⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—Thiel está atrapada en el espacio alterno de la princesa. Debemos encontrar a la princesa. Un espacio alterno no puede abrirse a menos que sea por su propietario.

Iandros avanzó con pasos firmes, mirando al leopardo que caminaba junto a él con pasos ligeros. 

El leopardo aún emitía una luz clara y brillante, lo que significaba que Thiel seguía a salvo. Mientras esa luz no se apagara por completo, Thiel estaría bien. Iandros acarició al leopardo con un toque casi afectuoso. 

—Pero ¿cómo vamos a encontrar a la princesa? Y aunque la encontremos, ella podría negarse a abrir el espacio alterno.

—No importa, solo tenemos que encontrarla primero.

Iandros se acarició la marca inscrita cerca de su cuello. 

¿Si esta marca estuviera completa, sería más fácil encontrar a Thiel? Tal vez, si la marca no estuviera incompleta, podría saber con certeza dónde se encuentra Thiel.

Sin embargo, ya no tenía sentido pensar en eso.

Iandros dejó de tocar la marca y miró a Ferdian y a Rudian.

—La princesa podía entrar y salir de mi espacio alterno a voluntad. Eso se debe en parte a la fuerza de su poder, pero también es posible que estemos compartiendo un espacio alterno.

Iandros recordó cuando la memoria de la princesa se superpuso a su propio espacio alterno.

El espacio alterno de Iandros, de vez en cuando, le mostraba recuerdos de Iandros de esa manera.

El espacio alterno era como una extensión de su cuerpo, así que a veces reflejaba cosas profundamente grabadas en su memoria.

Pero entonces, el espacio alterno mostró los recuerdos de la princesa.

Eso significaba que parte del poder de la princesa residía en ese lugar. O que Iandros y la princesa compartían un espacio alterno con ondas similares.

—Nunca ha habido un momento en que dos personas con un espacio alterno existieran en la misma generación.

Los portadores de este poder nacían una vez cada muchas generaciones.

Por ello, casi no había información sobre este tipo de habilidad, y quienes la poseían podían pasar toda su vida sin conocer a otro como ellos.

Pero en esta generación, el equilibrio se rompió, el tiempo se torció y aparecieron dos en la misma era.

Iandros se preguntaba cómo la princesa había podido entrar en su espacio alterno.

Si la princesa lo hubiera atrapado y perturbado su mente para entrar a la fuerza, tendría sentido.

Sin embargo, ella siempre se colaba cuando Iandros estaba completamente consciente, y actuaba en su espacio como si fuera la dueña del lugar.

—Entonces, si ella puede invadir mi espacio alterno, yo también podría hacer lo mismo con el suyo.

Si la princesa podía comportarse como la dueña en su espacio alterno, Iandros también podría hacerlo en el de ella.

Por lo tanto, solo tenía que encontrar a la princesa. Si la encontrara, abriría el espacio por la fuerza y rescataría a Thiel.

No importaba si en el proceso se volvía un loco completo. No le importaba que sus habilidades se descontrolaran. Solo importaba la seguridad de Thiel.

—¿Dónde podría estar la princesa?

Ferdian dejó de objetar y reflexionó seriamente.

Se había creado una gran grieta en el templo, y la entrada se abrió. Pero no fue la princesa quien la abrió, sino Lowen.

Entonces, ¿dónde estaba el verdadero propietario de esa grieta?

En ese momento, de repente, pequeñas gotas de agua comenzaron a elevarse.

—¡…!

Iandros, Ferdian y Rudian abrieron los ojos con sorpresa al unísono.

Desde el mar, los arroyos, los pozos… De todos lados las gotas de agua comenzaron a flotar. Parecía como si respondieran a la voz de Iandros.

Las redondas gotas de agua se elevaron y brillaron bajo la luz del sol. En las esquinas redondeadas de las gotas, la luz del sol se acumuló como un destello brillante.

Las gotas se unieron en una sola gota de gran tamaño. Iandros frunció el ceño mientras observaba el fenómeno.

Las gotas formaron una enorme burbuja de agua, y en su centro la luz del sol se reflejaba intensamente. Ferdian murmuró al ver la enorme burbuja.

—¿Es el poder de Karl?

—No estoy seguro… Pero definitivamente es un poder relacionado con el agua.

El único que podía manipular el agua era Karl Everard. ¿Significaba eso que Karl estaba cerca?

Fue entonces cuando…

—¡Su Alteza!

Desde la distancia, Karl se acercó corriendo. Su rostro estaba pálido por la sorpresa. Se detuvo al ver la gran burbuja y miró a Iandros.

—Esto no lo hice yo.

—Entonces, ¿hay alguien más con el poder del agua?

—No, es mi poder. Pero… no lo estoy controlando. Mi habilidad respondió de repente a algo.

Justo después de que Karl terminó de hablar, el leopardo de Thiel saltó hacia la burbuja de agua.

¡Paah!

El cuerpo del leopardo hecho de luz se desintegró en pedazos. En ese instante, la tensión que mantenía unida la burbuja gigante se rompió, y el agua se derramó hacia el suelo.

Luz y agua se mezclaron y formaron un cauce que fluyó hacia algún lugar.

Todos los presentes abrieron los ojos de par en par.

Habían visto esta escena en algún lugar antes.

Sí, hace más de diez años…

—Durante la restauración de Everard y la resurrección de Arcadia…

Rudian murmuró. Aunque no completó la frase, todos los presentes sabían lo que estaba tratando de decir.

Cuando rompieron la maldición de Arcadia, el poder de Thiel y Karl se mezcló en aquel altar y empapó la tierra oscura y maldita de Arcadia con su brillo.

La escena era exactamente la misma que aquella vez, sin ninguna diferencia. Era idéntica a la de entonces. Las pupilas de Iandros se estrecharon.

No le fue difícil comprender lo que los poderes del agua y la luz querían decirle…

—El altar.

Iandros murmuró.

Karl preguntó de inmediato.

—¿Qué?

—El altar. La princesa está en el altar. Todo en Arcadia comenzó allí. Karl, ¿dónde está el altar?

Finalmente, Karl entendió lo que Iandros quería decir y asintió con expresión decidida.

—¡Por aquí! ¡Síganme!

Karl se adelantó corriendo.

Rudian, Ferdian y Iandros lo siguieron a toda velocidad.

—Thiel.

¿Todavía estás bien?

Iandros recordó al leopardo que se había desintegrado en pedazos hace un momento.

Gracias a eso, ahora sabía a dónde debía dirigirse. Sin embargo, irónicamente, deseó que el leopardo no se hubiera desvanecido de esa manera.

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¿Cuánto tiempo había estado atrapada?

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cinco minutos? ¿Treinta minutos? ¿O tal vez un día? ¿O… una semana?

Quizás incluso un año entero había transcurrido.

La percepción del tiempo de Thiel se había desmoronado por completo. En medio de la oscuridad absoluta, no había forma de saberlo.

No podía oír nada excepto, de vez en cuando, las risas de Orpheo. No veía nada aparte de sus propias manos. 

La luz se había desvanecido y la voz de Orpheo se había silenciado de repente, dejando a Thiel completamente aislada en la oscuridad.

—¿Realmente no puedo salir de aquí?

Thiel murmuró para sí misma. Su voz resonó clara y vívidamente. Pero eso era todo. No hubo ninguna respuesta.

Si este lugar era el espacio alterno de la princesa, entonces probablemente Thiel no podría salir.

La princesa no abriría el espacio, y a menos que el propietario lo hiciera, no había forma de salir solo con la propia fuerza.

Había estado atrapada antes con Iandros en su espacio alterno, pero en ese caso, el dueño del lugar era Iandros, lo cual lo hizo posible.

La princesa ahora no estaba en un estado inestable como lo había estado Iandros en ese momento. Thiel no podría salir.

Sin embargo, no sentía ansiedad.

—¿Por qué será?

Tal vez no había forma de salir de aquí. Quizás quedarse atrapada en este lugar oscuro hasta volverse loca sería su final.

Entonces, ¿por qué no sentía miedo? ¿Sería por la débil pero cálida luz que aún permanecía en su palma?

¿O tal vez… la creencia de que las personas que amaba vendrían a buscarla?

Thiel se tocó la nuca. Era una nuca en la que no había ninguna marca.

Y en ese momento…

¡Destello!

Una luz débil parpadeó en la oscuridad.

Por supuesto, Thiel no se dio cuenta de ello.