⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

—Thiel.

—¿…Ian!?

Tal como Karthus había previsto, Iandros estaba en la mansión de Asterian.

Thiel, sorprendida, abrió los ojos de par en par y se acercó a Ian, tomándole las manos.

—¿Cómo es que has venido otra vez? ¿No estás ocupado? Siempre vienes aquí, Ian…

—No te molesta, ¿verdad? Además, ya terminé casi todo lo que tenía pendiente. Escuché que tú también has resuelto la mayoría de los asuntos urgentes, así que vine a buscarte.

Ian rodeó suavemente la cintura de Thiel con sus brazos.

Ella miró a su alrededor por si alguien los veía, pero, afortunadamente, nadie parecía prestarles atención.

Aún en los brazos de Ian, Thiel asintió con la cabeza.

—Sí, la mayoría de los asuntos importantes ya están resueltos. De hecho, pensaba escribirte una carta para hablar sobre el viaje.

—Vine en persona para que no tuvieras que molestarte en sacar el papel de carta y mojar la pluma en tinta.

—Pero a mí no me molesta escribir cartas en absoluto.

—Aun así.

Iandros le apartó con delicadeza un mechón de cabello que se había deslizado sobre la frente de Thiel.

—¿Has pensado en algún lugar al que quieras ir?

—Mmm… en realidad, cualquier sitio me parece bien… Así que aún no he decidido. ¿Y tú? ¿Tienes algo en mente?

—Sí.

Ian la miró fijamente.

—Aunque está un poco alejado de Asterian, en el sur hay un palacio de descanso para la familia imperial. No se ha usado en mucho tiempo, pero está bien mantenido, así que podríamos ir y quedarnos allí. ¿Qué te parece?

—¿Un palacio en el sur? ¡Me gusta…! ¿Hay mar cerca?

—Sí. No hay montañas, pero el mar es de un hermoso color esmeralda. Te llevaré a verlo. Si quieres, podemos subir a un bote y recoger conchas.

Iandros la hizo cosquillas suavemente, provocando que Thiel soltara una risita alegre.

—Ah, suena maravilloso… Un mar color esmeralda… Solo imaginarlo ya es hermoso. ¿Cuándo partiremos?

—El juicio es a finales del próximo mes, ¿verdad?

—Sabía que lo habías averiguado de antemano.

—Por supuesto. Sé cada detalle de cualquier asunto que te concierna. De todas formas… como habrá tiempo antes del juicio, pensé que podríamos ir antes. ¿Qué opinas?

—Me parece bien. Además, papá insistió en que debía tomarme un descanso…

Al escuchar eso, Iandros sonrió de manera significativa.

La abrazó con más fuerza y apoyó la cabeza en su hombro.

—Bien, entonces preparemos lo necesario y partamos de inmediato. Un mes será suficiente.

—¿Cuánto tardaremos en llegar?

—Con el carruaje de Wolfgang, probablemente tres o cuatro días.

—Entonces tendremos tres semanas enteras para disfrutar, ¿cierto?

—Exacto. Pasaremos tres semanas juntos, disfrutando del mar. Dos semanas serían muy poco, pero un mes entero podría hacer que las panteras negras de Asterian se molesten conmigo.

Thiel se echó a reír. Ian tenía razón. No podía ausentarse de la mansión durante un mes entero.

Ella era la líder de Asterian y, aunque en ese momento no tenía asuntos urgentes, en cualquier momento podría surgir algo.

—De acuerdo, vayamos al mar. Estoy deseando ver lo hermoso que es ese palacio.

—Yo tampoco he estado allí antes. Pero cuando escuché que existía, pensé que, si alguna vez iba, tenía que ser contigo.

—¿Querías ver ese hermoso palacio conmigo…?

—Sí. Quería verlo contigo y mostrártelo.

Las palabras de Ian hicieron que Thiel volviera a reír.

El sonido de su risa feliz resonó por todo el pasillo.

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—Thiel, que tengas un buen viaje.

Alpheus la abrazó ligeramente antes de soltarla.

Thiel asintió con la cabeza.

—No me voy tan lejos, solo es un pequeño viaje… Pero…

¿Por qué había tanta gente reunida…?

Además de Karthus y Alpheus, incluso Ferdian y las doncellas que solían cuidar de ella habían salido a despedirla.

—Parece como si fuera a irme muy lejos.

—…Te irás muy lejos.

Alpheus, sorprendido por sus propias palabras, carraspeó incómodo.

—¿Eh?

—No es nada, Thiel. Que tengas un buen viaje.

Dicho esto, dio un paso atrás.

El siguiente en despedirla fue Karthus. Miró fijamente las manos de Thiel por un largo rato antes de finalmente decirle que tuviera un buen viaje.

Ferdian hizo lo mismo.

Thiel no podía entender por qué su familia estaba actuando de esa manera.

Sabía que siempre habían sido sobreprotectores y afectuosos con ella, pero hoy se comportaban de un modo especialmente extraño.

Además, todos parecían estar mirando fijamente sus dedos…

¿Por qué me miran así? ¿Acaso tengo algo en las manos?

Pero cuando las revisó, estaban completamente limpias.

Iandros observó por un momento el ‘comportamiento extraño’ de las panteras negras de Asterian y, sin decir nada, tomó suavemente la mano de su prometida, que parecía confundida, y la ayudó a subir al carruaje.

En cuanto vieron que Thiel subía, todos los miembros de la familia Asterian dieron media vuelta y se retiraron.

Ian cubrió el regazo de Thiel con una suave manta que había preparado de antemano y cerró la puerta del carruaje.

Poco después, el vehículo arrancó suavemente.

—¿Por qué estarán actuando así? Antes no era para tanto, pero hoy se comportan de manera especialmente extraña…

—Sí, ¿por qué será…? ¿Quizás les preocupa que te vayas de viaje?

Si Thiel e Ian no estuvieran comprometidos, su reacción habría sido comprensible.

Pero ellos eran prometidos y, como pareja, no tenía nada de extraño que viajaran juntos.

Thiel miró fijamente sus propios dedos mientras recordaba el comportamiento de su familia y luego cerró la mano.

No era la primera vez que su familia actuaba de forma exagerada. Además, sabía que lo hacían por preocupación, así que no le dio más importancia.

El carruaje avanzó rápidamente.

Durante el trayecto, Thiel e Ian alquilaron una posada entera para descansar una noche y, a la mañana siguiente, retomaron su viaje.

El carruaje en el que viajaban estaba encantado con la habilidad especial de Wolfgang, por lo que el trayecto hasta el palacio de descanso no tomó demasiado tiempo. Tal como Ian había dicho, solo tardaron tres días.

El tiempo pasó rápidamente durante esas tres jornadas y, en el camino, los caballos fueron cambiados una vez.

Y, finalmente…

—¡Huele a mar…!

Thiel rió suavemente, disfrutando de la brisa marina que entraba por la ventana abierta.

Realmente podía oler el mar.

El viento salado acariciaba ligeramente los cabellos de Thiel e Iandros.

Ian, que estaba sentado frente a ella, miró por la ventana y asintió.

—Sí, parece que ya llegamos. El mar está justo frente al palacio, incluso desde el dormitorio podrás verlo.

—Si fuera una bestia acuática, podría saltar al agua desde la ventana del palacio…

—Mentira. No lo harías. La Thiel que yo conozco no es del tipo que salta directamente al mar desde una ventana.

Ambos se miraron y se echaron a reír.

Mientras tanto, el carruaje cruzó las puertas del palacio y recorrió suavemente el camino de adoquines.

Solo se detuvo cuando llegó frente a la entrada principal.

—Su Alteza, hemos llegado.

Desde fuera, un caballero imperial informó de su llegada y abrió la puerta del carruaje.

Todos los sirvientes del palacio habían salido a recibir al príncipe heredero y a su prometida.

Iandros bajó primero y, con naturalidad, extendió la mano hacia Thiel.

—Toma mi mano.

Sin dudarlo, ella tomó la suya.

Era cálida y firme, lo que hacía que sostenerla resultara agradable.

Una vez fuera del carruaje, Thiel alzó la vista para contemplar el palacio de descanso perteneciente a Krasion.

¡Vaya…!

A pesar de llamarse ‘palacio de descanso’, seguía siendo un palacio, y su tamaño era mucho mayor que el de la mansión Nesstian.

Además, estaba decorado en un estilo completamente distinto al del palacio imperial.

Ese contraste le otorgaba una belleza única, suficiente para capturar por completo la mirada de Thiel.

Mientras ella e Ian se detenían un momento para admirar el edificio, una mujer que estaba al frente de los sirvientes avanzó y se inclinó en señal de respeto.

—Soy Denis, encargada de la administración del palacio de descanso. Me aseguraré de que su estancia sea lo más cómoda posible.