⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—¿Has decidido irte de viaje?

Preguntó Karthus.

Thiel asintió con la cabeza, con las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Sí. Ahora mismo todo está un poco caótico, así que no será de inmediato, pero cuando la situación se calme un poco… he decidido ir.

Karthus se dio cuenta, una vez más, de cuánto había crecido Thiel.

Si se tratara de la antigua Thiel, habría pedido permiso para viajar con Ian.

Pero ahora ya no es así.

El viaje con Ian ya era un hecho decidido, y Thiel solo estaba informando a su padre, Karthus.

Ese cambio en su hija le provocó a Karthus una sensación agridulce.

La niña que había criado con tanto cariño seguía pareciendo una pequeña en sus brazos, pero ahora se había convertido en la cabeza de una familia y en la prometida de alguien.

Pensándolo bien, Thiel e Iandros ya tenían la edad en la que casarse no sería algo extraño.

—El príncipe heredero fue quien sugirió el viaje, ¿verdad?

—Sí.

Thiel asintió con la cabeza.

Karthus, tras escuchar su respuesta, quedó pensativo por un momento, pero luego asintió con calma y miró a Thiel.

—Dímelo el día antes de partir. Quiero despedirte cuando te vayas.

—¡Ay, papá! No vamos a ir muy lejos, solo será a un lugar cercano.

¿De verdad sería un lugar cercano?

Karthus no creía que el viaje de Thiel fuera realmente ‘cercano’.

Aunque físicamente estuviera cerca, emocionalmente estaría lejos.

Sin embargo, Karthus no expresó ese pensamiento en voz alta, sino que simplemente acarició con suavidad la cabeza de Thiel.

—Aunque solo salgas frente a la casa, los padres siempre queremos despedirnos y nos preocupamos.

Tras acariciar con ternura el cabello blanco de su hija, Karthus lentamente retiró la mano.

—Entonces, debo apresurarme a terminar mi trabajo. Si resuelvo rápidamente los asuntos de Nesstian y Asterian, podrás viajar con tranquilidad y sin preocupaciones.

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El tiempo pasó volando.

La situación caótica del Imperio Cracion se resolvió rápidamente, y el territorio de Nesstian quedó anexado a Asterian.

Además, hubo grandes cambios en el templo.

—¿El sumo sacerdote será reemplazado?

—Sí.

No solo el sumo sacerdote, sino que muchos sacerdotes también tuvieron que abandonar sus cargos.

Entre ellos, aquellos que se descubrió que tenían vínculos con Nesstian o Jay recibieron el castigo adecuado.

El templo se disculpó formalmente con Thiel por haberle impuesto una carga tan grande.

Thiel Asterian había soportado todas esas críticas cuando solo tenía entre siete y doce años.

El templo había estado presionando demasiado a una niña tan pequeña.

Aun cuando escuchó que el sumo sacerdote sería reemplazado, Thiel no sintió nada especial.

En el pasado, habría pensado: ‘¿Será por mi culpa?’, preocupándose y sintiéndose un poco culpable.

Pero ahora, ya no tenía esos pensamientos.

El templo había escuchado más las palabras de Lowen que las del dios, y ahora estaba pagando el precio por ello.

Sin embargo, tampoco pensaba que debía desaparecer por completo.

Mientras haya personas que crean en los dioses, su poder seguirá existiendo para sostener y iluminar este imperio.

Por eso, el templo no podía desaparecer completamente.

—El nuevo sumo sacerdote quiere conocerte en persona. Dijo que irá a verte cuando tengas tiempo, pero no es algo urgente, así que puedes dejarlo para después.

—De acuerdo.

Thiel asintió levemente con la cabeza.

Reunirse con el sumo sacerdote no era un asunto de gran importancia.

No era que hubiera ocurrido algo grave en el templo que requiriera su presencia, sino que simplemente quería conocerla por ser la representante del dios.

Thiel pensó que en algún momento tendría que visitar el templo y, con ese pensamiento, organizó los documentos frente a ella.

Solo quedaba uno más.

Thiel Asterian ya estaba asumiendo formalmente las responsabilidades de la familia Asterian.

Desde hace mucho tiempo, esto era algo que debía hacer yo.

Hasta ahora, la gente a su alrededor la había ayudado porque era demasiado joven y parecía difícil para ella.

Pero Thiel ya no era una niña.

Ahora tenía la edad suficiente para manejar sus propias responsabilidades.

Colocó el último documento ordenadamente junto a los demás y los observó por un momento.

Todos trataban sobre la fusión de Nesstian y Asterian.

—Ahora que lo pienso, ¿cuándo es el juicio?

—A finales del próximo mes. Su Majestad el Emperador quiere resolverlo rápido, así que se ha programado lo antes posible. ¿Tienes pensado asistir?

—Por supuesto, es un asunto que me concierne… Tendré que dejar ese día libre en mi agenda.

Karthus observó a su hija, que ya había crecido.

A pesar de haber alcanzado la mayoría de edad, aún quedaban rastros de su infancia.

Era como si Zender todavía la estuviera oprimiendo.

Sin embargo, desde el momento en que Zender fue sacado de la gran mansión de Nesstian y encerrado en la prisión subterránea, Thiel creció aún más y se convirtió en una adulta.

Ya no se preocupaba, no dudaba y tampoco sentía compasión con facilidad.

Karthus no le dijo a Thiel frases como ‘si no quieres ir, no tienes que hacerlo’.

Ese tipo de palabras solo se dicen a un niño que aún está bajo el resguardo de sus padres. No es algo que se le diga al líder de una familia.

Mientras organizaba la tinta y la pluma sobre la mesa, Thiel levantó la cabeza como si de repente recordara algo.

—¡Ah, cierto!

—¿Qué pasa?

—¿Has recibido el informe? Han llegado noticias de Jay.

Jay desapareció aquel día.

El Emperador había emitido una orden de búsqueda en todo el Imperio Cracion para capturarlo y revelar más detalles sobre la verdad, pero Jay logró escapar hábilmente y aún no había sido encontrado.

Pero finalmente, habían llegado noticias sobre él.

Thiel buscó entre la pila de documentos hasta encontrar un informe.

Karthus frunció el ceño mientras se acercaba a ella.

—Aún no lo he recibido. Como ahora eres la cabeza de la familia, el informe te llegó a ti primero. Es lo natural.

—Aun así, no esperaba que no te lo hubieran informado también. Mira esto.

Karthus tomó el informe que Thiel le entregó y comenzó a leerlo.

En él se mencionaba que se había avistado a un hombre que se creía que era Jay.

No en Asterian, sino en un pueblo remoto del territorio de Arne.

El informe indicaba que el hombre había llegado hasta allí desde los confines de la región y que su rostro se parecía al del criminal buscado en el Imperio Cracion.

Sin embargo, desapareció rápidamente, su rostro estaba ennegrecido y parecía tener dificultades para moverse.

—Un rostro ennegrecido, huh…

—Parece que es él, ¿verdad? Tal vez ha usado demasiado el poder de Orpheo y ha terminado recibiendo su maldición.

—Sí. Y si ha sido maldecido por Orpheo, su cuerpo pronto colapsará.

—Si tenemos suerte, podríamos atraparlo antes de que eso suceda…

Dado que tenía problemas para moverse, no pasaría mucho tiempo.

Y si lograban capturarlo, podrían descubrir su verdadero nombre y cómo invocar a Orpheo.

Pensando en ello, Thiel sintió que todo realmente estaba llegando a su fin.

Ya no tendría que acostarse inquieta, preocupada por lo que podría pasar.

Todas las personas que podrían haberle hecho daño a ella y a su familia estaban ahora en prisión o eran fugitivos sin refugio.

—Ahora sí… realmente casi todo ha terminado.

—Sí, solo falta atraparlo. Y no tardaremos en hacerlo. Un tipo que apenas puede moverse, ¿cuánto más podrá escapar?

Karthus inclinó la cabeza.

Thiel asintió repetidamente, de acuerdo con él.

Con una mirada afilada, Karthus observó los documentos organizados y luego a su hija, que estaba de pie frente a él.

Mientras acariciaba su barbilla, habló lentamente.

—Bien, entonces ahora…

—¿Ahora qué?

—Ahora que solo queda este asunto pendiente, puedes irte de viaje. ¿No crees?

Aunque Alpheus había renunciado por completo a su puesto, Karthus aún actuaba como líder interino, ayudando con los asuntos de la familia.

Pero como Thiel ya había resuelto los problemas más importantes, Karthus podía encargarse de los pequeños detalles restantes.

Con suavidad, puso sus manos sobre los hombros de Thiel y la empujó lentamente hacia la salida.

—¿Eh? ¡Papá!

—Creo que necesitas descansar un poco.

La voz de Karthus era suave y fluida, pero también firme.

Entrecerró los ojos y miró por la ventana.

Ahora que lo pienso, me pareció escuchar que el ‘asunto’ del príncipe heredero también se ha resuelto por completo.

Si su intuición era correcta, Iandros vendría a buscar a Thiel sin tardanza.

Después de todo, él siempre había sido así desde hace mucho tiempo.