⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue
—¿Qué? —exclamó Silvestian.
El nombre legendario había salido a relucir. Silvestian se mostró sorprendido, pero Michael continuó hablando con indiferencia:
—Al final, no es más que un remanente espiritual. Su fuerza no llega ni a una diezmilésima parte de lo que fue en sus mejores días. Seguramente, también será mucho más pequeño.
El remanente espiritual estaba comenzando a cambiar, asemejándose más a un slime que a una neblina o espejismo.
El hecho de que comenzara a tomar una forma física era una buena señal. Después de todo, la única manera de derrotar un remanente espiritual era fusionarlo hasta darle su forma original y destruir su núcleo.
El remanente espiritual, que antes se movía como un slime, alargó una parte de su cuerpo, dándole la apariencia de un tentáculo. En esa extremidad surgió algo que parecía un rostro.
Esa figura se volvió hacia Michael y Silvestian.
—Humon… Cluus…
—Incluso puede hablar —comentó Michael.
El término ‘homúnculo’ hacía referencia a una creación diseñada para enfrentarse a los dragones oscuros, su némesis natural.
Tan pronto como el remanente reconoció la identidad de Michael y Silvestian, comenzó a absorber rápidamente la energía negra a su alrededor.
Finalmente, tomó la forma de un dragón con enormes cuernos de toro y cinco pares de inmensas alas demoníacas.
¡KUAOOO!
Un rugido ensordecedor sacudió la isla. El remanente espiritual de Gallamut fulguró con un brillo escarlata en sus cuencas vacías.
«Criaturas repugnantes… Homúnculos…»
«Perros de los alquimistas…»
Michael y Silvestian, que habían permanecido en silencio hasta entonces, respondieron con calma:
—Qué comentarios tan groseros.
—Parece que no nos tiene en alta estima.
¡KUAOOO!
El remanente espiritual de Gallamut rugió de nuevo, intensificando el brillo carmesí de sus ojos.
«Los mataré.»
El remanente cargó contra ellos. Con sus inmensos cuernos de toro, parecía desafiar toda lógica al mantener el equilibrio mientras intentaba embestir a Michael y Silvestian.
¡BOOOM!
Ambos se lanzaron a los lados para esquivar el ataque.
Gallamut, con sus cuernos y cabeza incrustados en el suelo, giró su cuerpo para continuar su embestida. Esta vez, su objetivo era Silvestian.
Una enorme mandíbula se abrió en dirección a Silvestian.
El interior de esa criatura hecha de energía negra era un abismo absoluto. Esa oscuridad envolvió a Silvestian.
—¡Sil…!
La voz de Michael se interrumpió.
En el instante en que Silvestian fue tragado por la oscuridad, sus sentidos se agudizaron al máximo, preparándose para cualquier ataque.
Sin embargo, no sintió ningún dolor.
Demasiado… tranquilo, pensó, incrementando su estado de alerta.
Fue entonces cuando un agudo dolor de cabeza lo hizo fruncir el ceño.
De repente, una escena de sus recuerdos apareció frente a él.
La fiesta por el 16º cumpleaños de Roseneit, la Rosa Blanca del Imperio.
Silvestian, como caballero personal de Roseneit, estaba a su lado en el evento, cumpliendo con su deber.
Sin embargo, durante toda la celebración, no podía concentrarse en Roseneit.
Su mirada seguía desviándose hacia el fondo, donde Michael y Eve estaban juntos, visibles más allá del hombro de Roseneit.
Una emoción impropia de un caballero seguía surgiendo en su mente, provocándole una profunda vergüenza.
Fue entonces cuando…
¡Slash!
La oscuridad fue desgarrada, y la luz se derramó repentinamente, haciendo que la visión frente a él se desvaneciera.
—¿Estás bien, Sil? —preguntó Michael.
La voz de Michael devolvió a Silvestian a la realidad.
Rápidamente enfocó su vista y recuperó su postura.
—Sentí como si algo estuviera… leyendo mi mente.
—Los dragones oscuros tienen la capacidad de interferir con la mente. Ten cuidado —advirtió Michael.
El remanente de Gallamut, tras fallar su ataque, rugió nuevamente.
«Criaturas repugnantes…»
Michael fijó su mirada en el remanente.
En su espada, Night Ray, un aura gris plateada similar a un remolino de pétalos se acumulaba intensamente.
Michael se impulsó desde el suelo, esquivando los cuernos del dragón oscuro con un salto.
Aprovechó el momento en que la cabeza del dragón estaba incrustada en el suelo para pisarle el rostro y subir hasta su cuello.
¡Slash!
Cortó profundamente un lado del grueso cuello del dragón. Sin embargo, de la herida brotó una energía oscura que envolvió a Michael.
—¡Michael! —gritó Silvestian, preocupado.
—Qué desagradable.
A pesar de estar cubierto por la oscuridad, Michael estaba ileso.
Parecía que la interferencia mental del dragón no tenía efecto alguno sobre él.
El remanente espiritual de Gallamut se estremeció al presenciarlo.
«¿Acaso tú eres…?»
Michael no esperó a escuchar el resto y atacó nuevamente, apuntando al cuello.
¡Kraaaah!
Con un ataque aún más poderoso que el anterior, finalmente decapitó al dragón oscuro.
Sin embargo, este no era más que una entidad formada por un remanente espiritual. Dos nuevas cabezas emergieron de donde había sido cortado.
A primera vista, parecía una situación desesperante, pero Michael sonrió.
—He localizado el núcleo. Está en el centro del pecho. La próxima vez será el final.
«¡Tú…!»
Un rugido lleno de ira y odio sacudió toda la isla Galapagon.
El remanente espiritual de Gallamut brilló con sus cuatro ojos, situados en sus dos cabezas, y desplegó sus cinco pares de alas antes de elevarse al cielo.
—Parece que no tienes intención de desaparecer tan fácilmente.
Michael ajustó su agarre en la espada.
El dragón oscuro, flotando en el aire, lo llamó con palabras llenas de malevolencia:
«¡Como era de esperarse, eres la criatura más abominable!»
—Ah, claro.
Michael no se inmutó. Lo de ‘la más abominable’ era un insulto estándar entre los dragones, por lo que no le causó mayor impresión.
Sin embargo, las palabras que siguieron fueron diferentes.
«¡Te maldigo! ¡Rey de los homúnculos…!»
¿Qué clase de insulto era ese? ¿Por qué interrumpía sus maldiciones para elevarlo con ese título? Michael se sintió algo perplejo.
«¡Rey de los homúnculos! ¡Desaparece por el bien de tu linaje!»
El remanente espiritual de Gallamut comenzó a descender rápidamente hacia Michael.
Las dos cabezas con cuernos golpearon el lugar donde él había estado segundos antes.
Michael, en cambio, logró cortar una de las cabezas fallidas en su ataque.
Aunque sabía que volvería a regenerarse, planeaba aprovechar el tiempo que tomara la regeneración para cortar el cuerpo y destruir el núcleo.
Sin embargo, la cabeza cortada no se desintegró en energía oscura como era habitual. En cambio, permaneció intacta, mirando fijamente a Michael.
En el instante en que sus ojos vacíos, brillando en un rojo intenso, se cruzaron con los de Michael, sintió claramente que estaban leyendo su mente.
Entonces el dragón habló:
«Rey de lo abominable, también tienes a alguien marcado por ti.»
Por primera vez, Michael sintió una amenaza real mientras enfrentaba al dragón oscuro.
Llevó su maná al máximo, desatando una oleada de energía plateada alrededor de su cuerpo.
Pero el remanente espiritual de Gallamut desintegró su forma, evitando el ataque, y se hundió en el suelo como una nube negra.
«Te destruiré… Te destruiré…»
El sonido que dejó al retirarse parecía una risa burlona.
La mano izquierda de Michael, la que no sostenía la espada, temblaba visiblemente.
—¿Se ha retirado? —preguntó Silvestian.
Michael no pudo responder. El sudor frío recorría su espalda mientras un oscuro presentimiento lo invadía.
Sus piernas comenzaron a moverse frenéticamente.
—¿Michael…?
La imagen que apareció en su mente hizo que sintiera como si toda la sangre en su cuerpo se congelara. Sin pensarlo, corrió bajo la helada lluvia de primavera.
—¡La princesa!
。。+゜゜。。+゜゜。。+゜゜。。
Shhhhhhhhhh…
—Debo llevarla a un lugar donde pueda refugiarse de la lluvia.
—¿En un día como hoy, esto es necesario?
Cuando terminó el recorrido turístico en el Arca Celestial, la lluvia comenzó a caer con fuerza.
Los miembros de la realeza y la nobleza fueron conducidos bajo los pabellones preparados. Eve también fue llevada allí.
Mientras caminaba hacia el pabellón reservado para la realeza, escuchó el graznido de unas bestias mágicas con forma de aves y giró la cabeza para mirar. Fue entonces cuando presenció algo inquietante.
—¿Qué es eso?
Una nube negra de energía oscura se alzaba desde la ladera de la montaña.
Al principio pensó que era niebla causada por la lluvia, pero no importaba cuántas veces parpadeaba, el negro permanecía.
La ladera… ¿Es donde está la guarida? No puede ser… ¿Le habrá ocurrido algo a Michael?
Fue en ese momento que varios homúnculos comenzaron a correr apresuradamente desde la entrada del bosque.
Elijah, quien iba al frente del grupo, buscó a Brigitte.
—¡Tercera Princesa!
—¿Ya han regresado? ¿Qué ocurre? La competencia aún no ha terminado.
—Algo extraño está sucediendo en la isla. Todos regresamos apresuradamente para asegurarnos de su seguridad.
—¿Extraño? ¿Qué quieres decir? Explícate…
No hubo necesidad de explicaciones. Lo que ocurría era evidente.
Más allá del área protegida por las barreras, al borde del bosque, comenzó a emerger una densa energía negra.
Comments for chapter "67"
MANGA DISCUSSION