⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Mirando la moneda ennegrecida, Lilica miró a Jazz. Jazz inclinó ligeramente la cabeza. Lilica entrecerró los ojos.

—Jazz, ¿alguna vez me has dado dinero?

Jazz le devolvió la moneda a su mano y dijo:

—Si la vuelves a perder, será un problema.

Con un claro acento estándar, Jazz sonrió de nuevo. Lilica exclamó ‘¡Ah!’ mientras lo miraba.

Ella había caído mientras sostenía firmemente una moneda de plata preciada en ambas manos, y la dejó caer. Al ver al chico que recogió la moneda, Lilica tembló de miedo. Pensó que él se escaparía con la moneda, pero el chico simplemente se la devolvió sin decir nada.

Mientras lo hacía, dijo: 

( Si la vuelves a perder, será un problema. ) 

Y después se fue, escondiendo la moneda tan bien que se había olvidado por completo de ella. La emoción de recibir la moneda de plata había sido tan grande que olvidó el incidente de la caída.

Lilica dijo:

—¿Cómo puedes recordar eso sin decir nada?

—Lo dije.

Jazz sonrió nuevamente. Athil intervino preguntando: 

—¿Qué pasa? ¿Qué es?

Lilica señaló a Jazz y dijo:

—Es la persona que recogió la moneda de plata que dejé caer hace tiempo.

—¿Y qué con eso?

Athil entrecerró los ojos y preguntó, y Lilica se encogió de hombros mientras doblaba los dedos.

—No, es solo que es interesante conocer a alguien así.

Athil miró a Jazz con una expresión inquisitiva, y Jazz simplemente se encogió de hombros. Athil dijo a Lilica:

—Tienes que irte rápido. Vamos, vete.

—¿Eh? Ah, claro.

Athil la empujó fuera del edificio y cerró la puerta de golpe.

Con una expresión perpleja, Lilica miró a Brynn y Lauv.

—¿Viste eso?

Brynn se rió.

—Te echaron.

—No puede ser.

Lilica entrecerró los ojos y frotó la moneda ennegrecida con la yema de los dedos. ¿Se podría quitar la parte quemada? Pero no se quitaba. Parecía que el negro estaba bien adherido. Lilica miró la moneda y luego a los dos.

—Volvamos.

 

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Al día siguiente, apareció una gran ilustración en el periódico.

Lilica gritó:

—¡No, yo no sostenía un palo así!

—Exactamente, era un palo corto.

Brynn, recortando la ilustración del periódico, hizo un chasquido con la lengua y dijo: 

—Aún tengo mucho que aprender.

En la ilustración, aparecía Lilica con un largo velo ondeante, levantando un bastón largo como una sacerdotisa. Por supuesto, en la parte superior del bastón estaba el colgante de la chica mágica, símbolo de Lilica. Y era muy grande.

 

<¡La chica mágica apaga el incendio en los barrios bajos!>

 

Al leer el artículo, Athil se rió y la molestó, y Lilica fue llamada por sus padres para explicar la situación con un suspiro.

Ni su madre ni su padre quitaron sus miradas suspicaces, pero adoptaron una actitud de no profundizar en los detalles.

—Esto es todo culpa de Athil, ¿cómo puedes reírte ahora?

—Sí.

Athil miró a Lilica con una amplia sonrisa. Ella arrugó el periódico y se lo arrojó, y Athil lo aceptó generosamente, riéndose aún más.

Sin embargo, pronto su expresión se volvió seria.

—La parada es pronto.

—Lo sé.

—Tío y tía se quedarán en la capital, pero nosotros no. Además, nos moveremos por separado. Ten cuidado.

—Sí.

Lilica decidió no decir ‘¿Qué podría pasar?’

Siempre que dices algo así, parece que algo ocurre.

N/Nue: Más para ti que eres la prota, bebé.

Lilica simplemente dijo que tendría cuidado. Después de todo, viajaría en una procesión con la orden de caballeros, así que no parecía haber mucho riesgo.

—Quisiera asignarte a Tan.

Athil suspiró, y Lilica negó con la cabeza.

—No, Tan debería ir contigo.

—¿De verdad no debería quedarse en la capital, siendo el capitán de los caballeros? Ah, qué molesto. ¿No hará otra cosa que quejarse durante el viaje? ¿Por qué crees que no elegí a Wolf como compañero de conversación?

Athil siguió quejándose sin cesar.

Pero el hecho de que Tan, quien protege al Emperador, escolte a Athil, el heredero al trono, tenía mucho significado.

Lilica lo pinchó suavemente.

—¿Y la actuación? ¿Los niños están bien?

—Todos están animados. Comenzaron a actuar en las calles desde hoy.

—Wow. Me gustaría ir a verlos.

Lilica dijo esto apoyando su barbilla en la mano, y Athil respondió con una sonrisa amarga y dijo: 

—Sí, me gustaría —Se levantó y dijo—. Pero no podemos escapar más. Todavía no me han ajustado el traje para la celebración de la fundación.

Lilica abrió la boca en asombro. Ella había estado ajustando su ropa desde hacía dos meses.

—¿Todavía? ¿Cómo puede salir la ropa tan rápido?

—No lo sé.

—Es una pena para las personas en el taller de costura que tienen que trabajar toda la noche.

—Por eso no me escapo más.

Lilica miró a Athil por un momento.

Athil le dio un ligero golpecito en la frente y dijo: 

—Bueno, me voy.

Y salió de la habitación.

Lilica se levantó para despedirlo y luego regresó a su asiento.

Brynn observó la expresión de Lilica.

—¿Qué pasa?

—Es solo que pensé en lo difícil que debe ser para Athil.

Cuando se convierta en adulto, heredará el trono. 

Lilica podía intuir vagamente que esto era una gran carga para Athil.

—Esta parada será de mucha ayuda para él.

—¿En serio?

—Claro. Al hacer la parada, visitará los territorios y unirá a los nobles. Reunirá a los partidarios del Emperador y también interactuará con la facción de los nobles. Al fin y al cabo, todos son súbditos del imperio.

—Entonces, ¿debería apoyarlo mientras viajo con él?

—Sí, no hace falta que uses esas palabras exactas, pero con una actitud amigable será suficiente.

—Sí.

—No todos los nobles pueden entrar al Palacio del Sol ni tienen la oportunidad de atender a la realeza. Seguramente esta vez todos estarán esperando con ansias su visita a sus territorios.

—¿Cómo se decide la ruta?

—Hay siete rutas tradicionales, y se elige una de ellas. Se llaman las ‘Rutas del Emperador’.

—Ah, ya veo.

Recordando las clases de geografía, Lilica asintió. Para Lauv, este no era un tema agradable.

No era muy agradable para el escolta tener todas las rutas abiertas mientras se desplazaban.  

—Te invitarán a conciertos y bailes, así que es mejor que te prepares.

Lilica asintió con la cabeza ante las palabras de Brynn. Ya estaba mentalizada para ello.  

Sin embargo, por otro lado, también esperaba con ansias el largo viaje que cruzaba parte del imperio.

 

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Llegó el día de la Fundación.  

Lilica contuvo la respiración al ver a su madre ya vestida.  

Llevaba una delicada tiara en la cabeza y una larga y elegante cola de vestido.  

Los guantes de cuero de cordero con botones de diamante le quedaban a la perfección.  

Llevaba su cabello dorado recogido de manera ostentosa, y el vestido, que acentuaba su cintura esbelta, era asombrosamente hermoso.  

Lilica lamentaba que su vestido no fuera lo suficientemente largo como para arrastrar por el suelo y que no pudiera recogerse el cabello.  

Solo podía admirar a su madre.

—Madre, estás tan hermosa. De verdad, tan hermosa.

Lydia sonrió.

—Gracias, Lily. Tú también eres la más bonita del mundo.

Lilica se sonrojó ante esas palabras.  

Como decía Lydia, Lilica también era encantadora. Se ató el pelo con una cinta de seda y se envolvió en capas de un adorable vestido.  

Le gustaban las medias de seda negra con zapatos adornados con esmeraldas, ya que tenían tacones altos que le daban una sensación madura.  

Athil no asistió por miedo a ser descubierto, aunque de hecho, Lilica no estaba segura de poder reconocer su rostro desde tan lejos. Por la mañana, vio la obra de teatro del Día de la Fundación interpretada por los niños del barrio pobre.  

Después del extenso evento ceremonial, solo quedaba el desfile.

Después de cambiarse al traje más ostentoso para el desfile, se unieron a la procesión que daba una vuelta alrededor de la capital.  

Luego, Lilica y Athil metieron las manos en un barril para sacar un boleto, pero la tradición dictaba no mirar el boleto hasta salir de la capital.  

Así, solo al salir de la capital sabrían qué ruta tomar.  

En ese momento, se escuchó una trompeta afuera.  

La puerta de la sala de espera se abrió y entró Altheos.  

Lilica contuvo la respiración.  

En la boda estaba tan ocupada sosteniendo las flores y pensando ‘¿Mi madre casarse? ¿Con Su Majestad?’ que no pudo verlo bien.

Normalmente se viste de manera descuidada.

Sabía que su padre era guapo, pero verlo vestido así era diferente.  

El traje blanco impecable envolvía su cuerpo, y el cordón del manto, excesivamente decorado con piedras preciosas de colores, no parecía brillar tanto bajo su rostro.

Bajo su amplia frente, sus profundos ojos azules y su nariz masculina. Lilica pensó, una vez más, que era un buen compañero para su madre.  

Altheos extendió su mano enguantada. Lydia sonrió y deslizó su mano sobre la de él.  

Mientras veía con asombro cómo ambos comenzaban a caminar hacia la entrada, Athil chasqueó los dedos.

—Lilica, hey, bellota. Despierta.

—Oh, Athil. Athil, también estás guapo.

Finalmente, Lilica dirigió su mirada hacia Athil.

Él sonrió y se inclinó profundamente hacia Lilica, extendiendo su mano.

Lilica, con una expresión seria, puso su mano sobre la suya. Debido a los tacones, se sintió bastante alta y se alegró.

Tan pronto como salieron de Palacio del Cielo, escucharon el grito de júbilo de los nobles afuera. 

Sus padres ya estaban subidos en un lujoso carruaje de seis caballos adornado con plumas exuberantes. 

Encima de este, había dos carruajes más pequeños tirados por cuatro caballos cada uno. 

Sin tapa en los carruajes, los pasajeros estaban completamente expuestos, por lo que la vigilancia de los caballeros estaba en alerta máxima.

Tan examinó el entorno y levantó la mano, y el carruaje partió.

A medida que el carruaje dejaba el Palacio del Cielo y se dirigía afuera, estallaron los vítores de las personas que esperaban.

Fue un grito tan fuerte que hizo saltar a Lilica en su lugar. Athil susurró.

—Está bien. Saluda con la mano.

Athil sonrió mientras agitaba la mano. Lilica, siguiendo el protocolo aprendido, saludó elegantemente y lentamente con la mano.

Trató de hacer contacto visual con tantas personas como fuera posible, mirando a su alrededor de manera pausada.

Papel de flores y flores frescas volaban por el aire y caían al suelo.

—¡Larga vida a Su Majestad el Emperador!

—¡Takar, que sea eterno!

—¡Larga vida a la Emperatriz Madre!

Todos gritaban, quitándose los sombreros y agitándolos.

—Incluso ‘Magic Girl’ para la Princesa!

Los llamados a Lilica fueron bastante altos. Claro, se referían a ‘Magic Girl’.

Lilica sintió como si estuviera siendo venerada entre la multitud. Agitó su mano con fuerza.

Infectada por el entusiasmo explosivo de la multitud, Lilica se emocionó profundamente en su corazón.

Quería volver la mirada hacia Athil, pero no podía permitirse perder la oportunidad de hacer contacto visual con aquellos que querían verla, aunque solo fuera una vez.

El desfile terminó lentamente o rápidamente según fuera el caso.

Athil le había dicho que habría un gran espectáculo de fuegos artificiales con cañones reales cuando cayera la noche, pero eso era para aquellos que se quedaban en la capital; Lilica y Athil salieron solos sin siquiera cambiarse de ropa.

Algunos representantes de la nobleza estaban de pie observando la ceremonia.

Después de mezclar las fichas y asegurarse de que no hubiera trampa, Lilica y Athil metieron la mano en la caja cuadrada y sacaron una.

El nombre de una ruta estaba escrito en cada una de las cajas.

Athil agarró los hombros de Lilica y dijo con firmeza.

—Si algo sucede, huye de inmediato. ¿Entendido? Huye.

—Si huir es lo mejor, entonces huiré.

Athil frunció el ceño y suspiró. En cambio, fue Lilica quien se preocupó por él.

¿No era más peligroso para el heredero al trono, cuya sangre real corría más profundo que la suya, que para ella, una simple hija de un barón?

—Debes cuidarte mucho, Athil. Si prometes huir, yo también prometo.

—…Si huir es lo mejor.

Lilica frunció el ceño ante las palabras de Athil, luego asintió con la cabeza.

—Entiendo. Pero no olvides que voy a estar muy, muy preocupada por ti.

—Sí.

Athil la abrazó con una expresión preocupada. Quería asignar a sus amigos cercanos a ella, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a seguir sus órdenes.

¿Por qué este año tuviste que cumplir trece años?

Lilica pensó en esto de una manera tonta y tragó un suspiro.

—Su Majestad, debes irte.

Pi vino a su lado y habló.

No podían demorarse mucho tiempo. En primer lugar, no se les permitía hablar entre ellos como lo estaban haciendo ahora mismo.

—Nos vemos más tarde.

—Sí, hasta luego.

Lilica se despidió. Desde atrás, Lauv habló.

—También nosotros debemos irnos ahora.

—Sí.

Lilica asintió y siguió a Brynn y Bran. 

Se quitó las elegantes prendas una por una y se vistió con ropa más adecuada para viajar.

Las sirvientas se movieron rápidamente.

Los largos guantes fueron cambiados por unos más cortos para viajar, y los tacones altos fueron reemplazados por botas robustas.

El equipaje de viaje ya estaba completamente cargado.

Como iban en dirección opuesta a Athil, no se encontraron con él.

Diare estaba esperando junto al robusto carruaje de viaje.

Al ver un rostro familiar, Lilica sonrió ampliamente.

—Diare, gracias por acompañarme.

—Por supuesto que tenía que venir contigo.

Diare sonrió ligeramente.

Montaron en el carruaje y se dirigieron fuera del palacio, donde las personas que esperaban volvieron a vitorear.

Lilica saludó tranquilamente desde la ventana. El sonido de los gritos resonaba en los cristales.

Cuando pasaron por la plaza y salieron de la capital, todo se volvió sorprendentemente tranquilo.

Todos deberían estar esperando en la plaza para recibir el pan que se repartiría después del desfile.

—Ahora, abramos las cajas.

Brynn también mostró un rostro lleno de curiosidad.

Diare, sentada junto a Lilica, también asintió con la cabeza.

Lilica abrió la caja y sacó una nota.

 

[Ruta de las Flores y las Serpientes]

 

—Wow…

Diare tenía el talento de gritar sin emoción. 

Lilica mostró la nota a Brynn.

Comenzando en Barat y continuando hasta el dominio de Sandar.

N/Nue: Ay no JAHSJA la suerte que se carga :c