⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Los días pasaron volando.
Después del espectáculo de fuegos artificiales, Ferdian, Rudian, Olivier y Thiel no volvieron a salir, habiendo disfrutado de todo lo que Luminaria tenía para ofrecer.
Fue una decisión sabia.
—¿…De verdad?
Gracias a Alphius y Karthus, los niños debían ir acompañados de un gran número de caballeros dondequiera que fueran.
No era una batalla, pero resultaba sorprendente que en la capital pudieran mover semejante cantidad de tropas como escolta, y aún más que todo ese despliegue fuera solo para los niños.
Aunque, para ser exactos, era más bien para Thiel.
Cuando Rudian salió por un momento para atender un asunto, ni siquiera la cuarta parte de los caballeros de Asterian que estaban de guardia se movió.
Por supuesto, Rudian no tenía intención de andar por ahí rodeado de caballeros, pero cuando estos no se movieron, se enfadó y decidió no salir, lo que resultó en que los niños se quedaran en la mansión hasta el final del festival.
Así, en el último día del festival.
—Hoy regresamos a casa, ¿verdad?
Thiel miró a Ria, quien estaba atando su cabello con esmero, y preguntó.
A través del espejo, Ria le devolvió la mirada y le sonrió con dulzura mientras respondía:
—Sí, hoy regresarán. Los sirvientes ya han empacado todo. Una vez termine la ceremonia de clausura, podrán marcharse. ¿Te da pena irte?
—Hmmm…
Thiel se quedó pensando por un momento ante la pregunta de Ria.
Durante el tiempo en Luminaria, había compartido muchos momentos inolvidables con sus hermanos y hermanas.
Por lo tanto, aunque había cierta tristeza…
—No, no me da pena.
La niña negó con firmeza, con los labios ligeramente apretados.
—¿De verdad? Pensé que te había gustado la capital.
—Por supuesto que me gusta la capital, es un lugar maravilloso. Pero…
Thiel interrumpió su respuesta para pensar en la mansión de Asterian, ubicada en su territorio.
La inmensa y majestuosa mansión de Asterian, con su hermoso jardín, los pasillos que ahora le eran tan familiares, y su propia habitación…
La capital era fantástica, sin duda. Pero no había lugar en el mundo que pudiera superar la mansión Asterian.
Para Thiel, el mejor lugar era la mansión de Asterian. Era donde más deseaba regresar y, aunque algún día se fuera, siempre pensaría en volver.
Como si entendiera los sentimientos de Thiel, Ria dejó escapar una pequeña risa mientras continuaba peinando el cabello de la niña.
Dividió su cabello en dos trenzas y las ató con grandes lazos amarillos, resaltando aún más la ternura de Thiel.
—Listo, ya está, señorita.
Con esas palabras de Ria, Thiel, que había estado sentada tranquilamente en la cama, se levantó de un salto.
—¿Te gusta?
Ria le mostró un pequeño espejo de mano, y Thiel asintió sin dudarlo.
—Siempre me encanta. ¡Eres la mejor, Ria!
—¿De verdad? Qué alegría escuchar eso.
Thiel llevaba puesto el vestido de Estella que le había regalado Ian.
Era diferente del vestido que había usado el primer día. Este era amarillo, con muchos volantes y lazos, lo que lo hacía extremadamente adorable.
Con su cabello trenzado y los lazos a juego con el vestido, realmente parecía una pequeña muñeca.
Sosteniendo la mano de Ria con fuerza, Thiel bajó las escaleras.
—¡Thiel!
Rudian, que la estaba esperando abajo, estuvo a punto de levantarla en brazos, pero se detuvo de repente.
—…Thiel.
—¿Sí?
—Hoy estás demasiado linda. Es peligroso. Tal vez deberíamos quitarte esos lazos…
—Deja de decir tonterías, Rudian, y quítate del medio.
Ferdian, expulsando a Rudian con una tranquila advertencia, tocó suavemente los lazos en el cabello de Thiel.
—Thiel, estás realmente adorable.
—¡Gracias! ¡Tú también estás muy elegante, hermano!
Al principio, Thiel se avergonzaba cada vez que le hacían un cumplido, sin saber cómo reaccionar. Pero ahora, aceptaba los elogios con naturalidad y respondía de la misma manera.
Había aprendido a recibir y dar cumplidos mientras vivía en la mansión de Asterian, rodeada de amor.
Ese pequeño cambio hacía que los sirvientes de Asterian la vieran aún más adorable.
Hoy era el último día de Luminaria, y como Olivier tenía que asistir a la ceremonia de clausura, ya había regresado a la mansión donde se alojaba Wolfgang.
Por lo tanto, los niños no tuvieron que esperar a Olivier y subieron al carruaje.
Karthus y Alphius tomarían otro carruaje, así que los tres niños partieron.
Tan pronto como subieron, el cochero no esperó más y puso en marcha el carruaje.
Dado que Karthus y Alphius ya habían salido antes, el cochero debía apresurarse para no llegar tarde.
Thiel, sentada tranquilamente mientras sostenía su vestido, observaba el paisaje pasar rápidamente por la ventana.
Hoy se despedía de la capital.
✦ . * ˚ ✦ . * ˚ ✦
Los ciudadanos del Imperio de Cracion, las cinco familias, y las familias bajo su mando se reunieron nuevamente en la plaza.
Thiel se encontraba de pie en el podio de Asterian, mirando en dirección al Emperador.
¡Es Ian!
Había estado preocupada porque no había tenido noticias desde que se fue, pero afortunadamente su expresión parecía estar bien…
¿Eh?
Thiel entrecerró los ojos.
A simple vista, algo no andaba bien con Ian.
Ferdian y Rudian, al ver la reacción de Thiel, inclinaron la cabeza y le susurraron al oído.
—Thiel, ¿qué pasa?
—¿Eh? Es solo que el Ian-nim parece un poco extraño hoy…
Con las palabras de Thiel, tanto Ferdian como Rudian miraron hacia donde estaba Iandros Cracion en la distancia.
Ian vestía como de costumbre, pero, de manera inusual, hoy tenía una expresión aturdida y sin enfoque.
—Es verdad, se ve raro —murmuró Ferdian.
—Seguro que se encargará solo. Después de todo, él es el príncipe heredero —dijo Rudian con ligereza, hasta que una mirada de reproche de Ferdian lo hizo callarse.
Thiel, sin prestar atención a sus hermanos, seguía observando la expresión de Iandros. Su semblante estaba tan oscuro que parecía que la zona a su alrededor estaba ligeramente ensombrecida.
Todo el resto del lugar estaba iluminado por un brillante sol, pero alrededor de Ian, todo parecía inusualmente sombrío y apagado.
Como si la oscuridad lo hubiera devorado…
Thiel, preocupada, no podía apartar la mirada. Entonces Ferdian, colocando suavemente una mano sobre su pequeño hombro, le habló con amabilidad:
—Si te preocupa tanto, podemos ir a ver a Ian cuando termine la ceremonia de clausura. De todos modos, ahora no podemos acercarnos.
Thiel asintió ante las palabras de Ferdian.
Iandros estaba sentado al lado del Emperador, en su lugar como príncipe heredero, por lo que Thiel no podía simplemente ir a verlo y comprobar cómo estaba.
Sí, después de la ceremonia le preguntaré.
Así que ahora debía esperar.
Con ese pensamiento en mente, Thiel volvió la mirada hacia los líderes de las familias.
La ceremonia de clausura era más breve que la de apertura.
Mientras que la ceremonia de apertura había sido grande, ostentosa y bulliciosa, la ceremonia de clausura se desarrollaba de manera tranquila, como si intentara apaciguar y calmar a las personas tras la emoción del festival.
No sabía lo que Alphius le había dicho al Emperador, pero este no la había llamado durante la ceremonia, lo cual fue un alivio para Thiel, permitiéndole disfrutarla con tranquilidad.
Fue entonces cuando…
—¡…!
Los ojos de Thiel se encontraron con los de Zender, Cornelia y Rowen de Nesstian, que estaban al otro lado.
Por alguna razón, los ojos de Rowen estaban enrojecidos e hinchados, como si hubiera estado llorando. Era la primera vez que Thiel la veía con esa expresión, por lo que no pudo evitar mirarla con los ojos muy abiertos.
¿Qué…?
Rowen casi nunca lloraba en la mansión Nesstian.
Eso se debía a que Zender y Cornelia siempre se aseguraban de darle todo lo que quería antes de que pudiera llorar.
Pero que haya llorado…
Mientras Thiel pensaba que los ojos enrojecidos de Rowen eran algo tristes, también sintió, aunque solo un poquito, una pequeña satisfacción…
Aunque enseguida se sintió culpable por esos pensamientos, disculpándose mentalmente con Rowen por ser tan mala persona.
De cualquier manera…
Después de mirar hacia los Nesstian una vez, Thiel desvió la mirada hacia otro lado. Todavía no quería mirar demasiado tiempo hacia Nesstian.
Y así, su mirada volvió, naturalmente, al rostro de Ian…
Fue entonces cuando…
¡Boooom!
Un estruendo ensordecedor y una poderosa onda de choque barrieron la enorme plaza en un instante.
Comments for chapter "79"
MANGA DISCUSSION