⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Fue en ese momento cuando una columna de fuego se alzó violentamente en la dirección donde estaba Thiel.

—¡Papá!

Thiel, sobresaltada, corrió hacia la dirección de donde provenía el fuego. Olivier rápidamente la agarró por la cintura.

—¿A dónde crees que vas corriendo?

Con el poder de Olivier, un lobo hecho de viento emergió bajo sus pies y los levantó a ambos. Era la habilidad que Thiel había visto antes cuando participaban en la ceremonia de Luminarie. El lobo de viento los llevó velozmente hacia su destino.

Los demás intentaron seguirles el paso con diferentes medios, pero era imposible igualar la velocidad del viento de Olivier. El aire ligero y fresco se convirtió en una tormenta que los dejó rápidamente frente al templo.

—¡Papá!

Thiel miró hacia Karthus. Este, que usaba su poder con calma, la miró de vuelta.

—¿Thiel? ¿Por qué has vuelto?

Karthus había estado observando a Thiel, Ferdian e Iandros escapar del templo en dirección contraria. Hasta entonces no había utilizado plenamente su poder, preocupado de que el templo colapsara y lastimara a los niños. Pero ahora, por fin, podía usar su habilidad con total fuerza.

El regreso de Thiel lo desconcertó. Parpadeó sorprendido.

—Pensé que te habrías lastimado…

Pero Thiel pronto se dio cuenta de que su preocupación había sido innecesaria. El fuego de Alpheus y Karthus había creado una enorme prisión de llamas que encerraba a Rowen Nesstian. Siendo un ser de hielo, Rowen era extremadamente vulnerable al calor, y dentro de la prisión apenas podía moverse, casi inconsciente.

—Vi esas enormes llamas, por eso…

—Lo siento, hace tiempo que no uso este poder y no lo controlé bien.

Karthus intentó consolarla. En ese momento, Alpheus, al ver a Thiel, detuvo su poder y corrió rápidamente hacia ella.

—¡Thiel! ¿No estás herida? ¿Estás bien?

Alpheus la tomó por las mejillas, examinando ansiosamente su rostro. 

—Sí, abuelo, estoy bien.

Thiel asintió vigorosamente. Alpheus, al confirmar que su nieta estaba ilesa, la abrazó con fuerza, aliviado.

—Qué alivio. Mientras no te lastimes, no importa lo demás.

Desde los brazos de su abuelo, Thiel miró hacia Rowen, atrapada en la prisión de fuego. Se veía diminuta, como si no hubiera crecido del todo.

Parece… incompleta.

Sabía que Rowen tenía su misma edad, así que no era eso. ¿Por qué se veía así? Mientras la observaba, Thiel pensó en Zender Nesstian, el abuelo de Rowen. Sabía cuánto adoraba a su nieta. ¿Qué haría al ver a Rowen en ese estado?

Karthus, como si tuviera el mismo pensamiento, fortaleció la prisión de fuego y murmuró:

—Será mejor que la tengamos encerrada antes de que llegue Zender Nesstian. Si llega y se descontrola, tendremos problemas.

—¿Zender… se descontrolaría?

—Sí. No creo que Rowen haya obtenido este poder por sí misma. Seguramente tiene que ver con ese ‘extraño experimento’ que mencionó Jay. Y Zender ocultó a Jay en Nesstian. Lo que significa…

—Que Zender Nesstian está involucrado en todo esto. Thiel, será mejor que tengas cuidado. Nadie sabe qué es exactamente este poder, aparte de que se parece mucho a la fuerza que casi te derrotó antes.

Alpheus acarició el cabello blanco de Thiel mientras hablaba. Thiel lo miró directamente.

—Ese poder, abuelo, ¿crees que es el poder de Orpheo?

—¿El dios maligno Orpheo?

—Sí, mira el cielo. Esa serpiente tiene la forma del dios de las calamidades, Sec. Es claramente el poder de Orpheo. Además, este lugar…

—Sí, este es el lugar donde, hace cientos de años, la diosa Lysette y Orpheo libraron su guerra.

Alpheus asintió, y Thiel lo miró con firmeza. No cabía duda de que Jay había encontrado alguna forma de revivir el poder de Orpheo.

¿Tendría esto que ver con ese experimento que realizaron con los niños? No lo sabían, pues ni siquiera habían visto a Jay aún. Sin embargo, Thiel lo sentía en lo más profundo de su ser: era la única que podía detener ese poder.

Pero aún no.

Con la fuerza que tenía en ese momento, no sería suficiente. Aunque la diosa Lysette le había concedido parte de su poder, no podía destruir por completo una fuerza tan enorme.

—Primero, debemos encerrar a Rowen.

—Sí, abuelo. El emperador está en camino, y las otras familias también se están reuniendo aquí. Cuando lleguen todos, Nesstian no podrá descontrolarse.

Olivier llegó corriendo y habló rápidamente. Alpheus asintió, y Karthus levantó la prisión de fuego. Rowen flotó en el aire.

—Debe haber una prisión debajo de este templo.

Todos los templos tienen una prisión para los criminales. Este nuevo templo no sería la excepción. Karthus, con la inconsciente Rowen aún levitando, se dirigió hacia el interior del templo.

Aunque estaba a punto de derrumbarse, Alpheus usó su poder para unir las grietas con fuego, reforzando la estructura. Descendieron al sótano del templo. Con cautela, Thiel iluminó el oscuro pasillo.

Era un templo nuevo, por lo que el sótano estaba completamente oscuro, sin una sola fuente de luz.

—Ah, lo encontré.

Karthus abrió una puerta en el sótano, y cuando Thiel entró, la luz la cegó por un momento.

—¡Ahhh…!

—La prisión del templo de Lysette está construida con piedras luminiscentes que concentran la luz. Durante el día, el techo de la prisión se abre para que la luz del sol entre. Por eso, es un lugar adecuado para encerrar a Rowen —dijo Alpheus.

Karthus colocó cuidadosamente a Rowen en el suelo de la prisión y levantó pilares de fuego a su alrededor.

¡Chas!

Unos grilletes de fuego se cerraron alrededor de los tobillos de Rowen. Si intentaba escapar al recuperar la consciencia, las llamas se encenderían y la consumirían por completo.

—Es extraño, normalmente no estaría tan oscuro —murmuró Karthus.

Thiel abrió los ojos, sorprendida, y preguntó:  

—¿Esto es oscuro?

—Sí, las prisiones de otros templos son mucho más luminosas. Tal vez porque este templo es nuevo, pero no debería ser así. Esto me preocupa —respondió Karthus.

Thiel reflexionó un momento. Era cierto que sería mejor encerrar a Rowen en un lugar luminoso. Orpheo, el dios maligno, era el señor de la oscuridad, y cuanto más brillante fuera el lugar, más débil sería su poder.

Después de pensarlo, Thiel decidió usar su habilidad con cuidado. Una pequeña cantidad de luz se concentró en su mano y lentamente flotó en el aire.

Pero esta vez, en lugar de las habituales aletas, surgieron cuatro patas y una cola. De su cabeza aparecieron unas pequeñas orejas, dientes afilados en su boca, y una cola larga desde su espalda.

Sin duda, había creado la figura de un leopardo.

Thiel evaluó la energía que le quedaba. Gracias al poder que había recibido recientemente, crear el leopardo no le había consumido mucho. Podría mantenerlo todo el día sin sentirse agotada.

—Bien, cuida de nosotros —dijo Thiel, acariciando el cuello del leopardo de luz.

El leopardo sagrado ronroneó de satisfacción y se tumbó al lado de Rowen.

De inmediato, la celda se llenó de luz. La prisión estaba completamente iluminada, sin rincones oscuros.

—Thiel, no es necesario que te esfuerces tanto. Karthus ya ha usado su poder, así que no necesitas gastar el tuyo —le dijo Alpheus.

—No me estoy esforzando. Además, prefiero asegurarme ahora para evitar problemas más adelante. ¿Qué pasaría si Rowen logra escapar de nuevo? —replicó Thiel.

El leopardo de luz, como si estuviera de acuerdo, movió su cola de un lado a otro. La criatura gigantesca se acomodó tan cerca de Rowen que parecía que iba a devorarla, presionando suavemente el abdomen de Rowen con una de sus patas delanteras.

Aunque el leopardo estaba hecho de luz y no tenía peso real, el rostro inconsciente de Rowen se contrajo ligeramente.