⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Diare y Lilica tuvieron una pijamada de inmediato. Se cambiaron a sus pijamas y se recostaron en la enorme cama mientras Diare escuchaba la historia de amor de Lilica. En realidad, no era una verdadera historia de amor, pero si un amor no correspondido cuenta como historia de amor, entonces lo era.

—Me gusta la amabilidad de Fiyo.

—Ah, entiendo…

Diare se contuvo de decir: ‘Ese chico solo es amable con la princesa, pero en realidad no lo es para nada con los demás.’

Como si hubiera leído sus pensamientos, Lilica se rió y dijo:

—No, no es que sea amable con las personas, sino que su naturaleza es así. Fiyo podría odiar a Athil si quisiera, tiene todas las razones para hacerlo.

Athil también odiaba a Fiyo. 

Pero Fiyo no odiaba a Athil. A pesar del acoso del Duque Barat, no se dejó vencer.

—Creo que eso muestra la fortaleza de Fiyo. Eso me gusta.

—¿Y también su rostro?

—¡Diare!

Lilica se incorporó y luego se dejó caer de nuevo.

—Hmm, no puedo negarlo…

Diare se rió de la murmura de la princesa.

—¿No tienes a alguien que te guste, Diare?

—No me gustan las personas más débiles que yo.

Diare sonrió, y Lilica asintió con la cabeza diciendo: 

—Entiendo.

Después de hablar un rato, Brynn les llevó un calentador de cerámica a la cama, y ambas se quedaron dormidas pronto.

Lilica se despertó en la madrugada.

—¿Qué…?

Algo la inquietaba mucho.

—¿Qué es?

Lilica se bajó de la cama. Sentía que algo le picaba la mente.

Era una sensación muy extraña.

Era desagradable y cosquilleante al mismo tiempo.

—Está por allá.

Lilica se puso su abrigo.

—¿Vas al baño?

—Ah, Diare, ¿te desperté? Lo siento. No, es que algo me está molestando…

—Entonces iré contigo.

Diare también se bajó de la cama. Se puso su abrigo sobre el pijama y sonrió.

—Una aventura nocturna en el palacio.

—Sí, por aquí.

Lilica señaló hacia la ventana, y Diare la levantó en brazos.

—Solo dime la dirección. Vamos.

Diare abrió la ventana y saltó. Era la segunda vez que hacían esto, así que Lilica logró contener un grito.

Después de varias indicaciones, se dieron cuenta de que se dirigían al jardín secreto.

—¿Será…?

La sensación se hizo más intensa.

—¡Lo sabía!

La sensación provenía de la flor que habían traído del mar de árboles.

—Pensé que era algo extraño… ¿De dónde sacaron esto?

Altheos ya estaba de pie junto a la flor. Diare se apresuró a saludar, y Lilica corrió hacia él.

—¿También lo sentiste, padre?

—Por supuesto. ¿Qué es esto?

—Es una flor que nos regaló Uvah, no había florecido en mucho tiempo… ¿Qué es esta sensación?

—Concéntrate y lo descubrirás.

Lilica cerró los ojos y examinó la energía que antes solo había encontrado desagradable. Luego, abrió los ojos.

—¿Es como un cúmulo de magia?

—Es similar, pero diferente. Parece que ha estado acumulando energía vital de su entorno durante mucho tiempo. Mira.

Frente a ellos, el capullo de la flor comenzó a abrirse lentamente. Era tan grande como las manos juntas de Lilica.

La flor blanca floreció, y el torbellino de energía se intensificó. 

Lilica sintió náuseas.

—Cuando liberas tu magia en mi palacio, esta es la sensación que tengo. Las energías diferentes causan una fuerte disonancia.

—Lo siento mucho…

La disculpa salió automáticamente.

La flor blanca se abrió completamente bajo la luz de la luna y comenzó a volverse transparente como el cristal.

Soltaron un suspiro sin darse cuenta.

Dentro, algo rojo como un coral se deslizó hacia afuera.

—!!

Diare rápidamente atrapó la esfera roja. Luego, con cuidado, la ofreció a Lilica.

—Princesa, aquí tienes.

—Gracias.

El torbellino de energía desapareció, pero aún podía sentir algo en la esfera. Algo similar a la magia.

—¿Qué es esto?

—Debe ser una especie de piedra mágica.

Lilica se sorprendió por la respuesta de Altheos.

—Pero nunca había sentido algo así con otras piedras mágicas.

—La concentración y el tipo de energía son diferentes. El mar de árboles tiene muchas cosas interesantes.

Lilica miró la gran flor transparente y luego la esfera en su mano.

—¿Puedo quedármela?

—Eres la dueña de la flor, ¿no? —Altheos dijo, revolviéndole el cabello a Lilica—. Entra, te vas a resfriar. ¿Puedo llevarme esta flor?

—¿Eh?

—Creo que a tu madre le gustará.

—Por supuesto.

Altheos sonrió y arrancó el tallo, luego desapareció.

Diare comentó:

—El Emperador realmente aparece y desaparece rápidamente.

—Sí, achú.

Diare, al escuchar el estornudo, la levantó de nuevo.

—Entremos rápido.

—Sí.

Lilica apretó la esfera roja en su mano.

—Se lo contaré a Uvah más tarde.

Es poco probable que Uvah haya sido estafado, pero parece que no sabe mucho sobre piedras mágicas similares.

¿Tal vez pensó que solo era una flor bonita y me la regaló?

Diare levantó la esfera hacia la luz de la luna.

Ah.

En el centro de la esfera se podían ver tres líneas doradas superpuestas, como si una estrella estuviera grabada en ella.

 

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Brynn, al ver la esfera, comentó:

—Parece un zafiro estrella. Pero en este color rojo tan intenso… También se parece al coral, pero nunca había visto estas líneas doradas —Admirando la belleza, añadió—: Es tan impresionante que sería un amuleto excelente. Dicen que el coral tiene poderes protectores para la salud, así que llévalo siempre contigo.

—Sí.

Aunque pensó en guardarlo en algún lugar para no perderlo, no quería hacerlo.

Quiero mirarlo una y otra vez.

Lo guardó en el fondo de su bolsillo y comenzó a jugar con la esfera redonda con la punta de los dedos. La energía mágica que antes le parecía desagradable ya le resultaba familiar. Aunque era diferente de su propia magia, la forma de manejarla parecía similar.

Con una mano acariciaba la esfera, mientras con la otra volvía a leer una carta que había recibido de Fjord.

En la carta mencionaba que había nevado en el territorio fronterizo. Aunque describía su rutina diaria de manera casual, Lilica la leía una y otra vez.

Esto es sospechoso.

Leyendo la carta, pensó de nuevo. Extrañamente, no había ninguna mención sobre la salud.

Tal vez no mentía, pero tampoco decía toda la verdad.

Aunque enviaba muchos regalos, una parte de ella seguía preocupada.

Sería genial si pudiera desaparecer y aparecer como lo hace mi padre. ¿Por qué soy tan cobarde?

Le aterraba el momento de desaparecer.

También había otra preocupación.

¿Qué pasa con Tilla?

Parecía que Haya había hablado con sus padres, pero algo extraño le pasaba a Haya. Al principio, pensó que parecía un elfo, pero últimamente esa apariencia se había intensificado.

Parecía que había ocultado sus rasgos humanos bajo un velo, lo cual preocupaba a Lilica.

Si habló con mis padres, seguramente sabrá que soy una maga, ¿verdad? Pero no estoy segura de si lo sabe o no.

Era frustrante no saber cómo se estaban desarrollando las cosas.

Lilica sacó una pizarra y miró a su alrededor. En momentos como estos, lo mejor era estudiar.

Aunque ahora no podía hacer nada, era mejor prepararse para cuando llegara el momento.

Mientras dibujaba runas antiguas y círculos mágicos, Lilica se perdió en sus pensamientos. Intentó modificar la magia que había usado con Lisett de diferentes maneras y también trató de adivinar qué tipo de hechizo podría haber lanzado su padre.

Borró y dibujó una y otra vez, y para cuando agotó toda la tiza, el sol ya se había puesto. Sus dedos estaban entumecidos.

Lilica borró la pizarra por última vez. Su mente estaba en blanco por la intensa concentración.

Después de cenar, Brynn le tocó la frente con una expresión preocupada.

—Parece que tienes fiebre. Deberías ir a dormir. Has estudiado demasiado hoy.

—Sí…

Lilica asintió y se metió obedientemente en la cama.

Los círculos mágicos giraban en su mente, pero no tenían mucho significado. No podía pensar con claridad.

Cayó en un sueño ligero. Aunque no podía moverse, sentía a Brynn yendo y viniendo.

Le tocaba la frente y cambiaba el calentador de cerámica por uno más caliente.

—Lily.

Una voz llamó. Lilica reconoció de inmediato de quién era.

¿Fiyo?

—Lily.

La voz la llamó de nuevo, jadeante y llena de dolor.

¿Es un sueño? No, no es un sueño… ¿Qué hago?

La pregunta no era ‘¿Cómo escucho su voz?’ sino ‘¿Cómo llego hasta él?’

Si me despierto y salgo ahora… No, no me permitirán salir. Ah, de verdad. Si pudiera transportarme como mi padre…

«Puedes hacerlo.»

¿Qué?!

Otra voz se escuchó.

¿Erhi?

«Sí, soy Erhi. Maga, no sé qué hiciste hoy, pero tu energía está muy desordenada. Tal vez no te sientas bien, pero gracias a eso, yo puedo salir así.»

Incluso en su confusión, Lilica encontró lo que quería preguntar.

Dijiste que puedo transportarme, ¿verdad?

«Sí, claro.»

Sintió una sonrisa.

«Simplemente ve hacia donde escuches la voz.»

Ah.

No se trataba de un lugar desconocido, sino de su lado.

Incluso si su cuerpo desaparecía, su mente seguiría existiendo.

Lilica atravesó el espacio.

 

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Las casas de madera en el territorio fronterizo estaban construidas de manera uniforme. En la más grande vivía Ignaran, el Marqués de la frontera.

Aunque era una residencia temporal, era una casa decente. Los carpinteros se habían quejado por la meticulosidad durante la construcción, pero al ver el resultado, quedaron impresionados.

El territorio fronterizo, cubierto de nieve, estaba en silencio. Era una noche tan tranquila que se podía escuchar el débil aullido de las bestias mágicas desde el mar de árboles.

Fjord estaba acurrucado en la cama, soportando el dolor. Mordía una correa de cuero para no rechinar los dientes.

El dolor aumentaba durante la noche proporcionalmente al uso de su poder durante el día. Sentía como si todo su cuerpo estuviera en llamas.

Quería desmayarse, pero ni siquiera eso podía hacer.

Lágrimas caían de sus ojos y arañaba las sábanas con las uñas. Si hubiera arañado el suelo, habría perdido todas sus uñas.

Aunque algunos estaban preocupados por su rostro cada vez más pálido, Fjord no disminuía el ritmo de desarrollo del territorio.

Rápido, más rápido.

Quería terminar todo y volver a ver a Lilica…

—¡Fiyo!

Una voz aguda como un grito se escuchó. Levantó la vista, pero antes de que pudiera reaccionar, Lilica ya lo había abrazado.

—¿Estás bien? Fiyo, lo siento. ¿Te duele?

Lilica retrocedió rápidamente y preguntó. ¿Lo había lastimado?

Miró a su alrededor.

Aunque había contratado sirvientes, no se veía a nadie.

—¿Por qué, por qué no hay nadie? Alguien, un médico.

Intentó correr, pero fue detenida.

Caliente.

La mano que la sujetó estaba caliente.

—No te vayas.

La voz era baja y ronca. Lilica se detuvo en seco y lo miró. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Pe-pero Fiyo…

Fjord la jaló. En un instante, ella cayó sobre la cama.

No podía levantarse. Tenía ambas muñecas firmemente sujetas.

—Quédate conmigo, ¿sí?

Con una voz calmante, Lilica lo miró sin palabras.

Sus manos no podían moverse. Las grandes manos que la sujetaban estaban calientes. Ahora, mirándolo desde abajo, se dio cuenta de que su cuerpo, que parecía delgado, era mucho más robusto y fuerte que el de ella.

—Ugh.

Con una ola de dolor, su cuerpo se estremeció. Se mordió el labio hasta sangrar. Lilica, asustada, se retorció.

—¿Fiyo? ¡Espera, esto… Fjord Ignaran!

Aun así, no pudo moverse. No podía creerlo. Él escondió su cara en las sábanas, como si no quisiera que ella viera su expresión. Desde su posición, Lilica no podía ver su rostro.

Él soltó sus muñecas para agarrar las sábanas. Lilica lo abrazó con fuerza.

Magia, tengo que usar magia…

Recordó que había dejado el péndulo.

No importa, soy una maga. No necesito el péndulo.

Animándose a sí misma, Lilica canalizó su magia para examinar el estado de Fjord.

—!!

Lilica jadeó.

Fuego.

Todo era fuego.

Era como si hubiera metido la mano en llamas, su magia se agitaba.

¿Siempre ha sido así? Tanto dolor…

De repente, recordó algo que su padre le había dicho.

( Para encender un fuego, se necesitan tres cosas. )

¿Qué está quemando entonces…?

No tenía idea de lo cruel que era esa historia. No lo sabía en absoluto.

Su vista se nubló. Sabía que no era el momento para que las lágrimas le drenaran la energía, pero no podía evitar llorar.

¿Qué hago? ¿Qué puedo hacer?

Esto no era algo que pudiera curar. No era una enfermedad ni una herida.

No era un efecto secundario.

Solo era el fuego que lo consumía para usar su poder.

Entonces, entonces… Si hay algo que pueda quemarse en su lugar. ¿Qué puedo quemar en su lugar? ¿Qué puedo…? ¡Ah!

Lilica metió la mano en su bolsillo. Sintió la familiar esfera.

Lilica tomó la esfera y abrazó fuertemente a Fjord.

Primero tengo que entender la estructura.

Como con Lauv, tenía que identificar el problema. Aunque el calor y el dolor eran el problema, necesitaba saber si realmente lo estaban consumiendo, o si era solo el fuego…

No puedo prescribir un remedio sin conocer el problema, eso decía Tilla.

Lilica respiró hondo y empujó su magia dentro del cuerpo de Fjord. El dolor era tan intenso que no podía concentrarse.

No podía pensar claramente, así que no podía descubrir nada.

No, primero tengo que reforzar mi magia…

Tenía que hacer algo. Lilica apretó los dientes y lo intentó de nuevo. El dolor era mucho menor que antes.

Ah, no es que el fuego esté usando a Fjord como combustible.

Finalmente, entendió la respuesta.

El fuego creado no puede ser manejado por Fjord… No puede liberar todo el calor como poder… Entonces…

Era similar a Lauv. Lilica apretó la esfera. Todo su cuerpo estaba empapado en sudor frío.

—Espera un poco, Fiyo. Lo resolveré de alguna manera.

Incluso su voz estaba ronca.

Lilica sacó la esfera.

Primero, tengo que concentrar el fuego aquí. Luego, liberar el calor no quemado. Para que Fiyo no sufra. Afuera, afuera.

Recordó las lecciones de Haya.

( Los ojos son el único órgano que está expuesto al exterior. )

¿A través de los ojos? Pero los ojos son frágiles, así que debo usar la esfera para reforzarlos, y crear una estructura que convierta el calor del fuego de nuevo en poder.

Lilica levantó la esfera. A través de su visión borrosa, la estrella incrustada en la esfera era clara.

Una estrella… Una estrella que explota… Una luz que arde eternamente…

Lilica, imaginando la estructura completa, vertió toda su magia en la esfera. Nunca antes había liberado tanta magia de una vez.

Sintió como si se ahogara y luego todo se desvaneció en una oscuridad profunda.