⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Con calma y racionalmente si lo pienso, mi vida está arruinada.
Maldita sea, simplemente explotó lo que tenía que explotar.
Los malditos bastardos, al fracasar en su plan original de capturar a Demian, se pusieron nerviosos, y al infiltrarse en la Iglesia de Reton, en cuanto ese maldito Endamion Hers logró un resultado significativo, provocaron este desastre.
Y todo eso en mi boda.
Jin me rodeó suavemente la muñeca, escondiéndome detrás de él mientras hablaba con ternura.
—No te ensucies las manos innecesariamente.
Jin sonrió y agarró al hombre por el cabello, golpeándolo directamente contra el suelo. Rápidamente sostuve la cabeza de Demian en mis brazos, mientras Jin, con una expresión aún sonriente pero claramente molesto, continuaba hablando.
—No sé de dónde sacan tanta confianza.
Cerré los ojos con fuerza, anticipando lo que Jin haría a continuación. Entonces, el sonido de un crujido y el fuerte olor a hierro invadieron mis fosas nasales.
Sabía que Jin era sorprendentemente, o más bien abiertamente, insensible en estos casos, pero aún así, no era algo a lo que me acostumbrara.
Por eso, en lugar de lamentar una muerte tan insignificante, me esforcé en concentrarme en lo esencial.
No importaba cuánto lo pensara, seguía siendo un misterio. Aunque el resultado de la investigación de ese bastardo de Endamion parecía estable y exitoso, esto era una decisión demasiado precipitada.
Ya que Jin había sido nombrado Duque oficialmente, no podían no saber que había un Despertado a mi lado. También debían saber que actuar tan abiertamente haría difícil que siguieran con vida.
Entonces, ¿decidieron simplemente rendirse e invadir?
Jin sacudió sus manos, como si se sintiera incómodo, y dijo tímidamente.
—Ah, no quería que vieras algo así, pero debido a la naturaleza de los monstruos…
Jin se dio unos golpecitos en la cabeza con los dedos mientras continuaba.
—Tienes que apuntar al cerebro y al corazón, para asegurarte de que mueran.
Luego sacó su espada y la hundió profundamente en el corazón.
—Parece que la transformación ya ha comenzado, así que los monstruos han sido implantados y están infectados. Debes asegurarte de atravesar el corazón que suministra sangre. Creo que los monstruos manipulan el cerebro de manera astuta, aunque no estoy del todo seguro, es solo una suposición.
No debía sorprenderme por cosas como esta.
—Por mucho que sea así, ¿crees que dejaría que ensuciaras tus propias manos, mi Lady? Puedes seguir siendo tan elegante como siempre. Ja, ja, ja.
Sosteniendo con fuerza la cabeza de Demian como si fuera mi salvavidas, hablé sin darme cuenta, con una voz temblorosa.
—No puede ser. ¿Un obispo de alto rango muere tan rápido?
A lo que Jin, con un tono despreocupado, tomó mi mano y comenzó a moverse.
—Según la doctrina de Besiel, los obispos no son importantes. Lo que ellos siguen es el poder en sí mismo, así que los líderes no tienen mucho significado, ¿no? Al final, para ellos, el más fuerte es el que manda. Además, por muy fuerte que sea un obispo, ¿qué importa? Si voy ahora mismo y me presento ante esos idiotas, estoy seguro de que me recibirían con los brazos abiertos para que juegue a ser su rey.
Jin chasqueó la lengua con desdén mientras incineraba con fuego a los slimes que nos perseguían arrastrándose.
Pero, ¿de qué servía apuñalar con una espada y quemar con fuego a un monstruo que ni siquiera tenía un huésped y estaba en su forma original?
Además, aunque Jin fuera un Despertado, si seguía así solo agotaría su energía, lo que sería perjudicial a largo plazo.
Metí la mano en el cinturón de Jin.
—Espera, mi Lady, ahora…
—Sé que llevas pociones ahí.
Saqué una poción mágica del cinturón de Jin, me la bebí de un trago y luego levanté a Demian, empujándolo hacia los brazos de Jin.
Después, canalicé mi magia hacia las semillas que había esparcido previamente. Si los humanos tienen más del 70% de agua en sus cuerpos, ¿qué decir de los monstruos tipo slime?
Cuando la magia se agotó de golpe, mi cabeza comenzó a dar vueltas. Si no fuera por los recuerdos de mi vida pasada, ¡hubiera sido un genio en magia!
Yo no utilizaba la magia de forma fluida como algo natural, sino que había aprendido forzadamente, a través del entendimiento intelectual, lo que inevitablemente hacía que mi eficiencia fuera baja.
Era lógico. Para mí, la magia era algo anormal.
Las semillas absorbieron la magia y en un instante echaron raíces, creciendo rápidamente.
—¡Kieeek!
Con un sonido extraño, el monstruo se secó por completo. Al ver que este método funcionaba sorprendentemente bien, rechiné los dientes.
—Maldita sea, debería haber sido una maga elemental en lugar de una granjera.
—¡Mi Lady!
Jin me agarró de la cintura justo a tiempo. Un fragmento del edificio cayó con un fuerte estruendo justo donde mi cabeza había estado un momento antes.
—¿Y ahora qué piensas hacer?
Jin habló con un tono sorprendentemente serio. Miré al desastre en el que se había convertido mi boda y me masajeé las sienes.
—Primero tenemos que asegurarnos de evacuar a todos…
Un momento. Fruncí el ceño mientras pensaba.
Ese lunático de Besiel vino hasta mi boda y causó un desastre de tal magnitud, no había manera de que ese bastardo de Endamion no lo supiera.
Robaron monstruos de este calibre y, además, estamos en la capital.
Jin, nervioso, inspeccionó los alrededores y me dio unas palmaditas en la espalda.
—Parece que todos han sido evacuados.
Suspiré aliviada. Por eso era importante realizar entrenamientos de evacuación anticipadamente.
Por supuesto, nunca imaginé que el primer entrenamiento de evacuación que ordené a los sirvientes de la familia funcionaría de esta manera.
—¡Su Excelencia el Duque! ¡La caballería imperial está avanzando desde la entrada!
Uno de los subordinados que solía acompañar a Jin corrió hacia nosotros con el rostro pálido.
—¿Qué?
Demian ladeó la cabeza mientras miraba al subordinado de Jin.
—¡Nos acusan de traición, esto es absurdo! ¡Tienen que huir de inmediato!
Me dio vueltas la cabeza. De alguna manera, tenía una sensación incómoda. No era posible que Besiel atacara sin razón.
Claro, si Endamion sabía que Demian era un Hers, y aún así se atrevió a irrumpir en la boda con su ejército de monstruos, confiaba en algo.
¿Estaban usando a Endamion para deshacerse de Stella y Jin y luego volver a secuestrar a Demian?
Era una suposición bastante razonable.
Tal como dijo Jin, Besiel era un fanático dispuesto a sacrificar su vida por el poder, y con su devoción podrían fácilmente robar a Demian.
Aunque claro, Demian no era alguien que se dejara atrapar tan fácilmente.
—Primero llevemos a Demian a un lugar seguro —Dije apresuradamente, pero Demian frunció el ceño y respondió con firmeza.
—No. ¿Por qué debería?
Su repentina negativa me sorprendió un poco, pero aún así, como era un adulto, intenté hablarle de la manera más amable posible.
—Demian, entra. No es un lugar para niños. Es muy peligroso afuera.
Pero olvidé que Demian no era un niño normal.
—No soy un niño. ¿No te das cuenta de que tú estás más en peligro? Si mis tíos están escondidos, ¿por qué estás afuera? ¿Qué estás haciendo con Jin?
Jin, algo sorprendido por las palabras de Demian, añadió rápidamente.
—Por supuesto, la señora también debería entrar.
—¿Estás loco? ¿Por qué debería irme?
Fruncí el ceño y no pude evitar refutar a Jin.
—La responsabilidad de todo esto es mía. Yo causé este problema, y actualmente soy la protectora de Demian,
Pero Jin me miró fijamente con una expresión que se enfrió de inmediato.
Cada vez que me miraba así, esa frialdad me daba escalofríos.
—¿Está ignorando lo que digo? Un matrimonio por contrato sigue siendo un matrimonio. Obtuve una promesa de matrimonio de usted, y aunque me comporte como un estúpido que haría cualquier cosa por usted, legalmente soy su esposo.
Me preguntaba si realmente tenía que decir esas cosas con tanta seriedad.
—¿Quieres que me quede de brazos cruzados mientras tú pasas por algo que ni siquiera deberías estar soportando? ¿Me ves como una persona tan descarada?
—Escuche. ¿Esto le parece un matrimonio por contrato? Yo la cortejé correctamente, y cuando usted actuó de manera ambigua, lo tomé como un sí. Ah, claro, soy un bastardo plebeyo, así que no se espera que asuma ninguna responsabilidad como esposo…
Le di unas palmadas apresuradas en la boca a Jin.
—¡Deja de decir tonterías frente al niño! ¿Sabes lo que significa traición? ¡Apenas ha pasado un mes desde que te convertiste en Duque! ¿Cómo demonios te ves envuelto en una traición tan repentina?
—¿Y eso fue su elección? No, fue la mía. ¿Por qué debería sentir usted culpabilidad por eso? Yo también he calculado y esperado este tipo de riesgo. No creo que me vea como un idiota incapaz de manejar estas situaciones, ¿verdad? ¿O me equivoco?
Jin me respondió con el rostro serio, visiblemente molesto.
Mientras tanto, Demian, aparentemente entendiendo quién estaba de su lado, se deslizó detrás de las piernas de Jin.
Con sus manos inquietas, clavó una lanza mágica en la cabeza de un monstruo muerto cercano.
—Demian, ¿vas a venir aquí o no?
—Si ese tonto no puede hacerlo, entonces yo debo protegerlo. No puedo.
Demian respondió con firmeza. Instintivamente miré a Jin.
—¿Le dijiste algo extraño al niño de nuevo?
Jin, con un gesto descarado, se encogió de hombros.
—Le di un consejo realista. Sé que usted es especialmente sensible cuando se trata de niños, pero a la edad del joven amo, los niños ya empiezan a servir a los caballeros en el campo de batalla —Luego levantó a Demian y lo colocó en mis brazos—. Además, siendo de la sangre de Herts, el joven amo es la persona más fuerte que tiene a su disposición en este momento. Es algo que debe admitir. Para ser sincero, si él decidiera seguirla, no hay nada que usted pudiera hacer para detenerlo.
Jin cruzó los brazos y señaló hacia el palacio con la barbilla. Desde la entrada de la Mansión Ducal, ya se podía oír el rumor del ejército que Endamion había traído.
—Piénselo racionalmente. Si las cosas siguen así, estaremos cometiendo traición. Como siempre ha dicho, el agua derramada debe limpiarse lo antes posible. ¿No es así?
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