⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
Eve se dirigió diligentemente hacia su próximo objetivo.
Un banquete de pie, sin incluir comidas completas, era el escenario perfecto para las actividades sociales.
En esta ocasión, su objetivo era un noble ocupado degustando postres.
Se trataba del Barón Laplier, un hombre de figura robusta con inclinaciones de gourmet.
—¿Está buscando algo especial, Barón Laplier?
—¿Su Alteza, la Princesa?
—Le recomiendo estos scones oscuros. Están hechos con café, lo que les da un sabor muy peculiar.
—¿Café, dice?
El Barón Laplier, sorprendido tanto por la repentina aproximación de Eve como por la presencia del extraño homúnculo a su lado, olvidó su desconcierto y se dejó llevar por la conversación.
—Es una bebida típica de la tribu Aratika en el sur. Se elabora tostando las semillas de los frutos del cafeto y extrayéndolas en agua caliente. Su aroma y sabor son muy diferentes al té negro, pero tienen su propio encanto.
—Vaya, ciertamente este scone tiene un aroma único. Café… qué interesante.
En su vida pasada, el Barón Laplier había sido un amante apasionado del café.
En una cultura donde el té negro dominaba como la bebida principal, él se había mantenido fiel al café.
Parecía que su amor por el café era predestinado, pues con solo percibir el aroma del scone, el Barón quedó cautivado.
—Este aroma tan refinado… Necesito probar ese café. En cuanto regrese a casa, buscaré dónde conseguirlo.
—Lamentablemente, es difícil encontrar lugares que lo vendan, y lo que se consigue con facilidad suele ser de baja calidad. Por suerte, tengo algunos granos de café que adquirí hace tiempo.
—¿De verdad?
—Sí, en un momento en que me interesé en la mezcla de tés, también me adentré en el mundo del café. Los granos que tengo son de aquella época.
—¿Podría… podría darme un poco de esos granos?
—Por supuesto. Se lo diré a mi doncella. Como administrador de las finanzas imperiales, puede ingresar al palacio cuando lo desee. Pase por mis aposentos cuando le convenga. Y si hay tiempo, podríamos hablar más sobre el café.
—¡Oh, Alteza! ¡Eso es exactamente lo que deseo! ¡Nos veremos muy pronto!
Eve, satisfecha con el acuerdo, se dio la vuelta con una sonrisa.
El departamento de finanzas imperiales, encargado de la administración presupuestaria, era una de las instituciones con mayor influencia en la vida en el palacio.
Para manejar su residencia y sus asuntos domésticos, Eve sabía que necesitaría conexiones.
Además, el Barón Laplier era un hombre competente, y establecer una relación con él era claramente beneficioso.
No fue difícil para Eve ganarse el interés del Barón.
En su vida pasada, había dedicado gran esfuerzo a aprender recetas de té, así como etiqueta y técnicas de conversación, con el objetivo de dejar siempre una buena impresión en cada encuentro.
Así, mientras Eve recorría el salón con diligencia, muchos nobles comenzaron a notar el cambio en ella.
Con la protagonista de la fiesta, Rosineit, aún ausente, era natural que el interés y la curiosidad se centraran en Eve.
—Vaya, no sabía que la séptima princesa era tan sociable.
—¿Es realmente la séptima princesa? Su presencia se siente como la de una dama con una década de experiencia en sociedad.
—Hum, parece interesante lo que sucede alrededor de la princesa. ¿Por qué no intentamos hablar con ella?
—Buena idea. Además, me intriga su caballero personal…
Los rumores eran, como siempre, el motor que mantenía viva la dinámica de la alta sociedad.
El hecho de que la anteriormente inadaptada princesa tuviera un caballero personal sería sin duda un tema candente en las conversaciones por un tiempo.
Eve aceptó con agrado a los nobles que se le acercaban por simple curiosidad.
Rodeada por ellos, presentó a Michael y relató cómo había llegado a convertirse en su caballero personal a través del ritual de vinculación.
Los nobles, conocidos por su amor a los chismes, tomaron la historia y la aderezaron con sus propias interpretaciones.
—¿Dicen que recibió una orden imperial para elegir a Sir Agnito durante la audiencia matutina?
—¿Que Sir Agnito es un poderoso homúnculo que estuvo sellado durante tres años en el instituto de entrenamiento?
—¡Entonces, básicamente, el Emperador le otorgó a Sir Agnito como un regalo especial a la séptima princesa!
—Ahora todo tiene sentido. Tal vez el retraso en el debut de la princesa fue parte del plan del Emperador…
El encarcelamiento de Michael durante tres años en una prisión aérea fue reinterpretado como un hecho heroico, y el permiso de Eve para elegir un caballero personal fue exagerado como un decreto imperial de Desmond II.
Eve no se molestó en corregirlos.
Los rumores de que el Emperador le había confiado un homúnculo tan valioso, mostrando así su favoritismo, eran algo que podría usar a su favor.
Por un tiempo, Eve se encontró atendiendo a los nobles que continuaban acercándose a ella.
En ese momento, estaba conversando con un grupo de jóvenes damas de su edad, cuando una voz aguda la interrumpió.
—Por cierto, la cadena corporal que lleva Sir Agnito, ¿de qué joyería proviene? Parece un diseño de hace unos cinco años.
Era Yulia, la hija del Marqués Amelrose, propietarios de la mejor joyería de la capital.
En su vida pasada, Yulia había sido una de las que despreciaban las condiciones de la residencia de Eve, criticando sus vestidos y accesorios por no estar a la moda.
Así que ahora ataca a Michael en lugar de a mí… Aunque al final, sigue siendo lo mismo.
Eve suspiró internamente, pero en el exterior mantuvo una sonrisa radiante.
—Proviene de un taller de joyería aquí en la capital.
—¿Un taller de joyería? Ah, claro, eso lo explica. Las tendencias de la alta sociedad y las de los plebeyos suelen tener una diferencia de unos cinco años. Y ni siquiera es un diseño personalizado.
Yulia, sintiendo que había encontrado un punto débil, dejó que sus ojos verdes brillaran con satisfacción.
Estas confrontaciones solían derivar en competencias de gusto y estilo.
Eve, siendo consciente de sus propias limitaciones, sabía que en términos de moda no tenía muchas posibilidades contra Yulia.
En ese caso, tendré que elegir bien mis palabras.
La sonrisa de Eve se hizo aún más radiante.
—Lamentablemente, no tuve suficiente tiempo antes del banquete, así que no hubo más remedio.
—Aun así, es un hecho que Su Alteza descuidó el primer atuendo de su caballero directo, ¿no es cierto?
—La crítica de la señorita es severa, pero acertada. Quería ofrecerle lo mejor a Sir Agnito, pero solo pude darle lo mejor que tenía a mi alcance. Así que entiendo que pueda considerarlo como descuido.
—¿Lo mejor? ¿Una ornamentación dorada pasada de moda?
—Permítame mostrarle de cerca, señorita Amelrose. La cadena dorada decorada con topacios, granates verde oliva y peridotos, formando un diseño como enredaderas de joyas, ¿no es una obra hermosa?
—Volviendo cinco años atrás, esa evaluación sería posible.
En ese momento, la mirada de Eve no se centraba en Yulia, quien seguía hablando, sino en las otras jóvenes a su alrededor.
—Aunque no fue hecho a medida, me agrada cómo los colores parecen representar mi cabello y mis ojos. Es como si… Sir Agnito estuviera atado a mí.
—¡Oh, Alteza, qué comentario tan atrevido!
Las lecciones de persuasión que Eve había aprendido de los príncipes en su vida pasada estaban resultando bastante útiles en esta ocasión.
Un comentario ligeramente insinuante pero ingenioso se percibía como una muestra de astucia.
Las jóvenes a su alrededor estallaron en carcajadas.
Ante el repentino cambio de humor, Yulia quedó desconcertada. Eve no dejó pasar la oportunidad.
—¿Qué le parece? ¿No está de acuerdo conmigo, señorita Amelrose? Ah, pero no observe demasiado directamente a mi caballero.
—¿Q-qué?
—Es una broma, señorita.
Las risas de las jóvenes resonaron tanto que incluso quienes estaban lejos en el salón se giraron a mirar.
El rostro de Yulia se tiñó de rojo tras ser objeto de burla.
Es más ingenua de lo que pensaba.
Eve consideró que esa pequeña venganza era suficiente.
No tenía intención de provocar un gran enfrentamiento con la preciada hija del Marqués de Amelrose.
Con un gesto de reconciliación, ofreció un jugo mientras lanzaba un comentario amistoso.
—La perspicacia de la señorita Amelrose es conocida en toda la sociedad. En algún momento, me gustaría tener una larga conversación con usted para aprender de su experiencia.
En los círculos sociales, cuando alguien decía ‘en algún momento’, generalmente significaba que esa oportunidad jamás ocurriría.
Yulia lo habría entendido perfectamente.
Eve esperaba escuchar un cumplido vacío en respuesta.
Sin embargo, Yulia, con el rostro enrojecido, respondió tras beber un sorbo de jugo.
—Con palabras tan elogiosas, no puedo evitar enviarle una invitación.
—¿…Perdón?
—Para evitar que Sir Agnito vuelva a usar decoraciones doradas que no le favorecen, me encargaré personalmente de ayudarle. Además, le proporcionaré una explicación completa sobre las últimas tendencias, adaptada a su nivel. Gracias por el jugo. Ahora, con su permiso, Alteza.
—Ah, claro… Cuídese, señorita Amelrose.
Eve, al quedarse sola, no pudo ocultar su desconcierto.
Fue Michael quien la sacó de su ensimismamiento.
—Así que tiene una preferencia por encadenar a otros.
—…No es necesario que tome en serio mis comentarios sociales, Sir Agnito.
Eve desvió la mirada del persistente interés que percibía a través del antifaz de encaje de Michael.
En ese momento, él le susurró con urgencia al oído.
—El Cuarto Príncipe y el Quinto Príncipe se están acercando desde las cinco en punto.
Ah, con razón he sentido miradas incómodas todo este tiempo.
Los miembros de la familia real, que no veían con buenos ojos la actividad de Eve en el salón, comenzaban a congregarse a su alrededor.
Si permanecía allí, sería imposible evitar enfrentamientos innecesarios.
—¿Puedo salir sin cruzarme con ellos?
—En dirección a las dos en punto.
Michael giró ligeramente a Eve, protegiéndola con su presencia mientras la escoltaba.
Es como si estuviera siendo protegida.
De repente, Eve tomó conciencia de que Michael era su caballero directo.
—¡Eve!
Haciéndose la desentendida, Eve ignoró el llamado del Cuarto Príncipe mientras se escondía entre los nobles.
Con pasos rápidos, se abrió camino entre los grupos de la aristocracia.
Comments for chapter "27"
MANGA DISCUSSION