⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Cómo ha reaccionado?

Zender preguntó lentamente. Cornelia, que estaba frente a él, respondió con una leve sonrisa.

—Aún no ha habido ninguna reacción.

—Seguro que están sintiendo que se les viene el mundo encima.

Zender habló con calma.

Tal como Asterian había anticipado, fue Nesstian quien difundió otra leyenda oculta.

Era algo que solo Nesstian podía hacer. Esa leyenda se transmitía únicamente entre dos familias del clan de los leopardos.

¿Creen que voy a hacerles un favor?

Tanto Nesstian como Asterian compartían la incapacidad de usar libremente sus poderes debido a la locura que fluía por su sangre.

Incluso en esas circunstancias, el poder de Asterian superaba completamente al de Nesstian. Si la locura se resolvía, ya nadie podría detener a Asterian.

Eso debía detenerse a toda costa.

Si el poder de Nesstian no era suficiente, entonces se tendría que recurrir a la ayuda de otras familias.

Aunque Wolfgang ya estaba del lado de Asterian, si las otras tres familias se unían, aún podrían detenerlos.

Maldita sea, si lo hubiera sabido antes…

¿Quién podría haber imaginado que un niño que no había mostrado ningún poder hasta los siete años manifestaría la habilidad de la luz tan pronto como llegara a Asterian?

Así que, en realidad, no fue culpa de Zender. Pero al mismo tiempo, sí lo fue.

Si no hubiera maltratado tanto a Thiel, el niño no habría pensado en escapar de Nesstian.

De haber sido así, la legendaria habilidad habría pertenecido a Nesstian.

Según la leyenda, Nesstian habría recuperado su poder original y se habría convertido en la familia más próspera del imperio…

—¡Maldita sea!

Zender maldijo. ¿De qué servía arrepentirse ahora? Ya todo había sucedido.

Él había difundido la ‘leyenda oculta’, transmitida a través del clan de los leopardos, a todas las familias, y ahora Asterian tendría que moverse rápidamente para proteger a esa mocosa.

Si Nesstian hubiera sido el de siempre, no habría cometido una locura tan imprudente.

Después de todo, la familia principal del clan de los leopardos era Asterian, y Nesstian estaba subordinada a ella.

Sin embargo, las cosas eran diferentes ahora.

Asterian ya ha cortado la ruta comercial con Nesstian.

¿Y no solo eso? También habían suspendido el apoyo de suministros, algo que nunca antes había ocurrido, sin importar qué conflicto surgiera entre las dos familias.

Nesstian había perdido demasiado solo por dejar escapar a esa niña, Thiel.

Y una persona que no tiene nada que perder es mucho más peligrosa que alguien que lo tiene todo.

—Lena…

Al escuchar el gruñido de Zender, Cornelia se estremeció levemente.

Zender amaba a Lena. De verdad.

Lena había sido una hija maravillosa. Hasta que ese inútil de Karthus Celeste Asterian la engañó.

Sin embargo, a pesar de lo mucho que Zender apreciaba a Lena, ella había causado un gran daño a Nesstian.

Primero al rechazar el liderazgo de la familia mientras estaba viva, y luego al dejar a una hija inútil cuando murió.

Cornelia, quien rápidamente notó que la ira de Zender se dirigía hacia Lena, soltó una risa suave.

—No te preocupes, padre.

—……

—Yo estoy aquí. Cumpliré con lo que mi hermana no pudo…

—¡Tú no sabes nada! ¡Nada!

Zender gritó. Cornelia, sorprendida por la repentina intensidad, entrecerró los ojos y dio un paso atrás.

—No sabes lo que significaba Lena para Nesstian… No sabes nada, Cornelia.

Su mirada, fría como el hielo, se dirigió hacia su hija.

Una niña que, a pesar de haber nacido con el poder del hielo, había vencido al fuego.

Tal vez la primera y última vez…

Cornelia, que había estado observando a Zender murmurar para sí mismo, apretó los labios.

El color oscuro de su labial se tiñó de un color más profundo cuando gotas de sangre empezaron a formarse.

Ya verás, padre.

Voy a demostrar que soy más útil que Lena, quien murió tan inútilmente.

Voy a demostrar que Rowen es más útil que esa mocosa, Thiel.

—Descansa…

Cornelia se dio la vuelta de golpe.

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El cumpleaños del príncipe heredero no era gran cosa.

Cuando los sirvientes preguntaron cómo debían prepararlo, Ferdian respondió con una carcajada.

—Hagan lo que sea. Es un cumpleaños que está celebrando fuera de su casa. Si pidiera que fuera ostentoso, no tendría conciencia.

Sin duda, Ferdian tenía razón. No era un banquete formal, solo una pequeña fiesta con los niños de la familia Asterian.

Sin embargo, lo que dijo sonó un poco irrespetuoso al referirse al príncipe heredero del imperio.

Afortunadamente, Iandros no se preocupaba demasiado por sus palabras.

Además, él también estaba de acuerdo con Ferdian. No quería hacer una fiesta en la mansión Asterian.

Solo quería pasar tiempo con ellos. Eso era todo.

Aun así, como era la primera fiesta entre los niños, los sirvientes de Asterian decoraron la mansión con esmero.

La mansión de Asterian ya era enorme y deslumbrante de por sí, pero ahora brillaba aún más gracias a las decoraciones de los sirvientes.

Thiel no se atrevía a salir al jardín, así que observaba desde su habitación, mirando por la ventana mientras exclamaba.

—Es… realmente hermoso. Los sirvientes de Asterian son todos muy hábiles. ¿No lo crees, Ria?

—Por supuesto, son sirvientes de Asterian. Tienen que serlo.

Ria respondió con una amplia sonrisa, y Thiel asintió.

Todos los sirvientes de Asterian eran muy hábiles.

Los cocineros, ni hablar. Los jardineros eran tan talentosos que podían revivir plantas marchitas.

Las sirvientas limpiaban los pasillos hasta que brillaban, y los caballeros patrullaban con sus relucientes armaduras.

Todo eso era increíble.

Y realmente lo disfrutaba.

Excepto el hecho de que no podía salir a verlo con sus propios ojos…

—¿Todavía tienes calor, señorita?

Ria le dijo a Thiel mientras le ponía un pequeño cubo de hielo en la boca.

Thiel tragó el hielo y asintió con la cabeza.

—Sí…

—Aún ni siquiera ha llegado el verano… esto es un problema.

A diferencia de Nesstian, donde nieva todo el año y el viento cortante sopla constantemente, Asterian tiene un clima cálido en todas las estaciones.

Por lo tanto, aunque Thiel fuera un leopardo de las nieves con pelaje corto, era inevitable que sintiera calor en este lugar.

—¿Qué vamos a hacer…? No podemos traer todo el hielo de Nesstian.

¿Eh?

Thiel abrió los ojos de par en par al escuchar el murmullo de Ria.

¿No sería un problema traer todo el hielo? Los sirvientes de Asterian cuidaban mucho a Thiel, y a veces lo demostraban de maneras bastante curiosas.

—Definitivamente no podemos hacer eso.

Ferdian apareció silenciosamente desde atrás, sonriendo con calma.

—Ah, joven amo.

Ria se apartó con cuidado del lado de Thiel. Ferdian, con naturalidad, se sentó junto a ella y tomó la taza de hielo que Ria sostenía.

—Abre la boca.

—Aaah…

Y Ferdian le puso otro cubo de hielo en la boca a Thiel.

—No podemos hacer eso. El hielo se derretiría en el camino, ¿no?

¿Esa era la razón? Las cejas de Thiel se levantaron ligeramente.

—Si se derritiera, no serviría de nada todo el esfuerzo.

Ferdian habló con naturalidad.

Parecía que no le importaba en absoluto que el problema fuera tomar algo del territorio de otra persona.

—Bueno, eso es verdad, pero…

—Espera, Thiel, algún día te regalaré el territorio de Nesstian.

¿Territorio en vez de hielo?

¿Eh…?

Thiel miró a Ria con una expresión de desconcierto. Sin embargo, Ria miraba a Ferdian con ojos brillantes.

Era como si estuviera diciendo: ‘¡Es una idea maravillosa!’. Thiel decidió que ya no valía la pena decir nada más.

—Vamos, es hora de irnos. Iandros ya ha llegado.

—¿Ya?

Los ojos de Thiel brillaron de emoción. Al mismo tiempo, dos pequeños peces dorados salieron a su alrededor, nadando en el aire.

Desde la salida de aquel día en el que comieron pastel juntos, Thiel no había podido controlar bien sus poderes.

Así que cada vez que se emocionaba, pequeños destellos de luz aparecían espontáneamente y giraban a su alrededor.

Bueno, lo entendía. Todo estaba bien.

Las luces brillantes eran adorables, y los peces nadando eran hermosos.

Y, por supuesto, su pequeña hermana con esos ojos brillantes era encantadora.

Pero entonces, ¿por qué…?

Cuando llegué yo, no reaccionó así.

Ferdian no podía evitar sentirse derrotado al ver la reacción tan entusiasta de Thiel al escuchar que Iandros había llegado.

Thiel también estaba un poco avergonzada por no poder controlar sus poderes.

—¡Ay, por qué me pasa esto! Vengan aquí, chicos.

Con una sola palabra de Thiel, las luces obedientes se acercaron a su pequeña mano.

Cuando cerró y abrió la mano, las luces que habían estado brillando en su palma desaparecieron al instante.

Al menos ahora me obedecen un poco más.

Al principio, cuando Thiel manifestó sus poderes, le resultaba difícil controlarlos.

Parecía que las luces la escuchaban, pero a la vez no.

Sin embargo, después de practicar en secreto durante varias noches, finalmente había aprendido a manejar sus poderes.

Aunque todavía no podía usarlos con la misma destreza que sus hermanos o su hermana Olivier…

Aun así, esto ya era un gran logro.

No debo apresurarme demasiado por ahora.

Thiel apretó con fuerza su mano.