⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¡Hermano!

Thiel corrió hacia Ferdian y se abrazó a él. Ferdian la levantó con facilidad, acostumbrado a sus muestras de afecto.

—Thiel, ¿por qué corres así? Te dije que no corrieras, es peligroso.

—¡Es que quería verte, hermano! ¿Tú no querías verme?

—Claro que sí, también te extrañé mucho.

Ferdian sonrió suavemente mientras acariciaba a su querida hermana menor.

—Hermano, escuché lo que el abuelo dijo sobre ti…

—¿Ya lo sabes? Eres rápida.

—Es que… yo…

—Thiel, quiero adelantarte algo: si sientes algún tipo de culpa hacia mí, no deberías.

—¿Eh…?

—El abuelo y papá me dieron la opción de elegir, y fue mi decisión. Si respetas mi elección, no deberías sentir culpa, hermanita.

La voz de Ferdian sonaba sorprendentemente madura, más allá de lo que se esperaría de un niño de once años. Thiel asintió lentamente, sin decir más.

—Por cierto, deberíamos volver pronto a Asterian, ¿no crees?

—Sí, si todo hubiera sido normal, ya deberíamos estar en Asterian…

A pesar de que todas las demás familias ya habían regresado a sus tierras, Alpheus, Karthus, Ferdian, Rudian y Thiel aún permanecían en la capital. 

Primero, se habían quedado porque Thiel se había visto envuelta en la furia de Ian, y ahora, debían atender numerosos asuntos relacionados con la designación de Thiel como la nueva líder de la familia Asterian. Esto requería de tiempo y gestiones que solo podían hacerse en la capital. Así que la familia aún no había podido regresar a Asterian y se alojaban en la residencia de la capital.

—¡Thiel!

Desde lejos, Rudian vio a Thiel y corrió hacia ella, tocándole la mejilla con un dedo.

—¡Thiel! ¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?

—¡Sí! Estoy bien. ¡Incluso cuando estuve allí dentro, me sentía bien!

—Aun así, no lo hagas nunca más. ¡Ese idiota de Ian! Para mí, eres doscientas veces más importante que él, ¿lo entiendes, Thiel?

—Sí, lo siento por preocuparlos, hermano.

—Bueno, con que lo sepas. Aunque quien realmente debería disculparse es ese tal Ian. ¡Cuando despierte, le voy a decir cosas que como príncipe jamás ha escuchado en su vida!

—Alguien parece que pronto se ganará un castigo del abuelo.

—¿Y tú qué? ¿Quién fue el que dijo que mataría al príncipe en cuanto se enteró de la marca?

Los ojos de Thiel se abrieron de par en par ante las palabras de Rudian.

—¿M-matar a alguien?

—Thiel está escuchando, Rudian. Cuidado con lo que dices.

Ferdian sonrió de forma peligrosa mientras advertía a su hermano, pero Rudian simplemente sacó la lengua.

—¿Acaso estoy mintiendo?

—¿Ferdian, de verdad dijiste algo así? ¿No fue Rudian quien lo dijo?

—Thiel…

Rudian la miró como un gatito herido. Thiel se apresuró a agitar las manos, nerviosa.

—¡No! ¡No quise decir que tú fueras tan grosero!

—¿Por qué lo niegas? Tienes razón, Thiel, Rudian tiene la lengua muy suelta.

—…

—Yo nunca diría algo así, Rudian. ¿Planeas una traición, acaso?

—Bah, ¿por qué intento siquiera hablar contigo?

Rudian entrecerró los ojos hacia Ferdian.

—Thiel, sé que adoras a este hermano tuyo, pero sería mejor que te alejaras de él. Me preocupa que te influencie mal.

—El que debería alejarse de Thiel eres tú, Rudian. No creo que lo sepas, así que te lo recordaré.

—¿Qué dijiste?

Ferdian y Rudian comenzaron a discutir, pero Thiel no hizo ningún esfuerzo por detenerlos. Había visto a Ferdian, Rudian y Olivier pelearse tantas veces que ya estaba acostumbrada.

De hecho, estas discusiones parecían más una charla amorosa entre hermanos que una verdadera pelea.

Finalmente, la discusión terminó, con Ferdian saliendo victorioso, como siempre.

—Thiel, deja a este tonto aquí y vámonos. Mañana tenemos que ir al palacio, pero antes de eso, te leeré un cuento…

—Sí.

Thiel asintió.

Mañana, iría al palacio con Alpheus y Karthus. Aunque no necesitaba el permiso del emperador para convertirse en líder de Asterian, sí requería el consentimiento de los jefes de las otras casas. Asterian no era una familia común, sino la casa líder de todas las familias hombres-bestia, por lo que necesitaban su aprobación para mantener esa posición.

Sin embargo, Thiel no entendía bien esos detalles. Solo sabía que debía ir al palacio con su abuelo y su padre.

¿Despertará mañana Ian-nim?

Después de esta visita al palacio, pasarían bastante tiempo antes de que volvieran a la capital. Thiel esperaba que Ian se despertara mañana. Mientras pensaba en Ian dormido, rezó en silencio a la diosa Lysette para que él despertara pronto.

El símbolo de pez en el cuello de Ian no dejaba de rondarle en la cabeza.

✦   　 .        *        ˚             ✦   　 .        *        ˚             ✦

—¿Qué está haciendo?

Cloud Warren Iker, jefe de la familia Iker, habló.

Su lugarteniente, Renart, inclinó la cabeza y repitió la noticia.

—En Asterian, están preparando a Thiel Asterian para convertirla en líder.

—¿Qué? ¿Por qué harían eso?

Cloud parpadeó incrédulo. Thiel Asterian solo tenía siete años. Además, según había oído, no llevaba ni un año en la familia Asterian.

—¿Han perdido la cabeza?

—…Las demás familias siguen vigilando la habilidad de la luz, ¿no será que lo hacen para dejar claro que no tienen intención de cederla a otra familia?

—¿Pero cómo? ¿Poner a una niña de siete años como líder de la familia? ¿Es que todos los herederos de esa casa han muerto?

En Asterian, el heredero natural era Karthus Celeste Asterian, quien ya estaba al mando y tenía el título de Marqués, seguido de su hijo mayor, Ferdian Asterian.

La sucesión en Asterian estaba clara: después de Alpheus, seguiría Karthus y luego Ferdian. Pero, de repente…

El sueño de Cloud de fortalecer el poder de la familia Iker casando a Thiel Asterian con su hijo, Sterling Iker, se desmoronó por completo.

Aunque, desde el principio, no tenían intención de entregar a Thiel, Cloud ya había imaginado en su mente la boda entre Sterling y Thiel.

—Y además…

—¿Además qué?

¿Qué más podía haber? Cloud creía que ya no habría nada que lo sorprendiera. Después de todo, ¿qué podía ser más impactante que entregar el liderazgo a una hija menor de siete años, ignorando a los herederos ya adultos?

Renart inclinó levemente la cabeza ante Cloud y continuó.

—Según la información que tenemos dentro del palacio, parece que Su Alteza el Príncipe heredero hizo una marca con Thiel Asterian ese día.

—¿…?

—Sí, según nuestro informante…

—¿Qué hizo?

Cloud preguntó de nuevo, atónito.

Renart se ajustó las gafas, pensando que esta situación le parecía muy familiar.

—Hicieron una marca…

—¿Quién?

—Thiel Asterian y Su Alteza el Príncipe heredero, Iandros Cracion…

—¿Qué?

Cloud sabía que Thiel había saltado a la dimensión creada por el príncipe Iandros para detener su descontrol. Algunos estaban aterrados por el poder y la valentía de Thiel para calmar la furia de Iandros, lo que provocaba que vigilaran aún más de cerca a Asterian y su habilidad de la luz.

Iker, sin embargo, se había alegrado, pensando que una chica tan capaz sería la pareja perfecta para Sterling. Pero…

—¿Qué hicieron, dices?

—Una marca…

—¿Tú crees que la marca es un juego de niños? ¿Crees que dos niños de siete y once años pueden simplemente decir ‘hagamos una marca’ y ya está? ¡¿De dónde has sacado esa información inexacta?!

Ante el estallido de Cloud, Renart inclinó la cabeza, nervioso.

—Pero según nuestro informante, parece que apareció una marca cerca del cuello de Su Alteza el Príncipe. ¡Piénselo, mi señor!

—¿Pensar en qué?

—¿Por qué de repente querrían nombrar a una niña de siete años como líder de la familia? ¡Porque ha hecho una marca con el príncipe heredero, y si entra al palacio como su futura esposa, no quieren que eso ocurra, así que están maniobrando para evitarlo!

Los ojos de Cloud se entrecerraron al escuchar a Renart.

Si esa niña entra al palacio, será mucho más accesible que ahora.

Alguien podría argumentar que el palacio es un lugar más inaccesible, pero no cuando se trata de Asterian.

La seguridad de Asterian era impenetrable, tanto que nadie había logrado infiltrar un espía allí. Todos los intentos habían fallado.

Sin embargo, si Thiel entraba al palacio…

Se separaría de su familia, que ya no la protegería…

Una niña sola en el palacio, sin su familia, sería fácil de predecir lo que podría pasar.

—De todos modos, si ha hecho una marca con el príncipe heredero, no podemos llevárnosla —No tenía sentido intentar casar a Sterling con alguien que ya había marcado a otro. En ese caso—.  Tampoco podemos permitir que ellos la tengan.

Cloud concluyó.