus gritos, el pez creado por la habilidad de Thiel no se detuvo.

Las manos ennegrecidas de Rowen empezaron a recuperar lentamente su color original. La energía oscura se desvanecía. Olivier, al ver esto, gritó emocionada.

—¡Mira eso! ¡Sus manos están volviendo a la normalidad!

Pero eso duró poco.

—¡No, noooo!

Cuando Rowen gritó con angustia, la energía oscura surgió con más fuerza, atacando la habilidad de Thiel.

El pez que Thiel había creado fue incapaz de expulsar toda la oscuridad de Rowen y se desmoronó en polvo.

Las manos de Rowen ahora estaban más negras que antes. El rostro de Thiel se llenó de frustración, ¡había empeorado la situación!

—¿Qué está pasando? ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Por qué está actuando así?

Ferdian preguntó con una voz desconcertada, pero nadie allí tenía una respuesta para él.

La oscuridad parecía haber vencido el poder de Thiel y se volvía más fuerte, envolviendo por completo a Rowen.

La oscuridad cambiaba de forma a voluntad, hasta que finalmente tomó la forma de una gran lanza.

—Eso es…

Karthus frunció el ceño. Rudian lo miró con preocupación.

—¿Sabes lo que es?

—Sí, esa es una lanza que solo puede ser utilizada cuando alguien domina al máximo la habilidad de congelación de Nesstian…

Karthus miraba fijamente la lanza de Rowen mientras hablaba.

—Es una técnica secreta de Nesstian.

—¿Cómo es posible que Rowen use una técnica secreta de Nesstian? ¡Su poder no se compara al de Chender Nesstian!

—No lo sé, y además, mira. Ya ni siquiera es una lanza de hielo.

La lanza tenía un tenue grabado azul que parecía el símbolo de Nesstian, pero no duró mucho y pronto desapareció.

La lanza ahora era completamente una lanza de oscuridad. Rowen dio un paso atrás.

—¿Qué es esto…?

Rowen gritó, pero nadie pudo darle una respuesta.

Cuando Rowen retrocedió, detrás de ella se podían ver los cuerpos caídos del sumo sacerdote, los sacerdotes y los paladines.

—¡Papá!

Thiel gritó. Karthus asintió.

—Sí, ya los vi.

Thiel finalmente entendió por qué la expresión de Karthus se había endurecido.

Karthus había visto a través de su salamandra a los sacerdotes y paladines caídos, así como a Rowen fuera de control.

Esas personas…

Sus rostros estaban oscurecidos.

Thiel murmuró. Era una maldición que ennegrecía el rostro. Una maldición que, al extenderse por todo el cuerpo, causaba la muerte…

¡Es igual a lo que les pasó a los suin de Arcadia!

En aquel entonces, Thiel había resuelto la situación trayendo de vuelta el sol a esa tierra.

Pero ahora el sol ya estaba en el cielo. ¿Cómo era posible que la oscuridad siguiera devorándolos? ¿Cómo podría solucionarlo esta vez?

Después de pensar un momento, Thiel le preguntó a Karthus.

—Papá, ¿puedo entrar allí?

—¿Tú? ¿Por qué?

—Creo que puedo entrar y curar al sumo sacerdote. He visto síntomas similares antes. Aunque fallé con Rowen… podría funcionar con el sumo sacerdote.

Thiel estaba pensando en usar su poder con el sumo sacerdote y los paladines.

El poder de Thiel era una ‘luz’ formada por las cosas más cálidas de esa tierra.

Aunque Thiel aún no lo sabía del todo, su habilidad era la única que podía vencer a la oscuridad.

Aunque no tenía suficiente fuerza para detener a Rowen, tal vez podría curar a los que yacían inconscientes.

Thiel tragó saliva con nerviosismo.

Karthus miró fijamente la siniestra ‘lanza de oscuridad’ que Rowen había creado y preguntó.

—¿Cuánto tiempo necesitarás?