⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Altheos miró a Lilica, que hoy también caminaba con frecuencia de aquí para allá.

Era tal como ella había garantizado, que crecería más. ¿O no?

Con la cabeza ladeada, le hizo un gesto. Cuando Lilica se acercó, le dio otro puñado de joyas.

—Aquí tienes. 

—G-gracias.

La forma en que tartamudea pero no se niega y lo recibe bien era linda.

—Sí, sí.

Le dio una palmadita en la cabeza sin ningún motivo en particular.

Hazme un cumplido delante de tu madre, pensó. 

Lilica guardó cuidadosamente las joyas en su cartera y miró a su alrededor. Ni Brynn ni Lauv podían entrar en el despacho.

Incluso.

—Lat no está hoy. 

—Vacaciones.

—¿Lat? ¿Está de vacaciones?

—Parece que ha ocurrido un problema en su familia.

Aunque hablaba lánguidamente, la leve sonrisa de su rostro se acercaba más a una sonrisa burlona.

Qué interesante. Todo se tambalea por la existencia de un pequeño ser.

Su mirada permaneció fija en Lilica. 

Altheos tragó saliva y sonrió.

—Tu madre es bastante interesante. No esperaba que se hubiera tambaleado tanto en menos de un año.

Lilica se sintió incómoda.

—¿Le ha pasado algo a madre?

—No, deberías preguntar qué es lo que aún no le ha pasado. Y lo que es más, lo que convenientemente rodó…

Altheos le dijo a Lilica.

—Ten siempre al cuervo y al lobo contigo.

Sabiendo que se refería a Brynn y Lauv, Lilica asintió.

Aunque no parecía que pudiera pedir detalles, ella sabía cuál era ese consejo.

Ten cuidado.

A eso se refería.

A sus palabras de tener cuidado, ella se acordó de algo. 

—Su Majestad, tengo una pregunta.

—¿Qué es?

—¿Qué es un arma mágica?

—Armas que disparan balas mágicas.

Ante su breve explicación, Lilica ladeó la cabeza, y Altheos añadió. 

—¿Por qué no le pides a tu madre que te la enseñe?

—¿Madre me enseñará?

—Sí, seguro que ella debe tener varias armas mágicas.

¿A quién vas a dispararle? se preguntó Altheos frunciendo el ceño, y añadió.

—No digas que he sido yo quien te lo ha dicho. Va a montar un escándalo porque le he hablado a una niña de algo peligroso.

Lilica soltó una risita ante su comentario.

—¿De qué te ríes?

—Es porque parece que los dos se llevan bastante bien. 

—¿Bien?

—Porque eres capaz de pelear.

Mientras Lilica hablaba con una sonrisa, Altheos pareció entender las palabras de Lilica.

Le pinchó la frente sin ninguna razón en particular, porque era extraño que un chico mucho más joven que él dijera algo plausible.

—Ay, Majestad.

Altheos se rió cuando Lilica se cubrió la frente con ambas manos y tenía una expresión llorosa en el rostro.

Su Majestad y Athil sí que se parecen.

Lilica refunfuñó para sus adentros, y Altheos habló. 

—No, Athil también debería tener uno.

Lilica asintió con la cabeza obedientemente y dijo que intentaría preguntárselo.

Aunque se lo dijera a su madre, había muchas posibilidades de que no se lo enseñara, porque las armas eran peligrosas.

Pero tengo curiosidad.

Lilica también tenía una pregunta más. ¿Por qué Athil tiene un arma mágica?

Si Athil poseyera el mismo poder que Su Majestad, no necesitaría ningún arma.

Justo cuando estaba a punto de marcharse después de ordenar los papeles, Altheos le hizo señas para que se acercara.

Cuando ella se acercó con cuidado, él la levantó y la sentó en el escritorio.

Después, le preguntó.

—He oído que andas con Barat.

 

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Su Majestad, con cara de niño emocionado.

La gente a su alrededor se quedaba perpleja o se enfadaba cuando surgía la conversación sobre Barat.

Pero Su Majestad era diferente.

Él no odia a Barat como lo hace Athil. No es eso. ¿Debería describirse como interés?

Como alguien que puede disfrutar mirando desde la posición de espectador, ya que siempre podría darle la vuelta a la tortilla desde la posición del absoluto.

Más que un humano…

Dragón.

Lilica pensó que él y Athil compartían parecidos, pero entonces se dio cuenta de que había una diferencia fundamental.

Hmm.

¿Por qué un hombre así se casó con su madre? ¿Para qué fue su contrato? 

Traición.

De eso habían hablado antes.

No parecía que Su Majestad fuera a ser traicionado. 

No lo sé.

Sentía como si su pequeña cabeza estuviera a punto de acalambrarse. Lilica sacudió la cabeza.

¡Oh, no lo sé! Empecemos por lo que puedo hacer primero.

Cuando la mente te inunda con demasiadas cosas, es mejor dividirlas en pequeñas secciones.

Si se pone a pensar en todo a la vez, se agotaría de sólo pensarlo.

Así que ahora mismo, debería empezar por quitar el polvo del techo.

Mientras pensaba en limpiar la cocina, los ojos de Lilica se abrieron de par en par. Cogió una hoja de papel y se bajó del escritorio.

El papel estaba lleno de círculos mágicos terminados. 

—Y, esto.

Lilica seleccionó la joya que más se parecía al color de los ojos de Lauv de entre las joyas que había recibido de Su Majestad.

Después de colocarla cuidadosamente sobre el escritorio, cogió su péndulo.

Tras comprobar una vez más el círculo mágico que sostenía, Lilica contempló la joya.

El péndulo comenzó a brillar intensamente. Lilica recitó lentamente un hechizo.

—Hu Ana Louka Dil Lihi.

El péndulo dibujó un gran círculo, y el círculo mágico que había creado se elevó en el aire.

A través de la cuerda que sostenía, sintió el maná fluyendo como una corriente helada.

Dinggg-

La luz del círculo mágico giratorio se reflejó en la joya, haciéndola brillar.

Por un momento, todo entró en la joya como si fuera absorbido por un punto.

Tack-.

La joya vibrante se detuvo. 

—Whoa…

Lilica suspiró involuntariamente.

Era la primera vez que utilizaba un hechizo tan largo y un círculo mágico juntos, pero parece que lo había completado con éxito.

Lilica se metió un péndulo en el bolsillo y recogió rápidamente la joya. 

Está fría.

Podía sentir un agradable frescor.

Con una suave carcajada, Lilica salió corriendo rápidamente de la habitación. 

—¡Lauv, Lauv!

Él, que estaba esperando en la entrada, se acercó con la cabeza ladeada. 

—¿Ocurre algo?

—¡La mano!

Ante las palabras de Lilica, Lauv extendió la mano sin vacilar.

Lilica agarró su mano, la volteó para que su palma quedara hacia arriba y dejó caer la joya sobre su palma.

—¡¡!!

Lauv se sobresaltó.

El calor que había estado circulando por su cuerpo desapareció al instante, como si hubiera sido absorbido por la joya.

En el espacio que quedaba había una sensación fría y aguda. Los impulsos hirvientes y las palabras susurradas desaparecieron. Todo lo que quedaba era un silencio y una quietud agradables.

Por primera vez en su vida, abrazó el silencio, que era como una noche nevada de invierno.

Apartó su temblorosa mirada de la joya y la dirigió hacia su maestra.

Los ojos turquesa lo miraban en silencio, antes de sonreír. 

—Parece que funciona bien. Es un alivio.

—¿Cómo…?

—Hice lo que pude.

Al ver a la princesa haciendo ‘Ehehe’ con los hombros estirados, el calor le llenó los ojos, lo que le hizo cerrarlos con fuerza antes de abrirlos.

—Gracias.

Era la primera vez que lamentaba su falta de habilidades verbales.

Pero la princesa parecía saberlo ya todo, y se puso de puntillas mientras le tendía la mano con una sonrisa.

Su cuerpo no pudo evitar agacharse.

La sensación de sus palmaditas hizo que sus mejillas enrojecieran de forma natural. No lo odiaba.

Sin embargo.

Podía sentir una mirada puntiaguda.

No, era una mirada afilada y puntiaguda.

Lauv sabía exactamente de dónde venía, pero no se molestó en mirar hacia atrás.

Después de acariciarle hasta hartarse. 

Lilica se dio la vuelta. 

—Brynn.

—Sí, mi princesa —Brynn respondió tímidamente.

Lilica habló con una risita. 

—Brynn, dame tu mano también. 

—¡…!

Brynn se acercó rápidamente.

Lilica colocó una amatista en la mano extendida de su dama de confianza.

Era algo que ella había hecho antes de hacer la de Lauv.

Brynn miró extasiada la amatista que brillaba como un diamante.

Lilica añadió.

—He oído que es un artefacto que te permitirá ver bien incluso de noche.

En vez de sólo grabar magia, pensó que sería mucho mejor grabar magia centelleante, así que Lilica añadió varios tipos de magia centelleante.

Por la expresión de Brynn, parecía gustarle mucho, así que Lilica se sintió bastante orgullosa.

—¿No es bonito?

Fascinada por la amatista, que tenía un brillo del color del arco iris que no se parecía al de otras amatistas, Brynn asintió a las palabras de Lilica.

—Me encanta, mi princesa. 

—Qué alivio.

Brynn, que parecía que iba a empezar a tararear en cualquier momento y se movía como si pisara nubes, se embolsó cuidadosamente la amatista antes de decir.

—El sirviente de Su Alteza vino hace un rato. Dice que está disponible. 

—Entonces iré enseguida.

—Sí, mi princesa.

—¡Oh, espera un momento! Déjame ordenar primero el estudio.

Cuando la princesa entró corriendo en el estudio, Brynn sacó rápidamente la amatista y la contempló.

—Es tan bonita…

Un suspiro acalorado escapó de sus labios sin querer.

Qué bendita confidente y dama de compañía era. 

Ninguna otra Sol sería más feliz que ella.

Mientras miraba la brillante amatista, Brynn dijo. 

—Sr. Lauv.

Se dirigió a él cortésmente por primera vez en mucho tiempo. Sólo los ojos del lobo se dirigieron hacia ella.

Brynn sonrió.

—¿Quiere que le procese esa joya?

—….

Brynn frunció el ceño al ver cómo escondía la mano con el puño a la espalda.

—No te la arrebataré. Te estoy haciendo un favor porque actualmente estoy de buen humor. Es porque hay muchos artesanos en Sol.

Como es una familia a la que le gustan las cosas brillantes, también tenía profundas conexiones con artesanos que hacían trabajos relacionados.

—Está bien.

Ante las palabras de Lauv, 

Brynn dijo: ‘Haz lo que quieras, entonces’, antes de admirar la amatista.

¿Lo convierto en un broche, no. Sería adecuada como diadema o adorno para el pelo.

Sólo de imaginarlo se quedaba extasiada.

Mientras Lauv miraba cautelosamente a la sonriente Brynn, preguntó. 

—Entonces, ¿hemos hecho las paces?

—¿Qué? ¿Cuándo habíamos peleado antes?

—….

Cuando él la miró con las palabras: ‘¿No me apuntaste con un arma mágica a la cabeza no hace mucho?’ en los ojos, Brynn sonrió y exclamó.

—Eso no fue una pelea. 

—¿Qué…?

—Fui yo amenazándote unilateralmente.

¿Cómo puedes llamar a eso una pelea? Eso no se considera una pelea.

Lauv enmudeció momentáneamente al ver a la débilmente sonriente Brynn.

En ese momento, Lilica abrió la puerta del estudio y salió. 

—Ya he terminado de ordenar. Ya nos podemos ir.

—Sí, mi princesa —Brynn respondió cortésmente.

Lilica notó el ambiente y los miró a los dos alternativamente. 

—¿Se estaban peleado?

—No, no lo hicimos. 

—No, no lo hicimos.

Al recibir la misma respuesta a la vez, Lilica sonrió levemente.

 

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Athil se dirigía al jardín secreto con Lilica, diciendo que le demostraría cómo usar un arma mágica personalmente.

Parece que hoy hay más gente en particular. 

Las miradas le picaban.

Sólo podía sentir que iba a vivir después de entrar en el jardín. Athil murmuró.

—Parece que las ratas del desierto se han reunido para chillar. 

—¿Ratas del desierto?

—Los paisanos del sur.

Mientras Athil decía eso, le tendió una pistola mágica a Lilica. Lilica aceptó el arma con cuidado.

Estaba fría y pesaba más de lo que ella había pensado. Athil dijo.

—Por el aspecto de la situación al volver, tú también eres un objetivo. Asegúrate de estar siempre a la sombra de ese tipo.

Mientras miraba a Lauv, Lilica preguntó con un arma. 

—¿Qué situación?

Athil frunció el ceño.

—¿No lo sabes?

—No…

Cuando ella asintió, Athil le quitó la pistola y dijo.

—He oído que los rábanos de azúcar son tuyos, ¿pero no lo sabes?

—Compartí los derechos de eso con Madre…

Athil bajó la mirada hacia la pistola con un ‘Hmm’.

—Te enseñaré esto primero. Cuando tires de este cañón de aquí, el maná acumulado activará el círculo mágico dentro del cañón, comprimiendo el maná. Usa este indicador para decidir dónde disparar. Y disparará cuando aprietes el gatillo.

Athil levantó el arma.

Mientras tanto, Brann colgó una sartén en el árbol. 

—Aprieta el seguro del arma.

Se oyó un clic. 

—Apunta —Dijo Athil después de apuntar a la sartén—. Aprieta.

Después de apretar el gatillo, la luz brilló desde el cañón de la pistola momentáneamente, y un círculo mágico apareció delante.

—¡Ah!

Una bala mágica brillante fue disparada al mismo tiempo.

¡Bang!

El sonido de su impacto contra la sartén fue realmente fuerte.

Cuando Lilica vio la sartén que Brann había traído, sus ojos se abrieron de par en par.

—La atravesó.

—Puede atravesar tanto. Además está muy cerca.

A Lilica le pareció increíble, así que probó a meter el dedo en el agujero. 

—Dios mío.

Lilica estaba asombrada.

Por supuesto, también estaba sorprendida por el formidable poder del arma mágica. 

¿Brynn realmente apuntó algo así a la cabeza de Lauv?

Athil resopló ante la reacción de Lilica.

—Estoy seguro de que los sangre azul tienen mucho de esto. Aunque no hay muchos que puedan usarlo. Ocasionalmente se dan casos en los que el círculo mágico del cañón acaba dañado, y el arma no se puede usar si el cañón está doblado.

—¿El cañón se doblaría?

—La gente de temperamento corto utilizaría incluso el cañón del arma para golpear a la gente. Como hay un número fijo de veces que se puede disparar el arma al día, si la bala mágica falla, usarán la fuerza física. Si la cápsula mágica pivotal está rota, no podrán usarla.

—¿Cápsula mágica pivotal?

—Es un objeto que se utiliza para acumular maná. Está dentro del barril, pero no es tan fuerte.

—Ya veo. Es tan pequeña, y sin embargo posee un enorme poder.

Era algo que podía matar a una persona instantáneamente. Era mucho más fácil de manejar que un arco.

Athil fingió tirar de una corredera con un chasquido, y dijo.

—También hay un arma mágica grande que se mueve de esta manera. Se llama escopeta, y es tan potente como grande. Creo que la tía tiene unas dos.

—¿Madre?

¿Madre tiene un arma mágica?

Lilica ladeó la cabeza porque no se lo podía imaginar. Athil le acarició así el pelo.

—Bueno, ya está bien. Será mejor que no toques esto. 

Athil sonrió mientras le entregaba la pistola a Brann.

—Seguro que ocurre un accidente y disparas a otra persona. Igual se considera un alivio si te disparas en el pie.

Sólo de pensarlo era doloroso. 

Lilica preguntó. 

—¿Alguna vez te has disparado en los pies, Athil?

—¿Cómo puede ser?

Le dio un ligero golpecito en la cabeza con el puño cerrado, lo que hizo que Lilica se llevara las manos a la cabeza sin motivo alguno.

Cuando le echó una mirada furtiva, se encontró con unos ojos azules que sonreían con picardía.

Levantó a Lilica en un santiamén.

—¿Qué debo hacer con esta pequeña cosa?

—No soy pequeña.

—He oído que eso sólo lo dicen los niños pequeños. 

—No es verdad…

Por alguna razón, seguía queriendo burlarse de su hermana murmuradora.

Le gustaba ver cómo sus ojos, que eran como el mar exótico, cambiaban de expresión rápidamente.

—Brynn dijo que estoy creciendo bien.

—¿Las bellotas que han crecido no siguen siendo bellotas?

—Cuando una bellota crezca, se convertirá en un gran árbol. 

—Admites que eres una bellota.

—¡…!

Athil sonrió mientras dejaba bajar a la ceñuda Lilica.

Estaban frente a una mesa que estaba bajo la sombra de una sombrilla.

Después de engullir con rabia la limonada fría mientras hacía un crujido -Athil contuvo la risa-, ella preguntó.

—¿A qué te referías antes con lo del rábano azucarado?

—Ah, ¿eso? —dijo Athil mientras usaba un muddler para remover el té frío en su vaso—. El azúcar es una de las principales fuentes de ingresos de los aristócratas del Sur. Se obtiene de la caña de azúcar. Están como locos porque se han enterado de que en el Norte se cultivan rábanos azucareros. Al parecer, el precio del azúcar podría bajar.

Lilica parpadeó porque era algo inesperado. Athil continuó con una leve sonrisa.

—¿Pero quién es el jefe de la aristocracia del Sur? ¿Quién más podría ser? No es otro que Sandar.

—¿Hay algún problema tan grande?

—Los aristócratas del Sur estaban trabajando juntos para monopolizar el azúcar y ajustar los precios. Pero, tada. El hecho de que el azúcar también se produzca en el norte…

El pequeño rostro de Lilica se volvió serio.

En los barrios bajos, una sola moneda puede desencadenar una sangrienta batalla.

Al igual que la gente de la carretera se peleaban entre sí, era un momento en el que tenía que esconderse.

Pero con el azúcar, entra y sale mucho más dinero…

Podría causar un problema realmente serio.