⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Fjord, que se había acercado, le tocó la frente y dijo:

—Tienes fiebre. ¿Cómo te sientes?

—Me duele todo el cuerpo…

Su voz estaba completamente ronca. Fjord la ayudó a incorporarse.

Puso una almohada detrás de Lilica para que se sentara y preguntó:

—¿Te duele algo más?

—No, ¿Fiyo? ¿Estás bien?

—Estoy bien.

Lilica lo miró con desconfianza y luego exclamó suavemente.

—Fiyo…

Fjord sonrió. 

Alrededor del iris de su ojo izquierdo, seis rayos de luz se extendían débilmente. El tono rojizo de su ojo, originalmente dorado rojizo, se había intensificado.

Comparado con su ojo derecho, la diferencia era evidente.

Trató de levantar la mano, pero falló con un gemido. Sus brazos estaban pesados.

—Fiyo.

—Sí, Princesa.

—Tus ojos son muy bonitos.

Aunque ella misma lo había creado, Lilica sonrió y Fjord le devolvió la sonrisa.

Athil agitó su mano entre ellos para llamar la atención.

—Ya basta. Ahora que estás despierta, volvamos.

Grrrr…

En ese momento, se escuchó un fuerte sonido proveniente del estómago de Lilica. Su rostro se sonrojó y Athil estalló en carcajadas.

Fjord habló con calma.

—He traído algo de comer. Aunque vayamos de regreso, come algo antes.

Regresó con la bandeja que había dejado sobre la repisa de la chimenea.

El ruido en su estómago no cesaba. Miró con fuerza a Athil, que seguía riendo, y luego echó un vistazo furtivo a Fjord.

Era un sonido que no quería que escuchara la persona que le gustaba. Pero la tranquila actitud de Fjord la tranquilizó.

En la bandeja que había traído había una sopa que desprendía un aroma delicioso. Al olerla, su estómago volvió a rugir.

Cuando Lilica intentó agarrar la cuchara, Fjord la detuvo.

—Antes parecía que incluso levantar el brazo te resultaba difícil.

Se sentó, puso la bandeja sobre su regazo y levantó la cuchara. Luego, acercó la sopa a la boca de Lilica.

—Vamos, abre la boca.

—… !!

En otro momento, habría abierto la boca de inmediato, pero ahora se sentía avergonzada. Desesperada, miró a Athil en busca de ayuda.

Athil, entendiendo la súplica en sus ojos, empujó a Fjord a un lado y tomó la cuchara. Se lamentó.

—¿Qué es esto de cuidar a mi hermana pequeña a esta edad?

Fjord, algo desanimado, se quedó al lado, mientras Lilica le daba una palmadita en el asiento junto a ella.

—Fiyo, siéntate. Está delicioso.

—¿Está bueno? Come mucho.

Athil, aunque refunfuñando, diligentemente le dio cucharadas de sopa.

Cuando el cuenco estaba a medio vaciar, Lilica asintió.

—Ya estoy bien. Gracias, Athil.

—De nada.

—Y, Fiyo, tengo algo que decirte. Tus ojos… yo los hice así.

—Lo sé.

—¿Lo sabías?

Lilica, sorprendida, preguntó y Fjord esbozó una tenue sonrisa.

—Solo alguien como una Magic Girl podría hacer algo así.

—Ah… sí. Athil, escucha también. Hace unos años, Uvah me dio una semilla…

Así comenzó a explicar, desde ese momento hasta lo ocurrido recientemente.

Fjord se llevó la mano al párpado izquierdo.

—Entiendo, así que…

No había dolor cuando usaba sus poderes, ni ningún dolor crónico.

Era la primera vez que experimentaba días sin dolor, lo cual le parecía increíble.

—Así que, usé mucho poder, pero ahora estoy bien.

Athil puso una expresión seria. Sabía que ella no era solo una Magic Girl, sino una verdadera maga.

¿Realmente estaba bien?

—Todo por culpa de este tipo.

Señaló a Fjord con un dedo acusador. Lilica solo sonrió tímidamente.

—De todas formas, el resto de la historia la escucharemos cuando volvamos. Prepárate para una gran reprimenda de tía.

—Sí…

Lilica respondió débilmente y Fjord la agarró apresuradamente.

—Princesa, quédese un poco más. Espere a estar completamente recuperada para moverse. Hasta entonces, puede quedarse todo lo que quiera.

—Es mejor regresar al palacio.

Athil cortó tajantemente. Lilica también asintió.

—Primero debemos regresar. Salí sin permiso, deben estar todos preocupados.

Fjord bajó la mirada.

Es suficiente.

Debía estar contento y agradecido.

Lilica había volado hasta aquí por él, había usado su valiosa gema, y ahora él estaba completamente curado.

Ya no tenía dolor, estaba fuerte.

Esa misma fuerza lo hacía sentir inquieto. Aunque Lilica ya no sintiera compasión por él, ¿seguiría mirándolo?

¿Le tendería la mano?

Es suficiente, suficiente. Debes estar contento, Fjord.

Mientras se animaba a sí mismo, Fjord levantó la cabeza y sonrió.

—Entiendo. Aunque me da pena, no puedo retener a la Princesa.

—Sí, y Fiyo —Lilica bajó un poco la voz y Fjord se inclinó hacia ella. Ella susurró—. Ahora que sé cómo llegar, volveré a visitarte.

La expresión de Fjord se iluminó. Conteniendo su alegría, respondió.

—Te estaré esperando.

Athil la levantó de la cama. Él dijo:

—¿Vamos?

—Sí, vamos.

En el momento en que Lilica agarró firmemente su ropa, Athil dio un salto.

El viento sopló fuertemente.

Lilica exclamó de asombro ante el paisaje que se desplegaba ante sus ojos.

Estaban en la cima de una montaña alta. Y hacía un frío tremendo. Athil estaba un poco desconcertado y preguntó:

—¿Tienes frío?

Lilica, sintiendo cómo sus dientes castañeaban involuntariamente, asintió con la cabeza.

Athil se quitó su capa y la envolvió alrededor de Lilica, pero no era suficiente para el intenso frío.

A pesar de temblar, Lilica miró a su alrededor.

Vio una pequeña aldea bajo el valle y montañas resplandecientes de plata.

—¿Dónde estamos?

—Pasamos por aquí la última vez y me pareció tan bonito que quería mostrártelo. Ya que estamos solos, pensé en enseñártelo.

Athil sonrió.

Quería mostrarle un paisaje hermoso a su hermana pequeña, que no se sentía bien y pronto sería reprendida por su tía, para levantarle el ánimo.

A Lilica le gustaba mucho que Athil pensara en ella, pero pensaba que habría sido mejor si no fuera en ese momento.

Si tan solo estuviéramos vestidos adecuadamente para el frío, habría sido mucho más agradable.

Y no estaría tan enferma como ahora.

Takar, que nunca había estado realmente enfermo excepto por algunas veces debido al estrés o al veneno cuando era niño, no comprendía completamente el estado de salud de Lilica.

No había bebido veneno ni estaba herida.

Entonces, ¿no estaba bien?

Además, su cuerpo, que tenía sangre de dragón, no sentía el frío tan intensamente. Y pensó que Lilica, siendo maga, sería similar a él.

Mientras él explicaba sobre el pueblo, Lilica lo interrumpió.

—Es, es muy he, hermoso. Athil, pero, ahora, tengo mucho frío…

Ahora todo su cuerpo temblaba. Fue entonces cuando Athil se dio cuenta de lo grave que era el estado de Lilica.

—¿Te sientes muy mal?

—……

No hubo respuesta.

Athil, alarmado, sacudió a Lilica y luego saltó asustado. 

Cuando la dejó en el palacio, Brynn gritó de sorpresa.

Lilica pasó tres días y noches con fiebre alta.

 

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Lydia reprimió su enojo.

¿A quién debía dirigir este enojo?

Exhaló profundamente y Altheos le masajeó los hombros desde atrás.

Su cuerpo se relajó automáticamente. Dejándose llevar por su toque, Lydia habló.

—Lilica solía ser tranquila, obediente y buena, ¿sabes?

—Sigue siendo tranquila, obediente y buena.

—No describes así a alguien que desaparece de su cama en medio de la noche.

—Eso es normal para un niño.

—Sí. Los niños pueden salir. Pero normalmente serían atrapados cerca del palacio, no en el mar. Dios mío.

—Exactamente, en el territorio de Ignaran.

—Y encima arregló a Fjord.

—Sí.

Lydia lo miró con expresión preocupada.

—¿Estará bien Lilica? Si se enfermó por usar su poder…

—Estará bien. Es porque su cuerpo aún no está completamente desarrollado.

—Sí.

—Y también porque Athil la llevó a la cima de una montaña nevada estando enferma.

—Athil necesita aprender a cuidar a la gente común.

Altheos sonrió.

—Takar casi nunca se enferma. Y todavía es joven, ¿verdad?

Es suficiente para nublar su juicio.

Athil se sorprendió al ver a Lilica ardiendo en fiebre.

Se puso pálido al escuchar al médico decir: ‘Si la fiebre sigue siendo tan alta, podría haber problemas con los ojos, los oídos o la cabeza.’

Lydia también palideció. 

Si Altheos no le hubiera dicho que la magia primordial estaba protegiendo a Lilica, Lydia no se habría apartado de su lado.

Cuidando de ella día y noche, Lydia estaba a punto de colapsar de agotamiento, así que Altheos tuvo que separarla a la fuerza de Lilica.

Athil se ofreció a cuidar de ella por turnos.

Brynn miró a Athil con una expresión de ‘qué fastidio’, pero Athil siguió las instrucciones de ella y cuidó de Lilica bastante bien.

—Entonces.

Altheos comenzó a hablar.

—¿Qué te parece en dos años?

Lydia entendió de inmediato. Era algo que también había estado pensando.

Era sobre romper la maldición.

—¿En dos años?

—Para entonces, Athil será adulto y el cuerpo de Lilica será lo suficientemente fuerte para soportar la magia.

Lydia se volvió completamente para mirarlo.

—Y también estaremos divorciados.

—Sí.

Altheos sonrió al ver su expresión.

—¿Por qué? ¿Estás preocupada?

—No, no estoy preocupada. Mi plan para después del divorcio es perfecto.

—¿Sí?

—Sí.

Lydia levantó la cabeza con orgullo.

—Voy a comprar una buena casa y estaré con Lily todo el tiempo. Como dije, estoy harta de los hombres comunes.

Altheos mostró una expresión perturbada con su última frase. Lydia sonrió débilmente, como si lo esperara.

Altheos también está preocupado.

Tal vez él estaba más preocupado que ella. 

Podría recordar a Takar, quien lo convirtió en humano y dijo que lo amaba.

Si no fueras humano, no te amaría.

Altheos la abrazó fuerte al ver su sonrisa. Lydia dijo.

—Vi un dragón en mi sueño.

—¿Y?

Aunque no podía ver su rostro, Lydia continuó hablando tranquilamente.

—Era realmente hermoso.

—Ya veo.

—Sí, estaba asombrada de que existiera una criatura tan magnífica.

Altheos la abrazó aún más fuerte. Lydia lo abrazó de vuelta y dijo.

—Ah, pero había algo que me molestaba.

—¿Qué?

—¿Qué es eso de una conexión mental? —dijo ella.

Su espalda se estremeció visiblemente, pero pronto se echó a reír. Lydia, todavía con un tono juguetón, se quejó:

—¿No es eso realmente demasiado?

—Sí, fue bastante grosero —dijo Altheos apoyándose más en ella. Aunque su peso era considerable, Lydia aguantó.

—Y…

Lydia dudó si debía continuar.

Aunque te conviertas en dragón, vueles lejos y no regreses, está bien.

Aunque eso pase, el hecho de que me amaste no desaparecerá.

Viendo un dragón volar libremente, algún día les contaré a mis nietos.

Esta abuela una vez amó a ese dragón.

N/Nue: Ayy mi corazón…

Como los recuerdos de un dragón son eternos, el hecho de que me amaste también permanecerá eternamente en tu memoria.

Como la primera y última persona a la que amaste.

Pero no pudo decir eso. Podría ser una carga para Altheos.

—¿Y…? —preguntó Altheos, separándose de ella.

Lydia cerró los ojos lentamente y apoyó su cabeza en el hombro de él. Murmuró:

—Lamento no haber visto su forma.

Volar majestuosamente como un dragón.

 

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Después de que Lilica se recuperara, Lydia y Altheos le comunicaron su decisión de esperar dos años.

Con ojeras oscuras, Lilica asintió con la cabeza.

Romper la maldición consumiría mucho más poder mágico, así que sería mejor esperar hasta que su cuerpo estuviera más desarrollado.

Perder la conciencia mientras usaba magia.

Mirando atrás, fue aterrador.

Nadie sabía qué podría haber pasado si la magia no se hubiera completado correctamente.

¿Podría haber salido fuego de la nieve de Fjord, o podría haber perdido la vista para siempre, o el fuego podría haber retrocedido?

Cuanto más lo pensaba, más miedo tenía.

Se comunicó esta decisión con cautela a Inro.

Haya, con su habitual rostro impasible, aceptó la opinión.

—Entiendo.

Eso fue todo lo que dijo. La hostilidad o la ira que había mostrado antes no volvieron a aparecer, pero Lydia no lo creyó.

Aunque para romper la maldición se requiriera la vida de Lilica, no sería un problema para él.

Sus moribundas personas de su Familia eran más importantes para él.

Era extraño que aceptara posponerlo dos años por la salud de Lilica.

Lydia hizo esfuerzos por no perderse ninguna información de Inro, pero recolectar información del Extremo Norte era casi imposible.

No hay más remedio. Tendré que vigilar sus actividades en la capital.

Lydia estaba presionando a John Weil de todas las maneras posibles.

Debido a su grave enfermedad, Lilica tardó un tiempo en levantarse de la cama.

Lo más preocupante era que su poder mágico se había debilitado considerablemente.

A medida que su cuerpo se recuperaba, su magia también lo hacía, pero le sorprendió descubrir que su magia seguía el estado de su cuerpo.

—Es natural —dijo Altheos, pinchando su frente—. La magia también es parte de ti. Si tu cuerpo no está bien, no puedes usarla correctamente. El autocuidado comienza con el cuerpo.

—Sí.

Como no podía curar sus enfermedades con magia, Lilica sufrió mucho.

Pasó todo el invierno con una tos persistente, lo que preocupó mucho a Brynn. No fue hasta la primavera que Lilica se recuperó completamente.

Descubrió lo importante que era el clima.

Justo cuando se recuperó, el gremio de la Arena Dorada presentó un nuevo artículo.

Aceite para freír.

Lilica no había probado frituras hasta que llegó a la corte, ya que antes nunca había tenido la oportunidad.

El aceite que no se quemaba a altas temperaturas era raro.

Pero el gremio de la arena dorada comenzó a vender aceite para freír a un precio bastante razonable.

Simultáneamente abrieron varias tiendas de frituras.

Al principio, las frituras eran desconocidas, pero resultaron ser asequibles, calóricas y deliciosas.

¡Freír hace que hasta los zapatos sean deliciosos!

Con este eslogan, el aceite para freír se vendía como pan caliente.

Otros gremios querían saber de dónde provenía el aceite.

El origen del aceite era el Territorio de Ignaran.