⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Dijiste que Thiel se va a ir a algún lugar?

—…A un lugar donde nunca amanece…

—¿A dónde?

Olivier abrió los ojos de par en par y repreguntó. Alpheus, viendo a su nieta, sonrió ligeramente y habló con calma.

—¡Cálmate! Habla un poco más bajo… ¡Me vas a romper los tímpanos!

—¿Estás loco por decir que la enviarás allí?

Olivier golpeó la mesa con fuerza y se levantó de repente. Alpheus, sacudiendo la cabeza ante el temperamento de su nieta, se excusó.

—Yo no dije que la enviaría. Fue Thiel quien dijo que quería ir…

—¿Ah, sí?

Tan pronto como escuchó que era lo que Thiel deseaba, Olivier se sentó de nuevo como un corderito y parpadeó.

—¡Si nuestra pequeña quiere ir, entonces no se puede evitar!

—Decídete, solo una cosa a la vez…

Alpheus murmuró con una voz cansada.

Pero Olivier, sin importarle, continuó mirando a Alpheus.

—¿Así que por eso esos desgraciados de Ferdian y Rudian me lo ocultaron? ¡Querían irse sin mí!

—Son tus primos.

—¡Ni de broma! ¿Cuándo parten? ¡Por supuesto, como heredera de Wolfgang, debo acompañarlos!

—Haz lo que quieras.

No tenía sentido seguir hablando; era como leerle a un lobo. No prestaba atención a sus palabras, así que ¿qué caso tenía seguir? Alpheus la miró resignado.

Aunque Olivier parecía madura cuando estaba con Thiel…

¿Es madura?

Aunque a su lado no parecía mucho más adulta… ¡en fin!

Aunque aparentaba ser mayor cuando estaba con Thiel, Olivier no dejaba de ser una niña de once años.

Por supuesto que la enviarían.

Porque necesitarían personas para proteger a Thiel. Y no podían confiar solo en los caballeros para protegerla.

Aunque Ferdian, Rudian y Olivier eran jóvenes, fuera de los líderes de sus casas, no había nadie que pudiera igualarlos en habilidades.

Aun así, me preocupa enviar a los tres…

Esos tres eran los herederos directos de sus familias.

En circunstancias normales, los habrían protegido hasta que crecieran. Nunca los habrían enviado a un lugar peligroso.

El heredero del trono, los herederos de Asterian y Wolfgang…

No podía dejar de pensar que habían asumido demasiados nombres importantes…

—¡Venga ya! ¿Cuándo se van?

—¡Estoy pensando!

Alpheus, ya cansado de la insistencia de Olivier, levantó la voz. Pero en lugar de intimidarse, ella entrecerró los ojos desafiante.

—¿En qué está pensando? ¡Seguro que está dándole vueltas a otra idea ridícula como ‘¿Será seguro enviar solo a los niños?’!

—……

—Si no hay otra opción, solo tiene que decir ‘vayan y vuelvan a salvo’, ¡y ya está!

—Sí, tienes razón…

Si iba a preocuparse, debió haberlo hecho antes de contarle a Olivier.

Alpheus asintió.

—Primero regresaremos a la región de Asterian. Necesitan prepararse, no pueden irse de inmediato.

—¿Por qué no? ¿No pueden irse ahora mismo?

—¿Crees que es tan fácil?

—¡Por supuesto que es fácil!

Alpheus reprimió las ganas de regañar a su nieta que se quejaba, y se frotó la frente mientras hablaba en voz baja.

—Ya te lo he dicho todo, así que ahora vete a jugar…

—¡De acuerdo! Pero abuelo, ¿puedo quedarme en Asterian hasta que nos vayamos?

—¿Le dijiste eso a tu madre?

—¿Cuándo he andado diciendo cosas como esas?

Olivier sonrió traviesa, sacó la lengua y salió corriendo del despacho.

Alpheus, ahora solo, la miró mientras se iba y soltó una risa.

Ahora que lo pienso, también tengo que decírselo a Etienne.

Imaginaba el escándalo que haría ella.

Quizá sería mejor pedirle a Karthus que lo hiciera…

Los pensamientos de Alpheus se profundizaron.

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—¿De verdad vas a ir con nosotros?

Rudian preguntó con una mirada que decía ‘por favor, dime que es mentira’. Ferdian, claramente molesto, giró la cabeza.

—Por supuesto, ¿quién más si no va a ir contigo? ¿Qué harías si algo le pasa a Thiel mientras no estoy?

—Thiel está más segura cuando tú no estás.

Ferdian fue directo, pero Olivier ya no estaba escuchando.

—Thiel, ¿dijiste que querías ir, verdad?

—¿Eh? Sí, lo dije… es algo que debo hacer… —Thiel respondió con cautela—. Todo esto empezó porque el abuelo quiso protegerme… Si hay algo que pueda hacer, entonces debo hacerlo yo.

—¡Qué buena actitud, eso es lo que espero de mi hermana!

—¿Quién es tu hermana?

—Pero, Thiel, recuerda algo.

Olivier ignoró completamente el comentario de Rudian y sonrió dulcemente mientras tomaba la mano de Thiel y acariciaba suavemente su dorso.

Sus adorables ojos rosados ​​miraron a Thiel, quien levantó la vista para encontrarse con los suyos.

—Si fallas, no te sientas decepcionada, ¿de acuerdo? Aunque hayas despertado tus habilidades de luz, solo tienes siete años, y hay muchas cosas en este mundo que no podrás hacer aún…

Olivier continuó con voz suave.

—La gente espera demasiado de ti. Y no tienes que cumplir con todas esas expectativas. Claro, sería genial si lo logras, pero si no lo haces…

—¿No debo sentirme decepcionada?

—¡Exacto!

Con la reconfortante y cálida voz de Olivier, Thiel sonrió.

—¡De acuerdo! Si no lo logro, no me sentiré decepcionada.

—¡Claro, claro! Si alguien se atreve a decir que está decepcionado contigo, ¡tu hermana lo hará volar hasta el fin del mundo!

Esta vez, ni Ferdian ni Rudian interrumpieron, simplemente observaron a Olivier y Thiel conversar animadamente.

Independientemente de cómo los demás vieran a Olivier, al menos para Thiel, ella era una buena hermana.

En este momento, Thiel realmente necesitaba a alguien que le dijera esas cosas.

—Si enviarlo al fin del mundo no es suficiente, lo haré estrellarse de cabeza contra el suelo… ¡Mmmf!

—¡Ya basta, ya basta!

—¿No tiene límites?

Ferdian y Rudian le taparon la boca a Olivier al mismo tiempo. Ella, con la boca tapada, sonrió y luego mordió la mano de Rudian con fuerza.

—¡Aah!

—¡Thiel, ven aquí!

Olivier, habiéndose liberado de las manos de Ferdian y Rudian, extendió los brazos. Thiel, sin dudarlo, se lanzó a sus brazos.

—Estoy tan orgullosa de ti, hermanita.

—Hermana…

—¿Por qué todos esperan tanto de ti? Nuestra pequeña apenas tiene siete años. Además, no ha pasado ni un año desde que despertaste tus habilidades. Ese tal Zender Nesstian tampoco habría podido construir un castillo de hielo a los dos años —Olivier murmuraba mientras acariciaba la cabeza redonda de Thiel. Ella, acurrucada en los brazos de su hermana, parpadeaba—. ¡La próxima vez que lo vea, le preguntaré si a los dos años podía construir un castillo de hielo! ¿Qué diferencia hay entre lo que te pidió y construir un castillo a esa edad?

Olivier seguía refunfuñando. Thiel sonrió suavemente al escucharla.

Hermana piensa que no podré hacerlo, por eso dice esas cosas, ¿verdad?

En realidad, Olivier tenía razón. Thiel solo tenía siete años, y no había pasado ni un año desde que despertó sus habilidades.

Incluso si lo que se decía en las leyendas fuera verdad, sería algo que Thiel lograría cuando fuera más grande.

Pero entonces…

¿Por qué siento… que sí puedo lograrlo?

¿Será que tenía una confianza infundada? ¿Quizás el amor y el apoyo de su familia en Asterian la hacían sentir así?

Thiel cerró los ojos por un momento y luego los abrió.

No.

No era eso.

Simplemente, lo sabía. Sabía que podía hacerlo.

Así como supo con certeza que Ferdian no la lastimaría cuando se descontroló, o como supo que Iandros no le haría daño cuando corrió hacia él.

Al no sentir miedo ni duda, pudo hablar con confianza ante el emperador.

Si es algo que debo hacer…

Entonces, lo haré.

Así que era un sentimiento difícil de explicar. Era como si una voz suave y amable le hubiera estado susurrando al oído durante mucho tiempo…

Si no lo hago yo, nadie más podrá…

Thiel murmuró en voz baja.

En ese momento, sintió como si, desde un lugar muy lejano, la persona más cálida y amable del mundo la estuviera observando y sonriendo.