⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Ese nombre es un nombre completamente olvidado.
Ya no queda nadie que recuerde el nombre de Adelaida. Todos los que conocían el nombre de Adelaida han muerto.
Thiel tampoco lo habría sabido jamás si no hubiera sido por haber vislumbrado los recuerdos de la princesa, si no hubiera escuchado la voz de Liam susurrándole a la princesa.
Adelaida.
Como si respondiera al nombre, el espacio dimensional se iluminó por todas partes. En el oscuro y vacío lugar brotaron pequeños retoños verdes. Thiel, con la esmeralda en la mano, esperó en silencio.
¿Será que el nombre es la clave para liberar la locura de la princesa?
De diferentes puntos comenzaron a brotar retoños y a florecer flores. A lo lejos se escuchó el sonido de un río fluyendo. Thiel no sabía si estaba siendo arrastrada de nuevo a un recuerdo o si el espacio dimensional de la princesa estaba cambiando.
Sin embargo, pronto lo comprendió.
No es un recuerdo.
Los retoños que habían crecido no eran una ilusión. Las flores le cosquilleaban los tobillos. Thiel observó cómo la vida florecía en el oscuro espacio de la princesa.
Y poco después.
—¡Tú…!
La princesa se acercó rápidamente con expresión sorprendida. Seguía envuelta en su túnica negra, pero esta vez era diferente.
A diferencia de antes, cuando su rostro estaba oculto o no se veía claramente, ahora se podía ver su hermoso rostro.
Su largo cabello rizado y sus deslumbrantes ojos esmeralda la miraban con una expresión de confusión. Sus ojos temblaban con nerviosismo.
—Tú, tú… ¿Cómo lo has hecho?
—¿…Perdón?
—He preguntado, ¿cómo lo has hecho?
La princesa gritó. Tenía el rostro lleno de ira. Extendió su mano bruscamente.
De inmediato, el espacio dimensional se oscureció. Los retoños dejaron de crecer. Todas las flores se marchitaron, con el tallo quebrado.
—¿Qué truco me has hecho, criatura de Lysette?
La princesa gritó. Thiel vio las llamas de odio en sus ojos.
Los ojos de la princesa estaban llenos de rencor y odio. Como si la esmeralda contuviera todas las emociones malignas del mundo, los ojos de la princesa también parecían albergar todos esos sentimientos negativos.
—¡No me detengas! Debo vengarme. Cumpliré mi venganza, mataré a Liam Hillis Cracion, ese imbécil, y a todos sus descendientes…
La princesa gritó.
En ese momento, Thiel lo comprendió. Por qué seguía atrapada en ese lugar, incluso después de muerta.
La princesa debió haberlo descubierto en sus últimos momentos. Que el collar que Liam le dio estaba maldito.
Que su hermano, a quien había amado y cuidado, la había traicionado para quedarse con el trono.
¿Hasta qué punto debió haber sido devastador descubrir que fue traicionada? No podía imaginar cómo se sintió cuando la espada de Liam atravesó su vientre.
Sin embargo, por mucho que lo desease, la princesa no habría podido vengarse por sí sola. Los muertos no pueden volver a la vida.
Por muy injusto y doloroso que fuera, no podía regresar…
Por eso Orpheo intervino.
Del mismo modo que el dios Lysette la resucitó, el dios malvado Orpheo manipuló el alma de la princesa. Con su alma, recreó su cuerpo y la devolvió a la vida.
—¡Liam ya no existe!
Thiel interrumpió las palabras de la princesa.
—Liam Hillis Cracion murió hace mucho tiempo. Las personas que estás tratando de dañar ahora son inocentes.
—¿Que Liam está muerto? ¡Eso no puede ser! Él está vivo, sigue con vida, ¡él está perfectamente vivo!
—Hace un momento, mencionaste a los ‘descendientes’ de Liam Hillis Cracion. Sabes que en el fondo, él ya no está…
—…No, no lo sé. ¡No lo sé! ¡Te digo que no lo sé!
—Liam Hillis Cracion murió, hace mucho tiempo. Ya no hay nadie a quien vengarte. No queda ni ceniza, Adelaida.
En ese momento, el espacio dimensional de la princesa volvió a cambiar. Las flores que se habían marchitado renacieron y nuevas plantas brotaron a sus pies.
El oscuro y sombrío espacio en el que se encontraban se transformó rápidamente en una vasta pradera. Desde algún lugar, una suave brisa sopló.
Thiel miró a los ojos de la princesa, que estaban cubiertos de tristeza y odio.
¿Se puede sanar el corazón de una persona con la luz? Así como purificó la esmeralda llena de emociones malvadas…
—No te estoy diciendo que lo perdones y desaparezcas.
Thiel dio un paso hacia la princesa. Su cabello blanco y hermoso ondeaba suavemente con la brisa que venía de algún lugar.
—No te diré algo así. Sé lo injusto y doloroso que debe haber sido para ti. Lo he visto todo.
De cerca, la princesa parecía tener una edad similar a la de Thiel. Era joven y hermosa. Murió siendo muy joven, de una muerte injusta.
No solo fue una muerte injusta, sino que también perdió todo registro de su existencia.
—…¿Que lo has visto todo? ¿Cómo?
—Tu espacio dimensional me lo mostró. Los recuerdos de Su Alteza…
—¿Qué dices…?
—No te estoy diciendo que lo perdones, ni que sientas lástima por nosotros. —Thiel dijo—. Actúa según tus emociones, Su Alteza. Porque yo te detendré…
La princesa murió hace mucho tiempo, y su rencor, su ira y su tristeza la han estado consumiendo desde entonces.
Escondida en la oscuridad, ha esperado durante mucho tiempo el día en que pueda vengarse de su hermano traidor.
¿Cómo podrían unas pocas palabras calmar esa profunda ira y dolor?
Thiel no tenía tal expectativa. Solo pensaba en detenerla, de cualquier manera.
Desde la mano de Thiel emanó una luz. Una luz mucho más brillante y poderosa que antes.
Su cabello blanco se tornó rápidamente de un color opalino. Una inmensa energía fluía a través del cuerpo de Thiel.
¿Será que los dioses la estaban observando?
Thiel sentía una fuerza tan grande recorriendo su cuerpo que no podía compararse a nada que hubiera experimentado antes.
La luz de Thiel no era simplemente luz.
La luz de Thiel ahuyentaba la oscuridad, el frío, la soledad, y brindaba calidez a los corazones.
Aunque Thiel había dicho que detendría a la princesa, no tenía intención de hacerlo ‘por la fuerza’.
Solo quería, como había hecho hasta ahora, utilizar sus habilidades para disipar la oscura energía que rodeaba a la princesa.
¿Se habría dado cuenta la princesa?
Desde hacía un rato, algo enorme y completamente negro se alzaba detrás de ella.
Y ese algo crecía cuanto más se agitaba la princesa. Thiel no podía quedarse de brazos cruzados observando esa escena.
La luz brillante en las manos de Thiel empezó a crecer lentamente. Los ojos de la princesa se abrieron de par en par al ver cómo la luz de Thiel tomaba la forma de un enorme pez.
Era la habilidad de Thiel, una parte de su poder, una chispa de su esencia, aquello que siempre la había protegido en momentos de peligro…
«Orpheo.»
Una parte del dios.
Una voz majestuosa, poderosa y sagrada resonó en el espacio. Thiel sintió cómo una cálida y suave brisa, acompañada de luz, envolvía gentilmente su cuerpo.
Esa misma luz también envolvió a la princesa. Aunque ella se debatía, no pudo deshacerse de la luz.
—¡Aaaaah!
Se agitó desesperada y, poco después, cayó de rodillas.
En ese momento, la enorme oscuridad se reveló. Era una parte del malvado dios Orpheo que había estado ocultándose detrás de la princesa, dentro de su espacio.
«…Lysette. Aunque hayas resucitado a esa chica, tu poder debe haberse debilitado mucho, ¿cómo es posible?»
«Es el momento. Ha llegado la hora de que vengas conmigo.»
La voz de Lysette sonaba a veces como la de un hombre, a veces como la de una mujer. Cuando esa voz sagrada resonó con fuerza, la oscuridad latente en el espacio reaccionó.
La oscuridad se agitó, intentando levantarse para expulsar la luz. Thiel sintió cómo la oscuridad se acercaba para envolverla y devorarla.
Pero esta vez, Thiel era más fuerte.
Hasta ese momento, siempre había sido derrotada, devorada y atormentada por la oscuridad, pero… esta vez no.
«La luz siempre es más fuerte que la oscuridad.»
Una voz suave y tierna susurró al oído de Thiel.
«Solo que no te habías dado cuenta hasta ahora…»
Tan pronto como esas palabras terminaron, todo a su alrededor se iluminó. El espacio se volvió brillante, y la oscuridad desapareció.
«¡Noooo! ¡No! Solo un poco más, solo un poco más y estaría completo! ¿Por qué ahora? ¡Justo ahora!»
Orpheo gritó en agonía. El grito del dios sacudía la tierra, ensordecedor y aterrador, pero la cálida voz que envolvía a Thiel la protegía de escuchar ese horrible sonido.
¿Cuánto tiempo pasó después de eso?
El pez de luz en las manos de Thiel devoró la oscuridad por completo y, luego, expulsó una pequeña cantidad de sombras.
Esa sombra se deslizó bajo los pies de Thiel y la princesa, convirtiéndose en una simple sombra bajo sus cuerpos.
El pez expulsó un poco más de oscuridad, la cual desapareció en algún lugar del cielo.
Poco después, el pez estalló en el aire, transformándose en un haz de luz que llovió sobre Thiel y la princesa.
Thiel se acercó a la princesa, se arrodilló y trató de examinar su estado.
Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, el espacio en el que ambas estaban comenzó a desmoronarse.
El cielo se agrietó, y la vasta pradera se partió. Las flores desaparecieron, y el césped también comenzó a desvanecerse.
¡El alma de la princesa está desapareciendo!
En el momento en que el alma de la princesa se desvaneciera, este espacio también lo haría. Y si el espacio desaparecía, Thiel quedaría atrapada para siempre en su interior, sin posibilidad de escapar.
¡Tengo que salir!
Pero, ¿cómo?
Ya no estaba Iandros para abrir la puerta. Con su propio poder, Thiel no podía salir de este espacio. Sus ojos dorados comenzaron a llenarse de desesperación.
—…Dame esa esmeralda.
La princesa levantó la cabeza y habló. Su hermoso rostro estaba empapado en lágrimas y sangre.
Después de una breve vacilación, Thiel colocó cuidadosamente la esmeralda en las manos de la princesa.
La princesa la miró con una expresión complicada.
¿Qué emociones se reflejaban en sus ojos? ¿Tristeza? ¿Ira? ¿O tal vez nostalgia por tiempos que nunca volverían?
Thiel nunca lo sabría. Solo la princesa podía entender esos sentimientos.
—Siento que tu compañero te espera al final de ese camino.
La princesa susurró con una voz débil. Seguía arrodillada, y su cuerpo se volvía transparente, como las muchas visiones que Thiel había visto antes en los recuerdos de la princesa.
—Te llevaré hasta él. A cambio… —La princesa llevó la esmeralda a su pecho—. Llámame por mi nombre, una vez más…
—…¡Adelaida! —Thiel gritó. En el último momento, antes de que la princesa desapareciera por completo, Thiel la abrazó con todas sus fuerzas—. Si sobrevivo, dejaré constancia de tu nombre. Diré que hubo una princesa llamada Adelaida. Que ella existió, en la historia de Cracion…
Pero Thiel no pudo terminar de hablar.
De repente, la princesa abrió un portal en el espacio y, con todas sus fuerzas, empujó a Thiel a través de él.
—Adiós, ve con cuidado.
La princesa murmuró. Thiel, sorprendida, abrió los ojos de par en par y, por reflejo, extendió la mano hacia ella.
—Gracias…
Con esas últimas palabras, el espacio se cerró por completo y Thiel cayó en una oscuridad profunda.
Caía, caía, seguía cayendo.
Y finalmente…
¡Plaf!
Sintió que alguien la envolvía en un abrazo. Unas manos grandes y firmes.
Thiel giró la cabeza para mirarlo.
—¡Thiel!
Él, por supuesto, era Iandros. Iandros había estado esperando a Thiel, apenas manteniendo la conciencia al final del espacio dimensional.
El colapso del espacio de la princesa, que estaba conectado a Iandros, había dejado su mente casi destrozada, pero…
—¡Iandros!
Thiel abrazó a Iandros con todas sus fuerzas. El pequeño cuerpo de Thiel encajaba perfectamente en los brazos de Iandros. Mientras lo abrazaba, tomó su rostro entre sus manos para examinar su estado.
—¿Estás bien? Vámonos de aquí rápido. Tu estado…
—Estoy bien, así que…
Sin embargo, Iandros tambaleó mientras seguía abrazando a Thiel. Ella pudo sentir que las habilidades de Iandros estaban peligrosamente inestables y fuera de control.
Thiel y Iandros estaban conectados a través del vínculo de compañeros, por lo que ella lo sentía con total claridad.
Thiel tomó el rostro de Iandros con ambas manos y utilizó sus poderes. Una brillante luz surgió de nuevo en sus manos.
—¡Iandros! Mantén la calma y mírame bien…
Después de vacilar un momento, Thiel inclinó la cabeza y besó los labios de Iandros, quien no podía recuperar la conciencia.
Los poderes de Thiel se fortalecían aún más con el contacto físico. Además, ella e Iandros eran compañeros.
Por lo tanto, esto era lo más efectivo.
Cuando Thiel lo besó, el espacio a su alrededor cambió de inmediato.
El antiguo y deteriorado espacio dimensional de Iandros emergió de la oscuridad.
Una mansión donde nunca se encendían las luces. Esa era la habilidad de Iandros, una maldición.
Pero…
Cuando Thiel sujetó el rostro de Iandros con ambas manos y le transmitió su poder a través del beso, las luces de la mansión, que parecía que nunca se encenderían, comenzaron a brillar una por una.
El largo pasillo se iluminó, las habitaciones se iluminaron, y el enorme y lujoso candelabro comenzó a brillar intensamente.
La luz brillante iluminó el espacio de Iandros, envolviendo a ambos. Thiel confirmó que las habilidades de Iandros se habían estabilizado un poco y, finalmente, separó sus labios de los de él.
—…I-Iandros. ¿Estás bien? —preguntó tímidamente mientras se sonrojaba de vergüenza.
—…Sí, estoy bien.
El rostro de Iandros también se sonrojó mientras recuperaba la conciencia.
Abrazó a Thiel con fuerza y levantó la mirada para ver su espacio ahora iluminado.
En algún momento, había imaginado algo así.
Había imaginado cómo sería si las luces de su antigua mansión se encendieran, si todo se iluminara y si ese candelabro volviera a brillar una vez más.
Pero pensaba que eso era imposible, por lo que solo había quedado en su imaginación…
En ese momento, al otro lado del pasillo, se desvanecían lentamente siluetas conocidas y queridas.
Eran sus padres y los sirvientes que habían trabajado en la mansión.
¿Por qué podía verlos?
¿Por qué ahora, que todo estaba más tranquilo, desaparecían como si finalmente hubieran encontrado paz? No lo comprendía.
Iandros, con Thiel en sus brazos, permaneció de pie, observando la escena sin moverse.
Poco después,
¡Flaaash!
Sin que Iandros lo deseara, un portal hacia el exterior se abrió. Él miró a Thiel.
Ella parecía un poco agotada. Había usado demasiado poder.
—Tú me has salvado otra vez.
Iandros susurró brevemente mientras levantaba a Thiel en brazos. Con ella en su abrazo, dio un paso hacia el exterior.
—Si no hubiera sido por ti, no habría podido entrar en el espacio dimensional…
—Y si no fuera por ti, yo no habría podido salir de aquí.
Iandros respondió mientras salía al exterior.
Una cálida brisa sopló suavemente, acariciando el cabello de Iandros y Thiel.
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