⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

¿Será que se confundió?

Podría haberse confundido. El espacio dimensional de Ian era tan oscuro que, para alguien no acostumbrado a la oscuridad, era imposible ver incluso lo que estaba justo enfrente.

Por lo tanto, es posible que haya malinterpretado los adornos o los flecos.

Sí, probablemente lo vio mal. Thiel asintió con la cabeza.

—Vamos a entrar, Thiel.

Ferdian envolvió suavemente los hombros redondeados de Thiel. Rudian, que los seguía, habló con una cara llena de entusiasmo.

—¡Ya tenemos solucionado el vestido! Vas a ser la más deslumbrante en la próxima Luminaria.

—Aunque no necesitas ningún vestido. Thiel es la más linda y hermosa de todos modos.

Añadió Ferdian. Thiel inclinó la cabeza, confundida, al escuchar una palabra que nunca antes había oído.

—¿Luminaria…?

—¿Nunca has estado…? Ah.

Ferdian, quien parecía perplejo, se cubrió la boca suavemente con el dorso de la mano como si acabara de darse cuenta.

En ese momento, Rudian suspiró con frustración y empujó fuertemente el hombro de Ferdian.

—Thiel solo tiene siete años. La Luminaria es un festival que se celebra cada tres años, así que, por supuesto, no ha tenido la oportunidad de asistir. ¿En qué estabas pensando?

—Ah, tienes razón.

Ferdian, que pensaba que Thiel no había asistido porque siempre había estado encerrada en Nesstian, se sintió aliviado al darse cuenta de que no había cometido un error al hablar.

Pensándolo bien, era normal que Thiel no lo supiera, ya que solo tenía siete años.

Ferdian le explicó con amabilidad.

—La Luminaria es un festival en honor al dios de la luz, Lysett. Se celebra cada tres años. Hay muchos eventos divertidos. Todos los herederos de las familias asistirán.

—Entonces, ¿podría ser que… Rowen también vendrá?

—¿Rowen? ¿Rowen Nesstian?

—Sí, quería saber si Rowen y tía Cornelia vendrán.

—Probablemente lo harán. Si mal no recuerdo, Rowen Nesstian también vino cuando tenía cuatro años, en brazos de su niñera.

La idea de volver a ver a Zender, tía Cornelia y Rowen hizo que el ánimo de Thiel decayera.

Thiel había asumido que, desde que llegó a Asterian, no los volvería a ver.

Aun así, quiero ir.

Un festival en honor al dios de la luz. ¿Qué tan grandioso sería? Thiel nunca había asistido a un festival, ni siquiera había salido de casa.

Escapar de Nesstian para llegar a Asterian fue su primera salida, y la segunda vez que salió fue para ir al templo en carruaje.

Por lo tanto, la próxima Luminaria sin duda tendría un gran significado para Thiel.

Aunque por un momento se sintió desanimada, pronto sus ojos volvieron a brillar.

Está bien, no me dejaré desanimar.

De todos modos, mientras papá, el abuelo y mis hermanos estén aquí, no podrán llevármela a la fuerza.

Incluso la tía Cornelia, que siempre la atormentaba y la odiaba, no podría molestarla esta vez.

Rudian, quien había notado rápidamente las preocupaciones de Thiel, acarició su suave flequillo y le dijo:

—¡No te preocupes, Thiel! Si alguno de ellos te molesta, este hermano mayor los quemará hasta reducirlos a cenizas.

—Quemarlos no está bien, hermano mayor…

Thiel lo detuvo.

No le gustaba Rowen ni a la tía Cornelia, pero quemarlos sería problemático… Thiel sacudió la cabeza una vez más.

—No está bien. ¿Lo entiendes?

Rudian asintió, aunque con una expresión un poco decepcionada.

—Está bien, no los quemaré. …¿Tal vez?

Al escuchar la última parte, Thiel fulminó a Rudian con la mirada. Luego, pensando que esto no estaba funcionando, tiró de la manga de Ferdian.

—¡Hermano mayor, por favor dile algo a Rudian!

—Bueno. Aunque no se puedan quemar personas, tal vez esté bien quemar un carruaje o algo así.

Ferdian lo dijo con la misma ligereza que si estuviera hablando del menú del almuerzo.

Thiel se quedó sin palabras…

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Desde que escapó de la mansión Nesstian, Thiel no se había transformado en una forma semi-animal ni una sola vez.

La primera razón era que no había necesidad de hacerlo.

La segunda razón era…

Hace mucho calor en esta casa…

La mansión Nesstian, hogar de los leopardos de las nieves, estaba situada en medio de un páramo helado donde nevaba y el viento azotaba sin cesar, por lo que la temperatura nunca subía.

Por supuesto, Thiel, debido a su pelaje más corto en comparación con los demás leopardos de las nieves, no se adaptaba bien al frío de Nesstian.

…Y por eso había muerto de manera trágica en su vida pasada.

Pero Thiel seguía siendo un leopardo de las nieves.

Tenía un pelaje más largo y grueso que los leopardos negros y podía controlar su temperatura corporal mordiéndose la cola, lo que le hacía preferir el frío en lugar del calor.

Y aquí estaba el problema.

La mansión Nesstian estaba ubicada en un desierto de nieve, mientras que la mansión de Asterian, donde vivía ahora, estaba en un territorio de clima templado todo el año.

Así que, ¡por supuesto! Para Thiel, una leopardo de las nieves, el clima era insoportable. Incluso con su pelaje corto, hacía demasiado calor.

Además, a diferencia de los leopardos de las nieves que poseían habilidades de congelación, los leopardos negros tenían habilidades de fuego.

Esto significaba que la mansión de Asterian, impregnada de la energía del fuego, era aún más calurosa que el propio territorio de Asterian.

Quizás ese era el problema.

—…¿Miau?

Thiel bajó la vista y miró sus manos. Las cicatrices en sus palmas habían desaparecido y, en su lugar, ahora había suaves almohadillas rosadas.

Thiel saltó de la cama. Se dio cuenta de que su cuerpo se sentía más liviano que de costumbre.

Rápidamente corrió al espejo y, al ver su reflejo, dejó caer la cabeza y la cola con resignación.

Frente al espejo estaba una pequeña cría de leopardo de las nieves, con las orejas y la cola caídas.

¿Por qué me transformé de repente?

Era extraño. Nunca antes se había transformado involuntariamente.

Y, por alguna razón, por mucho que lo intentara, no podía volver a su forma humana.

Finalmente, Thiel se dio por vencida y, aún en su forma semi-animal, salió al pasillo para llamar a Ria.

Pero entonces…

¿La puerta siempre ha sido tan enorme?

La pequeña cría de leopardo inclinó la cabeza con confusión. Aunque era joven, seguía siendo un leopardo de las nieves. Aunque era más pequeña que los demás, seguía siendo más grande que la mayoría de los felinos.

Así que pensó que, al menos, sería capaz de saltar y abrir la puerta…

Pero la puerta, mucho más grande de lo que recordaba, la dejó desconcertada, y la pequeña cría de leopardo se dejó caer frente a ella.

Y empezó a rascar la puerta con fuerza.

—¡Miau!

No había otra opción. Como no podía abrir la puerta por sí misma, lo único que podía hacer era rascar la puerta para llamar a alguien desde afuera.

Sin embargo, por mucho que rascara, nadie vino. Normalmente, al menos dos o tres sirvientas, incluida Ria, entraban y salían de la habitación de Thiel, así que era extraño.

Parece que hoy no es mi día…

Finalmente, Thiel desistió de rascar la puerta para llamar a alguien y, de un salto, volvió a subirse a la cama.

Decidió tirar de la cuerda que colgaba junto a la cama para llamar a las sirvientas.

—Miau…

Con un pequeño gemido, Thiel mordió la larga cuerda dorada y tiró de ella con todas sus fuerzas.

Ding.

El sonido de una campana resonó por el largo pasillo. Solo entonces Thiel soltó la cuerda y movió su cola de un lado a otro.

Poco después, Ria abrió la puerta apresuradamente y entró.

—¡Señorita! Siento haber tardado… ¿eh?

Ria abrió los ojos de par en par al ver a la pequeña cría de leopardo de las nieves tumbada en la cama y se acercó.

Sin tocar el cuerpo de Thiel de inmediato, se agachó para ponerse a su altura y preguntó:

—¿Señorita? ¿Se ha transformado?

—Miau…

Thiel sacudió la cabeza de un lado a otro. ¡No me transformé! ¡Me desperté y ya estaba así!

Sin embargo, no había manera de que Ria pudiera entender lo que Thiel intentaba decir. Thiel aún era muy joven para poder comunicarse adecuadamente en su estado de semi-transformación.

Los semi-humanos más mayores podían comunicarse con su clan incluso en su forma transformada, pero Thiel aún era demasiado pequeña para hacerlo.

¿Qué querrá decir la señorita? Ria pensó profundamente por un momento y luego dio una palmada.

Si Thiel hubiera sido la de siempre, habría revertido su transformación y expresado lo que deseaba.

Pero al verla incapaz de volver a su forma humana y moviendo sus pequeñas patas delanteras, estaba claro que no podía deshacer la transformación.

—Señorita, ¿quiere ir a ver al señor Kathus? ¿Por eso me llamó?

—¡Miau!

Thiel asintió emocionada y rápidamente se acurrucó en los brazos de Ria.

¡Sabía que me entendería!

Ria tenía una habilidad especial para entender los sentimientos y deseos de Thiel, aunque Thiel no dijera nada.

Por supuesto, no era que Ria tuviera una habilidad especial, sino que Thiel no sabía ocultar bien sus emociones.

De todas formas, Thiel pensaba que eso era una ‘habilidad especial’ de Ria. Y, como siempre, Ria no decepcionó las expectativas de Thiel.

Con una sonrisa en el rostro, Ria acarició el suave pelaje de la pequeña leoparda de las nieves que llevaba en brazos.

—Ya veo~. Qué adorable es nuestra señorita. La llevaré enseguida.

Thiel frotó su nariz contra el cuello de Ria, y cuando su pelaje suave tocó a Ria, esta soltó una pequeña risa.