⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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—Fjord, no, el Joven Duque Barat es una persona de alto rango, ¿no?

—Así es.

—E-entonces, ¿quién podría herirlo así… Oh, ¿podrían ser señales de sparring?

Cuando ella recordó lo que Fjord había dicho antes y preguntó si ese podría ser el caso, Lauv negó con la cabeza. 

Eran heridas infligidas unilateralmente a un oponente inmovilizado.

—Ya veo. Ya veo. En ese caso, en ese caso —Lilica se mordió el labio—. No te pediré detalles. Fjord tampoco querría que lo supiera. Sigue diciendo que está bien. Es mejor que no mire las heridas.

—Yo también lo creo —respondió Lauv aliviado. 

Lilica dijo.

—¿Limpiar la herida es todo lo que se necesita ahora? Lo siento, pero ¿puedo dejárselo a Lauv?

—Por supuesto.

Ambas hirvieron mucha agua y empaparon toallas en ella mientras esperaban el regreso de Brynn.

Hacía calor porque era verano, pero ella tenía que aguantar tanto. Lauv entró con un montón de toallas húmedas y salió.

La sangre manchó las toallas que se usaron para limpiar la herida, pero Lilica no pestañeó ante eso.

Mientras tanto, Brynn regresó con vendas y desinfectantes.

Lilica le entregó a Lauv todo el ungüento amarillo que había en los estantes.

Mientras Lauv lo vendaba, Brynn volvió a salir y regresó esta vez con una gran bolsa de hielo.

—Porque no sería bueno que tuviera fiebre con una herida tan grande. 

—Mm.

Justo entonces, Lauv salió de la habitación y dijo. 

—Las heridas han sido atendidas.

—¿Puedo entrar a verlo ahora?

—Sí.

Después de decir eso, Lauv miró aturdido a Lilica durante un rato. También sabía que el ungüento amarillo lo había hecho ella.

Al parecer, es un ungüento hecho de dientes de león, pero sólo se dio cuenta después de aplicarlo hace un rato.

La herida se curó demasiado rápido.

Se había preguntado si se debía a la capacidad de curación natural que poseen los sangre azul, pero no era el caso.

Antes de que él aplicara el ungüento, la sangre todavía fluía de la herida limpia. 

Vio claramente la herida abierta en el cuerpo de Fjord.

Pero cuando empecé a aplicar el ungüento, la sangre se detuvo inmediatamente.

Después de pasar algún tiempo, incluso las pequeñas heridas punzantes ya estaban curadas.

Si este es el poder del ungüento… 

No sabía qué decir.

Lilica corrió junto a él hacia el dormitorio y salió enseguida. Lauv preguntó asombrado.

—¿Ocurre algo?

—Gracias, Lauv.

Inmediatamente después de decir eso, Lilica le abrazó. Lauv se quedó clavado en el sitio.

—Brynn también, ¡gracias! Lauv, Brynn trajo hielo, así que bebe un poco de té frío mientras esperas.

Después, los hombros rígidos de Lauv bajaron cuando vio a la princesa entrar de nuevo corriendo en la habitación.

Brynn preguntó.

—¿Está bien si ella entra sin ti? ¿Es seguro?

—Creo que estará bien.

Brynn resopló ante el comentario, entrecerró los ojos y asintió.

El té frío se preparó al instante cuando el té recién hecho se vertió sobre el hielo, que se partió en trozos más pequeños con un punzón.

—Aquí tienes. El té frío que la princesa te ha concedido. 

Brynn habló mientras le tendía la bandeja, y Lauv aceptó cortésmente el té. 

Brynn miró hacia la puerta entreabierta del dormitorio.

—Para reducir su temperatura, será mejor que prepare primero agua helada.

Lauv miró a Brynn abiertamente. 

Cuando Brynn le devolvió la mirada, preguntó. 

—¿La princesa hizo ella misma ese ungüento amarillo?

—Sí, ella lo hizo.

Brynn respondió con una expresión desafiante, como si preguntara: ‘¿Y entonces?’

—¿Y qué?

Lauv bebió tranquilamente el té que sostenía y dijo.

—Creo que será mejor ocultar dónde se produce a partir de ahora.

—Con decir que es un ungüento hecho con la receta secreta de la familia imperial bastará.

Brynn también respondió con indiferencia.

Lauv resopló ante ese comentario.

—¿Por qué te ríes?

Lauv se aclaró la garganta y respondió a Brynn. 

—Siento que me he unido a un círculo.

Si Brynn hubiera definido a Lauv como un forastero, habría negado que la princesa hiciera ese ungüento personalmente.

O ella habría dicho que es una receta secreta perteneciente a la Familia Imperial Takar. Ella habría esquivado la pregunta de esa manera.

Pero Brynn le dijo la verdad con franqueza.

Eso significaba que ella lo reconocía como alguien del bando de la Princesa Lilica. Eso lo hizo sentir bien sin ninguna razón en particular.

Brynn resopló: ‘Hmph’, y agitó el picahielos.

—No es por voluntad propia. Es porque la princesa confía en ti. 

Lauv se acercó y dijo.

—Así es. Entonces haré el agua helada en su lugar. 

Brynn escondió el punzón de hielo y dijo.

—Yo haré esto. Puedes ir a llenar la cuba de agua. 

—De acuerdo.

Lauv siguió sus instrucciones obedientemente.

Mientras él llenaba la cuba de agua, Brynn entró con una palangana de latón llena de agua helada.

 

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Lilica estaba sentada junto a la cama con expresión seria.

Cuando Brynn echó un vistazo furtivo al estado del paciente, era tal como Lauv había mencionado, el joven Duque Barat parecía estar a salvo.

Incluso si se despierta en esta condición, sería difícil que atacara a la princesa.

—Traje un poco de agua helada, princesa. Ya que tiene fiebre, poner esto en su frente será refrescante para él.

—Gracias, Brynn.

Lilica mojó rápidamente la toalla y la puso en la frente de Fjord. 

Ella preguntó solemnemente.

—Brynn, ¿puedo dormir aquí esta noche?

—Bueno, ¿la Emperatriz o el Príncipe Heredero se sorprenderían bastante si se enteraran?

—Supongo que sí.

Los ojos de Lilica buscaron diligentemente por la habitación, exclamando: 

—¡Ah!

—Entonces, ¿qué pasaría si volviera y les diera las buenas noches, fingiera dormir y luego volviera aquí?

Brynn preguntó en voz baja.

—¿Tan preocupada estás? Puedo quedarme. 

—Sí, pero…

Lilica recordó la vez que tuvo dolor de estómago. Era tan reconfortante cuando su madre le frotaba el estómago toda la noche.

Ella quería quedarse al lado de Fjord, y no de nadie más.

¿No sería mejor que fuera alguien con quien tuviera buena relación? Mientras Lilica dudaba, Brynn sonrió y dijo.

—Entendido. Busquemos una manera juntas. 

—¡Brynn!

Emocionada, Lilica la abrazó con fuerza. Brynn esbozó una leve sonrisa. 

A decir verdad, no le gustaba involucrarse con Barat.

Sin embargo.

La mayor obra maestra de Barat. 

Fjord Barat.

No importaba cómo lo mirara, parecía que la princesa estaba tan obsesionada con él que no podía ver otra cosa.

Los traidores internos siempre son bienvenidos.

Por supuesto, siempre mantendré los ojos bien abiertos.

Los Barats son los que podrían utilizar tal herida para hilar mentiras con el fin de atraer a la gente.

Por lo tanto, ella siempre tendría dudas cuando y donde ocurra, pero no hay necesidad de detener a la princesa.

—En ese caso, vamos a tomar una decisión después de ver la situación.

—Sí, estoy siendo poco razonable, pero gracias por escuchar mi petición. Lo siento, Brynn. Últimamente me comporto como una niña malcriada.

Brynn sonrió y palmeó ligeramente la espalda de la princesa. Mechones de pelo púrpura oscuro ondeaban suavemente de su melena.

—Es un placer para mí aceptar tu comportamiento malcriado. Y este nivel ni siquiera se considera infantil.

—Pero sólo he hecho peticiones molestas. 

—Para mí no es ninguna molestia—Cuando Lilica levantó la cabeza de su abrazo, Brynn sonrió—. Sólo estoy accediendo a la petición de la princesa.

Los ojos de Lilica se abrieron de par en par con esas palabras y puso una expresión decidida. 

—Sí, me haré responsable de todo.

Si Athil se enfada de nuevo, podría volver a golpear a Fjord.

Si Athil la golpea como golpea a Fjord, podría caer al suelo. Lilica apretó el puño con fuerza.

—Yo te protegeré, así que no te preocupes, Brynn. 

—Sí, mi princesa.

Brynn sonrió.

 

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Fjord sintió una brisa fresca.

También se sintió agradable cuando la piel pegajosa de sudor se limpió con una toalla caliente.

—¿Deberíamos cambiar turnos?

—No, está bien.

—¿No estás cansada?

—He estado sentada todo este tiempo.

Abrió los ojos sin darse cuenta ante el suave murmullo.

Pudo distinguir algo que iba y venía ante su visión borrosa.

Fjord sólo supo que era un abanico redondo cuando sus ojos consiguieron enfocar con claridad.

—Ah, Fjord, ¿estás despierto?

Cuando el abanico se detuvo y apareció una cara redonda, Fjord miró sin comprender a la otra persona y preguntó.

—¿Esto es un sueño?

—No, ¿por desgracia? ¿O no? Hm, a pesar de todo no es un sueño. 

Después de hablar, continuó abanicándose de nuevo.

Después de reflexionar sobre su respuesta mientras sentía la brisa, Fjord se levantó bruscamente.

Su visión se arremolinó mientras se apoyaba en la cama.

Sobresaltada, Lilica bajó de la silla alta y le agarró rápidamente por los hombros.

—¿Estás bien? Te ha bajado la fiebre, pero aún no puedes moverte así.

—Dónde, cuánto tiempo, exactamente-

Sus palabras salían de forma intermitente. Lilica le explicó.

—Esta es una cabaña en una esquina del jardín, y nos reunimos esta mañana. Ahora está amaneciendo, al día siguiente. Aún estamos en mitad de la noche.

Poco después, Lilica le tendió una taza, diciendo: 

—Tienes sed, ¿verdad?

Fjord aceptó la taza con cuidado.

Después de terminarse el agua dulce con miel y un poco de sal, Lilica le ayudó a acostarse.

—Duerme un poco más. Te acaba de bajar la fiebre. 

—Pero…

Estaba bastante confuso.

No recordaba con exactitud. ¿De verdad puedo quedarme aquí? 

—Permaneceré a tu lado.

Inesperadamente, esas palabras fueron suficientes para derretir su tensión.

Después de volver a sentarse en la silla alta, Lilica empezó a abanicarse de nuevo.

Swoosh, swoosh-

Su pelo se agitó ligeramente.

El sonido de los insectos se oía a través de la ventana. El dulce aroma del jazmín flotaba junto con el aire nocturno a través de la ventana.

La cabaña recién construida olía a madera recién cortada.

La sábana era de algodón, no de seda, y parecía bastante crujiente al secarse al sol.

—…

Sobre todo, si volvía la mirada, vería un petirrojo sentado en una silla alta.

El lazo rojo que llevaba en su pelo castaño era bastante vivo.

Aunque era de noche, sus ojos seguían siendo de un hermoso turquesa que brillaba iridiscente.

Cuando sus miradas se cruzaron, ella dijo: 

—Vaya —y empezó a abanicarse un poco más deprisa—. Duérmete.

—Tengo miedo de que si aparto la vista, esto acabe siendo un sueño. 

Si esto era un sueño, quería quedarse un poco más.

Lilica se acomodó el abanico bajo la barbilla y se bajó de la silla. 

Se subió a la cama como hacía su madre.

—¡¡!!

Lilica tiró con cuidado de la cabeza del atónito Fjord para que se apoyara en su hombro y dijo.

—Esto está bien, ¿verdad?

—… Sí…

Apartó la mirada apresuradamente porque no podía saber si lo que decía estaba bien o no.

Entonces, vio un cuervo de la familia imperial de pie a un lado. 

Un lobo también.

No está mal.

Después de hacer ese juicio, cerró los ojos.

La princesa estaba a salvo aunque fuera un sueño, así que podía cerrar los ojos en ese caso.

Nadie le haría daño,

Y él tampoco lastimaría a nadie. 

Era ese tipo de lugar seguro.

Sintió calor mientras se apoyaba en aquel hombro pequeño y redondo. Se quedó dormido al instante.

Fue un sueño profundo y confortable.

Hasta tal punto que ni siquiera se dio cuenta de que una lágrima se deslizaba por su mejilla.

Lilica alargó una mano para secarle las lágrimas, pero la dejó caer.

No quería perturbar su sueño en vano. 

Creía que ya era mayor a mi edad.

Cuando los chicos y chicas de los barrios bajos alcanzaban una estatura superior a la suya, empezaban a comportarse como adultos.

Por eso, cuando Lilica miraba a esos hermanos y hermanas mayores, ella también quería crecer antes.

Tal vez no.

Los verdaderos adultos probablemente sean gente como Tan, Lat y Su Majestad.

Lilica cogió el abanico y volvió a moverlo de lado a lado. Ver su fino pelo plateado ondear suavemente con la brisa del abanico era bastante divertido.

Tengo sueño…

La fiebre le subió tanto durante la noche que no sabía qué hacer, pero empezó a remitir de milagro.

Entonces todo se arregló en un instante.

Lauv tranquilizó a Lilica diciéndole: 

—Probablemente se esté recuperando. 

Estuvo despierta toda la noche.

Se sintió aliviada cuando vio a Fjord despertarse, y pronto empezó a sentir sueño.

Cuando Lilica se inclinó hacia atrás, empezó a dormitar y pronto se quedó dormida.

Brynn atrapó ágilmente el abanico antes de que se le escapara de la manita y cayera al suelo.

Colocó la mano de la princesa sobre la cama y la cubrió con la manta que había traído.

Aunque pasar una noche fuera es desesperante. 

Brynn se mordió el labio.

Volvamos justo antes del amanecer.

 

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Antes del amanecer, Fjord abrió los ojos según su ciclo de sueño habitual.

Después de darse cuenta de la situación mientras estaba tumbado, se giró lentamente y miró a Lilica.

Verla profundamente dormida le produjo una sensación indescriptible. Quería seguir tumbado así para siempre.

Pero era imposible.

Se levantó lentamente. Le pareció sorprendentemente refrescante.

Después de mover los miembros y comprobar que no le dolía nada, salió de la cama.

Fjord percibió una señal de movimiento desde fuera, así que buscó algo que pudiera servirle de arma por reflejo.

El que abrió la puerta con calma y entró fue el cuervo de la familia imperial.

Lo miró antes de ignorarlo por completo. Se acercó a la cama con pies de pluma y empezó a despertar a Lilica.

—Por favor, despierta, princesa. Es hora de volver a la Cámara del Dragón Blanco.

—Unngh…

—Princesa.

Fjord se quedó a una distancia inexpresiva, completamente ignorado.

Después de un rato, Lilica, que se despertó después de frotarse los ojos, bostezó en silencio y se sorprendió al verlo de pie.

—¡Fjord! ¿Estás bien ahora?

—Sí, estoy bien.

Lilica sonrió ampliamente. 

—Qué alivio.

Él no pudo evitar devolverle la sonrisa.

Aunque quería escuchar la situación en detalle, no parecía un buen momento.

En ese momento.

—¿Qué es esto? Hiciste todo esto y lo mantuviste en secreto-

Athil, que abrió la puerta con expresión alegre, se quedó clavado en aquel lugar.

Fjord contuvo la respiración.