⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

A Olivier se le permitió quedarse en la mansión de Asterian por un tiempo.

—¡Waaah! ¡Gracias, tío!

Aunque solo estaba cumpliendo el papel de ventilador personal para Thiel, parecía bastante satisfecha con ello.

Y Thiel…

—Ah, ho-hola, hermana…

Al día siguiente, finalmente pudo encontrarse con Olivier sin estar en su forma de bestia.

Thiel, escondida tímidamente detrás de Ferdian, saludó con cautela.

Era curioso cómo, aunque la primera vez que se encontraron ella había saltado a sus brazos, ahora se sentía incómoda al saludarla. Pero era comprensible.

Es la primera vez que me ve sin mi forma de bestia…

Thiel, que había saludado con timidez, levantó la cabeza preocupada al ver que no obtenía respuesta.

¿Por qué no responde? ¿Será que no le parezco tan linda sin mi forma de bestia…?

—¡Kyaaaa!

En ese momento, Olivier gritó tan fuerte que casi le desgarró los oídos. Ferdian y Rudian la miraron con caras de absoluto disgusto.

—¡Eres demasiado, demasiado, demasiado adorable! ¡Mucho más que en tu forma de bestia! ¡Dios mío, Thiel~!

Olivier abrazó a Thiel con fuerza. Ella, atrapada en los brazos de su hermana, sonrió tímidamente.

—Eres realmente linda, Thiel. ¿No quieres algo? Lo que sea, ¡hermana te lo comprará! ¡Solo pídelo, Thiel!

—Vamos, ya le hemos comprado todo lo que necesita.

Rudian se rió con desdén, mientras Olivier lo fulminaba con la mirada.

Oh no, están a punto de pelear otra vez…

Thiel ya estaba acostumbrada a intervenir en peleas. Era algo que siempre ocurría cuando se reunían más de tres personas.

Debo detenerlos antes de que empiecen a pelear.

Thiel apretó la mano de Olivier y, con las mejillas sonrojadas, murmuró.

—Viento, me gustaría sentir un poco más de viento fresco. Es muy agradable…

—Thiel, eres demasiado adorable… Ojalá fueras mi hermana.

Olivier suspiró con ojos llenos de amor mientras agitaba la mano.

Un enorme viento recorrió el interior de la mansión Asterian, tan fuerte que parecía una pequeña tormenta.

¿Tanto viento?

Los ojos de Thiel se agrandaron, ya que solo había imaginado una suave brisa. Ferdian chasqueó la lengua y agitó su mano.

Una llama salió de la mano de Ferdian, bloqueando el poder de Olivier. Las dos fuerzas chocaron y se produjo una pequeña explosión.

¡Boom!

Los sirvientes, atónitos, miraban una esquina del pasillo, ahora chamuscada por la explosión. Sus rostros estaban completamente desencajados.

—¿No puedes controlar tu fuerza? Thiel es pequeña, si recibe algo así, no sobreviviría.

—Oh, mi cabeza… Thiel es tan adorable que me olvidé de todo…

Olivier se rió tímidamente y agitó la mano de nuevo. Esta vez, una suave brisa acarició el suave cabello de Thiel.

—Eres realmente adorable. Si fueras mi hermana, te cargaría todos los días…

—No te preocupes, yo la cargo todos los días.

—Thiel, ¿no te gusta más estar en los brazos de tu hermana que en los de Ferdian?

Olivier y Ferdian miraron a Thiel al mismo tiempo, mientras Rudian se retiraba un paso, disfrutando de la tensión entre ellos.

Después de pensarlo un momento, Thiel abrió la boca para hablar.

—Los brazos de mi hermano son cálidos, y los de mi hermana son frescos… ambos me gustan.

Los ojos de Thiel se curvaron en una sonrisa. Al ver su sonrisa, tanto Ferdian como Olivier sonrieron también.

—¡Esto no puede ser!

Olivier se levantó de golpe. Rudian, con una expresión inquieta, preguntó:

—¿Qué pasa ahora?

—Thiel es demasiado adorable. Vamos, Thiel, salgamos. Te compraré toda la comida deliciosa que quieras.

—¿?

La expresión de Ferdian se torció de inmediato. Thiel, sorprendida, tartamudeó.

—Y-yo nunca he salido de la casa…

—¿Qué? ¿Me estás diciendo que mi tío y el abuelo te han mantenido encerrada todo este tiempo?

Olivier exclamó con asombro. Thiel, preocupada por que surgieran malentendidos sobre su abuelo y su padre, sacudió la cabeza rápidamente.

—¡No, no! Lo hicieron para protegerme. Me cuesta adaptarme a los extraños, así que no querían que me asustara.

—¡Dios, menos mal! Pensé que el abuelo y mi tío te mantenían encerrada porque eras demasiado adorable. Ya iba a ir a confrontarlos.

Aunque no era tan diferente… Ferdian y Rudian asintieron en silencio, recordando el comportamiento de Alpheus y Karthus hasta el momento.

—De todas formas, ¿nunca has salido de la casa? Vamos, conozco una pastelería que hace los mejores pasteles.

Thiel parpadeó sorprendida.

Nunca había pensado en salir de la mansión.

Había suficiente comida deliciosa en la casa, y el miedo a los desconocidos era mayor que la emoción de visitar nuevos lugares.

Pero…

Pronto habrá un festival.

Había oído que muchas personas asistirían. Así que, adaptarse a estar entre la multitud antes del festival no parecía una mala idea.

Después de pensarlo un poco, Thiel asintió con la cabeza.

—Está bien, quiero salir. Pero… ¿crees que papá lo permitirá?

—¡Claro que sí! ¡Por supuesto que lo permitirá!

Confía en tu hermana. Olivier, con una expresión orgullosa, levantó el puño en señal de determinación.

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—…

—…

Ferdian y Rudian desviaron la mirada en silencio al ver a Olivier casi rodando por el suelo.

Oh, así que ese es su método…

Thiel también se cubrió la boca para no reír.

—Tío, ¿de verdad Thiel nunca ha salido de la mansión? ¡Yo quiero llevarla afuera y comprarle un montón de cosas deliciosas!

—No, es peligroso.

Karthus lo rechazó firmemente, y Olivier, casi tendida en el suelo, no parecía darse cuenta de que era la heredera de la familia Wolfgang…

—¡Tíooo!

—Ya sabes lo que le pasó a Thiel con sus poderes —Karthus respondió con tranquilidad. 

Dado que Thiel poseía una habilidad especial, había que tener mucho cuidado con ella.

Sin embargo, no podía simplemente confiar en Olivier para sacarla al exterior. Ante la señal de Karthus, las sirvientas ayudaron a Olivier a levantarse del suelo, impidiendo que continuara rodando.

Thiel observó a Olivier un momento antes de dirigirse cautelosamente a Karthus.

—Eh… papá.

—Dime.

—Escuché que pronto habrá un festival. Pero, si sigo así, mi segunda salida será durante el festival…

—…

—En el festival seguramente habrá muchísima gente, ¿verdad? Soy muy tímida, así que puede que me asuste al ver tantas personas por primera vez. Por eso, quiero salir antes para acostumbrarme.

Al escuchar la petición de Thiel, las cejas de Karthus se alzaron ligeramente. Ferdian y Rudian aprovecharon el momento para intervenir.

—Es cierto, padre. Sería mejor que saliera antes para que se vaya acostumbrando.

—Nosotros la cuidaremos bien. No te preocupes —agregó Rudian con confianza.

Karthus reflexionó un momento.

Con Olivier, Ferdian y Rudian, podía estar más tranquilo. Sin embargo…

Podría pasar cualquier cosa.

Planeaba ser extremadamente cuidadoso hasta que pasara el festival. La mirada de Karthus se dirigió a Thiel.

Thiel lo observaba con una expresión llena de expectativa.

Finalmente, Karthus suspiró y movió la mano.

—Está bien, pueden ir. Pero deben llevar a los caballeros de Asterian con ustedes.

Dicen que ningún padre puede resistirse a su hija, y parecía que era verdad.

—¡Increíble! ¡Gracias, tío!

—¡Gracias, papá! Prometo que nos portaremos bien y estaremos seguras.

La primera en hablar fue Olivier, seguida por Thiel. 

Karthus asintió.

—No se queden mucho tiempo fuera y vuelvan pronto. Y, por si acaso, no usen sus habilidades en público.

—Sííí.

—No me preocupa Thiel, pero… sus hermanos son otra historia.

Karthus gruñó al recordar cómo Ferdian y Olivier habían quemado parte del pasillo ese mismo día.

Ferdian y Olivier rápidamente desviaron la mirada, mientras Rudian intervenía.

—No te preocupes. Yo estaré vigilándolos. Si vuelven a pelear, yo…

—Sí, claro. Sería un milagro si no te unes a la pelea. No peleen delante de Thiel. Si tienen que hacerlo, vayan al campo de entrenamiento.

Karthus acarició la cabeza de Thiel, Ferdian, Rudian y Olivier uno tras otro.

—No te preocupes, padre —respondió Ferdian con madurez. 

Karthus asintió.

—Vayan al campo de entrenamiento y lleven al menos a cinco caballeros con ustedes. Lo revisaré.

Karthus dejó esas palabras antes de irse a atender asuntos urgentes.

Thiel, emocionada por su primera salida, sonreía tímidamente entre sus hermanos mayores, quienes estaban igual de emocionados.

Voy a salir.

Cosas que nunca habría imaginado en Nesstian sucedían a diario en Asterian.

Salir al exterior…

¿Qué tan emocionante será?

Las mejillas de Thiel se sonrojaron con la emoción de su próxima aventura junto a sus hermanos.