⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue

—¿Qué…?

—Por poco mi caballero personal sufre un gran daño. ¿Cree que estaría en mis cabales después de eso?

—¡…!

Al escuchar a Eve hablar sin el menor rastro de humor, Stephania y Derick se estremecieron.

En ese momento se dieron cuenta de que el ambiente que rodeaba a Eve era extraño.

La luz de contraluz hacía que la figura de Eve pareciera una sombra oscura, y solo sus ojos color ámbar brillaban intensamente mientras los miraba desde arriba.

Desde la perspectiva de Stephania y Derick, parecía como si sus ojos emitieran un resplandor penetrante.

—H-hermana, ¿has visto los ojos de esa chica…?

—¿Qué le pasa hoy? Ella no solía ser así…

—¿Será que se volvió loca de tanto encerrarse en su habitación haciendo alquimia…?

—Aun así, todo esto por simplemente reprender un poco a su caballero personal…

Eve escuchó todo.

Levantó una mano de inmediato, moviéndola nuevamente como si estuviera dirigiendo una orquesta invisible.

¡Duum!

—¡Kyaaa!

—¡Aaaah!

Una fuerza invisible aplastó a Stephania y a Derick.

Stephania cayó de rodillas y se desplomó, mientras Derick quedó en cuatro patas, con la cabeza pegada al suelo como un animal.

No quedaba ni rastro de la dignidad que se esperaba de la realeza.

—N-no puedo levantarme…

—Ugh… mi cuerpo pesa tanto… ¿Qué es esto…?

Eve les explicó con su tono habitual de amabilidad:

—Es el nivel 2 de magia doméstica de jardinería. Muy útil para compactar la tierra después de ararla.

—¡Eso es claramente magia de gravedad!

—¿Es que no temes a las consecuencias?

Eve respondió con total tranquilidad:

—¿Debería cubrirlos completamente con tierra para que no haya consecuencias?

—¡…!

Las palabras de Eve, cargadas de una seriedad palpable, hicieron que Stephania y Derick temblaran de pies a cabeza.

Se miraron entre ellos y susurraron:

—H-hermana, te lo digo en serio, esos ojos no ven nada…

—Eso parece. Será mejor no provocarla…

Finalmente, parecía que la conversación podía avanzar.

—Parece que ahora están dispuestos a hablar. ¿Por qué trajeron a Michael aquí sin avisarme?

—…

—¿Les cubro con tierra?

—¡No, no, espera! Nosotros solo… escuchamos rumores de que tu caballero personal estaba incumpliendo con sus ‘deberes de servicio’ y pensamos en darle una lección.

Eve guardó silencio durante unos tres segundos antes de preguntar para confirmar lo que había entendido:

—Entonces… ¿reprimieron a Michael porque descuidó su servicio nocturno hacia mí?

—¡Sí!

—¡Exactamente!

Stephania y Derick gritaron al unísono, con expresiones de alivio, como si finalmente hubieran sido comprendidos.

Por supuesto, Eve no compartía su alivio en absoluto.

Sus ojos color ámbar, usualmente cálidos y brillantes, ahora estaban opacos y sombríos.

Después de una breve pausa, Eve movió su mano en el aire nuevamente.

¡Fuuu!

—¡Kyaaa!

—¡Aaaah!

La tierra en los bordes del agujero comenzó a deslizarse hacia el interior.

Stephania y Derick se aterrorizaron al ver cómo la tierra comenzaba a llenar el agujero, como en un reloj de arena.

—¡P-pero ya respondimos! ¿Por qué haces esto?

—¡D-detente! ¡Por favor, sálvanos, Eve!

Eve, al parecer, no tenía intención de enterrarlos vivos realmente, pues detuvo el nivel de la tierra cuando les llegó a la cintura.

Fijó su mirada en Stephania y preguntó nuevamente:

—¿Quién les ordenó hacer esto?

—…

—Espero que no me hagan perder el tiempo. Justamente vengo de una reunión donde escuché los mismos comentarios sobre ‘servicio nocturno’.

—Entonces, ¿por qué preguntas algo que ya sabes?

—Si mi única prueba es mi intuición, no me queda otra opción que culpar por completo a los dos delincuentes atrapados frente a mí.

—¿…?

—Como pueden ver, tengo una gran habilidad en la magia doméstica de jardinería.

—¿E-esta chica está loca…?

Stephania, incapaz de contenerse, dejó escapar un insulto.

No podía aceptar la realidad de estar siendo sometida por Eve, a quien había despreciado durante tanto tiempo.

Aun así, Stephania trató de mantener su orgullo hasta el final.

—¡Eve, estás cometiendo un gran error! ¿Crees que no habrá consecuencias por haberte atrevido a atacar a Derick y a mí?

—Ah, incluso dentro de un agujero de tierra sigues dando lecciones. Nia, hermana mayor, realmente eres un modelo a seguir para las princesas mayores.

El sonido de los dientes de Stephania rechinando se escuchó claramente.

—¿Crees que estamos quietos aquí porque no podemos salir? ¡Pues no es así! Si mando llamar al caballero Wind y le ordeno deshacer la barrera, ¡los gólems de vigilancia entrarán en masa! ¡Estamos quietos porque no queremos causar un escándalo que se convierta en un rumor!

—No sabía que tú y el hermano mayor se preocuparan por cosas como esas.

—¡Claro que sí! Mi hermano menor, Derick, está en conversaciones para comprometerse con Elphis Hellenion.

—¿Ah, sí? Felicidades.

Eve aplaudió sin entusiasmo.

Stephania parecía al borde de explotar.

—¿Acaso no sabes quién es Elphis? Es la heredera de la famosa Casa Ducal de Hellenion. Así que, si Derick se casa con ella, ¡se convertirá en el futuro consorte ducal! ¡Estás atacando a alguien que será nada menos que un futuro duque!

—No sabía que el camino de nuestro hermano mayor fuera tan prometedor.

—¡Escucha seriamente!

Un compromiso con la Casa Ducal de Hellenion era ciertamente algo notable.

En términos de rango, la realeza estaba por encima de la nobleza, pero con 18 hijos del Emperador, sólo los tres primeros en la línea de sucesión recibían un trato verdaderamente digno.

El resto de los miembros de la familia real, especialmente aquellos como Eve, sin respaldo, solían tener un estatus inferior incluso al de los hijos menores de Condes.

La norma era permanecer en el palacio hasta que alcanzaran cierta edad y luego casarse o salir del palacio tras la coronación de algún hermano o hermana como nuevo Emperador.

Por eso, en el Imperio de Hadelamide, decir ‘solo un príncipe o princesa’ se utilizaba como una especie de broma.

A diferencia de los miembros sin recursos de la realeza, ser consorte de un duque o duquesa era un logro extraordinario.

Si este compromiso se concretaba, Derick sería el ejemplo perfecto de un príncipe que lograba un matrimonio exitoso.

Sin embargo, para desgracia de Stephania y Derick, en los recuerdos de Eve de su vida pasada no existía ningún ‘Consorte Ducal Derick’.

¿Acaso creen que cualquiera puede convertirse en Consorte Ducal? Además, mi objetivo es ser la heredera al trono, no una Duquesa ni mucho menos la esposa de uno.

Era lógico que Eve no mostrara interés alguno.

—¿Cómo puedes estar tan tranquila después de atacar a un futuro Consorte Ducal? ¡Y no de cualquier casa, sino de la Casa Ducal de Hellenion! Hablando de Hellenion…

Eve levantó una mano y cortó sus palabras con un gesto.

—Una familia que valora los principios y el honor. ¿Crees que una familia así aceptaría a un yerno con una personalidad desastrosa?

—¿Qué, qué…?

—Es interesante. Me pregunto cómo reaccionaría la Casa Hellenion si escuchara que el hermano mayor llevó al caballero personal de su hermana menor a un lugar apartado y lo obligó a un enfrentamiento en estado indefenso. ¿Crees que el compromiso con la señorita Hellenion seguirá adelante después de eso?

—¡….!

Stephania quedó atónita, con los ojos tan abiertos que parecía que se le saldrían, y la boca completamente abierta.

Era probable que ni siquiera cerrara la boca si le echaran tierra en ella.

—H-hermana…

Derick miró a Stephania con ojos angustiados.

Ella respiró hondo, tratando de calmarse, y habló de nuevo:

—¿Vas a decírselo a la Casa Ducal?

—Dependerá.

—Eve, ¡no me hagas reír! ¿Crees que si tú dices algo, el Duque o su hija te escucharán? ¿O siquiera se dignarán a recibirte? Eres solo una princesa sin respaldo ni conexiones, ¿de verdad crees que eso es posible?

Era una clara insinuación de que Eve debía conocer su lugar.

Incluso Eve estaba de acuerdo en que el Duque y su hija no dedicarían su tiempo a un conflicto interno de la realeza sin importancia.

Lo más probable era que lo consideraran un simple enfrentamiento entre miembros menores de la familia imperial.

Aun así, Eve sonrió con confianza.

—¿Te ríes?

Stephania sintió un mal presentimiento.

Eve habló poco después:

—Hermana Nia, por favor. ¿Quién entrega mensajes personalmente en estos tiempos?

Con una sonrisa desafiante, Eve rebuscó entre las largas mangas adornadas con encaje.

De repente, sacó un objeto plateado, del tamaño de una manzana madura.

El objeto, con una larga cola que parecía moverse como si quisiera volar, era inconfundible.

—¡U-un gólem de vigilancia!

El gólem de vigilancia que Eve había traído ya había comenzado a grabar lo ocurrido dentro de la barrera como un ‘evento inusual’.

Más tarde, un mago de nivel intermedio o superior podría infundirle magia para extraer la información directamente a su mente, convirtiéndolo en una prueba perfecta.

Eve abrazó al gólem de vigilancia como si fuera un adorable gato y habló con tranquilidad.

—Hay una forma sencilla de contactar a la Casa Ducal de Hellenion: informar a los Hadelun Times, la prensa más influyente del imperio.

—¡…!

La sonrisa de Eve era brillante, como si añadiera: ‘No se necesitan respaldos ni conexiones para eso’.