⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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La mirada de Tan le escrutó detenidamente.

Se sentía ansioso, aunque había confirmado visualmente que no estaba herido. 

—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?

Lauv inclinó la cabeza ante la pregunta del Cabeza de Familia. 

—Mis más sinceras disculpas por molestarte.

—No, tú también lo habrás pasado mal. Pero estarás confinado por hoy y mañana.

Aunque levantó la cabeza inmediatamente, no parecía que Tan fuera a retractarse de esas palabras.

Tan añadió.

—Lo mismo vale para la familia Sol. 

Las cejas de Lauv se fruncieron aún más.

Estaba preocupado por la princesa, pues ya había estado ausente durante todo el día de ayer y el de hoy, y sin embargo los dos hombres de confianza de la princesa tenían que ausentarse otros dos días más.

Tan le dio un golpecito en el hombro.

—Su Alteza la Princesa se ocupará de todo, así que puedes estar tranquilo. Los ojos de Su Majestad están encendidos de furia.

—Sus ojos están realmente encendidos de furia —Lauv respondió al recordar esas pupilas ardientes. 

Miró al Cabeza de Familia.

‘Piensa bien cualquier cosa que quieras preguntar,’ estaba escrito en toda la expresión de Tan. 

¿Es realmente un humano?

La pregunta le subió por la garganta, pero Lauv no se atrevió a escupirla. 

—No, entonces me iré primero.

—Serás acosado por Diare cuando vuelvas a casa. 

Los hombros de Lauv cayeron ante su advertencia.

—De acuerdo.

Después de dar sus saludos, la silueta de Lauv desapareció gradualmente. Tan se rascó la cabeza.

No pudo evitar soltar un suspiro.

Desde que se dirigió a la sala de interrogatorios subterránea, sintió una presión fuerte y abrumadora.

Altheos abrió la puerta y salió. 

—Majestad.

Inmediatamente después de que Tan diera sus saludos, Altheos preguntó. 

—¿Cuáles son los resultados de la investigación?

—Efectivamente fue causado por veneno, pero por mucho que investigué, no parece que ninguno de sus alimentos estuviera envenenado. Así que investigué dos o tres tipos de combinaciones.

Tan levantó dos dedos.

—Creo que el problema está en el helado de hierbas y el té. 

Altheos preguntó como respuesta: 

—¿Té?

Tan asintió.

—Es un producto nuevo de los grupos de mercaderes, y desprende un aroma dulce y floral. Pero parece que la combinación de este té y las hierbas del helado de hierbas crea un efecto desagradable.

—¿Y?

—El grupo de mercaderes afirma que no tenían esa intención. El té fue cultivado en Sandar, y fue ofrecido a la familia imperial como tributo de Sandar. Por supuesto, el médico imperial que envió el helado también afirma lo mismo. Que es sólo una coincidencia.

—¿Y? ¿Probaste la combinación?

Tan asintió cuando le preguntaron si realmente se había probado en humanos.

—Aunque vomitaron sangre por el daño en el estómago y el esófago, no fue lo suficientemente grave como para dañar su vida.

Podría considerarse una amenaza, y podría descartarse como una coincidencia. 

—Esto no puede ser una coincidencia —Con una ligera sonrisa, Altheos extendió la mano—. La lista.

Con rostro reticente, Tan sacó la lista de personas implicadas. 

Era una lista que incluía un registro detallado de sus datos personales.

—Su Majestad no tiene que presentarse personalmente… 

—Eso es todo.

En cuanto Altheos aceptó la lista, desapareció. 

Tan suspiró involuntariamente.

 

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Lydia estaba tan furiosa que no podía dormir. Se levantó al amanecer.

Tragó agua fría y se tocó la frente.

La fiebre le había bajado por completo, quizá debido a la medicina que había tomado.

¿Cómo te atreves?

¿Cómo te atreves a ir tras Lilica? 

Apretó los dientes.

Estaba enfadada y asustada a la vez.

Podría haber perdido a Lilica.

Podría haber perdido a su hija otra vez.

¿Y si hubiera vuelto a perder a su preciosa Lily? 

¿Y si esta vez no volvía?

Todo el cuerpo de Lydia se estremeció. 

Se levantó de su asiento.

Sentía que sólo podría sentirse mejor si iba a ver a Lily inmediatamente. 

Barat.

Los únicos que podían haber hecho algo así eran esos Barat. Su mente dio vueltas rápidamente.

Este tipo de veneno combinatorio era un veneno que Barat usaba a menudo. Ella lo sabía, y no podía importarle menos.

Hasta que la víctima fue su hija.

Aunque se reía de su propio egoísmo, le resultaba difícil cambiar de opinión, ya que la furia hacia Barat se desbordaba.

Entró en silencio en el dormitorio de Lily.

Athil le devolvió el saludo con sus propias palabras.

—Ha bebido mucha sopa hoy, y se ha dormido hace un rato.

Aunque ya se había enterado, Athil le contó lo que Lilica había hecho durante el día en voz baja.

—Gracias por cuidar de ella.

—De nada.

Athil negó con la cabeza.

Lydia se acercó en silencio y miró la cara dormida de su hija. No pudo evitar sonreír.

Era tan linda y adorable.

Pudo calmar sus preocupaciones porque Lilica seguía viva.

Lydia le rozó suavemente la redonda frente. Afortunadamente, su temperatura había bajado y ya no tenía fiebre.

Duque Barat.

¿Cómo no reconocer esa cara?

Es difícil olvidar esa cara digna después de haberla visto. 

He sido fácil contigo hasta ahora.

Después de convertirse en Emperatriz, simplemente se centró en establecer su posición y promover la estabilidad de la familia imperial.

Ella no tenía pensamientos como: 

Convertiré al Duque Barat en mi enemigo. 

Bueno, también me equivoqué al hacer eso.

Ella había elegido al Duque Barat, y terminó en fracaso. ¿Qué sentido tiene culpar al Duque de Barat?

Aunque hubiera hecho algo moralmente reprobable, Lydia también había participado en ello.

Desde que ha regresado, reflexionará sobre el pasado como es debido.

Ella la había descuidado mientras hacía lo mejor que podía. 

Pero, ¿cómo te atreves? ¿Cómo te atreves a tocar a mi hija, la persona más hermosa del mundo? Te romperé.

N/Nue: Ocupo venganza de la buena a esa loca, por mis dos bebés.

Sería mucho más activa de lo que era actualmente, y si era posible, quería que el Ducado Barat se desmoronara de tal manera que su nombre nunca volviera a aparecer en el almanaque aristocrático.

Probablemente no habría ninguna prueba física. 

Los Barat no son Barat por nada.

Tras un largo periodo de tiempo, sus raíces se han extendido por todas partes, hasta el punto de que no había rincón en el imperio al que no llegaran sus raíces.

Puede que ni siquiera supiera si algunas de las raíces que estaba alimentando pertenecían a Barat.

Así que los de los gremios de información deberían aparecer cuanto antes. 

No recibió respuesta incluso después de contactar con ellos.

Lydia ya conocía la identidad del líder de su gremio, y aún así no se movió a pesar de su insistencia.

Sin embargo, era preocupante, ya que no podía arrestar al líder del gremio abiertamente.

Incluso si salía del castillo en secreto y buscaba al líder del gremio, él ni siquiera se molestaría en hacer un trato con ella, dado el estado actual de las cosas.

¿Qué debo usar para provocarlo? Ese bastardo.

Mientras Lydia miraba a Lilica gimiendo y lamiéndose los labios, su expresión se suavizó lentamente de nuevo.

Linda…

Lydia probablemente no se sentiría agotada aunque se pasara toda la noche viendo dormir a Lilica.

Ya que las cosas han llegado a esto, lo mejor es que esta situación se utilice para destruir la unión de los aristócratas del sur. Aunque a Sandar le dolerá la cabeza por el momento, a la larga será mucho mejor para ti.

Haciendo varios cálculos, Lydia se inclinó y besó la frente de Lilica.

—Buenas noches —Susurró Lydia y calmó su pesar mientras se levantaba—. Athil, dejaré a Lilica a tu cuidado.

—Sí, por favor, déjamela a mí. 

—Gracias. ¿Estás bien?

—Estoy bien.

Athil siempre se ponía rígido cuando estaba frente a su hermosa tía. 

No pudo evitar evitar su mirada al ver esa sonrisa amable. 

—Muy bien, tampoco deberías exagerar y descansa pronto. 

Tras darle unas ligeras palmaditas en el brazo, Lydia salió de la habitación.

Había un montón de cosas que requerían su planificación de inmediato.

 

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Dos días después, Lauv y Brynn regresaron sanos y salvos, y Lilica abrió los brazos para abrazarlos a los dos.

Athil también la abrazó con fuerza y regresó de nuevo a sus Cámaras del Dragón Negro.

Su voz aún no se ha recuperado, por lo que tenía que usar una tablilla de piedra cada vez que la gente la visitaba.

Lat entró con los ojos hundidos, y Lilica se preguntó si era Lat el que estaba gravemente enfermo, y no ella.

Inclinó la cabeza profundamente y se disculpó varias veces, diciendo: 

( Es una pena que el té que nos presentó Sandar contuviera ese componente. )

Parecía bastante preocupado.

Lilica escribió las palabras ‘Espero que todo se resuelva bien’ en la tablilla de piedra y se la mostró.

No era algo en lo que ella pudiera involucrarse. Lat sonrió débilmente y asintió.

Tan, su siguiente visitante, le entregó un colorido y bonito frasco de caramelos como había hecho antes.

Estaba lleno de dulces tan hermosos como las artesanías de cristal.

Lilica, que ahora sabía que salía del bolsillo del sueldo de Tan y no de las arcas de su territorio, estaba realmente agradecida.

También parecía bastante cansado, pero su situación parecía mucho mejor que la de Lat.

Tan suspiró.

—Espero que Su Majestad confíe un poco más en mí y en los Caballeros Imperiales. 

Fue un suspiro que no parecía un suspiro.

Lilica alargó la mano y le dio unas palmaditas en la cabeza para consolarlo.

Tan se estremeció como si le hubiera alcanzado un rayo, antes de estallar en carcajadas.

Le revolvió el pelo a Lilica antes de marcharse.

Incluso gente que ella no conocía enviaba regalos y tarjetas de felicitación para los enfermos.

Los rumores decían que algunos de los implicados en el incidente murieron de un ataque al corazón, y todos tenían caras de terror al morir.

Los nobles mantuvieron un perfil bajo y observaron la situación.

Mientras tanto, el sindicato de aristócratas del sur se disolvió debido a un conflicto de intereses.

Poco después, el grupo de mercaderes Arenas Doradas abrió un salón de café con el apoyo de Su Majestad la Emperatriz.

Presumía de un ambiente lujoso y de una bebida llamada café que se importaba del Mar de los Árboles. La bebida llevaba azúcar y nata.

A pesar de sus precios desorbitados, llamaba la atención el hecho de poder sentarse allí y charlar durante un buen rato siempre que se pidiera una taza.

El salón, que era exclusivo de la aristocracia, descendió un escalón.

Aunque su nombre era salón de café, también vendía té.

Su popularidad se extendió primero entre los aristócratas de bajo rango que no poseían una casa en la capital, así como entre los nobles cortesanos.

Era un lugar para charlar.

Incluso los artistas que se sentían atraídos por los nobles aparecían por allí.

Podían entablar conversación libremente mientras consumían café, que despejaba sus pensamientos, en lugar de alcohol.

El salón del café, que acababa de debutar en la capital, había conseguido establecerse con éxito.

Además, empezaron a correr rumores sobre la simpática historia de ‘la princesa plebeya que estuvo a punto de ser envenenada’.

Mientras Lydia se enfrascaba en el trabajo, Lilica recuperaba totalmente la salud.

Pero se volvió más frustrante.

Los lugares por los que Lilica podía pasear también se han reducido, e incluso se le ha asignado una criada que comprobará todo lo que come y bebe.

—Espera a cumplir diez años —le dijo Altheos a la frustrada Lilica.

Ella esperó a su décimo cumpleaños, que estaba a la vuelta de la esquina. El tiempo, que pasaba más lento mientras ella esperaba, finalmente llegó.

 

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Altheos miró a Lilica envuelta en la oscuridad.

En ese momento, Lilica sostenía un péndulo con soltura y utilizaba su magia. 

—¿Qué te parece?

Al no obtener respuesta, Lilica volvió a preguntar con expresión inquieta.

Altheos extendió la mano. 

—Péndulo.

Lilica puso el péndulo en su mano extendida sin dudarlo. 

—Yo cogeré esto.

—¿Qué?

—Te lo devolveré en tu cumpleaños.

—Pasado mañana es mi cumpleaños.

—Lo sé —Sonrió débilmente—. Ya tienes diez años. 

—Tengo diez años.

Lilica sonrió.

La frustrante vida que llevaba actualmente en el Palacio del Sol llegaría a su fin.

Se le permitiría salir del palacio y también obtendría una mayor libertad de movimiento.

Podría conocer a gente de la alta sociedad y participar en los pequeños círculos sociales de los niños.

Aunque Diare y Fjord parecían decir que no es necesario asistir con sus caras.

A pesar de eso, poder asistir, no asistir y no poder asistir eran problemas completamente diferentes.

—Te lo devolveré después de hacer unos pequeños ajustes.

Ante las palabras de Altheos, Lilica inclinó la cabeza en señal de aceptación a pesar de sentirse ligeramente turbada.

Altheos soltó una risita y la golpeó ligeramente en la frente. 

—Te has vuelto bastante fuerte ahora.

—Brynn dijo que soy tan fuerte como un potro —Lilica puso las manos en la cintura y habló con orgullo—. También soy bastante buena lanzando piedras.

—Cierto, escuché que eres bastante hábil en eso —dijo Altheos con una risita.

Tras la empática declaración de Lydia de que no quería que Lilica recibiera instrucción con armas, Lilica no aprendió a manejar espadas.

Lauv fortaleció su fuerza fundamental y le enseñó a escapar, así como a lanzar piedras.

Pero eso no es suficiente.

Era bastante inconveniente que ella era capaz de usar la magia, y sin embargo no podía usarlo públicamente.

Por eso crearé una manera.

Miró el péndulo que tenía en la mano.

El brillante colgante en forma de luna resplandecía maravillosamente. Se guardó el colgante en el bolsillo y se levantó de su asiento. 

—Ven.

Lilica le tendió la mano con movimientos practicados y regresó a su dormitorio.

—Buenas noches.

Ante aquel saludo, Altheos se desvaneció con una sonrisa.

Aunque lo había experimentado a menudo, siempre se sentía asombrada.

Al parecer, había cosas a las que no podía acostumbrarse en este mundo. Lilica se tomó su tiempo para cambiarse de ropa y se metió en la cama.

Cumpliré diez años pasado mañana.

En el Imperio existe la creencia de que el alma se ha asentado por completo a los diez años.

Diez años, el día en que todo el mundo pasaba de ser un número impar inestable a un número par estable, era por tanto un día que había que celebrar.

Al mismo tiempo se generaban una serie de derechos y se encomendaban obligaciones.

Ya sea un derecho o una obligación, me gustan ambos.

Podía participar en las reuniones de la Familia Imperial, expresar sus opiniones y optar a participar en las reuniones del consejo.

Podía entrar y salir de los salones, y podía ser invitada a otras mansiones.

El décimo cumpleaños se llamaba ‘Parta’ y era, como era de esperar, una palabra de la lengua antigua.

Se traduce aproximadamente como ‘finalización’, en la que los preparativos para completar una determinada tarea u objetivo ya han llegado a su fin.

El Palacio Imperial se preparaba con ahínco para la Parta de la princesa. Las lámparas seguían encendidas en plena noche y los sirvientes se movían afanosamente.

La Emperatriz escudriñaba todos y cada uno de los detalles.

Todos trabajaban duro porque Lydia se preocupaba más por esto que por su propio cumpleaños, y porque su amor por su hija era famoso.

Lo mismo ocurría en la capital.

Todos esperaban con impaciencia la Parta de la princesa, porque durante la Parta de un miembro de la familia imperial se distribuía alcohol y pan.

También circulaban por aquí y por allá impresos con las bellas imágenes de la princesa. 

En la víspera, se levantó el toque de queda y la gente abarrotó las calles, incluso de noche. 

Y por fin llegó el día.