⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue
—Qué extraño.
Ver el aspecto débil de una persona que siempre le presentó una imagen aparentemente perfecta y fuerte.
Lydia no pudo evitar ablandarse.
Tal vez porque sintió su mirada, Altheos volvió a levantar la toalla.
—¿Por qué?
Lydia respondió a su pregunta.
—¿Lo estás pasando mal en el trabajo estos días?
Altheos reflexionó sobre su comentario y le tendió la mano.
Mientras enredaba los dedos en su fino cabello dorado, habló en voz baja.
—Estoy dedicando mis fuerzas y mi atención a otra cosa.
Lydia entrecerró los ojos.
Altheos volvió a reírse de su expresión.
Ah.
Lydia se dio cuenta de otra cosa.
Últimamente se ríe mucho más.
Antes, sus risas eran sólo risas cínicas, pero ahora se reía así de forma natural.
La mano que tocaba el pelo de Lydia se acercó a su nuca.
Al tocarle ligeramente la nuca, se incorporó con fluidez y le besó los labios.
Gracias a eso, parecía que estaba a medio camino en la cama. Altheos dijo.
—A veces dolería.
Mientras Lydia miraba a tal Altheos, habló lentamente.
—Más adelante.
Ella vaciló después de hablar. Altheos esperó.
Lydia pensó que era una pregunta estúpida.
Sin embargo, la impulsividad brotó de algún lugar y la hizo abrir los labios.
—Más adelante, si hay un momento en que realmente no estoy de humor, ¿me hablarías de ti?
Los ojos azules de Altheos se entrecerraron.
La miró fijamente.
—¿Intentas aprovecharte de mi debilidad y amenazarme?
Lydia sonrió con satisfacción.
—Moriré si me rompes el cuello así. No es para amenazarte.
—No puedo decir si estás siendo descarada o ingenua.
—En primer lugar, la gente con muchos secretos es atractiva.
Con una sonrisa, Altheos le dio un tirón.
—¡¡!!
Las tornas cambiaron en un instante.
Lydia se tumbó en la cama y miró a Altheos.
Él se agachó sobre ella y dijo.
—Por supuesto, a menudo siento el impulso de matarte de otra manera. Como ahora mismo.
Se quitó la ropa en un instante. Inquieta, Lydia forcejeó mientras decía.
—¿No te duele? Y tu fiebre…
—Sí, por eso.
Se inclinó hacia abajo.
—¿Por qué no mides lo caliente que estoy dentro de mi boca?
N/Nue: Me doy de baja, la envidia pudo más.
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—¿Su Majestad la Emperatriz se resfrió?
—Sí, tiene un poco de fiebre. Creo que también tose.
Cuando Lilica dijo que estaba preocupada por la gravedad de los resfriados de verano, Fjord sugirió.
—¿Por qué no colocas algunas hierbas que sean buenas para los resfriados? Las secas son buenas, pero creo que las frescas del jardín tendrán mejor eficacia.
—Sí, debería mirarlo.
Lilica sonrió.
Los dos estaban junto al lago.
Desde el intento de asesinato de Athil en el pasado, la isla en medio del lago había estado fuera de los límites, y recientemente fue levantada.
Mientras Lilica pisaba descalza los guijarros de la orilla y salpicaba agua, miró a Fjord.
—Fjord, ¿te encuentras bien?
La fiesta estaba a lo lejos, y aunque no estaban al alcance de su oído, su voz se hizo más pequeña por sí misma.
Fjord asintió.
—Estoy bien.
—¿De verdad está bien que me veas?
Inclinó la cabeza.
—Me pediste que fuera tu amigo, ¿no?
—Sí.
—Entonces seamos amigos.
Al oírle hablar como si nada, Lilica le examinó detenidamente y asintió:
—De acuerdo.
Cuando Lilica se adentró en el lago, Fjord le agarró la mano apresuradamente.
—Es peligroso.
—No pasa nada si Fiyo me apoya.
Fjord se detuvo un momento.
Lilica le devolvió la mirada y dijo,
—Ya que eres Fjord, te llamaré Fiyo. ¿No puedo? También puedes llamarme Lilica, Fjord. Porque somos amigos.
—Princesa…
La llamó avergonzado.
Pero sólo estaba diciendo eso, y no es como si realmente tuviera una mirada preocupada en su rostro.
—¿Entonces cuando estemos los dos solos?
Cuando ella sugirió un compromiso, él llamó ‘Lily’, suavemente.
Aunque habló cuando no estaba claro si eran los únicos aquí, Lilica se rió.
El agua le llegaba a la mitad de la espinilla.
Parecía que el agua sería aún más profunda si ella caminaba un poco más.
—Realmente se está haciendo más profunda.
—Es porque las partes que originalmente eran poco profundas fueron excavadas profundamente.
—¿En serio?
—Sí, así se hizo esta isla de tierra.
—Ya veo.
No era de extrañar que hubiera una isla en medio del lago. En realidad se trataba de una isla hecha artificialmente.
—Eso es asombroso…
—Sí —murmuró Fjord en respuesta.
La mano que sostenía estaba caliente.
—Fiyo, ¿tienes fiebre otra vez?
—No, no la tengo.
Fjord sacudió ligeramente la cabeza.
Como era de esperar, pudo notar que la mano que sostenía estaba caliente.
El perfil de la princesa, que miraba en su dirección con expresión sorprendida, reflejaba constantemente las ondas del lago, dándole un aspecto deslumbrante.
Había algo que él también había querido preguntar.
Tras enterarse de que sus heridas y cicatrices del pasado habían desaparecido por completo, el Duque Barat estaba más que emocionada.
N/Nue: Sólo como dato porque al parecer hasta yo había asumido algo con el raw, el Duque Barat es en realidad ‘Duquesa’ ya que es la madre de Fjord, pero, en títulos de poder es el Duque (En esta novela las mujeres si pueden heredar el título, hasta las viudas.)
Fjord se inquietó.
Debido a esto, Lilica había llamado la atención del Duque.
—Lilica.
—¿Hm?
Cuidado con mi madre.
No podía soportar decir esas palabras
Cínicamente, pensó que podía hablar todo lo que quisiera, pero ¿qué pensaría Lily?
¿Se alejaría de él?
Pensar en ello le hizo callar.
—Ten cuidado.
Lilica asintió a sus palabras.
—Ya estoy teniendo cuidado debido a los aristócratas del sur.
—Ah.
—Ahora que lo pienso, Fiyo. ¿Conoces las armas mágicas?
—Sí que sé —Fjord ladeó la cabeza y explicó—. Sería difícil usarlas para defensa personal, ya que en su mayoría son armas de una sola carga. Además, es bastante raro que se produzcan cacerías a gran escala, lo que requeriría el uso de un arma así para protegerse.
Lilica se asombró al oír la palabra ‘cazar’, antes de darse cuenta de que ‘cazar’ se refería a los asesinatos.
Con un trago, Lilica devolvió la conversación al tema de las armas mágicas.
—Es posible. Entonces, ¿tú también llevas una, Fiyo?
—Sí, yo también llevo una.
—¿Ahora mismo?
—No, la dejo cuando me reúno con Lily.
—Pero dijiste que no servía para defensa personal.
—No es para defensa personal.
Fjord sonrió débilmente.
Lilica se quedó perpleja.
—¿Por qué la llevas encima si no es para defensa personal? ¿Es para asesinar?
Cuando ella fingió estar sorprendida mientras preguntaba, Fjord respondió:
—Tal vez sea algo similar.
Haciendo que Lilica se quedara bastante desconcertada.
—¿En serio?
—Sí, es para este tipo de propósito.
Formó una pistola con sus dedos pulgar, índice y corazón, y apuntó bajo su barbilla.
—Bang.
—¡¡!!
Lilica le apartó la mano de un tirón. Fjord miró a Lilica sorprendido. Las manos de Lilica temblaban.
—No hagas eso.
Dijo Fjord tranquilizador ante las palabras que pronunció.
—Lo siento. Sólo estaba imitando las acciones. No es un arma de verdad…
—No, no puedes.
Lilica lo fulminó con la mirada.
Fjord bajó la mirada.
Era como si ella hubiera visto a través de sus pensamientos.
N/Nue: Ay no…
—¿No puedo?
—No, no puedes.
—¿Por qué?
—Voy a llorar.
—Jaja.
Se rió y contestó como si hubiera escuchado un chiste de ella.
—De acuerdo.
Lilica soltó la mano que había sujetado fuertemente con las dos. Fjord habló con una expresión incómoda en la cara.
—¿Vamos a la sombra? El sol está demasiado fuerte.
Lilica asintió a sus palabras, empujando su sombrero más hacia abajo.
Él caminaba de espaldas a ella, lo que era raro en él, y tomó la delantera.
Mientras miraba aturdida su espalda, Lilica recordó.
( La mayor obra maestra de Barat. )
Una vez más se dio cuenta de por qué aquellas palabras no eran gran cosa.
Un objeto puede romperse y hacerse añicos.
Así que cuando Fjord dice algo así, debe ser porque…
—Fiyo —La miró lentamente—. No te rompas.
N/Nue: Y pensar que esas palabras marcarían un antes y un después en la vida de Fjord, ay mis niños…
Fjord volvió a caminar hacia ella. Parecía desconcertado.
Lilica volvió a decir.
—No te rompas. No te rompas en pedazos.
Ella exhaló todos los sentimientos que había reprimido.
No podía decir rotundamente que no muriera, pero significaba lo mismo que lo que quería decir.
Sonrió con amargura.
Se inclinó mientras sujetaba la mano de Lilica. Apretó los labios contra el dorso de su mano.
—Siempre dices cosas que me hacen feliz —Se enderezó y le cogió la mano, diciendo—. ¿Nos vamos ya?
No obtuvo respuesta, pero le pareció que sí. Lilica asintió suavemente.
—Mm.
Cuando se acercó a tierra, Brynn depositó una suave toalla en el suelo.
La sombra de la sombrilla refrescaba y, como estaban junto al agua, les soplaba una brisa.
Mientras escuchaban el sonido del agua junto al lago, hablaban de asuntos triviales.
El tiempo que transcurría entre Barat y Takar transcurría suavemente.
No fue hasta el atardecer cuando terminó de despedir a Fjord y emprendió el camino de regreso.
Mientras caminaba admirando la puesta de sol que era más roja de lo habitual, se topó con una persona.
Ah.
Lilica contuvo la respiración.
Podía saber quién era sin que se lo dijeran.
Duque Barat.
Su precioso pelo plateado estaba cuidadosamente rizado. Un aspecto alto y esbelto.
Un vestido sencillo pero lujoso.
Como era de color negro, debería ser ropa de luto, pero mucho más ornamentada.
Lo que más destacaba era el parche que llevaba sobre sus ojos. Un parche negro de encaje que le cubría sus ojos.
Sin embargo, Lilica podía sentir su mirada.
Era una mirada fría de desprecio.
N/Nue: Y ellos son los de la sangre sucia, la ironía.
Se quedó quieta y miró a Lilica.
No se apartó ni se inclinó.
Lilica respondió a su mirada con habilidad.
No era la primera ni la segunda vez que recibía una mirada despectiva.
Para los que estaban fuera de los callejones, el hecho de que Lilica hubiera trabajado duro o ganado dinero con sus propias manos era intrascendente.
Una niña asquerosa.
Lilica estaba bastante familiarizada con esa expresión que le helaba todo el cuerpo.
Como tal, hinchó el pecho y se enfrentó a su oponente con orgullo.
¿Y bien? ¿Y qué?
El tiempo pasó, hasta el punto de que los ojos de los que estaban a su alrededor se inquietaron.
Lilica no rehuyó su mirada, ni la despreció.
Ahora, el bullicio de la gente enmudeció.
La confusión llenó los alrededores.
—¿Es agradable bloquear el camino?
La cabeza de Lilica se echó hacia atrás al oír la voz que venía de atrás.
La irritación llenó el rostro de Athil.
El Duque Barat hizo una ligera reverencia.
Su voz era sorprendentemente meliflua.
—Su Alteza el Príncipe Heredero.
—Ha pasado un tiempo, Duque Barat.
—Es porque estuve bastante ocupada —Respondió suavemente el Duque.
Con una mano en el hombro de Lilica, Athil la empujó detrás de él.
—¿Pero tienes tiempo para quedarte en medio del pasillo?
—Estaba ensimismada, así que me había olvidado momentáneamente de lo que me rodeaba.
—Parece que también has llegado a la edad de la jubilación.
—Su Majestad está muy sano, así que yo también debo esforzarme por hacerlo lo mejor posible.
Su mirada pasó de Athil a Lilica.
Parecía que intentaba diseccionarlo todo.
Lilica sabía que miraba en su dirección, pero se sentía incómoda porque no podía verle los ojos debido al parche.
El Duque de Barat habló despacio.
—Entonces, me despido.
—Vete.
Al oír las palabras de Athil, el Duque de Barat le saludó inexpresivamente y se marchó.
Lilica dejó escapar una gran exhalación.
Athil se volvió, la agarró fuertemente por el hombro y dijo.
—¿Por qué te enfrentas a ella? ¿Te ha dado esa persona algo de comer? Algo como caramelos o bocadillos.
—No lo hizo. Y no lo aceptaría aunque me lo ofreciera.
—¿O te tocó…?
—No me tocó. Ni siquiera nos dijimos nada.
Athil sacudió los hombros que estaba agarrando.
—Pequeña, no tienes nada de miedo, ¿eh? Eres demasiado débil. Ignórala, ¿por qué has hecho algo así? ¿Qué vas a hacer si Barat hizo algo?
Brann habló con cara preocupada.
—Su Alteza, hay numerosos ojos alrededor.
—Todos piensan lo mismo a pesar de todo.
Lilica se golpeó el pecho y habló con firmeza.
—No se preocupen. Yo también tengo un movimiento secreto.
—¿Un movimiento secreto? ¿Cuál es?
Lilica se aclaró la garganta y dijo.
—Alteza, hay numerosos ojos alrededor.
Athil enarcó las cejas al oír el tono que imitaba el de Brann y suspiró:
—Hah. De acuerdo, ya lo tengo.
La agarró de la muñeca y empezó a caminar.
Mientras Lilica gritaba: ‘¡Wah!’, como si la arrastraran, él chasqueó la lengua y la abrazó como hacía habitualmente.
Athil le habló a ella, que estaba en sus brazos.
—Barat domina las drogas, así que es mejor que tengas cuidado con todo.
—¿Drogas?
—Poseen un enorme jardín botánico. No sé si es porque Barat era originalmente una flor —Athil habló con frialdad.
Cuando Lilica escuchó eso, rodeó el cuello de Athil con sus brazos y dijo.
—Tendré cuidado.
Cuando Athil dijo: ‘Hace calor’, Lilica lo abrazó aún más fuerte sin razón.
—¡Eish!
—Oye, en serio, no te pegues a mí.
Aunque Athil era el que estaba refunfuñando, no tenía ninguna intención de apartar a Lilica ni de bajarla.
Athil sólo la defraudó cuando entró en las Cámaras del Dragón Negro.
En cuanto se sentó, Brann le trajo un helado. Athil dijo.
—He oído que la tía se ha resfriado. Así que el cocinero hizo helado y lo mandó, pero me hizo llevármelo. Puedes quedártelo.
Es el momento perfecto.
Pensó Athil.
Después de recibir el helado, quiso llamar a Lilica, y así se enteró de que Lilica se enfrentaba al Duque Barat.
Es un alivio que lo haya descubierto rápidamente.
Con rostro inexpresivo, Athil miró a Lilica con los brazos cruzados.
No se sabe si Lilica sabía de sus preocupaciones, ya que sonrió y cogió la cuchara.
Después de dar un mordisco al helado, la expresión de Lilica se volvió sutil.
Athil preguntó.
—¿Sabe raro?
Lilica sacó la lengua.
—Supongo que el helado es para mamá, ya que está hecho de hierbas —Después de otro bocado, miró el helado—. Mmmm. Sabe a té de hierbas con miel.
—¿Por qué sigues comiendo eso entonces?
—Es un desperdicio.
—Deja de comer.
Le arrebató el cuenco de cristal.
Probablemente no sabía tan bien, viendo que ella no se resistía a comerlo. Lilica suspiró.
—Mis gustos se han vuelto lujosos.
Antes se lo habría comido con gusto, pero ahora sus gustos se han vuelto lujosos.
—¿Cómo es eso de ser lujoso? Ni siquiera tiene gracia. ¿A quién le gustaría un helado con sabor a hierbas?
Lilica también se quedó boquiabierta cuando Athil dijo que sí.
—Como era de esperar, Su Alteza es Su Alteza el Príncipe Heredero.
En momentos como este, ella sentía la diferencia en sus orígenes.
Athil apartó el cuenco y éste fue retirado por Brann, que dejó el té frío.
Miró a Athil morosamente.
—¿Pero es tan grave el estado de Madre que ni siquiera puede comer helado?
—No, tal vez el médico imperial dijo que comer demasiado tampoco es bueno, o algo así. ¿Por qué no vas si tienes curiosidad?
—Temo perturbar el descanso de Madre.
Mientras hablaba, bebió el té frío que Brann trajo en lugar del helado.
—Así que estoy pensando en traer algunas hierbas que son buenas para los resfriados…
De repente sintió que le moqueaba la nariz, así que Lilica agachó la cabeza avergonzada.
—¿Oh?
Una mancha roja cayó sobre su falda con un plop.
¿Le sangraba la nariz?
Nerviosa, se tapó la nariz y la boca con una mano y buscó un pañuelo con la otra.
—¿Qué pasa?
Athil se dio cuenta de que algo raro pasaba.
Lilica sacudió la cabeza.
Sentía dolor y picor en la garganta al mismo tiempo. Sentía como si tuviera algo atascado en el cuello.
Lilica se levantó de su asiento porque pensó que iba a toser en cualquier momento.
Aquí no.
No frente a Athil-
—¿Princesa?
Asombrado, Brynn se acercó.
Athil saltó de su asiento y le arrebató una mano a Lilica, que estaba a punto de salir corriendo.
—¿Por qué…?
Justo entonces, Athil dejó de hablar.
Lilica no pudo soportarlo más y empezó a toser.
—¡Cof, cof, cof!
Salía sangre roja, como si dijera ‘mírame’.
N/Nue: …….
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