⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Brynn dijo que Madam Gwendolyn fue informada de que no necesitaba entrar en palacio debido a la herida en la frente de Lilica.

—Me pondré en contacto con Su Majestad la Emperatriz, así que ¿por qué no vas? Da la casualidad de que es la hora del té.

—¿Está bien si lo hago?

Brynn sonrió mientras Lilica se regocijaba. 

—Por supuesto, desde luego.

Brynn ordenó a otra criada para informar a Su Majestad. Todas las criadas habían sido cambiadas, y trabajaban perfectamente juntas como si Brynn fuera quien las dirigía originalmente.

Después de un momento, la criada regresó y cortésmente dijo: 

—La Emperatriz dice que venga.

Con una amplia sonrisa, Lilica contuvo sus ganas de ir corriendo y salió al pasillo.

La habitación de su madre no estaba realmente tan lejos, y llegaría en cuanto subiera un tramo de escaleras.

—¡Lily, qué adorable eres!

En cuanto entró en el salón, su madre le dio un fuerte abrazo. Lilica rió alegremente.

Ahora ya no estaba preocupada. Su Majestad había prometido no molestar a su madre, así que podría verla todas las mañanas.

Lydia abrazó a Lilica con fuerza y miró a Brynn. 

—¿Tú eres?

—Me llamo Brynn Sol, Majestad. Soy la recién nombrada dama de compañía de la princesa Lilica.

—Así que eres de la familia Sol —Ante el extraño tono que empleó su madre, Lilica levantó la vista. Su madre miró a Brynn con una sonrisa, y Brynn también bajó la mirada con una sonrisa—. Eso es genial.

Su madre dijo eso y miró a su hija desconcertada, que tenía la cabeza ladeada mientras la abrazaba.

Sinceramente..

Lydia se rió. 

Aunque estaba preocupada, al mismo tiempo se sentía orgullosa de su hija.

Sólo podía dejar que Lilica se quedara en una habitación de invitados hasta que se hubiera afianzado como Emperatriz. 

Porque al Emperador no le importaban esas cosas. Pensó que no podría interferir con las criadas y maestras que rodeaban a Lilica hasta que consiguiera cambiar a la jefa de las damas de compañía y tomar el control del palacio.

Como había mucha gente que no reconocía a Lydia, que se había convertido en Emperatriz de la noche a la mañana, interferían secretamente en su trabajo.

Pero, ¿acaso Lily no buscó personalmente al Emperador y se ganó con sus propias manos el lugar que le correspondía?

Bueno, ella es tan linda.

Incluso el Emperador no puede evitar enamorarse de ella.

Resopló para sus adentros. 

Que intente levantarle un dedo a su Lily. 

—¿Madre?

Lilica ladeó la cabeza al ver su sonrisa tranquila.

Era tan adorable y linda. ¿Cómo podía ser tan linda? ¿Y por qué ella no se había dado cuenta de esto?

Lilica se arrepintió de su tontería pasada y apretó los brazos alrededor de Lily.

Lilica soltó una risita jovial de felicidad aplastante. Su madre le rodeó el hombro con un brazo, la hizo pasar y se sentó.

Con un gesto de la mano, los refrescos se colocaron rápidamente sobre la mesa. 

—Sí, he oído que has ido a buscar a Su Majestad.

Lilica se sorprendió ante aquellas palabras y miró a su madre. No esperaba que su madre ya estuviera al tanto.

Lydia miró fijamente a su hija y dijo. 

—Su Majestad me hizo una visita.

—¿Su Majestad?

—Sí —Lydia suspiró y abrazó el hombro de su hija—. Lily, aprecio tus intenciones, pero no es necesario que te arriesgues tanto. Me alarmé mucho cuando me enteré de la noticia.

—Pero…

Lilica bajó la cabeza. Su madre la abrazó con fuerza y habló mientras le acariciaba suavemente el pelo con la punta de los dedos.

—Lo sé, es porque Lily está preocupada por mamá. Pero también lo digo porque estoy preocupada por ti. De ahora en adelante, no debes visitar a Su Majestad precipitadamente. ¿De acuerdo?

—Sí…

Lydia sonrió y besó la frente de su hija. Lilica habló con voz suave.

—Pero Su Majestad no parece mala persona.

—Por eso es peligroso.

Lydia habló con seriedad.

—No puedes darle toda tu confianza sólo porque te trató con un poco de delicadeza y amabilidad. ¿De acuerdo? Esa bas- no. Esa persona es alguien capaz de cortarle la cabeza a alguien con una cara sonriente —Lilica tragó saliva y asintió ante la advertencia. La expresión de Lydia se calmó—. No quiero asustarte, pero es mejor tener cuidado. Aun así, gracias. Gracias a ti, mi cuerpo estará cómodo a partir de ahora. ¿Te gustaría dormir con mamá esta noche?

—¿De verdad?

—Sí, vamos a dormir juntas después de mucho tiempo.

Lilica sonrió alegremente ante las palabras de su madre. El té y los aperitivos estaban riquísimos, pero lo más importante era que se sentía feliz de estar con su madre.

En medio de eso, un sastre vino con un vestido hecho con un nuevo estilo y diseño.

Aunque todo era muy bonito, Lilica estaba un poco decepcionada.

El vestido, que se llamaba ‘Bustle Style’, era obviamente muy bonito. Cuando su madre dijo: ‘Este vestido arrasará en la sociedad’, el sastre se rió.

—Ya se ha apoderado de la sociedad. 

A pesar de tal respuesta.

Lilica pensaba que el vestido de una princesa debería ser un vestido de crinolina acampanado. Pero no podía decírselo a su madre.

El tiempo pasó volando mientras veía a su madre, que llevaba un vestido nuevo, charlar con ella sobre hacer nuevas invitaciones a una fiesta.

Para Lilica, ponerse el camisón y dormirse en brazos de su madre sobre una cama suave y mullida era algo incomparablemente dichoso.

Lilica durmió durante mucho tiempo.

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Madre me había dicho definitivamente que no buscara a Su Majestad…

Por alguna razón, la llamaban a la oficina de Su Majestad todos los días desde entonces. Siempre que iba, no hacía nada en particular.

Cuando servían aperitivos, se los comía y se limitaba a escuchar la conversación entre Su Majestad, Lat y Tan, que a menudo hacía acto de presencia.

Su madre estaba bastante estupefacta por la situación y parecía haber discutido con Su Majestad, pero parecía que Su Majestad había ganado.

Los tentempiés que cambiaban cada día eran deliciosos, y a medida que Lilica se iba acostumbrando poco a poco al ambiente de la oficina, se relajaba un poco.

Cada vez que eso ocurría, recordaba las palabras de su madre y se recomponía.

Su Majestad hacía de vez en cuando algunas preguntas, y Lilica las respondía con la mayor seriedad posible.

Por alguna razón, Tan solía sonreír alegremente, y Lat volvía la cabeza y se aclaraba la garganta.

Altheos suspiró mientras miraba a Lilica, que mordisqueaba el *financier horneado por el chef.

Financier: Son tipos de pastel con almendras molidas.

—¿Por qué no crece?

Lat levantó la cabeza, con una expresión preguntando de qué hablaba en el rostro

—¿De qué estás hablando de la nada?

—La pequeña, quiero decir. La están alimentando tan bien, ¿por qué no crece más?

—Su Majestad, ni siquiera han pasado diez días.

—Vi a Athil crecer más cada día. ¿Está enferma o algo así?

—Su Majestad. La Princesa no es una Takar, Barat, Sandar o Wolf, en cualquier caso, no es una sangre azul.

Lilica miró a su alrededor. Levantó la mano y preguntó a Altheos.

—¿Qué pasa?

—No tengo ninguna enfermedad y soy fuerte. Y estoy creciendo muy bien. Brynn dice que mi ropa se puede hacer un poco más grande —Después, Lilica añadió con cautela—. Y también soy una Takar.

Era hija adoptiva, pero era una Takar a pesar de todo. Lilica Nara Takar.

¿No es ese su nuevo nombre? Como era una princesa contratada, insistió en que ‘Takar’ era lo correcto.

Si se echaba atrás en una coyuntura importante, el contrato no tendría sentido, ¿verdad?

Lat sonrió ante las palabras de Lilica. 

—Así es. Tú también eres un Tarkar.

—¿Estás creciendo? ¿No deberías estar creciendo dedo a dedo cada semana?

Altheos dijo eso y se quedó mirando a Lilica. Ahora que la miraba así, parecía que su rostro era más terso y menos demacrado que cuando se conocieron.

—¿Pero no debería haber nadie que crezca así? Eso parece más bien una enfermedad.

Altheos enarcó las cejas y sonrió ante las palabras de Lilica. 

—¿Pero yo era así de alto?

—Eso es porque Su Majestad no es humano.

Aunque se trataba de una broma, una sutil atmósfera se extendió como una ola.

Una niña que debía ser madura era muy sensible a las emociones negativas.

¿Dijo algo malo? Las palabras ‘no es humano’ pueden sonar bastante irrespetuosas.

Pero…

—¿Quién dijo eso? —preguntó Altheos con ligereza, pero Lilica sabía que no era así. 

Tenía que responder adecuadamente. Lilica respondió en voz baja.

—Brynn lo dijo. Los miembros de la familia imperial son descendientes de dragones… Así que Su Majestad es como un dragón…

En ese momento, la tensión se cortó con un chasquido y Altheos dejó escapar un suspiro. 

Lat habló.

—La Princesa tiene razón. Sin embargo, es mejor no decir cosas como que Su Majestad no es humano, ya que podría causar malentendidos.

—¿Y qué? ¿No es eso lo que piensa todo el mundo? —Altheos resopló. 

Lilica habló rápidamente.

—¡Cuando me enteré, pensé que es realmente genial! Es realmente genial

Cuando Brynn estaba explicando el nombre de la habitación, Lilica preguntó: 

( En ese caso, ¿cómo se llama la habitación de Su Majestad? )

Brynn respondió con una sonrisa.

( La habitación de Su Majestad no lleva el nombre de un dragón. Su Majestad, él mismo, es un dragón. )

Había exclamado tanto con esa historia. Le pareció un cuento de hadas. Lilica se esforzó por transmitir a Su Majestad sus sentimientos conmovidos.

Altheos asintió a las palabras de Lilica. Ahora que comprendía que significaba que se acercara, Lilica se apresuró a acercarse.

Altheos pensó que era bastante divertido.

Ella moriría con un movimiento de su mano, pero se acercó a él sin miedo. No, no es que fuera completamente intrépida.

Aunque era consciente de que él era una presencia suficientemente amenazadora, confiaba en que no le haría daño, y cuando ella corrió hacia él de esa manera, por alguna razón, él no quiso destruir esa confianza.

La levantó y la colocó en su regazo. Ahora que estaba acostumbrado, su postura era mucho mejor que antes.

Los latidos del corazón de un niño eran mucho más rápidos y suaves. Tienen una temperatura corporal elevada y cuerpos sorprendentemente ligeros.

Pocas personas lo miraban directamente, pero Lilica lo miraba directamente cuando estaban en esta posición.

Es lo mismo con Lydia.

Lydia, que le ofreció un contrato de matrimonio, le miraba directamente así.

Él sería su mayor apoyo hasta que el príncipe heredero, Athil, se convirtiera en Emperador.

Así podría hacer todo lo necesario como Emperatriz del Imperio.

Pero hay un límite a lo que el Emperador puede hacer, y la sociedad era un tipo completamente diferente de campo de batalla. ¿Puede ella con los zorros, las flores, las serpientes y los lobos de la sociedad?

Lo está haciendo mucho mejor de lo que él esperaba hasta ahora.

Pero comparado con una madre así, ¿qué podría decir de su hija? Es la primera vez que veo a alguien así.

La encontró muy interesante porque era un tipo de persona difícil de ver en palacio.

—¿Su Majestad?

Altheos sonrió cuando Lilica ladeó la cabeza y lo llamó con cuidado. 

—¿Por qué ‘Su Majestad’?

—¿Qué?

—¿No debería ser Padre Imperial? 

—¿Qué?

—Estoy en lo cierto, ¿verdad?

—Bueno, sí, ¿lo estás?

—¿Entonces?

Vamos, llámame con eso de una vez.

Lilica desvió la mirada cuando Altheos dijo eso. Lat también observaba esto con interés.

—Bueno, quiero decir…

Su cabeza empezó a dar vueltas. Aunque Su Majestad da miedo, es un buen hombre. ¿Pero realmente está bien que ella lo llame Padre Imperial?

¿No es sólo trabajo?

¿Debería llamarlo así, porque es trabajo? ¿Pero no dirían los demás que es arrogante? Las palabras daban vueltas en su cabeza.

Padre. Padre Imperial.

A sus ojos, ‘Padre’ era algo que existía en sus sueños. Pero esta persona delante de ella se convertirá en su padre durante al menos ocho años.

Existía en la realidad.

Ante ese pensamiento, las lágrimas comenzaron a brotar inconscientemente. Lilica se sorprendió y se abofeteó las mejillas.

No hay adulto al que le guste un niño que llora así. 

—Lo siento. Lo siento.

—No hagas eso.

Altheos agarró sus dos manos. Ella podría haber golpeado otra cosa, así que ¿tiene sentido que se golpee a sí misma?

—Lo siento, lo siento…

—No, casarme con tu madre no me convierte en tu padre a voluntad, así que hice mal en forzarte de esa manera.

Después de que Altheos dijera eso, extendió una mano hacia Lat. 

—Pañuelo.

Lat le entregó un pañuelo limpio sin decir palabra. Altheos limpió la cara de Lilica y dijo.

—Está bien, no has hecho nada malo. Tu madre armará otro escándalo si se entera de que te he hecho llorar.

Cuando suspiró, Lilica no pudo evitar sonreír. Era una suerte que la relación entre su madre y Su Majestad pareciera bastante buena.

—Vamos, hnk.

La cara de Lilica se puso roja cuando le dijeron que se sonara la nariz. Lat dijo. 

—Está avergonzada, así que por favor para.

—Yo, yo lo haré.

Cogiendo un pañuelo de la mano de Altheos, Lilica se limpió las lágrimas y los mocos. Altheos le acarició la cabeza con rudeza.

Aunque era áspero, su tacto era cariñoso, por lo que Lilica sonrió. Después de quitarle el pañuelo a Lilica y tirárselo a Lat, Altheos habló.

—No entonces, manos a la obra.

Con Lilica en su regazo, giró la silla hacia el escritorio.

Parecía que ya no le pediría que lo llamara ‘padre’. Por alguna razón, Lilica se sintió apenada, y se contoneó, musitando la palabra ‘Padre Real’.

De repente se sintió más cerca del temible Emperador. 

Padre Imperial, Padre Imperial.

¿No me pedirás que vuelva a llamarte así en el futuro?

Lilica sintió un cosquilleo en el corazón, se contoneó avergonzada y se sobresaltó.

¡Está sucio!

No era obvio, ya que una pila de documentos lo bloqueaba, pero la abertura de la botella de tinta estaba cubierta de tinta. La punta de la pluma rodaba al azar y había papel arrugado por todas partes.

No podía soportar que el escritorio de Padre, no, de Su Majestad, estuviera tan sucio. Quería hacer algo por Su Majestad.

Lilica habló con cautela.

—Disculpe, Su Majestad.

—¿Qué pasa?

—¿Puedo ayudarle a limpiar la botella de tinta?

—¿Botella de tinta?

—La tinta en la apertura de la botella se ha secado. Estará mucho más limpia si se limpia con agua tibia.

Lilica dijo mientras señalaba su botella de tinta. Lat estaba a punto de decir algo con el ceño fruncido, pero Altheos se lo permitió suavemente.

—De acuerdo.

—Majestad.

—¿Y qué? Lo digo porque no me gusta que la gente vaya de un lado para otro. Lilica, puedes usar a la gente como quieras, y ordenar la oficina cómodamente.

Lat presiono su frente en la palma de su mano ante las palabras de Altheos. Aunque hablara como si fuera generoso, ¿no estaba en realidad intentando obligarle a hacerlo?