⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
—¡Hah!
Stephania y Derick quedaron impactados, y pronto sus frentes se llenaron de sudor frío.
Eve se volvió hacia Michael.
Desde el momento en que Eve había aparecido, Michael no había apartado la mirada de ella ni un segundo, manteniendo sus ojos fijos en su figura.
Eve tomó la larga espada, aún clavada en el suelo junto a los pies de Michael, junto con su funda.
Sosteniendo la pesada espada con ambas manos delicadas, se dirigió a Michael.
—Un caballero no debe separarse de su espada.
—Mis disculpas, Su Alteza.
—Tómala.
—Sí.
Eve le extendió la espada, asegurándose de que el mango apuntara hacia Michael.
Michael la tomó, y pronto el peso de la espada pasó completamente a él.
Sin embargo, Eve no soltó la funda que sostenía.
—Caballero Agnito.
—Sí, Su Alteza.
—He aprendido algo profundamente importante durante mi tiempo en el palacio.
—¿Qué sería?
—Que dentro del palacio, el conflicto nunca cesa. Y que no puedes evitarlo ni considerarlo algo trivial. Estas dos cosas.
Estas eran lecciones que Eve había aprendido en su vida pasada, marcada por la tragedia, y que ahora constituían su credo en esta nueva vida.
Los ojos ámbar de Eve brillaron con intensidad bajo la luz, reflejando un destello peculiar.
En ese momento, Michael, casi hipnotizado por su mirada directa, estuvo a punto de perderse por completo en sus pensamientos.
¡Sching!
—…
Con un resonante sonido metálico, la hoja de la larga espada quedó al descubierto.
Eve había desenvainado la espada con rapidez y precisión.
Girándose para mirar al frente nuevamente, declaró:
—Esto es una orden. Derrota a los dos caballeros que osaron apuntarme con sus espadas.
—¡…!
Stephania y Derick abrieron los ojos de par en par, casi saliéndose de sus órbitas.
—¿Q-qué? ¿Qué estás diciendo?
—¡Tú… tú! ¿Qué estás haciendo?
Ni siquiera podían articular palabras de manera adecuada y balbuceaban con torpeza.
Snowret y Litver permanecieron en silencio, sus expresiones se endurecieron al instante.
Michael, consciente del cambio en la situación, dejó escapar una ligera sonrisa.
Entonces, levantó su espada nuevamente, dirigiéndola hacia Snowret y Litver.
—Obedeceré su orden, mi noble princesa.
La larga espada se envolvió instantáneamente en una luz brillante.
La técnica con la espada de Michael era única.
La luz plateada alrededor del filo estaba bordeada con un polvo más oscuro, que se esparcía delicadamente.
Parecía, dependiendo de cómo se mirara, ceniza que se desmoronaba o pétalos danzando en un remolino.
Antes de iniciar el combate, Eve se inclinó ligeramente hacia Michael y susurró en un tono bajo que solo él pudo oír:
—Evita causar heridas innecesarias durante la pelea.
—¿Heridas…?
Michael asumió que Eve estaba preocupada por la desventaja numérica de luchar contra dos oponentes al mismo tiempo.
Esto lo motivó aún más a demostrarle lo fuerte y hábil que era como caballero.
—¿Seguro que no te referías a evitar que Snowret y Litver resulten heridos, verdad?
Con una sonrisa ligera y un tono juguetón, intentó sonsacar su reacción.
Sin embargo, la respuesta de Eve no fue lo que Michael esperaba.
—Sí.
Fue una afirmación directa, como si hubiera respondido algo obvio.
Por un momento, Michael se sintió desconcertado, pero decidió que no le molestaba.
Sintió que la actitud de Eve reflejaba una profunda confianza en él.
—Es la primera orden de combate que recibo como tu caballero. La cumpliré con orgullo.
Tan pronto como terminó de hablar, Michael impulsó su cuerpo hacia adelante con fuerza, lanzándose hacia Snowret y Litver con una velocidad feroz.
¡BOOM!
—¡Kuh!
—¡Ah!
Litver y Snowret apenas lograron esquivar el primer ataque de Michael.
El filo plateado de la espada de Michael dejó una profunda grieta en el suelo vacío. Sin embargo, el impacto no fue en vano.
—¡Kyah! ¿¡Qué es esto!? ¡Mi cabello! ¡Mi vestido!
—¡Ack! ¡Puaj! ¡Puaj! ¡Tengo tierra en la boca! ¡Puaj, puaj!
Gracias a un cálculo preciso del ángulo, el ataque levantó una nube de tierra que cayó sobre Stephania y Derick.
Ambos estaban ocupados sacudiéndose el cabello y escupiendo la suciedad de sus bocas.
Mientras tanto, Michael ya había dirigido un ataque agresivo y preciso hacia Litver.
La luz plateada de su espada se movía en múltiples direcciones, creando una ilusión de ataques simultáneos.
Para Litver, era como enfrentarse a varias espadas al mismo tiempo.
—¡¿Cómo puede alguien ser tan fuerte?!
Snowret intentó usar magia para cubrir a Litver y romper el ritmo del ataque de Michael, pero fue en vano.
En el palacio imperial, el uso de magia ofensiva estaba prohibido, y además, la magia era generalmente más lenta que el manejo de una espada.
Michael prácticamente ignoró la existencia de Snowret, evadiendo o bloqueando sus ataques de contención sin mucho esfuerzo.
Michael con permiso para blandir su espada era una figura completamente diferente del Michael que solo se defendía con la funda.
¡Vaya, realmente es increíble!
Eve, que no veía a Michael en combate desde hacía tiempo, no pudo evitar quedar impresionada.
Pensar que ese hombre tan poderoso era su caballero en esta vida le provocaba una profunda emoción.
Por otro lado, Stephania y Derick tenían rostros que parecían sacados de una pesadilla.
—E-es imposible. ¡Es dos contra uno! ¿Cómo puede pelear así…? ¡Está jugando con ellos!
—¡Es un monstruo! ¡Definitivamente es un monstruo!
El comentario de Derick, llamándolo monstruo, hizo que la emoción de Eve se desvaneciera al instante.
Mostrarles el combate de Michael a personas como ellos parecía un desperdicio.
Eve se colocó deliberadamente frente a la línea de visión de Stephania y Derick, bloqueándoles la vista de Michael.
Luego, avanzó hacia ellos con pasos firmes.
Stephania, recuperando algo de su compostura, le gritó a Eve con furia.
—¡¿Qué es esto, Eve?! ¡Ordena a tu caballero que se detenga inmediatamente!
—No quiero.
—¿Q-qué…? ¿Qué…? ¡¿Qué has dicho?!
Stephania y Derick se llevaron las manos al cuello como si estuvieran a punto de desmayarse, gritando de indignación.
—¡¿Estás loca?! ¿Sabes el problema tan grande que estás causando ahora mismo?
—¡Exacto! ¡Esto no puede estar pasando a menos que intentes desafiar la autoridad de nosotros, la princesa mayor y el príncipe!
—¿Desafiar? ¿Hace calor? No entiendo de qué están hablando.
Eve les respondió con amabilidad, como si estuviera preocupada por si sufrían de insolación.
Derick, desesperado, se golpeó el pecho como si estuviera a punto de explotar.
—¡El caballero refleja a su amo! ¿Cuántos años tienes, Eve? ¿No sabes las normas del palacio imperial? ¡Un caballero personal es un confidente y representante de la realeza!
—Sí, eso es correcto.
—Entonces, ¡ordenar a tu caballero que ataque a nuestros caballeros es un desafío directo a nuestra autoridad como príncipe y princesa mayor!
Eve casi se ríe ante su tono severo y solemne.
—¿Ya lo olvidaron? El caballero personal de la princesa Nia fue quien primero apuntó su espada hacia mí.
—¡¿Qué?! ¡No, eso fue un malentendido…!
—Por supuesto. No sería bueno quedar involucrados en un intento fallido de asesinato contra un miembro de la familia real. Por eso envié al caballero Agnito para resolverlo entre ellos. Consideren esto un acto de mi generosidad para no agrandar el problema, querida hermana y hermano.
—Ugh…
Stephania y Derick no pudieron replicar; las palabras de Eve eran irrefutables.
Entonces, Eve añadió:
—Y además, las peleas deben hacerse entre oponentes del mismo nivel.
—¿Q-qué?
—Por eso, cualquier desafío contra ustedes, hermana y hermano, lo manejaré personalmente.
—¿Qué…? ¿Cómo que lo manejarás personalmente…?
Eve levantó una mano al aire y la agitó con elegancia, como si estuviera dando una orden.
De repente, el suelo bajo los pies de Stephania y Derick se hundió.
—¡Kyaaah!
—¡Aaaah!
Era un hechizo de colapso.
Stephania y Derick cayeron abruptamente en un agujero de más de dos metros de profundidad.
Desde el borde del agujero, Eve los observaba con calma.
—¡Eve!
Stephania estaba furiosa; el vapor casi salía de su nariz de tanto resoplar.
—¡¿Estás en tus cabales?! ¡¿Cómo te atreves a usar magia ofensiva en el sagrado palacio imperial?!
—No es magia ofensiva, es magia doméstica.
—¡¿Qué?! ¡¿En qué mundo esto es magia doméstica?! ¡Sé algo de teoría mágica también!
—Es verdad. Es un hechizo que se utiliza para cavar la tierra antes de plantar flores. Podríamos llamarlo ‘Nivel 1 de Magia de Jardinería’.
—¡Ah! ¡Qué desfachatez! ¡Esto es una locura!
Ignorando las quejas, Eve usó un hechizo de levitación para sentarse cómodamente en el aire.
—De todos modos, hermana, hermano, hablemos un poco.
—¡¿Esto es lo que haces cuando quieres hablar?! ¡Sácanos de aquí ahora mismo!
—Responden a mis preguntas, y los sacaré.
—¡¿Cómo puedes pensar que saldrás impune después de hacer esto?! ¡Ahhh! ¡Tengo tierra en los ojos!
—Oh, lo siento.
Eve fingió disculparse mientras daba un pequeño pisotón para que más tierra cayera sobre ellos. Por supuesto, no estaba para nada arrepentida.
—¡Tú, tú! ¡¿Cómo te atreves con mi hermana…?! ¡Puaj! ¡Tierra otra vez en mi boca!
—Oh, otra disculpa.
—¡Esto es ridículo! ¡Eve, estás completamente loca!
La respuesta de Eve fue tranquila y directa.
—Sí, ¿apenas te diste cuenta?
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