⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
Michael, espera.
El primer día de haber establecido una relación como caballero directo y su señor, Michael mostró rechazo hacia la ceremonia de juramento de lealtad que obligaba a todos los miembros de la realeza a someterse.
En ese momento, Eve le prometió protegerlo con todo su esfuerzo como princesa.
Y aún recordaba la sonrisa confiada que Michael le mostró entonces.
No podía permitirse llegar tarde.
Para evitarlo, lo más urgente era escapar de la mesa de té, donde estaba rodeada por las demás princesas.
En la mesa, justo habían comenzado a debatir sobre el tedioso tema de las cantidades de extracción de piedras mágicas.
La conversación estaba liderada por Aisel y Brigitte.
—Creo que aumentar la cantidad de homúnculos trabajando en las minas es la forma más efectiva. ¿No podríamos ajustar los estándares de clasificación de los homúnculos para incrementar la cantidad de los de rango inferior?
—Es una buena idea, Aisel. No hay mejor opción a corto plazo. Pero también debemos considerar una solución a largo plazo. La razón principal de la disminución en la producción es que la mina de Galamuth, nuestra mayor fuente de piedras mágicas, está prácticamente agotada.
—Entonces, en lugar de incrementar la fuerza laboral, es necesario encontrar nuevas minas para explotar.
—Un momento. Las piedras mágicas se forman cuando el cuerpo de un dragón mágico se cristaliza, ¿verdad? ¿Estás sugiriendo que enfrentemos una cacería de dragones mágicos?
—Exacto. Creo que debemos aumentar la cantidad de homúnculos de rango medio que participen en las cacerías. Si es necesario, incluso podríamos movilizar sin reservas a los de rango superior para una operación masiva.
La conversación era justo como Eve esperaba.
Un debate teórico y frío sobre el sacrificio de los homúnculos, lleno de entusiasmo.
Están haciendo todo lo posible para retenerme aquí.
No cabía duda de que quien había preparado esta situación para molestar a Eve era Brigitte.
Por mucho que lo pensara, parecía imposible salir de esa reunión sin levantar sospechas.
Siendo así, no tenía sentido reflexionar más.
La mejor opción era causar un problema dentro de lo manejable.
Simplemente, la dormiré.
Fue una decisión audaz, pero Eve no vaciló.
Después de todo, ¿de qué servía aprender magia si no la usaba en momentos como este?
Además, se trataba de Michael, lo cual significaba que no era momento de escatimar en medios o métodos.
Lo único positivo en este momento era que las hermanas mayores, la Primera y la Segunda Princesa, no parecían muy satisfechas con el aburrido tema de conversación.
Las hermanas mayores no son cómplices. Entonces, solo necesito encargarme de la cabecilla.
Eve fingió saborear el té mientras ocultaba sus labios detrás de la taza y comenzó a recitar un hechizo.
Su objetivo era Brigitte.
Al principio, había considerado usar el hechizo sobre Roxandra, la anfitriona habitual del té. Sin embargo, si Brigitte despertaba a Roxandra con magia después de que Eve la durmiera, todo sería en vano, así que cambió de objetivo.
El problema era cómo dormir a Brigitte, cuya destreza la había llevado a asegurarse el puesto de princesa heredera en su vida anterior.
A sus 23 años, Brigitte ya había obtenido un título en magia avanzada.
La inmunidad a la magia mental depende tanto de la fuerza mental innata como del nivel de entrenamiento mágico, por lo que era probable que su resistencia a la magia mental estuviera a la altura de su grado académico.
Un simple hechizo de sueño, que es magia de bajo nivel, no funcionará en ella.
Sin embargo, Eve no se dejó intimidar.
Había regresado en el tiempo con todas las habilidades que había logrado en su vida anterior.
Aunque solo había vivido hasta los 25 años, no había pasado esos años de forma ociosa, sino que había alcanzado el nivel de magia avanzada.
Además, Eve era una especialista en magia práctica, lo que le daba una habilidad excepcional para combinar múltiples hechizos y aplicarlos en la vida diaria.
Si lanzo tres hechizos de debilitamiento mental de nivel avanzado y luego uso el hechizo de sueño, debería funcionar.
Esperó pacientemente mientras Brigitte, apasionada, explicaba la necesidad de la cacería.
Un momento en el que alguien está distraído o pierde la compostura es el mejor para lanzar magia mental.
—Será una operación masiva. Si tiene éxito, podremos garantizar un suministro estable de piedras mágicas durante los próximos 200 años. Por ese beneficio, sacrificar mil vidas de homúnculos es… uuuh.
—¿Hermana Betty…?
—Ah, ¿en qué estaba…?
—¿Qué te ocurre? ¿Te sientes mal?
Aisel preguntó con preocupación, y Brigitte se estremeció.
Brigitte miró a su alrededor, luchando contra el sueño que intentaba apoderarse de ella.
Finalmente, sus ojos se encontraron con los de Eve, que sostenía su taza de té.
Los ojos azules de Brigitte se agrandaron al máximo, tratando de resistir el sueño.
Al darse cuenta de lo que sucedía, abrió la boca para recitar un hechizo de protección.
Ya es tarde.
Eve rompió el escudo mental de Brigitte con un hechizo de anulación que ya había preparado de antemano.
El momento fue perfecto.
—¡Tú…!
Brigitte no logró siquiera expresar su exclamación completa.
Su cuerpo se desplomó sobre la mesa con un ruido sordo.
—¿Qué, hermana?
—¡Hermana Betty!
Aisel y Hessia, tan sorprendidas que olvidaron mantener la compostura, alzaron la voz.
Aisel era la princesa que lideraba el debate junto con Brigitte, y Hessia era su hermana de sangre, por lo que era evidente que ambas eran cómplices en esta situación.
Eve decidió aprovechar la oportunidad y también dormir a las dos princesas.
En el momento en que perdieron su compostura, lanzó el hechizo de sueño, y en un abrir y cerrar de ojos, sus ojos perdieron el enfoque.
Otro ruido sordo resonó.
Los sonidos irregulares de la respiración de Brigitte, Hestia y Aisel llenaron la sala.
—¿Qué? ¿Eh? ¿Qué está pasando?
Las princesas, confundidas, parpadearon sorprendidas.
Eve, con calma, se levantó de su asiento y fingió examinar el estado de Brigitte y las otras dos princesas.
Las tres, después de gritar de sorpresa, habían caído dormidas con la boca abierta.
Con amabilidad, Eve les cerró la boca para evitar que salieran babas y dijo:
—Vaya, parece que el tema del debate era tan aburrido que se quedaron dormidas. La hermana Betty debe de estar agotada últimamente con las gestiones del proyecto de delegación imperial. Es una pena, pero creo que lo mejor será terminar aquí el té de hoy.
—Oh… ¿Sí? ¿Eso crees?
Roxandra, que estaba medio dormida, aceptó la sugerencia de Eve sin dudarlo.
—Hermana Roxandra, tengo un asunto urgente que atender. ¿Podría retirarme primero?
—Por supuesto, adelante.
—Gracias.
Eve hizo una leve reverencia, lo justo para cumplir con las formalidades.
Con eso bastaba.
De inmediato, cruzó la sala con pasos amplios.
En ese momento, Roxandra y Roseneit, desconcertadas, llamaron a Eve.
—¿Eve? ¿No ibas a salir?
—Hermana, la puerta está en la dirección opuesta…
Ignorándolas por completo, Eve caminó hacia el balcón. Colocó una mano sobre la barandilla y saltó desde el cuarto piso.
—¡Kyahhh!
El agudo grito de Roseneit resonó en el aire.
Pero Eve no se inmutó y activó su hechizo de vuelo.
En un instante, aterrizó suavemente sobre el jardín, como si fuera una pluma.
¿Cómo esperan que salga por la puerta cuando estoy tan apurada?
Toda la serenidad que había mostrado hasta entonces no era más que una actuación elaborada.
La impaciencia que sentía no le permitió resistirse a la tentación del balcón abierto.
Desde el jardín, escuchó el sonido de un cuerno imitando el canto de un pájaro.
No tardó en encontrar a Hugh, su joven asistente.
—Hugh.
—¡Su Alteza!
El joven noble corrió hacia ella.
—¿Dónde está Michael?
—Estaba en la arena, pero después entró al jardín del norte, acompañado por dos homúnculos. Parecía que esos dos lo estaban llevando a la fuerza. Pensé en seguirlos, pero decidí correr hacia usted primero, Su Alteza.
—Hiciste bien. Ahora informa a Sedella de lo que ocurre y regresa a mi residencia. Todos deben estar listos para lo que venga.
—¡Entendido, Su Alteza!
Eve recitó un hechizo y saltó alto en el aire.
¡Shiiik!
Dado que el uso de magia de teletransportación estaba prohibido dentro del palacio, tuvo que depender de su habilidad de vuelo para desplazarse.
Mientras volaba hacia la Arena Coloso, los golems de vigilancia flotando en el aire se acercaban y se alejaban de ella intermitentemente.
Me llevaré uno.
Eve atrapó a uno de los golems de vigilancia y lo escondió dentro de la manga larga y decorada de su vestido.
No tardó mucho en localizar a Michael.
Había un grupo de seis golems de vigilancia girando en círculos en el aire, bloqueados por una barrera que les impedía continuar.
Eve aterrizó suavemente sobre la cima de la barrera mágica que rodeaba el bosque protector.
Inmediatamente cerró los ojos y concentró su mente.
Con una mezcla de urgencia y rabia hacia Brigitte, golpeó el suelo con fuerza con su pie derecho.
¡Crash!
El tacón de su zapato se hundió sin piedad en la barrera.
La superficie, tan dura como la cáscara de un monstruo, comenzó a agrietarse.
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