⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
Demian levantó la cabeza para mirar a su tía, que seguía siendo joven. Ya habían pasado casi diez años desde que comenzó su vida en la corte imperial.
Aparte de su genialidad, su tía lo había protegido y criado como si fuera una joya, manteniéndolo siempre bajo su ala durante esos diez años.
Por otro lado, su tío político lo había molestado constantemente durante esos diez años… y todavía lo hacía.
—Vaya, parece que aún soy mejor con las palabras que Su Majestad el Emperador, ¿no? Aunque es cierto que lo de que el Vizconde Arknel haya intervenido con el tema del hierro fue irritante, pero ¿cómo puedes mostrarlo tan abiertamente? Al final, el problema de Su Majestad es que no es lo suficientemente flexible. ¡Ay!
Demian observó con una expresión indiferente cómo Roen pisaba ligeramente el pie de Jin.
—Te dije que dejaras de molestar al niño.
—¿Por qué siempre soy yo el culpable?
—¿Cuántos años tienes?
—Ayy…
Como siempre, Demian ignoró a su tío político con la misma mirada apagada. Por supuesto, no es que le disgustara o lo menospreciara.
Aunque él mismo no lo admitía, Jin era una persona cuyas acciones aparentemente ligeras y palabras despreocupadas a menudo tenían un trasfondo sutil.
De hecho, Demian valoraba mucho sus habilidades.
En más de una ocasión había solucionado problemas que podrían haberse resuelto con fuerza, simplemente con el uso de su lengua. Y cuando debía usar la fuerza, no dudaba en hacerlo. Como cuando, hace diez años, invadió Lawson y lo destrozó todo para quedarse con su tía.
—Jin es un despertado, no entiende esas cosas.
—…
Desde pequeño, Demian había pensado que debía aprender de ese tipo de comportamiento, pero…
—Papá, qué vergüenza.
Al final, Linne, que ya no podía soportarlo más, dejó los cubiertos y habló. Demian reanudó su comida de manera elegante y tranquila, como siempre.
—Papá es el mayor aquí.
Demian asintió suavemente con la cabeza.
—¿Su Majestad está de acuerdo?
Jin frunció el ceño, como si estuviera ofendido, y le preguntó. Demian, limpiándose la boca con elegancia, respondió.
—Solo confío plenamente en la capacidad de observación de Linne.
Linne asintió enérgicamente junto a Demian.
—Es cierto, tengo buen ojo. ¿Verdad, hermano?
Demian le acarició la cabeza a Linne varias veces, pero permaneció en silencio. No valía la pena seguir hablando.
Linne, con el mismo rostro y tono que Jin, se enfrentó a su padre. Y Demian la apoyaba discretamente.
Para vencer a Jin, lo mejor era actuar como lo hacía Roen antes de casarse con él. Nadie lo sabía mejor que Demian, que los había observado de cerca.
Ahora que había aprendido a adaptarse a la sociedad y a tratar con la gente, entendía por qué Jin se había enamorado de Roen.
Incluso Demian sabía que si alguna mujer similar a Roen apareciera en su vida, probablemente caería bajo su influencia. Aunque no tanto como Jin.
Después de todo, Demian era mucho más serio, racional e inteligente que Jin. Y, en términos de potencial de poder, la familia Hers tenía más que la familia Lawson.
—Señor Duque, ¿podría dejar de molestar al niño para no arruinarle el carácter? Y tú, ¿cómo puedes ser tan irrespetuosa con tu padre?
Ante las palabras de Roen, Jin hizo un puchero y miró a Demian con una expresión de queja.
—El carácter del niño ya está… ¡ay! ¡Es injusto! ¡Objetivamente, nuestro querido Emperador tiene un gran carácter, pero…!
—Chsss.
Demian miró con desagrado a Jin, quien, tras recibir un pequeño tirón de orejas de Roen, iba de un lado a otro. Linne también lo miraba de la misma manera.
Linne se parecía más a Jin en apariencia, pero en lo que respecta a su padre, no tenía piedad. Y a Demian eso le agradaba.
—No te preocupes, tío. Ya me he acostumbrado a que me molestes, no es nada nuevo. Además, debes tener algo para entretenerte, ¿verdad?
Demian habló con elegancia y sin expresión alguna a Roen. Solo entonces ella dejó de regañar a su esposo y le sonrió con satisfacción a Demian.
—¡Oh, qué magnánimo es nuestro Emperador!
—¿Y yo, mamá?
Linne, sentada junto a Demian, agitaba su mano y miraba con ojos brillantes.
—Querida, ¿por qué no repartes un poco menos de tu magnanimidad?
Demian estuvo completamente de acuerdo con Roen. Aunque Linne tenía el temperamento de su padre, era generosa como su madre, tendiendo a darlo todo. Quizás porque nunca le había faltado nada desde pequeña.
Por supuesto, a Demian le gustaba esa cualidad. Y, como Roen había dicho, su magnanimidad como monarca era tan grande que si Linne llegaba a dar demasiado y arruinarse, él estaría allí para restaurarlo todo.
¿Quién se atrevería a aprovecharse de Linne con Demian protegiéndola?
—Mi hermano dijo que puedo vivir como yo quiera.
—¿Y acaso tu hermano te está criando?
—Pero mi hermano pasa más tiempo jugando conmigo que papá.
Ante las palabras de Linne, Jin se encogió, y Demian se rió abiertamente de él.
—Jeje, querida señorita, eso es porque tu padre, que es el mejor del mundo, está un poco más ocupado que Su Majestad, quien aún es menor de edad.
El forzado intento de Jin de sonreír se veía claramente.
—No te preocupes, tío. Mientras usted se encargue de mis asuntos, yo cumpliré con mi deber como familiar.
—…Jeje, Su Majestad nunca antes había mostrado tal interés por este pobre tío.
—Creo que soy quien más te tiene en mente en todo el Imperio, ¿no?
—En realidad, creo que quien más te presta atención es mi esposa, no yo. Y no entiendo por qué sigues empujando esta competencia entre mí y tu tía. No me gusta nada.
Demian respondió de manera indiferente.
—¿No te parece divertido? Ya sabes que no suelo encontrar mucho interés en las cosas comunes.
—Oh, ¿otra vez con esas tonterías? Cuanto menos se siente uno emocionalmente, más fácil es encontrar las cosas interesantes.
—Es que mi vida es tan interesante que ya me he vuelto insensible.
Demian respondió con indiferencia, sintiendo que pronto Roen diría algo, así que intentaba zafarse lo mejor que podía.
—¿Te parezco interesante, verdad?
Linne agitaba los brazos emocionada mientras miraba a Demian con ojos brillantes. Entonces, Jin la señaló con el dedo y comentó:
—¿Mi hija no es acaso un objeto de estudio en sí misma?
—¡Oye!
Roen fulminó a Jin con la mirada, pero él simplemente revolvió el cabello de Linne con su gran mano. Otras jóvenes nobles solían cuidar mucho su cabello, pero Linne simplemente se reía feliz.
—Sí, eres interesante. Solo mirarte me llena de asombro.
—Demian, no digas esas cosas para disfrazar el hecho de que Linne causa problemas.
Roen sonrió, y Demian se encogió de hombros al responder:
—Pero es cierto que es interesante. Causar problemas de manera creativa también es una habilidad, ¿no crees?
—¡Vaya, qué antipático…! ¡Ay!
Demian desvió la mirada de Jin, que estaba siendo castigado por Roen. Era una escena tan cotidiana que ni siquiera valía la pena seguir observando.
—¡¿Por qué solo me odias a mí?!
—Es porque eres al que más quiero. ¿Acaso me has visto alguna vez golpear a Linne o a Demian?
—¡¿Cómo se supone que esto es quererme?! ¡Y soy mayor, mayor! ¿Dónde está mi dignidad como Duque? ¡Ay! ¡Toda mi reputación se va a pique!
Linne cruzó los brazos y negó con la cabeza.
—¿No es eso problema tuyo, papá? Mamá te cuida mucho fuera de casa.
—…
—Y para ser sincera, tu reputación en la sociedad noble es aterradora. Mi hermano me lo dijo.
Demian asintió.
—El hecho de que ni siquiera circulen rumores de que eres el títere de mi tía lo dice todo, ¿no?
La expresión de Roen se tiñó de sorpresa.
—Demian, ¿qué estás diciendo?
—Cuando mi tía dijo que quería darme el trono, ¿quién se atrevería a tomarlo a la ligera solo porque quien lo hizo actúa de forma despreocupada? Los nobles que han pasado por todo tipo de cosas en la capital. No creo que la situación sea tan diferente ahora. Aunque los planes los diseña más mi tía… en fin.
Demian se encogió de hombros, y luego peló cuidadosamente una banana y la puso en el plato de Linne.
—Gracias, hermano.
Sin decir una palabra, Demian acarició las suaves mejillas de Linne. Jin lo miró incrédulo.
—¡Vaya! Incluso Su Majestad el Emperador me sobrevalora. Pero no sé por qué no me siento tan halagado…
—Deja de discutir con la niña y come.
Roen cortó un pedazo de carne y lo metió en la boca de Jin, quien lo aceptó con una expresión demasiado feliz para su edad.
Aunque Demian sabía que Roen lo había elegido por ser eficiente y capaz, esa escena seguía siendo un poco…
Demian resopló por la nariz mientras terminaba su comida. Que Jin estuviera tan enamorado de Roen como para hacer todo por ella no era malo, pero ese tipo de tonterías… las rechazaba completamente. Esa mirada embobada… ¿cuántos años llevaba ya así?
Pensando que no era algo que Linne debiera ver, Demian la tomó de la mano y se levantó de la mesa.
—Dejen que sigan haciendo eso. Yo voy a hacer una inspección.
—¿Qué?
Roen abrió los ojos sorprendida, mirando la mano de Demian que sostenía la de Linne. Pero Demian no le prestó atención y llevó a una emocionada Linne hacia la ventana.
—¡Oye, oye, oye! ¡¿Por qué te llevas a la niña?! ¡Oye!
Roen gritaba.
—¡Si saltas por la ventana otra vez, te las verás conmigo! ¡Demian Hers! ¿Ese es el protagonista? ¡Oye!
Parecía que se había colado alguna palabra sin sentido, pero no le dio importancia.
—Hermano, ¿me compras una galleta?
—Ser ambiciosa está bien. Te compraré cuatro.
—¡Genial!
Con un salto, Demian cargó a Linne y saltó por la ventana. Mientras caían, se escuchaba el grito de Roen en la distancia. Jin, como siempre, ondeaba su pañuelo animando la escapada.
—¡Diviértete, joven maestro! ¡Tómate tu tiempo!
Definitivamente había sido una buena elección sacar a Linne de ese espectáculo tan bochornoso.
—Ejem, entonces, querida esposa, ya que estamos solos…
—Linne, tápate los oídos.
[FIN DE LOS SIDE STORIES]
[ME CONVERTÍ EN LA TÍA VILLANA DEL PROTAGONISTA MASCULINO]
N/Nue: ¿Que si quiero llorar? SÍ Y MUCHO. Esta novela fácilmente entró en mi top 10, que lindo fue ver personajes tan dinámicos e inusuales, gracias por acompañarme en esta linda travesía.
¡Nos vemos en una nueva novela!
Comments for chapter "Episodio 207"
MANGA DISCUSSION