⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
El balneario público de la Casa de Comercio Luchiad finalmente abrió sus puertas.
Bañarse en una enorme piscina, en lugar de una pequeña bañera, despertó gran interés entre los ciudadanos.
El balneario era tan hermoso como un palacio de mármol, convirtiéndose en una atracción visual. Los baños de agua caliente no solo eran cómodos, sino que también resultaban excelentes para aliviar el cansancio.
Además, el jabón desechable que ofrecían a un precio económico era de tan alta calidad que impresionaba a todos los que lo usaban.
Los plebeyos de clase media en Hadelun alababan el balneario público de Luchiad, llamándolo un ‘paraíso en la tierra’.
Esta noticia incluso llegó a los titulares del periódico más popular del Imperio, el Hadelun Times, asegurando que la noticia llegara a Sedella.
—En resumen, ha sido un éxito rotundo. Algunos clientes están tan encantados con los baños que vienen dos veces al día, por la mañana y por la noche. Incluso hemos tenido que emitir boletos de espera debido a la alta demanda.
—¿Boletos de espera? Eso es impresionante.
Esto era mucho más exitoso que en su vida pasada.
—Entonces, ¿el Conde ya aumentó la producción de jabón desechable?
—Sí, Su Alteza. La calidad del jabón es tan buena que muchos clientes han preguntado si pueden comprarlo directamente. Por eso, el Conde sugirió crear una línea separada de jabones para la venta, y desea saber su opinión al respecto.
—Es algo que ya había considerado. La fábrica de pociones verdes estará mucho más ocupada.
—Ahora que el señor Raman se ha recuperado, el proceso de fabricación será mucho más eficiente.
—Eso es una gran noticia.
La recuperación de Raman justo antes del torneo de caza de bestias mágicas fue oportuna.
Eve revisó los documentos que detallaban el número de usuarios del balneario en los últimos tres días, así como el consumo de jabón desechable.
Las ganancias superaron con creces sus expectativas.
Con esos ingresos, ya podía comprar una casa adosada en el distrito más caro de la capital y mantener a dos sirvientas durante seis meses.
—Buen trabajo. Todo ha salido bien gracias a que Sedella ha estado a mi lado.
—Solo he cumplido con mi deber.
—Qué humilde. Por favor, sigue así.
—Sí, puede confiar en mí.
Eve miró los titulares de las revistas de chismes relacionadas con el balneario público y reflexionó:
Las noticias del éxito de Luchiad deben haber llegado a mi hermana Betty. Seguro está furiosa.
Pero, ¿qué podía hacer al respecto?
Al imaginar a Brigitte enfurecida mientras preparaba simples popurrís, Eve no pudo evitar sentirse satisfecha.
Eve, como siempre, dio instrucciones a Sedella. Sedella, siendo la mano derecha y asistente más confiable de Eve, tenía muchas tareas que realizar al reunirse con Anaïs, Raman y Alven.
—Cuando haya más tiempo, definitivamente le daré unas vacaciones.
En una lujosa casa adosada a nombre de Sedella, claro está.
Después de despedir a Sedella, Eve llamó a Lian. Proveniente de una familia acomodada de clase media, Lian estaba bien informada sobre las modas, rumores y la atmósfera entre los plebeyos que residían en la capital.
La información más destacada que Lian compartió estaba relacionada con las tendencias artísticas.
—Hay una obra de teatro y un musical que están causando sensación. Ambos están inspirados en Su Alteza y el caballero Agnito.
—Ugh…
Sin duda, era obra de la compañía teatral Pegaso.
—Gracias a ello, Su Alteza está ganando más notoriedad entre los ciudadanos. Incluso se ha creado una imagen de admiración hacia usted.
—Es vergonzoso, pero parece algo positivo.
La idea de que los ciudadanos estuvieran interesados en una historia de amor entre una princesa real y su caballero personal era algo que Eve no lograba comprender del todo.
—De hecho, asistí a una de esas funciones.
—¿Y cómo fue?
—El guion era un poco mejor que promedio, pero el actor principal, que también era el cantante, tenía un talento impresionante. Su actuación y canto eran tan sobresalientes que me dejó fascinada.
Algo despertó en la mente de Eve.
—¿Quién es?
—Es una joven llamada Limona Lund, de origen gitano. No sólo es increíblemente hermosa, sino que tiene una voz prodigiosa. En estos momentos, su popularidad está por las nubes. Incluso la Marquesa Sayer, una de las figuras más influyentes de la alta sociedad, la invitó a su salón, y su fama ahora también se está extendiendo entre los nobles.
Pronto podrá abrirse paso en la ópera.
La noticia del éxito de Limona alegró mucho a Eve.
Lian continuó con su informe:
—Se dice que varios nobles han querido patrocinarla, pero parece que ya tiene un patrocinador. Lo curioso es que nadie sabe quién es, ni siquiera la propia Limona —Lian añadió, con un tono algo romántico—: Un patrocinador misterioso que descubrió su talento antes que nadie… Es algo muy inspirador. De hecho, hay tanto interés en el patrocinador como en la propia Limona.
—¿De verdad?
—Sí. Hay rumores de que podría ser un plebeyo rico enamorado de ella o un gran noble que busca a un hijo perdido. En cualquier caso, gracias a este patrocinador, nadie se atreve a tratarla mal por ser gitana.
Eso es algo maravilloso para Limona.
Eve lo consideró una buena noticia. En ese momento, Lian hizo una sugerencia.
—Limona probablemente se convertirá en una de las cantantes más influyentes del mundo artístico. Debería escucharla cantar, Su Alteza. Justo tengo una invitación para la próxima fiesta en el salón de la Marquesa Sayer.
—No, asistir a un salón sería complicado para mí. Prefiero salir a la ciudad y verla actuar. Si puedes conseguir entradas para una de sus presentaciones, sería ideal.
—¿Salir? ¿Cómo lo hará Su Alteza…?
Al ver la expresión de incredulidad en el rostro de Lian, Eve sonrió levemente.
—La conocí durante mi visita al orfanato, en el mercado del festival. Pero en ese momento, no revelé mi identidad. Si aparezco de repente como princesa en el salón, sería un problema, ¿no crees?
—¡Oh, cielos!
Lian quedó sorprendida por semejante coincidencia. Pero pronto, su mente astuta comenzó a cuestionarse.
Según los rumores, Limona había comenzado a recibir apoyo justo después de su actuación en el mercado del festival. Entonces…
—¿Puedo preguntar… acaso es Su Alteza?
Aunque su pregunta era vaga, el significado era claro. Eve asintió con la cabeza.
—Ja, ja. Nuestra Lian es realmente brillante.
—¡Por todos los cielos! ¿Entonces Su Alteza es la misteriosa patrocinadora de Limona Lund…?
Lian abrió los ojos como platos.
La protagonista de los rumores estaba frente a ella. La magnitud del impacto y la admiración por el alcance de las acciones de Eve la dejaron sin palabras durante un rato.
Eve sonrió, llevándose un dedo a los labios.
—Guarda el secreto. Y mantente al tanto de cualquier noticia relacionada con Limona.
—¡Sí, por supuesto, Su Alteza!
Después, Eve llamó a Peony y Hugh. Su tarea era monitorear las actividades de los nobles.
Peony fue la primera en hablar:
—Últimamente, se corre el rumor sobre la tinta perlada que usa la señorita Amelrose.
—Parece que la señorita Amelrose se ha esforzado mucho en promocionarla.
—Sí. Los nobles que han recibido cartas escritas con esa tinta quieren conseguirla y están buscando lugares donde comprarla. Desde que se supo que usted le regaló esa tinta, hemos recibido cada vez más cartas en las que preguntan por los puntos de venta, bajo el pretexto de preguntar por su bienestar.
—Ignóralas.
—Entendido. No es correcto dar información gratis.
Peony se sintió complacida por la orden de Eve. Con una expresión satisfecha, continuó su informe.
—Algunos nobles, al no poder conseguirla, han intentado fabricar imitaciones de la tinta perlada. Sin embargo, no se comparan en absoluto con la suya.
—¿Cómo las están haciendo?
—Mezclan polvo de perlas con sal en la tinta, pero no logran reproducir el brillo adecuadamente y quedan decepcionados.
El nombre ‘tinta perlada’ había llevado a todos a pensar en perlas, pero la verdadera fuente del brillo era un mineral llamado mica, que se encuentra en el granito.
A continuación, fue el turno de Hugh, quien basándose en los recursos de información de la familia Baljamik, habló sobre los jóvenes nobles.
—Muchos nobles están proponiendo matrimonios con Su Alteza. Entre ellos, el Marqués de Limetielo es el más insistente.
—¿El Marqués de Limetielo?—
Si alguien tenía tres hijos adultos y atractivos, ¿cómo podían cortejar a Eve un día y al siguiente estar proponiendo matrimonio a Roseneit? La noticia provocó una risa irónica en Eve.
Decidió apartar sus sentimientos personales y analizar la situación.
—Roseniet es la hija favorita de nuestro padre. Seguro que planea convertirla, como mínimo, en una Marquesa, si no en una Duquesa. Actualmente, entre las Casas Ducales, no hay nadie adecuado para ella. Los herederos están ya casados o son mujeres que necesitarían esposos, no esposas. Si lo analizamos bien, el Marqués de Limetielo es la mejor opción.
—Pero hay un pequeño problema.
—¿Cuál es, Hugh?
—Parece que hay disputas sobre la sucesión del título en la familia del Marqués de Limetielo. Es posible que, en lugar del hijo mayor, Felios, sea el hijo menor, Calix, quien herede el título. Sin embargo, esto no es seguro; podría ser solo un rumor.
—Entendido, lo tendré en cuenta.
Eve ya sabía lo que ocurriría en el futuro. Felios sería destituido debido a problemas de carácter y falta de aptitudes, y Calix asumiría como el nuevo Marqués de Limetielo.
Es algo que estaba destinado a suceder, pero parece que el cambio está ocurriendo antes de lo esperado.
Después de todo, la principal responsable de las transformaciones era Eve misma.
Sus movimientos políticos estaban acelerando el curso de los acontecimientos, y era evidente.
Al día siguiente, quedó terminado el encargo de la espada que Eve había solicitado a Balbo, el herrero.
La espada, adecuada para la imponente altura de Michael, era impresionante.
La hoja, fabricada con una mezcla de mithril y oro negro, emitía un brillo tenue y oscuro. La empuñadura plateada estaba decorada con un delicado grabado del símbolo de Leviatán.
Balbo había decidido nombrar a la espada Night Ray (Rayo Nocturno).
—Es magnífica.
Michael estaba asombrado.
Probó la espada, alternando entre sostenerla con una mano y con ambas. Al blandirla ligeramente, se sorprendió aún más. Se sentía como si la espada fuera una extensión de su propio cuerpo.
Nunca había tenido un arma propia, ni había desarrollado preferencias. Pero estaba seguro de que Night Ray marcaría el inicio de sus gustos personales.
—¿Te gusta?
—Muchísimo.
Michael no podía apartar la mirada de Night Ray. Al ver esto, Eve se sintió profundamente satisfecha.
Sin embargo, la espada tenía un detalle pendiente. Aún no se había incrustado una piedra mágica en la empuñadura.
—Bueno, el presupuesto estaba algo ajustado. Pero pronto le pondré una buena piedra.
—No es necesario tanto esfuerzo. Al fin y al cabo, es solo un lujo superfluo.
Para un homúnculo, nacido con una habilidad mágica innata excepcional, una piedra mágica no tenía un significado práctico.
Aun así, en el palacio, era una tradición esencial incluir una piedra mágica en las espadas otorgadas a los caballeros personales de la familia real.
El motivo era simple: los miembros de la realeza competían entre sí mostrando extravagancia al equipar a sus caballeros.
—Solo necesitas rellenarlo con algo para que no se vea vacío.
—No, quiero hacerlo bien.
Rechazar repetidamente la generosidad de su señor sería una falta de lealtad.
Ante la firme insistencia de Eve, Michael no dijo nada más.
Guardó la espada en su vaina y la ajustó a su cinturón.
—Pasado mañana es el torneo de caza de bestias mágicas. Es una lástima que esta nueva espada tenga que mancharse tan pronto con sangre impura.
—Las espadas fueron hechas para eso.
—Cierto.
Michael reflexionó por un momento antes de hablar.
—Quiero corresponder el honor de recibir esta espada.
—Oh, no es necesario.
—¿Hay alguna bestia mágica que desees capturar?
—Eh… pues… ¿slimes y gusanos de piedra?
Eve necesitaba muchos materiales para los experimentos de Raman Haviol con disolventes universales y pociones de resistencia. Cuantos más obtuviera, mejor.
Sin embargo, Michael parecía molesto con su respuesta espontánea.
—¿No necesitas bestias mágicas de mayor nivel, como un behemoth, un sabueso infernal o un gárgola?
—¿Me conseguirías cualquiera que mencione?
—Si no es un dragón mayor, probablemente puedo con lo que sea.
A primera vista, sonaba a una confianza extrema.
Pero considerando que en el futuro Michael cazaría incluso dragones menores por sí mismo, su comentario parecía más bien una muestra de modestia.
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