⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

En algún momento, el cuerpo que caía se detuvo en el aire. Thiel parpadeó. ¿Será que finalmente se había detenido?

—¡…!

¡No, no era así! Su cuerpo volvió a hundirse hacia el suelo. Thiel sintió cómo su cuerpo se elevaba por el impulso y luego volvía a caer sin fin.

—¿¡Hasta dónde va esto!?

En este espacio dimensional no existían caminos, por lo que no había posibilidad de perderse. Sin embargo, aun así, un miedo repentino se apoderó de ella.

Pero, por alguna razón, sentía que no debía soltar la joya, así que, a pesar de su temor, Thiel la sujetó con fuerza.

La joya seguía emitiendo luz, y su resplandor verde se reflejaba con transparencia en los ojos dorados de Thiel.

Thiel siguió cayendo durante mucho tiempo. ¿Habrá sido por tanto caer? Sentía mareo y náuseas.

Lo único que la tranquilizaba era saber que este lugar no era un —espacio real—, por lo que, sin importar cuánto cayera, no se lastimaría.

Thiel lo sabía bien, así que esperó con calma hasta que su cuerpo se detuviera.

Y pronto…

Toc.

El cuerpo de Thiel se detuvo en el aire. Parpadeó un par de veces y, con cautela, trató de erguirse.

No sentía nada bajo sus pies que la estuviera sosteniendo, pero, aun así, supo instintivamente que estaba en el punto más bajo.

El fondo de este vasto espacio dimensional.

Thiel había llegado allí.

¿Será seguro?

Con cautela, Thiel dio un paso hacia adelante. Afortunadamente, el suelo no se desmoronó nuevamente. ¡Realmente estaba en el fondo!

Al usar su habilidad, una luz más tenue que antes iluminó el lugar frente a ella. De la pequeña esfera de luz cayeron partículas de luz como polvo.

El poder de Thiel se debilitaba cada vez más. No sabía cuánto tiempo más podría mantener esa luz.

Sin embargo, tuvo la suerte de que la esmeralda que sostenía emitía una tenue luz, por lo que el espacio frente a ella no era tan oscuro.

—¿Por qué caí hasta aquí?

Thiel inclinó la cabeza y comenzó a caminar lentamente.

Había seguido la joya, y le había infundido su poder. Y así, llegó al fondo de este espacio.

Al repasar todo lo que había ocurrido, pensó que la joya la había traído hasta este lugar.

—¿Fuiste tú quien me trajo aquí?

Susurró con cautela a la esmeralda, pero no obtuvo respuesta. La esmeralda era solo un mineral incapaz de hablar, por supuesto.

Avanzó con pasos ligeros. ¿Será que aquí no hay nada más?

Probablemente. Orpheo había dicho que este espacio era una —prisión perfecta— creada solo para Thiel.

Una prisión donde nada existía, donde nada podía hacerse. Un lugar lleno solo de oscuridad…

Pero era diferente a lo que Orpheo había dicho.

Había una pequeña luz, y al final de esa luz, estaba esta esmeralda. Thiel empezó a pensar que podría haber algo más en este espacio, además de la esmeralda.

Cada vez que daba un paso, los jirones de su vestido rasgado rozaban sus tobillos. Pero no le importó y siguió avanzando. Sin embargo, no había nada a la vista.

¿Será cierto que aquí no había nada, como dijo Orpheo?

Entonces, ¿por qué esta esmeralda me trajo aquí? Pensamientos llenos de preguntas que nadie podía responder brotaron en su mente.

En ese momento…

—Ah…

La pequeña luz creada por su habilidad comenzó a desvanecerse hasta que se convirtió en un puñado de polvo.

Esas motas cayeron a los pies de Thiel y perdieron su brillo. Thiel intentó usar su habilidad nuevamente.

Pero no funcionó.

¿Será porque este es el lugar más oscuro de este espacio? Podría ser. A medida que el poder de Orpheo se hacía más fuerte, la habilidad de Thiel se debilitaba.

Thiel miró la esmeralda que sostenía en su mano. Si esa luz verde se apagaba, ella quedaría sola en la oscuridad.

¿Es eso lo que quería la esmeralda?

¿La había traído hasta aquí para apagar su luz por completo?

Y entonces…

—¿Eh?

Algo rodó hasta sus pies. Sin apresurarse, Thiel iluminó con la luz de la joya para ver qué era.

Era… una manzana roja y apetecible.

¿Una manzana? ¿Por qué habría una aquí?

Thiel tomó la manzana rápidamente, y el aroma dulce de la fruta le acarició la nariz. Con sus uñas afiladas, arañó la superficie de la manzana.

El jugo dulce y pegajoso se deslizó por su mano, pero pronto desapareció.

¡Exactamente como las cosas dentro del espacio dimensional de Iandros!

—¡Es una ilusión creada por el espacio dimensional!

Thiel se dirigió hacia donde había rodado la manzana. Sus pasos se volvieron apresurados. ¿Habrá más de esto?

Al mismo tiempo, nuevas preguntas llenaron su mente. Orpheo había dicho que este lugar fue creado —solo para mí—, pero ¿por qué habría cosas como estas?

Quizá este lugar no fue creado específicamente para ella, sino que originalmente era un espacio dimensional que la princesa ya poseía y solo la encerraron aquí.

Esos pensamientos llenaban la mente de Thiel. Entonces, otra manzana rodó hacia ella.

La manzana giró hasta detenerse a sus pies. Thiel la recogió rápidamente y la sostuvo en sus brazos.

Y siguió caminando hacia donde venían las manzanas. Una más rodó hacia ella. También la recogió y la guardó en su regazo. Otra más rodó. La recogió y la guardó. Otra más…

Para cuando ya no podía cargar ninguna más, de repente, todo el espacio dimensional se iluminó.

Thiel entrecerró los ojos, sorprendida por la luz que la envolvía.

La luz que emitía el espacio era diferente a la de Thiel: era brillante y deslumbrante.

Pero, aun así, era definitivamente luz. Thiel sonrió ampliamente, llena de alegría.

¡Había luz aquí!

La esmeralda que sostenía en su mano vibró como si resonara con la luz del espacio. Thiel entrecerró los ojos y miró hacia el centro de la luz.

En el centro de la luz parecía haber algo similar a un árbol, pero la luz era tan intensa y la distancia tan lejana que no se veía con claridad.

Debo acercarme para verlo mejor.

Thiel dejó caer las manzanas que llevaba en sus brazos al suelo. En cuanto tocaron el suelo, las manzanas se desvanecieron como una ilusión.

Thiel corrió hacia la luz. Esta vez, llegó fácilmente al centro de la misma.

Allí encontró un manzano, y de alguna manera le resultaba familiar.

¿Por qué? Thiel se acercó con cautela al árbol. Era un manzano grande, con un tronco bien cuidado. De sus ramas colgaban numerosas manzanas jugosas.

Entonces…

—¡Hermana!

Se escuchó la voz de alguien. Thiel levantó la cabeza, sorprendida. ¡La voz provenía de lo alto del árbol!

Era la primera vez que escuchaba otra voz que no fuera la suya o la de Orpheo en este lugar, así que abrió mucho los ojos y miró hacia la dirección de la voz.

El dueño de la voz era un joven de cabello dorado y ojos verdes.

¿No son… verdes?

Al observar más de cerca, parecían de un tono esmeralda. Sin embargo, al no emitir luz, los ojos del joven se veían verdes.

Thiel entrecerró los ojos mientras lo miraba. Le recordaba a alguien…

¡Se parecen a los de Iandros!

Lo que Thiel estaba viendo era un recuerdo de la princesa. Así que ese joven con cabello rubio y ojos de color esmeralda debía ser el hermano de la princesa.

¿Entonces sería ese el Emperador de Cracion? Eso significaría que este joven es un ancestro de Iandros, ya que la princesa no tuvo hijos.

Thiel dio un paso atrás del árbol. El joven tomó una jugosa manzana de la rama y, con un leve sonido, saltó al suelo.

—¡Hermana! ¡Mira esto! ¡Las manzanas están maduras y se ven deliciosas!

El joven sonrió ampliamente y corrió hacia algún lugar. Thiel lo siguió.

Allí, una chica que era una cabeza más alta que el joven se mantenía de pie. Cuando el chico la llamó, la chica se dio la vuelta.

Tenía el cabello rizado dorado y unos hermosos ojos de color esmeralda. Thiel supo al instante que ella era la dueña de este espacio y la princesa que la había encerrado aquí.

Estoy viendo los recuerdos de la princesa ahora.

Así como Thiel había espiado los recuerdos de Iandros en el pasado, grabados en su espacio dimensional, y luego los de la princesa superpuestos en él, ahora estaba observando otra vez los recuerdos de ella.

Sus recuerdos se proyectaban frente a Thiel.

La princesa no podía ver a Thiel, pero aun así sonrió mirándola a los ojos. Extendió los brazos y abrazó al hermano que corría hacia ella.

La princesa susurró.

—Ven aquí… Liam.