⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Diare Wolf era una chica encantadora de pelo largo y rosa y ojos de un verde intenso. Era pequeña y menuda, lo que la hacía parecer más joven de lo que correspondía a su edad.

Vestía un uniforme de aprendiz de caballero, y aunque combinaba bien con ella, el uniforme de manga larga de un funcionario parecía sentarle mejor.

Aun así, su terquedad era evidente.

Bajo la luz del sol de mediodía del jardín, sus ojos verdes parecían de jade resplandeciente.

A Lilica le gustó Diare a primera vista.

—Diare Wolf saluda a Su Alteza la Princesa.

Con voz brillante, Lilica saludó a Diare, que le dedicó un cortés saludo. 

—Encantada de conocerte a ti también.

Diare enderezó su espalda encorvada. Ella preguntó después de robar una mirada a Lauv, que estaba de pie detrás de Lilica.

—¿Puedo hacerle una pregunta, princesa?

—¿Qué pregunta?

—¿Por qué me elegiste como tu compañera de conversación? 

—Ah —Lilica respondió con franqueza. La mayoría de los problemas se resuelven con honestidad—. Madre recomendó a Diare.

—¿Su Majestad la Emperatriz?

—Mm.

—¿Le parece bien, princesa? Si pretendes hacer una conexión con la Familia Wolf, hay muchos otros niños aparte de mí.

Ante esas descuidadas palabras, Lilica ladeó la cabeza y preguntó.

—Diare, ¿acaso no quieres ser mi compañera de conversación?

—¿Tengo elección?

—Sí que la tienes.

Diare cerró la boca ante las palabras de Lilica. 

Entonces, Lilica se rió de la terquedad creciente en su rostro.

Sonrió y habló con seriedad.

—Es la primera vez que tengo una compañera de conversación. Aunque Diare es mayor que yo, es la primera vez que hago una amiga en el palacio, así que estoy muy emocionada.

N/Nue: La palabra para amigo aquí sólo se utiliza con personas de la misma edad, y hay un término diferente para las personas mayores / más jóvenes.

Sin embargo.

Lilica respiró hondo.

—No se que mentalidad tenia Diare al venir. Pero Diare también tiene elección.

Ser invitada como interlocutora de un miembro de la familia imperial era una especie de honor, y al mismo tiempo, era un deber que no se podía rechazar.

Pero ahora mismo, la Princesa Lilica estaba diciendo que estaba bien que ella se negara. 

—¿Por qué?

Una pregunta inocente surgió.

Desde hacía un rato, era una serie de escenas en las que los demás gritaban ‘¡Qué grosero!’ cuando la oían.

Lilica se rió.

—Es porque no quiero hacerte mi amiga a regañadientes —Era por una sencilla razón. Lilica continuó—. ‘Porque me beneficiaré de estar a su lado ya que es la princesa, porque tengo curiosidad por lo que pasa alrededor de la joven princesa’, o porque te agrado.  Cualquier razón es buena. Porque el punto de partida puede ser cualquiera. Pero no quiero tener un comienzo con alguien que no quiere tener un comienzo.

Era algo que se podía entender perfectamente.

Diare miró sin comprender a la princesa, que era mucho más pequeña que ella, y dijo.

—¿Por qué te consideras una Takar, princesa? 

Por fin, Brynn no pudo resistirse y gritó. 

—Estás siendo irrespetuosa. Cuida lo que dices. 

—Brynn, ya estoy bien.

Lilica tiró de la falda de Bryn con una sonrisa mientras decía eso. 

Luego le habló a Diare.

—Es porque Su Majestad me hizo una Takar. 

Diaree frunció el ceño y suspiró.

—Entonces, ¿qué hay de ti, princesa? ¿Le gusto a la princesa? ¿Me tomas a regañadientes como tu compañera de conversación porque la Emperatriz te dijo que lo hicieras?

Lilica miró atentamente a Diare y contestó. 

—No, Diare me cae muy bien.

Las mejillas de Diare se sonrojaron ante esas palabras. 

Parecía bastante enfadada. 

—Sé que he sido irrespetuosa hasta ahora.

—Sí, pero querías ser honesta, ¿no?

Aunque su método era muy torpe, la pregunta final podía verse como una preocupación desde cierto ángulo.

Aunque alguien dijo que estaba bien ser compañera de conversación, Lilica quería una compañera de conversación que se convirtiera en su verdadero amiga.

La pregunta de Diare era bastante razonable.

Por qué la había elegido a ella, por qué le estaba dando a elegir, y si tal vez lo hacía a regañadientes.

No estaba siendo irrespetuosa mientras pretendía ser honesta, sino la manera de Diare de mostrar consideración por Lilica.

Las palabras de Lilica hicieron que los hombros de Diare se desplomaran. 

—Eres muy madura, princesa.

Lilica pareció perpleja ante su comentario. 

—¿Te disgusta?

—¿Qué?

Cuando Diare volvió a preguntar asombrada, Lilica dejó escapar un suave suspiro y dijo.

—Hay personas que no le gusta cuando actúo como un adulto. Esas palabras no son como una niña.

No es propio de una niña. 

Es repulsivo.

Hablando precozmente. 

Una niña astuta. 

Es mejor que un niño sea como un niño.

Lilica ha oído innumerables historias así. 

Mantuvo la boca cerrada. 

—Pero no les gusta que sea como una niña.

No creas que te querrán sólo por ser un niño. Tienes que ocuparte de tus propios asuntos.

De ninguna manera lo dejaré pasar sólo porque eres un niño. El trabajo es el trabajo, ¿por qué no lo entiendes?

Había estado viviendo entre esa gente con una sonrisa en la cara.

Dependía de los adultos. Como tal, ella no sabia que hacer con un amigo de la misma edad.

Diare abrió la boca después de escuchar las palabras de Lilica, pero una persona salió de un lado con un susurro y dijo.

—No tienes que preocuparte por los que dicen eso, princesa. 

—¿Lat?

Lilica se sorprendió por la aparición de alguien inesperado. 

Lat llevaba un gran pergamino en los brazos.

Sonrió y saludó. 

—Saludo a la princesa.

Lilica también le saludó directamente. 

No esperaba encontrarse con Lat en el jardín. 

—Está mal escuchar a escondidas.

Entonces, Diare le dijo a Lat. 

Levantó las cejas y se cruzó de brazos.

Su aspecto insistente con un marco pequeño parecía bastante confiado, pero sus palabras y acciones hacia el canciller del imperio eran bastante groseras.

Lat se rió al verla y dijo: 

—Como era de esperar. No te espié, pero es porque viniste en esta dirección mientras yo descansaba.

—¿Estabas descansando?

—Sí, estaba harto de que Su Majestad me diera órdenes, así que estuve holgazaneando un rato.

Aunque no parece ser el caso en absoluto, Lilica asintió, pensando que ese podría ser el caso.

Lat dijo.

—De todas formas, no tienes que preocuparte por lo que has mencionado antes. Esa gente sólo hablaba ociosamente hacia los débiles a su antojo —Lat sonrió—. Son incapaces de ganar con la lógica, así que atacan la personalidad de la otra parte. Qué manera más basura de hacer las cosas.

—Basura…

—Así es. Las palabras que la princesa dijo en ese momento no eran incorrectas. Debió decir lo correcto. Como no pudieron refutar, se limitaron a decir cosas como ‘Te estás pasando’ y ‘No eres como una niña’ —Lat habló en tono molesto, antes de sonreír—. Nosotros, que somos listos, aguantaríamos un tiempo, y nos limitaríamos a pisarles poco a poco después de convertirnos en una persona de alto rango. Es el mismo razonamiento que ‘no te oigo porque eres calvo’.

En ese momento, Lilica soltó una risita.

Era porque la persona que se lo había dicho era realmente calva.

—Puedes decirles que es por esa personalidad tuya que se te ha ido el pelo.

Preguntó Lilica.

—¿Lat hizo eso?

—Sí, claro.

Lat sonrió con gracia.

La sonrisa hizo pensar a Lilica que Lat se parecía a Pi, pero también a Diare que está delante de ella.

Luego suspiró en voz baja y dijo.

—Aquí viene el tipo molesto. Me voy. Espero que tengan un buen día.

Después de dar sus saludos, Lat se fue apresuradamente. 

—¿El tipo molesto?

De la gente que Lilica conoce, sólo una persona describió a Lat como un pesado.

Al poco rato, apareció también Tan. 

Saludó a Lilica con ligereza.

—Por casualidad, ¿has visto a Lat? Debe de haber pasado por aquí.

—Sí, acaba de pasar.

Las palabras de Lilica le hicieron chasquear la lengua. Entonces extendió la mano hacia Diare, que frunció el ceño inmediatamente y se agachó.

—Por favor, no me toques el pelo.

—Oh, perdona.

—Eek.

Tan retiró la mano y miró a Lauv. 

—No —dijo Lauv con expresión seria.

Lilica se rió. 

—Me parece bien.

Tan sonrió ante sus palabras.

—No puedo, porque podría meterme en problemas con Su Majestad si le doy palmaditas en la cabeza a la princesa en un lugar donde todo el mundo está mirando. Pues entonces, por favor, cuida bien de Diare.

Cuando Diare frunció el ceño ante ese comentario, Tan se apartó rápidamente con un ‘Eek’.

Desapareció y Lilica preguntó. 

—¿No te gusta el cuidado de Tan?

—Quiero ganar mi posición con mi propio poder, y no con la ayuda del Cabeza de Familia.

—Eso es asombroso. 

—¿En serio?

Lilica asintió cuando Diare preguntó sorprendida.

—Por supuesto. Es difícil mantenerse en pie con tu propio poder.

Diare sonrió ligeramente.

 Volvió a ponerse seria y habló. 

—No soy un Wolf completo, mi princesa.

Lilica ladeó la cabeza.

—¿Qué significa eso?

—Mi padre es un Sandar. Él y mi madre no estaban oficialmente casados, y mi madre me entregó al castillo Wolf cuando me dio a luz. Así que soy mitad Sandar. Y nacida fuera del matrimonio. ¿Estaría bien si me convirtiera en tu compañera de conversación?

¿Es algo muy importante?

Mientras Lilica tuviera tal pregunta, esto era probablemente un asunto importante para Diare.

Lilica habló seriamente. 

—No me importa.

Diare sonrió.

—Entonces yo también quiero ser la compañera de conversación de la princesa. 

—¡Vaya!

Mientras soltaba una exclamación, Lilica le agarró la mano con fuerza. Diare añadió con una sonrisa avergonzada.

—Y tengo un apodo. 

—¿Cuál es?

¿Los amigos se llaman por sus apodos?

Lilica esperó las siguientes palabras de Diare con el corazón palpitante. 

—’Diare la intransigente’ Ese es mi apodo

 

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Las casas de la Familia Wolf siempre estaban llenas de gente.

—¿He oído que te has convertido en la compañera de conversación de la Princesa?

—¿Pequeña? Oh, nuestra pequeña se ha hecho un hueco. 

—¡No me llames pequeña, te mataré!

—Claro que a la pequeña se la llama pequeña, uf.

Los niños de la Familia Wolf esquivaron la patada de Diare y salieron corriendo en enjambre. Diare subió las escaleras malhumorada.

Su habitación era sencilla. 

Escritorio, armario, cama.

Eso era todo, pero seguía siendo un espacio suyo. Saco su silla y se sentó en su escritorio.

¿Por qué sigo siendo tan pequeña? 

Infló las mejillas.

Aunque los niños no intimidaban especialmente a Diare, la miraban con desprecio.

Estaba harta de que todo el mundo le acariciara el pelo. También odiaba que la llamaran linda.

Es pequeña, linda y débil, a la mierda.

Tenía que ser más agresiva y gritar más alto que los demás para conseguir lo que quería.

Cada vez que lo hacía, oía palabras como. 

( Como era de esperar de alguien con la sangre de Sandar, por eso es diferente. )

Pero por otro lado, los Sandar la vieron y dijeron: 

( Como era de esperar, la sangre de Wolf fluye a través de ella. )

Su apellido es Wolf, pero sintió miedo al pensar que debería haber ido a Sandar por su pequeñez.

Pero obviamente no habría lugar para ella también en Sandar.

Si se enfadaba por ello, se volvía molesta, ya que parecía ‘linda’ en lugar de intimidar.

Por eso, sólo podía hablar y comportarse con más rudeza que los demás.

Como resultado, fue llamada ‘Diare la intransigente’ por alguna razón. 

Qué apodo más vergonzoso.

Aunque esa era su opinión, no podía soportarlo todo el tiempo. Una cierta cantidad de ira siempre estaba contenida en su corazón.

Sabía que era un apodo gracioso, pero quería confiárselo a la princesa, su compañera de conversación.

Diare tenía curiosidad por lo que diría.

Sin embargo, cuando escuchó la historia de Diare, emitió un misterioso zumbido. Después de un rato, se limitó a decir brevemente: 

( Ya veo. )

La princesa no dijo nada más al respecto. 

La princesa es…

Diare apoyó ligeramente la mejilla en el escritorio. 

Su cabello castaño era abundante y atractivo.

Sus ojos eran de un turquesa brillante, y tenían el tinte del misterioso Lago Rudin.

—Es como una dríade.

En el feudo del condado de Wolf se extendía un profundo bosque de coníferas. 

Mientras caminaba entre los árboles centenarios del bosque de coníferas, que se llamaba el Bosque Negro, sintió una sensación de asombro.

Árboles que se erguían como pilares que sostenían el cielo.

La dríade de los cuentos de hadas esbozó una sonrisa sabia, hermosa y reservada.

Diare pensó que las hadas de los árboles de su imaginación se parecían mucho a la princesa.

No, si fuera un poco más alta…

Cuando sea más alta, su pelo castaño crecerá más allá de sus rodillas, y sus ojos se harán más profundos.

Será exactamente como la dríade de las ilustraciones.

Tenía que dar un informe una vez al día, pero allí no podía escribir cosas así.

Las palabras que Diare podía usar eran palabras como que se convertiría en la amiga de la princesa. Esas eran las únicas palabras que podía usar.

No es como si la princesa fuera una Takar real tampoco.

¿Cómo puede estar tan segura?

Diare saltó de su asiento.

Este tipo de imaginación tibia no va con ella. Blandir una espada le quedaba mucho mejor que eso.

—Balancea la espada mil veces.

Si blandía su espada hasta quedar completamente exhausta, sus preocupaciones y pensamientos se desvanecerían en la distancia.

Diare encontró eso bastante agradable.

De repente, Diare pensó en Lauv, que estaba detrás de la princesa como una sombra.

Tengo que ser mucho más fuerte.

Después de fijarse un objetivo a corto plazo, apretó el puño.