⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Alpheus descendió de la carroza.
Inmediatamente después, Karthus, Ferdian y Rudian bajaron uno tras otro.
Y finalmente…
—Thiel, ten cuidado.
Thiel tomó la mano de Ferdian y bajó de la carroza con cuidado.
Todas las miradas se centraron en Thiel. La joven intentaba no temblar mientras levantaba la cabeza.
Lo primero que vio fue una extraña plataforma en el centro de la enorme plaza.
¿Qué será eso?
Había seis plataformas en total; cinco de ellas estaban decoradas con símbolos que representaban cada una de las habilidades, mientras que una plataforma estaba vacía.
En las otras cuatro plataformas, los jefes de cada familia ya estaban de pie, con los miembros de sus familias alineados detrás de ellos.
Entonces.
¡Ah!
Thiel vio a Zender Nesstian, de pie sobre la plataforma de los Nesstian.
A-abuelo.
Thiel apretó los labios, encogió los hombros y se hizo pequeña.
Fue… un reflejo automático. Una acción completamente involuntaria.
El abuso disfrazado de disciplina, junto con el abandono y el acoso que había sufrido en la familia Nesstian, habían marcado profundamente a la niña.
Aunque Thiel había cambiado notablemente desde que vivía con los Asterian, esos recuerdos horribles de los Nesstian todavía no podían borrarse por completo.
Era comprensible.
Después de todo, Thiel había muerto y regresado a la vida en Nesstian.
Sería más extraño pensar que las heridas de dos vidas se habían curado completamente en el poco tiempo que llevaba viviendo con los Asterian.
Zender la miró con ojos fríos como el hielo antes de apartar la vista bruscamente.
Detrás de él estaban Cornelia y Rowen, quienes también miraban fijamente a Thiel.
Tres pares de ojos llenos de evidente hostilidad. Thiel trató desesperadamente de no mirar hacia donde estaban los Nesstian.
En ese momento.
—¡Thiel!
Wolfgang del viento.
Olivier, que estaba de pie detrás de la plataforma, vio a Thiel y agitó la mano.
Aunque la llamada de Olivier desvió parte de la atención que estaba sobre Thiel, la niña parecía no prestarle importancia.
—Olivier.
Etienne la reprendió suavemente. Olivier hizo un puchero pero se enderezó de nuevo.
Hermana Olivier.
Thiel se echó a reír.
Hasta hace un momento, su cuerpo estaba completamente congelado como una pieza de hielo debido a los Nesstian.
Pero la voz de Olivier, la mirada cálida de Etienne y el calor de la mano de Ferdian hicieron que su tensión se desvaneciera.
Alpheus subió a la plataforma.
Karthus, Ferdian, Rudian y Thiel se colocaron cuidadosamente detrás de él.
De las seis plataformas, solo una seguía vacía; las otras cinco ya estaban ocupadas.
Todo estaba listo.
En ese momento, los caballeros de cada familia, alineados en formación, giraron la cabeza al unísono.
Desde la distancia, una carroza más grande, majestuosa y espléndida que la de los Asterian se acercaba lentamente.
Los ciudadanos del Imperio observaron la llegada de la enorme carroza en un silencio expectante, sin atreverse a emitir un sonido.
En la carroza estaba grabado claramente el emblema dorado de un león, símbolo de la familia imperial Cracion.
¡El emblema imperial!
Era la carroza que transportaba al Emperador de Cracion y al príncipe heredero, Iandros.
Poco después, la puerta de la carroza se abrió y el Emperador Wilhelm y el príncipe Iandros descendieron juntos.
Los presentes los observaban con una mezcla de reverencia, respeto y temor.
El Emperador caminó lentamente hacia la plataforma dorada que estaba en el centro de las seis plataformas.
Iandros se colocó justo detrás de él.
Es el príncipe Iandros. ¡Es él!
Qué increíblemente apuesto es…
Por todas partes, los elogios sobre la belleza de Iandros brotaban como un torrente. Esos comentarios llegaron a los oídos de Thiel, Ferdian y Rudian.
—¿No soy yo más apuesto?
Rudian preguntó, encogiéndose de hombros.
Thiel apretó firmemente la mano de Rudian con una expresión seria y le dijo:
—Eres muy guapo, hermano.
—¿Eh? ¡Gracias, Thiel!
—Pero no tanto como el príncipe Iandros.
Thiel fue muy firme en su respuesta.
Ferdian y Rudian habían heredado la impresionante belleza de Karthus y Lena, lo que los hacía los jóvenes más atractivos del Imperio, sin duda alguna.
Pero el príncipe Iandros es un poquito… diferente.
Al menos, eso era lo que Thiel pensaba.
Sus ojos se dirigieron hacia Iandros.
Había algo en él, una atmósfera inalcanzable, que sus dos hermanos no tenían… o más exactamente, Ferdian la tenía, pero Rudian no.
Rudian también era considerado inalcanzable por otros cuando estaba fuera, pero nunca había mostrado ese lado frente a Thiel, lo que hacía que su valoración fuera un poco más baja.
Los ojos cansados de Iandros, quien parecía estar abrumado por todo, se dirigieron hacia donde estaba la familia Asterian.
Thiel.
Iandros murmuró su nombre. Aunque solo fue con los labios, Thiel supo que la había llamado.
¡Príncipe Iandros!
Thiel se contuvo, resistiendo el impulso de saludarlo de inmediato.
Pero entonces.
—¿Está loco o qué?
Ferdian tenía una extraña expresión en su rostro, y Rudian también entrecerró los ojos de manera similar.
—¿Eh?
Thiel trató de entender qué les pasaba a sus hermanos, pero antes de que pudiera, el Emperador comenzó a hablar, haciéndole perder el momento.
—Luminaria.
La poderosa voz del Emperador hizo que todos guardaran silencio.
Gracias a la reliquia que amplificaba la voz del Emperador, todos los ciudadanos y caballeros reunidos en la plaza pudieron escucharle.
—Es un festival para la diosa Lysette.
Cualquier persona nacida y criada en el Imperio Cracion lo sabía perfectamente.
Por eso, no fueron pocos los que se preguntaron por qué el Emperador mencionaba algo tan obvio en ese momento.
Sin embargo, el Emperador continuó sin importar lo que pensaran.
—Por ello, hay alguien a quien debo llamar en este momento.
El rostro de Alpheus se tensó de inmediato ante las palabras del Emperador. Karthus, Ferdian y Rudian también mostraron la misma reacción. Ferdian, percibiendo instintivamente que algo estaba mal, apretó la mano de Thiel.
Thiel era la única que no comprendía lo que sucedía.
¿Qué está pasando?
Thiel miró a Ferdian, quien parecía nervioso. Ferdian estaba mirando fijamente a Iandros.
—Thiel Asterian.
En ese instante, el Emperador llamó el nombre de Thiel.
—¿Eh?
Thiel, desconcertada, abrió los ojos de par en par. Todas las miradas se dirigieron hacia ella.
Aún confundida, soltó la mano de Ferdian. Ferdian también la soltó, consciente de que Thiel debía salir pronto.
—¿Yo, yo?
—Acércate.
La voz del Emperador sonó suave.
Thiel miró a Karthus y Alpheus buscando una señal.
Cuando lo había escuchado antes, no parecía que algo así fuera a suceder…
La mano grande y cálida de Karthus se posó en su espalda. Karthus susurró suavemente para no asustarla.
—Te ha llamado, ve.
—¿Eh? Sí, está bien.
Thiel asintió y, con pasos apresurados, se acercó al Emperador.
Sentía todas las miradas enfocadas en cada uno de sus pasos.
Estaba tan nerviosa que parecía que su corazón iba a salir disparado de su pecho si abría la boca. Aun así, se esforzó por calmarse mientras se colocaba frente al Emperador.
—He oído que has manifestado la habilidad de la luz.
El Emperador miró a Thiel. Thiel levantó la cabeza lo más que pudo para encontrarse con los ojos del Emperador y asintió.
—Sí, tengo… la habilidad de la luz.
Las palabras de Thiel sumieron la plaza en un breve silencio.
Todos ya sabían que había surgido un niño con la habilidad de la luz en la familia Asterian.
Después de todo, recientemente habían circulado rumores sobre ‘otra leyenda relacionada con la habilidad de la luz’.
Sin embargo, algunos todavía consideraban que todo lo relacionado con la habilidad de la luz era solo un rumor infundado, por lo que las palabras de Thiel fueron un gran impacto para ellos.
—Entonces, debes estar presente en la ceremonia de apertura de Luminaria. Tú el pequeño leopardo de las nieves de los Asterian.
Al escuchar la expresión ‘pequeño leopardo de las nieve’, Zender Nesstian y los caballeros de Nesstian se estremecieron.
Un pequeño leopardo de nieve nacido en una familia de panteras negras. Ello tenía un gran significado para el clan de los leopardos.
Por otro lado, los caballeros de Asterian se mantuvieron orgullosos, y los miembros de la familia Asterian permanecieron tranquilos y serenos.
Un leopardo de nieve nacido entre panteras negras. A pesar de ser un híbrido imperfecto, para ellos eso no suponía ningún defecto al ser considerado un ‘leopardo de nieve’.
Thiel levantó la vista hacia el Emperador, Wilhelm.
—Muéstranos tu habilidad. Haznos saber a nosotros, a todos, que la luz ha regresado a Cracion.
La voz del Emperador resonó en toda la plaza. Y, como si quisiera dejarlo todo claro, el Emperador añadió:
—Con la luz que posees, Luminaria florecerá.
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