⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Desde la punta de sus dedos, donde no existía nada, pronto surgió una pequeña chispa de luz.

—¡Hey!

—Esto es algo que tienes que ver en persona para que sea impresionante, no en un cuento de hadas.

La luz que había surgido empezó a crecer gradualmente, hasta el punto de que parecía que iba a envolver la mano derecha de Rudian.

Y luego,

—¡…!

La chispa se transformó en la figura de un pequeño leopardo, que corrió por toda la habitación, revoloteando en el aire hasta que finalmente se dispersó y desapareció.

—¿Qué ibas a hacer si la niña se asustaba…?

La expresión de Ferdian se endureció.

Los ojos de Ferdian, que instintivamente había envuelto a la pequeña en sus brazos, reflejaban un brillo similar al de las chispas de fuego. Era un instinto protector.

Parecía que en cualquier momento las chispas podrían saltar entre los dos hermanos.

Ferdian gruñía, mirando con furia a su imprudente hermano cuando, de repente,

—Pero no parece estar asustada, ¿ves?

Rudian señaló a Thiel, quien estaba en los brazos de Ferdian.

Ferdian dejó de mirar a Rudian y volvió su mirada a su hermana pequeña en sus brazos.

Las pupilas dilatadas de Thiel delataban que estaba sorprendida. Sin embargo…

—¡Es increíble!

Thiel no le temía a las llamas de Rudian.

Lo que Thiel temía era la habilidad de congelación que su abuelo, Zender Nesstian, solía usar.

Ese frío pedazo de hielo que parecía capaz de congelar todo su cuerpo.

Si no es hielo, no da miedo.

Contrario a lo que Ferdian pensaba, que la niña se asustaría y empezaría a llorar, Thiel miraba emocionada la punta de los dedos de Rudian.

Ferdian y Rudian intercambiaron miradas desconcertadas.

Thiel extendió su mano hacia Rudian.

Rudian, sin pensarlo mucho, le ofreció su mano derecha, la misma que acababa de usar para mostrar su habilidad.

Thiel, sin temor alguno, comenzó a juguetear con la mano de Rudian. Luego, con las mejillas sonrojadas, levantó la cabeza lentamente.

—Yo también quiero usar mi habilidad correctamente. ¡Como tú, hermano…!

—Si quieres usar tu habilidad, simplemente hazlo.

Rudian respondió con una expresión perpleja.

Ferdian y Rudian habían despertado sus habilidades naturalmente, sin necesidad de que nadie les enseñara cómo usarlas.

Pero el caso de Thiel era diferente.

Thiel había manifestado su habilidad tarde y no había tenido a nadie que le enseñara cómo usarla correctamente.

Por supuesto, Ferdian y Rudian no sabían esto.

Ferdian y Rudian intercambiaron miradas de nuevo.

Ambos hermanos ya sabían sobre la habilidad de Thiel, gracias a lo que Karthus les había dicho previamente.

La legendaria habilidad de la luz.

¿Y no podía usarla?

Los dos chicos intercambiaron miradas incrédulas.

No era de extrañar que los gemelos estuvieran confundidos, ya que nadie les había mencionado los abusos que Alpheus y Karthus habían descubierto en Nesstian, ni el hecho de que, en un principio, Thiel no tenía ninguna habilidad.

Después de todo, todos en el Imperio de Cracion habían aprendido que la habilidad de la luz era inmensamente poderosa y extraordinaria.

—La verdad es que…

Thiel se estremeció y apretó las manos con fuerza.

Aunque Rudian había dicho que solo tenía que usar su habilidad si quería, para Thiel no era tan fácil como parecía.

Había intentado varias veces usar su habilidad, como en aquel entonces en el sótano, pero lo único que había logrado invocar era un pequeño pez.

Una pequeña luz que brillaba en su mano.

Tal como Karthus había dicho, esa pequeña chispa era sin duda su habilidad.

Thiel miró su pequeña mano llena de cicatrices.

En este mundo, nacer con una habilidad diferente a la de tus padres simbolizaba el rechazo de ellos, o que eras un ser con habilidades inferiores.

Sin embargo, Karthus le había dicho a Thiel que ella poseía una habilidad muy especial, que era una niña extraordinaria.

Por eso, a Thiel le encantaba su habilidad.

Los recuerdos de los días en que fue maltratada por no poder usar su habilidad pasaron rápidamente por su mente.

Pensar que ya no la castigarían por no poder usar su habilidad le daba una gran alegría.

Así que, quería usar su habilidad de una manera aún más impresionante.

Quería usar su habilidad, mejorarla y ayudar a la amable familia Asterian.

Algún día, como cuando Zender le había gritado lo que debería haber sido…

Al ver que Thiel no decía nada durante un buen rato, Rudian, algo nervioso, se inclinó para mirar su rostro.

—¿Estás llorando? Thiel, ¿no estarás llorando, verdad?

Rudian, quien era un genio mucho más talentoso que su hermano Ferdian en lo que respecta a las habilidades, nunca había enseñado a nadie, ni tampoco había recibido enseñanzas.

Por eso, no tenía forma de enseñar adecuadamente a Thiel cómo ‘usar su habilidad’.

—Thiel, lo que quiero decir es…

—Déjalo, Rudian, apártate. Thiel, ¿quieres aprender a usar tu habilidad correctamente?

Ferdian empujó a Rudian y miró a Thiel. Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.

—Perfecto.

Aprovecharía esta oportunidad para comprobar si la habilidad de Thiel era realmente la de la luz.

Si no lo era…

Ferdian dejó de pensar en ello y, con un gesto de la cabeza, le indicó a Thiel que respondiera. Thiel asintió rápidamente con la cabeza.

—Sí, quiero aprender a usar mi habilidad correctamente.

—Bien, entonces vayamos un momento al campo de entrenamiento. Allí podré enseñarte bien.

Ferdian cerró el libro de cuentos y lo dejó a un lado.

Miró el reloj.

Era tarde, pero el campo de entrenamiento, reservado solo para él y Rudian, estaba siempre abierto, así que no parecía un problema ir.

Los ojos de Thiel se agrandaron al escuchar la palabra ‘campo de entrenamiento’ y, tomando la manga de la ropa de Ferdian, preguntó:

—¿El campo de entrenamiento?

—Sí, dijiste que querías aprender a usar tu habilidad correctamente. Entonces necesitas un lugar adecuado donde puedas aprender y usarla libremente.

Ferdian levantó a Thiel y le tomó la mano con fuerza. La mano de la niña estaba fría. ¿Sería porque era una leopardo de nieve? El rostro de Ferdian se frunció levemente. El joven usó su habilidad ligeramente para calentar la palma de Thiel, que estaba en contacto con la suya.

—¡Yo también quiero que me tomes de la mano, Thiel! ¡No es justo que solo a Ferdian!

—¡Sí, está bien…!

Rudian le extendió la mano a Thiel. Ella dudó por un momento, pero luego tomó firmemente la mano de Rudian.

El rostro normalmente sencillo de Rudian se iluminó de inmediato. Thiel, Rudian y Ferdian salieron de la habitación tomados de las manos.

—Señores, señorita, ¿a dónde van?—

En ese momento, Ria, quien regresaba a la habitación, vio a los niños saliendo y les preguntó.

Ferdian miró brevemente a Thiel y, asintiendo con la cabeza, respondió.

—Al campo de entrenamiento por un rato.

—¿…Campo de entrenamiento?

—Sí, tengo algo que enseñarle a Thiel.

Al oír la palabra ‘campo de entrenamiento’, Ria mostró una expresión de preocupación.

Ria abrió la boca como si quisiera detenerlos, pero Ferdian y Rudian no la escucharon y pasaron rápidamente junto a ella.

Thiel, con una expresión de inquietud, seguía mirando hacia atrás, observando a Ria con nerviosismo. Entonces, preguntó cautelosamente a Ferdian.

—¿Es un lugar malo el campo de entrenamiento?

—¿Qué?

—Es que… a Ria no le ha gustado.

—Es solo porque está preocupada por ti. En el campo de entrenamiento normalmente practicamos con nuestras habilidades, y pueden ser peligrosas.

Ah, ya veo. 

Thiel asintió con la cabeza.

Definitivamente, tenía sentido que Ria estuviera preocupada. Las habilidades podían ser peligrosas.

Thiel recordó los fragmentos de hielo de Zender que rozaban su mejilla.

Pero, Ferdian y Rudian no usarían sus habilidades contra mí de manera imprudente.

No estaba completamente segura, pero de alguna manera tenía ese sentimiento.

Thiel apretó con fuerza las manos cálidas de Ferdian y Rudian.

Antes de darse cuenta, sus frías palmas se habían calentado.

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Poco después, los tres niños llegaron al campo de entrenamiento.

Ubicado en el extremo norte de la mansión Asterian, el campo de entrenamiento había sido un regalo para Ferdian y Rudian cuando tenían cinco años, un lugar exclusivo para los gemelos.

Ferdian y Rudian habían comenzado a usar sus habilidades en ese lugar desde que tenían apenas cuatro años. Sus habilidades eran tan poderosas que las personas que entrenaban con ellos a menudo resultaban heridas.

Por esa razón, Karthus les construyó un campo de entrenamiento solo para ellos.

Y ese lugar era precisamente este.

—¡Guau!

Thiel, quien estaba viendo el campo de entrenamiento por primera vez en su vida, no pudo evitar expresar su asombro.

El campo de entrenamiento era un edificio circular y enorme, con un techo abierto que permitía ver el cielo nocturno claramente.

Parecía como si las estrellas estuvieran a punto de derramarse dentro del lugar.

Con un pequeño gesto de los dedos de Ferdian, sirvientes aparecieron de la nada trayendo una pequeña silla con un cojín mullido.

—Siéntate aquí un momento, Thiel.

Ferdian levantó a Thiel y la colocó suavemente en la silla.

Thiel asintió mientras se acomodaba en la suave silla.

—Bien, Thiel. Siéntate ahí y observa. Las habilidades se usan así… ¡de esta manera!

Con una expresión de orgullo, Rudian agitó grandemente sus manos.

Un fuego inmenso brotó de las manos del chico.

Las llamas crecieron rápidamente, ondulando como si fueran a incendiar todo el campo de entrenamiento.

Una ola de calor envolvió el lugar. Thiel, impresionada por el poder abrumador, encogió ligeramente su cuerpo mientras miraba fijamente a Rudian.

—Así es como usas tu habilidad… y luego.

Rudian agitó su mano nuevamente, y las llamas que danzaban ferozmente se transformaron en la forma de una espada.

—Así es como lo haces.

Rudian apuntó con la espada hacia el cielo nocturno.

Aunque no había dado una sola explicación durante el proceso, Thiel aplaudió de acuerdo con el orgullo de Rudian.

No lo entendía del todo, pero sabía que la habilidad de Rudian era asombrosa.

Ferdian miró a Rudian con una expresión de desdén y le hizo un gesto con la mano para que se apartara.

—Quita esa estúpida espada, Thiel no quiere eso.

—¡Tú, maldito! Ya que estamos en el campo de entrenamiento, ¿quieres pelear? ¡Toma tu espada, Ferdian!

—No, gracias. Tengo que enseñarle a Thiel cómo usar su habilidad.

Ferdian ignoró a Rudian.

Recogió su cabello con una goma que llevaba en la muñeca, mientras decía con calma:

—Thiel, cuando usas tu habilidad, lo que tienes que hacer es imaginarlo en tu mente.