⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Thiel no dudó y dio un paso dentro del pasaje. 

Al poner el pie en el nuevo espacio, otra vez empezó a proyectarse el recuerdo de alguien en la oscuridad profunda.  

—¿Será otra vez mi recuerdo?

Pero no lo era. 

Esta vez eran los recuerdos de la princesa. La esmeralda en la mano de Thiel emitió un brillo verde.  

Como respondiendo a esa luz, los recuerdos de la princesa aparecían y desaparecían uno tras otro. Las imágenes de los recuerdos se desplegaban ante los ojos de Thiel y luego se desvanecían repetidamente.  

En ese momento, un recuerdo se detuvo frente a Thiel, bloqueando su camino. Thiel se quedó quieta en su lugar y observó el recuerdo.  

Aparecieron una niña y un niño pequeños. Thiel reconoció de inmediato que la niña era la princesa y el niño era el antiguo emperador.  

La princesa, que acabaría convirtiéndose en la ‘princesa loca’ y moriría, y el niño, que ascendería al trono tras la muerte de su hermana, estaban sentados juntos, apoyando la cabeza uno en el hombro del otro con ternura.  

La princesa sostenía un gran libro en sus manos, parecía estar leyéndole a su hermano.  

Al esperar un poco más pacientemente, Thiel comenzó a escuchar la voz de la princesa.  

—Esta vez es una historia sobre una raza olvidada hace mucho tiempo. 

—Mm, debió ser muy débil para haber sido olvidada, ¿no?

—No, es lo contrario. Mira, su maldición era tan fuerte… que una tribu que los temía los aniquiló por completo.

—¿Qué tan poderosa debía ser su habilidad?

—Se dice que su habilidad era una maldición. Parece que tenían una habilidad tan fuerte que podía volver loca a cualquier persona… Los suin, que ya tenían dificultades para controlar sus impulsos, temían enormemente su habilidad, y…

La princesa pasó la página del libro. El niño, que hasta hace poco apoyaba la cabeza en su mano con una expresión aburrida, ahora abría mucho los ojos, completamente absorto en la historia de su hermana.  

—Así que fueron a exterminarlos a todos… Mira, está escrito aquí. La mayoría de los suin que marcharon para aniquilarlos enloquecieron, y no quedó nadie que pudiera detenerlos.  

—Si es una habilidad que provoca locura, ¿no debería llamarse locura en lugar de maldición? ¿Por qué lo llaman maldición?

—Espera, aquí abajo lo explica. ¡Eres demasiado impaciente!

La princesa rió brevemente.  

—Si su habilidad no hubiera sido hacer que otros se volvieran locos, tal vez habrían sobrevivido. Pero controlar a las suin que ya estaban locas era imposible, y así fueron completamente aniquilados. Realmente es una habilidad maldita.  

—Ah, ya veo. Así que la persona que escribió esto decidió llamar maldición a su habilidad.  

—Sí, y… se dice que podían imbuir sus habilidades en objetos. Por eso está escrito que no solo destruyeron su tierra, sino también todos los objetos que usaban.  

La imagen de la niña y el niño desapareció tras esa última conversación.  

Thiel se quedó en el lugar, reflexionando sobre lo que acababa de escuchar.  

¿Poder imbuir una maldición en objetos?

Miró la palma de su mano. La esmeralda que había desaparecido dentro de su palma seguía brillando.  

La esmeralda ahora emitía un hermoso resplandor, como si hubiera atrapado la luz del sol, pero antes de que Thiel la tocara, no era así.  

Emitía una luz sombría y desagradable, como si contuviera toda la tristeza, la ansiedad y la melancolía del mundo.  

Entonces, ¿podría ser…? 

En ese momento, recordó las palabras que la princesa le dijo antes de expulsarla del espacio dimensional.  

( Devuélvemela, no es algo que debas tener. )  

( Te lo estoy pidiendo mientras permanezco aquí por mi propia voluntad, para ayudarte. )  

Thiel recordó la imagen de la princesa que, tras ponerse el collar hecho de esa esmeralda, comenzó a perder lentamente el control.  

La tribu extinguida, cuya habilidad provocaba locura, y la princesa, que había recibido el collar y poco a poco perdió la capacidad de controlar su poder.  

Finalmente, enloqueció por completo y murió en manos de su hermano, sin llegar al trono…  

Todo encajaba.  

En ese instante, otro recuerdo comenzó a proyectarse. Una mujer de cabello dorado, deslumbrantemente hermoso, apareció frente a Thiel.  

Era la princesa, la princesa en su versión adulta.  

Y junto a ella, apareció la figura de alguien más. Esta vez no era el antiguo Emperador. Era un hombre anciano, con gafas y el cabello blanco trenzado.  

—El poder de Su Alteza es extremadamente peligroso, por lo tanto, debe tener mucho cuidado de no usarlo de manera personal…

Ah, parece que es el consejero de Su Alteza la princesa.  

A juzgar por el hecho de que estaba aconsejando a la princesa, era evidente que él era su consejero o que, de alguna manera, tenía una relación cercana con ella.  

La princesa levantó las cejas y respondió:  

—¿Todavía me ves como una niña? Pronto seré la Emperatriz de Cracion. Hace mucho tiempo que olvidé esos sueños infantiles.  

—Jeje, me alegra oírlo. Cuando Su Alteza me habló de ‘ese plan’ durante su infancia, no lo mostré, pero estaba increíblemente sorprendido.  

—¡Claro que sí! Cuando era pequeña, era completamente imprudente. Decir que quería crear un espacio donde pudieran vivir muchas suin dentro de un espacio dimensional… ¿Tiene algún sentido? Era un sueño completamente absurdo.  

La princesa rió. Fue entonces cuando Thiel comprendió lo que la princesa había mencionado en el pasado, cuando la había espiado junto a Ian.  

La princesa quería crear un nuevo mundo dentro de un espacio dimensional.  

En ese momento, la escena cambió nuevamente.  

Ya no solo estaba viendo un fragmento de recuerdo. Thiel ahora estaba en el ‘palacio imperial’.  

El espacio dimensional se había transformado en el palacio, y Thiel estaba sola, de pie, en el palacio de antaño.  

Con la mirada, siguió buscando a la princesa.  

Entonces, de repente, se escuchó un fuerte ruido proveniente de algún lugar. Thiel dio un paso cauteloso hacia adelante.  

¡Puedo moverme!

Podía moverse. Podía explorar el palacio imperial en el recuerdo de la princesa. Thiel se dirigió hacia donde provenía el sonido fuerte.  

El polvo se levantaba en una nube, cegando su vista. Se escuchaban gritos. Los suin corrían a su alrededor, atravesando su cuerpo como si fuera invisible, empujándose unos a otros para huir.  

Thiel, sorprendida, levantó la cabeza y observó a su alrededor.  

El palacio imperial estaba decorado de manera extremadamente lujosa, con hojas de laurel doradas colocadas por todas partes en celebración de la coronación del nuevo emperador. 

Aunque no podía ver claramente al frente, Thiel lo supo de inmediato.  

Este era el día de la coronación de la princesa. 

Thiel avanzó entre las suin que huían. Todos eran solo ilusiones que atravesaban el cuerpo de Thiel sin dificultad, por lo que pasar entre ellos no fue difícil.  

Después de dejarlos atrás, la figura de la princesa apareció ante sus ojos. Ella estaba en un lugar muy alto.  

En el trono del Emperador, el lugar donde solo el Emperador puede sentarse…  

—¡No!

Gritaba con desesperación mientras se agarraba la cabeza con las manos. 

Thiel giró la vista lentamente. Entonces vio una enorme grieta aparecer junto a la princesa. Era la entrada al espacio dimensional.  

El mismo espacio dimensional inestable que ahora flotaba sobre el Imperio de Cracion y que Iandros abría y cerraba a voluntad. 

Ese espacio dimensional estaba devorando a las suin sin piedad. Las estaba succionando hacia su interior. La princesa, con el rostro pálido, intentaba detenerlo, pero era inútil.  

Se escuchaban los gritos de las suin que eran tragadas. Aquellos que habían estado huyendo en pánico también fueron arrastrados hacia el espacio dimensional por una fuerza irresistible. Era un verdadero infierno en vida. 

Y entonces sucedió. Los momentos comenzaron a pasar rápidamente. A una velocidad vertiginosa, los suin desaparecían dentro del espacio dimensional, la princesa se retorcía de agonía y muchas cosas se rompían y destruían.  

En medio de ese caos, lo único que permanecía intacto era el collar de esmeralda que colgaba del cuello de la princesa…  

Y poco después, un joven apareció empuñando una larga espada. Era Liam Hillis Cracion, el príncipe del imperio. Quizás debido a que su poder también era inmensamente fuerte, pudo resistir la succión del espacio dimensional sin ser arrastrado.  

Y en ese momento…  

¡Zas!  

Liam hundió la larga espada en el abdomen de la princesa. La princesa escupió sangre. Mientras la sangre brotaba de su boca, levantó la vista hacia su hermano, que acababa de apuñalarla.  

Liam sonrió.  

—No había otra opción, Adelaida…

En ese instante, la entrada al espacio dimensional de la princesa se hizo añicos. Se rompió y se desmoronó.  

Al mismo tiempo, Thiel también se liberó de los recuerdos y regresó al presente.  

Adelaida.  

El nombre de la princesa era Adelaida. Aunque ese nombre se había perdido por completo y en el presente solo quedaba el registro de la existencia de la ‘princesa loca’.  

Pero ella también tenía un nombre.  

Se llamaba Adelaida, y hubo una época en la que ese nombre resonaba con esplendor. Si no hubiera recibido el collar de esmeralda de Liam, habría llegado al trono y se habría convertido en una Gran Emperatriz.  

Quizás habría sido una tirana. Pero eso no era lo importante.  

Lo importante era que había perdido su futuro debido a la trampa de su hermano, a quien amaba y cuidaba, y que había sido traicionada brutalmente por él…  

El espacio dimensional ya no le mostró a Thiel ningún otro recuerdo.  

Thiel permaneció allí, inmóvil. Luego, con cautela, bajó la cabeza y miró nuevamente su mano.  

En la palma de Thiel estaba la esmeralda. Tan intacta, resplandeciente y hermosa como cuando colgaba del cuello de la princesa.  

Thiel apretó con fuerza la esmeralda y levantó la mirada.  

—Adelaida, vine aquí porque quería conocerte.  

Thiel continuó hablando.  

—Así que, por favor, muéstrate ante mí. Primera princesa de Cracion, legítima heredera del trono, la única dueña del espacio dimensional…

Adelaida.