⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue

⠈⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄

Si voy hasta su habitación, se crearán rumores desagradables.

Especialmente si lo descubría Marsha, la jefa de criadas, que parecía estar desesperada por desacreditar a esa mujer.

De todos modos, ¿qué le diría si la encontrara? ¿Que lo siento? Entonces, ¿en qué posición quedaría Linia?

Los pasos de Laszlo, que buscaban a Ethel, se detuvieron de repente.

Sentía su mente hecha un completo lío. Quería disculparse con Ethel, pero también quería ignorarla. Y, mezclado con todo eso, había un extraño sentimiento que no lograba entender del todo, lo cual lo hacía dudar aún más.

Haa, mejor regreso.

Finalmente, se dio la vuelta.

Además de no tener nada que decirle, sentía que buscarla en este momento también podría perjudicarla.

Aun así, su pecho seguía lleno de frustración, así que salió al patio trasero, donde estaba el campo de entrenamiento.

El viento frío del invierno se colaba por debajo de su camisa, pero, de alguna manera, se sentía refrescante.

—Haa…

Un profundo suspiro escapó de sus labios, convirtiéndose en un vaho que se disipó en el aire.

¿Qué estoy haciendo?

Mirando al oscuro patio trasero, se preguntó a sí mismo.

No había ningún problema en ser el capitán de la guardia imperial y un caballero protector del Emperador.

Reorganizar el gremio de mercenarios bajo su mando y absorberlos como una fuerza del Imperio también avanzaba sin contratiempos.

Aunque las tres familias principales, tras la caída de la casa ducal de Lancaster, parecían estar tramando algo, por ahora estaban tranquilas. Y poco a poco él iba fortaleciendo su poder para enfrentarlas cuando fuera necesario.

Si tan solo pudiera dedicarse exclusivamente a su trabajo en el palacio, no se sentiría tan frustrado ni con tantos dolores de cabeza como ahora.

Pero mantener y gestionar esta casa era algo completamente distinto.

Por esto no quería aceptar títulos ni mansiones. Cuidar de Linia ya es lo suficientemente molesto.

Chasqueó la lengua entre dientes, un sonido que escapó con frustración.

Aunque el Emperador lo había presionado, realmente podría haberse negado a aceptar el título o las tierras. Si se hubiera opuesto firmemente, incluso hasta el final.

Sin embargo, el Emperador continuó convenciéndolo con argumentos que no podía refutar.

( Debes convertirte en un modelo para los mercenarios. Los mercenarios, que han renunciado a la mitad de sus vidas, necesitan esperanza para comenzar de nuevo. )

Y no solo eso.

( Solo si te conviertes en una nueva fuerza de poder, podrás proteger a los tuyos de los otros poderes que amenazan a Calliope. Por eso estoy dándote un título tan alto. )

Era imposible resistirse a los razonamientos del Emperador.

Maldito Emperador. Su lengua es tan venenosa como la de una serpiente.

Al final, se convirtió en el nuevo poder protector que el Emperador deseaba.

Aunque todavía le faltaba mucho, al Emperador parecía no importarle en absoluto.

( Algún día aceptarás tu destino, Laszlo, así como yo no tuve más remedio que aceptar el mío. )

Recordó las palabras de Dimarcus, quien sonrió como si fueran amigos cercanos mientras decía que Laszlo no tenía madera para vivir como un noble. Pero él no podía estar de acuerdo con eso.

¿Cómo voy a aceptar algo como destino cuando ni siquiera sé qué hacer con Linia?

Aceptar esta situación como un destino inevitable era injusto.

Solo había caído en las intrigas del Emperador, cargando con responsabilidades problemáticas.

De todos modos, como no podía abandonar todo ahora, tendría que resolver las cosas paso a paso.

Tendré que buscar otra recomendación de tutor en la guardia imperial. Y dejar claro que esta será la última oportunidad para Linia. Quizás si le regalo un collar caro cuando asista a las fiestas, esas gallinas escandalosas sean más cuidadosas.

Laszlo consideró esta solución fácil como si fuera la respuesta definitiva, sin pensar en su propia posición como alguien que nunca había pisado el círculo social.

⠈⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄

—Huu…

Un hombre de mediana edad exhaló un largo humo de su cigarro, llenando de niebla la sala de estar alfombrada con un terciopelo rojo.

El contraste entre su cabello plateado y sus ojos azul claro le daba un aire frío.

Saboreando el regusto del cigarro en su lengua, comentó:

—Mmm, ciertamente tiene una calidad digna de ser de Vincove.

—Por más que se esfuercen en Van Libel o Miravar, nada se compara con los cigarros de Vincove. Personalmente, mi marca favorita es esta, Olga.

—Gracias al Marqués de Tolrain, ahora conozco un buen producto. Muchas gracias.

—No es nada. Además, los Moldiva que fuma el Marqués de Windblair también son excelentes.

Ninguno de los presentes lamentaba que un cigarro de 50 Rington se consumiera en cuestión de minutos.

Solo estaban allí los líderes y herederos de las tres familias principales del Imperio Pispera, anteriormente conocidas como las cuatro grandes casas.

Cuando el ambiente animado por la conversación sobre cigarros comenzó a calmarse, el Marqués de Tolrain introdujo el tema principal.

—Por cierto… todos saben cómo ha estado el ambiente en los círculos sociales tras el banquete de la victoria, ¿verdad?

—Ah, esas personas oportunistas nunca cambian.

—Por favor, utilicemos el término correcto. No son más que cobardes.

No hacía falta remontarse a la época del anterior Emperador. Hasta antes de que la casa ducal de Lancaster fuera aniquilada por el Emperador, el equilibrio de poder se inclinaba hacia las cuatro grandes casas.

Muchos nobles dependían más del poder de estas casas que del de la familia imperial, y entre ellas, la casa ducal de Lancaster tenía tanta influencia que incluso intentó convertirse en una verdadera familia real.

—La razón fue que la casa ducal de Lancaster cayó tan fácilmente. Esa familia, que parecía más sólida que la familia imperial, fue aniquilada por el Emperador, y todos quedaron aterrorizados.

—Fue inesperado. No pensé que serían superados tan fácilmente por las tropas de supresión, y aunque lo fueran, esperaba que resistieran al menos hasta este año…

—Exacto. Si hubieran resistido hasta entonces, ¿quién sabe cómo habría cambiado la situación?

La derrota final de la casa de Lancaster ocurrió hace aproximadamente dos meses, el 15 de octubre.

Todos creían que, si hubieran aguantado hasta finales de año, habrían podido recuperar fuerzas gracias a la ley de Asker, que prohíbe cualquier enfrentamiento durante el mes de enero.

Sin embargo, el Marqués Isaac de Winblair tenía una opinión diferente.

—¿Pero habríamos podido apoyar a la casa de Lancaster incluso si hubieran resistido hasta entonces? Llevaban la marca de la ‘traición’.

Ante esas palabras, los presentes solo emitieron un leve ‘hum’ y no respondieron.

La casa ducal de Lancaster no solo subestimó su propio poder, sino que también confió demasiado en las ‘tradiciones’.

Históricamente, cuando el poder de una casa ducal se volvía demasiado fuerte, la familia imperial reconocía su independencia. Antes de permitir que dos soles brillaran en el cielo, preferían reducir el territorio del imperio.

Sin embargo, el nuevo Emperador, Dimarcus, determinó que el intento de independencia de la casa Lancaster era un acto de ‘traición’ para restaurar la autoridad imperial que se había derrumbado durante el reinado de su padre, y los atacó.

—Cuando te marcan de ‘traidor’, es imposible tener la opinión pública a tu favor. Los riesgos de fallar son demasiado grandes.

—Por eso, en cuanto descubrieron los planes de la casa Lancaster, los etiquetaron como traidores. Además, al llamarlo traición, se justificaba cualquier represión indiscriminada.

Por eso las otras casas dudaron en tender una mano a la casa Lancaster.

Mientras dudaban, Dimarcus, con Laszlo Crises a la cabeza, aplastó por completo a la casa ducal de Lancaster.

—Subestimaron demasiado a un joven Emperador.

—El error fue menospreciarlo por haber sido un príncipe heredero que vagaba por los campos de batalla. Cualquiera que haya sobrevivido allí no sería una persona común.

Tuvieron que admitir que habían tomado a Dimarcus demasiado a la ligera.

—Pero, ¿cómo podríamos haber previsto algo tan absurdo? ¿Quién hubiera pensado que se rebajaría al nivel de un mercenario?

Ese fue el golpe más decisivo.

El Emperador no solo utilizó al ‘rey de los mercenarios’ como una herramienta desechable, sino que lo convirtió en uno de sus aliados más cercanos.

—Como nadie esperaba que el Emperador se aliara con ese hombre, no se nos ocurrió investigar el gremio de mercenarios. Fue un golpe directo por la espalda.

Todos en la sala secreta hicieron una mueca amarga.

—Se juntaron los que son iguales. No solo en acciones, sino incluso en apariencia…

—Unos animales, eso es lo que son. No se puede esperar refinamiento ni elegancia de vidas arrastradas en el campo de batalla.

Dimarcus tenía cabello negro y ojos dorados, mientras que Laszlo tenía cabello negro y ojos castaños claros. Ambos eran de gran complexión, típicos de los caballeros, y a primera vista daban una impresión similar.

—Si al menos fueran dóciles, no importaría cómo lucieran ni cuán vulgares fueran. Pero no lo son, y ahí está el problema.

Isaac señaló fríamente.

A diferencia del anterior Emperador, que era fácil de manejar, Dimarcus quería reconstruir el Imperio Pispera desde sus cimientos.

Cualquier intento de persuasión que no se alineara con su objetivo era completamente inútil.

Para las tres grandes casas que habían ignorado la ley imperial y gobernado como reyes a su antojo, Dimarcus era una espina en el ojo.

Sin embargo, al saber que Dimarcus, con Laszlo de su lado, tenía el poder suficiente para destruir a la casa Lancaster, ahora debían moverse con mucha más cautela.

—De todos modos, hay que reemplazar al Emperador. Mientras Dimarcus esté en el trono, nosotros continuaremos decayendo.

—Pero si actuamos abiertamente, solo seremos el próximo objetivo, como la casa Lancaster. Antes de que llegue el momento, debemos utilizar a los peones.

Isaac, quien escuchaba, levantó ligeramente las cejas y habló.