⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

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Lilica se quedó desconcertada.

¿Viene del colgante?

Cuando abrió la palma de la mano, el brillante colgante se elevó en el aire. 

Giraba y giraba mientras salpicaba motas de luz. 

Es deslumbrante.

Sin darse cuenta, se cubrió la frente con el dorso de la mano, se tapó los ojos, y se vio claramente una luz en forma de media luna grabada en su palma.

Lilica no la vio, pero como los demás sí, todos exclamaron: ‘¡Vaya!’, admirados.

Entonces, un pequeño círculo mágico apareció del colgante y atravesó la cabeza de Lilica, imprimiendo un círculo mágico distinto y grande en el suelo bajo ella.

Bbam- bba- bbambba-

La canción se dirigía hacia su clímax.

En ese momento, el colgante dejó de girar.

El colgante comenzó a descender lentamente y Lilica extendió la mano.

Al agarrar el colgante, la canción terminó con un ‘BbamBbaBbam’, y el círculo mágico desapareció con un estallido de luz.

Lilica miró el colgante con asombro y luego miró a Altheos. 

Altheos asintió.

¿Qué significa eso?

Lilica volvió a mirar el colgante.

Ahora no brillaba ni emitía ningún sonido extraño.

—Ese fue el proceso por el que el artefacto te reconoció como su dueño. Ahora puedes experimentar la sensación de ser un mago mediante el uso de este artefacto. Di ‘Erhi’.

Era magia de luz, la misma que aprendió cuando empezó. Lilica lanzó el hechizo familiarmente mientras decía ‘Erhi’.

El colgante empezó a brillar. 

Todos exclamaron asombrados.

Lilica no pudo evitar poner una expresión de sorpresa. 

El péndulo se siente bastante extraño.

Cuando usaba la magia, encontraba resistencia. Sentía como si la magia no fluyera tan suavemente como antes.

—De esta manera, puedes usar una variedad de magia. 

—Gracias.

Mientras Lilica le daba las gracias, decidió escuchar más sobre ello más tarde de Su Majestad.

Aún así…

Lilica sonrió felizmente.

Ella estaba contenta de que ahora podía usar la magia cómodamente. 

El método era bastante único, sin embargo.

Lilica guardó el colgante con cuidado.

Con una sonrisa de satisfacción, Altheos miró a Lydia. 

¿Qué te parece? ¿No está tan mal?

Lanzó esa mirada, pero lo que recibió fue la expresión furiosa de Lydia.

¿De verdad le regalaste algo tan peligroso a una niña?

Eso fue lo que pensó Lydia, pero Altheos no fue capaz de leer su mente.

Rápidamente desvió la mirada al ver que Lydia, a quien esperaba complacida, estaba enfadada.

¿En qué me he equivocado?

A pesar de su mente perturbada, Lydia dio una palmada y llamó la atención de todos.

—Ahora, pues, disfrutemos todos de la comida y la bebida. Vengan, reúnanse y echen un vistazo a los regalos.

La orquesta empezó rápidamente a tocar música alegre.

Al mismo tiempo, los sirvientes entraron en fila sosteniendo bandejas. Se distribuyeron diversos alimentos y bebidas en porciones del tamaño de un bocado.

Todos tomaron un vaso, probaron la comida en pequeñas cantidades y se reunieron en pequeños grupos para charlar.

Hubo algunos que se acercaron a los regalos para inspeccionarlos uno a uno. Los niños se reunieron rápidamente en torno a Lilica.

—¡Una niña mágica! Eres genial!

—¡Princesa, enséñanos también otra hechizo!

—¡Guau!

—Eres increíble.

Aunque era la primera vez que estaba rodeada de niños de su edad, Lilica les mostró con confianza pequeñas magias con las que estaba familiarizada.

Todos soltaron suspiros de admiración y aplaudieron.

Como se sentía un poco avergonzada, Diare se acercó a ella e inició una conversación.

—Vamos a jugar al jardín. Hay un columpio, lanzamiento de anillas y muchas otras cosas divertidas.

Era una oportunidad para alejarse de la multitud, así que Lilica cogió inmediatamente la mano tendida de Diare.

Diare abrazó a Lilica con fuerza y dijo: 

—¡La última en llegar es ella!

Entonces, empezó a correr.

Diare fue mucho más rápida de lo que esperaba, admiró Lilica. 

Los niños que dudaban también empezaron a correr.

Se colocaron toldos alrededor del jardín y juguetes para los niños.

Era un evento que Lydia había preparado con gran esmero.

Podían disfrutar de cantidades ilimitadas de limonada helada o zumo de naranja, y había muchos aperitivos crujientes preparados.

Podían jugar a lanzar anillas, resolver rompecabezas, correr y jugar al ‘atrápame’.

Jugaban hasta hartarse y bebían muchas bebidas.

Cuando los muros entre los niños empezaron a desmoronarse, las niñas empezaron a hablar del vestido de Lilica.

—Tu vestido es tan bonito.

—¿Puedo tocarlo?

—¡Oh, vaya! Es tan esponjoso. ¿Cómo se hincha así?

Lilica explicó lo de la maleta, y los ojos de todos brillaron de emoción.

—Yo también quiero pedir una.

—Sí, es muy bonita y cómoda. Además, puedes sentarte sin preocupaciones.

Mientras los niños charlaban alegremente, una voz llegó desde encima de sus cabezas. 

—¿Te diviertes?

—¡Athil!

Lilica levantó la vista encantada.

Los niños se dividieron rápidamente en dos e inclinaron la cabeza respetuosamente. 

—Saludos, Alteza.

Athil miró a su alrededor con bastante descaro y preguntó. 

—¿Dónde está Diare?

—Está por allí.

En la dirección señalada por Lilica, Diare estaba jugando con entusiasmo con una pelota de cuero, totalmente absorta en el juego.

Estaba claro que era ella quien dirigía el juego. 

—¿Dejándote aquí sola?

—La provocaron, así que las cosas simplemente sucedieron.

Athil sonrió mientras suspiraba ante las palabras de Lilica. 

—Ella no puede contenerse.

—Diare la intransigente, después de todo. 

Lilica soltó una risita.

Athil le tendió un vaso de zumo de naranja que había traído para ella.

—¿Quieres algo de picar?

—Oh, gracias.

Justo cuando sentía un poco de hambre, se dio la vuelta y vio a Fjord. 

—Fiyo, ¿dónde estabas?

—Estaba admirando los regalos. 

—¿Esa muñeca de madera raída?

—Es mejor que venir con las manos vacías, como cierta persona. 

—Le daré mi regalo por separado.

—Me pregunto qué regalo será, para que te dé vergüenza presentarlo ante el público.

—No te preocupes, es cien veces mejor que una jaula inútil.

A medida que la conversación continuaba, los niños que les rodeaban se iban distanciando poco a poco, pero estaban intrigados por su interesante conversación, así que no se alejaron.

Informarían a los demás de todo lo que oyeran, pero no querían quedar atrapados en el fuego cruzado mientras estuvieran a tiro.

—Los dos, basta.

Lilica alcanzó las patatas fritas que trajo Fjord. 

—Es mi Parta, ¿recuerdan?

Athil y Fjord se miraron y parecieron llegar a un acuerdo provisional.

Las patatas fritas, ligeramente saladas y crujientes, estaban deliciosas.

Acompañadas de zumo de naranja dulce, le pareció que podría seguir comiendo sin parar.

—¿Damos un paseo?

Ante la sugerencia de Lilica, los dos asintieron.

Los niños de alrededor que escuchaban con los oídos aguzados, se sintieron ligeramente apenados.

¿Serían capaces de espiar su conversación si los seguían a los tres?

Los tres caminaron uno al lado del otro hasta el borde del jardín. 

Fjord habló en voz baja.

—Mi princesa, felicidades por haber ganado a Lauv. Creía que esas historias sólo ocurrían en los cuentos heroicos.

Lilica se encogió de hombros.

—No sé si podré hacerme cargo bien de Lauv. No sé qué habrá visto en mí para elegirme, pero ahora que he decidido aceptarlo, tendré que hacer todo lo posible.

Si dejo el palacio más adelante, ¿mi relación con Lauv será más cómoda?

Aunque para entonces, seguirá siendo un caballero.

Afortunadamente, Su Majestad había otorgado el título de caballero permanente a Lauv.

Aunque no era importante para Lilica y Lauv, había otros que lo consideraban significativo.

—Si es Su Alteza, lo harás muy bien.

Fjord dejó escapar un suspiro cargado de envidia.

 Athil se encogió de hombros.

—Te había elegido porque te favorecía. No es que tengas que hacer nada especial, ¿verdad? Más bien, ¿cómo es? ¿Hay algún chico que te haya caído bien?

A la pregunta de Athil, Lilica respondió: 

—¿Un chico que me guste?

—Es la primera vez que te encuentras con chicos de tu edad así, ¿verdad? Fíjate bien. Si encuentras a alguien que te guste, conoce su nombre y socializa con él.

Athil recordó su vergonzoso pasado.

En su época de Parta, siempre estaba aislado de los demás niños. 

‘Todos intentaban adularme o eran enemigos. 

¿Y después?

No tuvo ocasión de relacionarse con chicos de su edad.

Era bastante infantil en retrospectiva, y esperaba que su hermana pequeña no cometiera el mismo error que él.

Además, la Parta de Lilica era una segunda oportunidad para Athil.

Como era de público conocimiento que Athil asistiría a la Parta de Lilica, otros chicos de su edad también estaban presentes.

Estarían encantados de ser del agrado de la princesa o del príncipe heredero.

Gracias a eso, Athil pudo entablar mejores relaciones sociales con los otros niños.

—Ya veo, tienes razón. Todos parecían bastante simpáticos.

Athil dejó escapar un suspiro ante las palabras de Lilica y dijo: 

—¿Qué más puedo hacer?

Fjord habló.

—Pero aún así, es mejor ser precavido con aquellos contra los que deberías ser precavido.

—Barat, por ejemplo.

Dijo Athil, y Fjord sonrió débilmente en respuesta. 

—Sí, como Barat.

—…

Athil sintió que se había convertido en una persona mezquina.

Estaba a punto de decir algo hiriente, pero se contuvo. 

Contenlo. Contenlo. Sé generoso, y un poco más tranquilo. 

Athil reguló su respiración un par de veces y sonrió irónicamente. 

—Gracias por la advertencia.

—Ni lo menciones.

—Ya que me avisas, estaría bien que me avisaras también de otros asuntos.

—¿Qué tipo de advertencia necesitarías?

—¿Qué tal una advertencia sobre lo que el Duque Barat está tramando a continuación?

Fjord vaciló en sus pasos. 

Sonrió irónicamente.

—A mí también me gustaría saberlo. 

—Qué excusa tan hábil.

—Athil.

Lilica tiró del borde de su ropa e hinchó las mejillas con el ceño fruncido. En lugar de sentirse amenazada, le entraron ganas de reír.

—Pfff —Athil habló reprimiendo la risa—.Vale, vale. Lo entiendo, lo entiendo —Tras asentir con la cabeza, continuó—. A partir de este año, habrá un nuevo festival de caza. Espero que el Joven Duque de Barat también participe.

—¿Un festival de caza? —preguntó Lilica, y Athil asintió.

—Se celebra en el bosque imperial. Se suspendió durante dos años después de que te hirieran, pero vuelve a empezar. Como tu Parta ya ha terminado, puedes participar.

Lilica preguntó emocionada: 

—¿En serio?

—Pero no puedo cazar en absoluto.

—El festival de caza imperial es diferente.

Lilica sintió curiosidad ante las palabras de Athil, esto le hizo soltar una leve risita. 

—Ya lo verás cuando llegue el momento. Puedes esperarlo con ansias.

Lilica se llenó de emoción. 

¿Significa eso que ella también puede participar? 

Lilica miró a Fjord y dijo.

—Sería genial si Fjord pudiera venir también.

—Lo haré si llega una invitación —Contestó Fjord.

—Ya veo.

Lilica recordó a los niños de antes.

Ella era totalmente inconsciente de las facciones entre los niños mientras estaba dentro del pequeño mundo de la Cámara del Dragón Blanco. Pero ahora, al mezclarse con ellos, se dio cuenta de que había una clara división.

Las expresiones de los niños que habían estado a su alrededor cambiaron en el momento en que apareció Fjord.

Por lo tanto, tal vez querer caminar junto a estos dos podría ser sólo su propio capricho infantil y la codicia.

—¿Qué pasa? —preguntó Athil, y Lilica negó rápidamente con la cabeza. 

—No, no es nada.

—¡Su Alteza!

Justo entonces, Diare llegó corriendo a una velocidad asombrosa.

Se detuvo justo delante de ellos y rebotó ligeramente sobre las puntas de los pies.

—¿Has visto eso? ¿Me viste hacer el tiro?

—¿Eh? —Lilica desvió la mirada con expresión perpleja—. ¿Por qué están todos en el suelo? 

Todos los niños que estaban jugando a la pelota con ella estaban tirados en el suelo.

Hehe, Diare sonrió.

—¡Es porque habían probado mi Pimienta Caliente, que es tan brillante como el sol y tan rápida como un rayo!

—Debería ser el Relámpago del Sol Trueno en su lugar —murmuró Athil en voz baja.

Fjord volvió disimuladamente la cara. 

Le temblaban los labios. 

Lilica asintió.

—Ya veo, Diare. No pasa nada.

—¿Verdad?

Con una risa alegre, Diare agarró la mano de Lilica.

Athil cogió el vaso de la mano de Lilica antes de ser arrastrada con un ‘Ahhh’.

—Usted también debería probarlo, Alteza. Intentaré detenerlo. 

—¡Mm!

Cuando utilizó su pie para patear la pelota de cuero con gusto, la pelota voló a una distancia bastante plausible.

Lilica miró a las dos personas que estaban a un lado con una sonrisa brillante. Athil levantó el pulgar mientras Fjord aplaudía.

Ante esa visión, Lilica decidió ser infantil y codiciosa sólo por hoy. 

Porque es mi Parta.

 

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Después de que el agitado y ruidoso horario diurno llegara a su fin, cayó la noche.

Siguiendo la sugerencia de Lydia, todos se reunieron en la sala de recepción para jugar.

Lydia se quedó boquiabierta cuando se dio cuenta de que había olvidado el cumpleaños de Lilica, así que hizo todo lo posible por compensarlo durante los años siguientes.

La grandeza de esta Parta se debió en parte a sus esfuerzos.

Durante su primer año en el palacio, Lydia se había perdido por completo el cumpleaños de Lilica, y fue sólo cuando se estaba preparando para su propio cumpleaños cuando Lydia se sobresaltó y se preguntó: 

( ¿Cuándo era el cumpleaños de Lilica? )

Era una reunión familiar en la que se despedía a toda la servidumbre.

Después de las reuniones familiares que comenzaron entre Lilica y Athil en aquella larga noche de invierno, era raro que todos estuvieran presentes como lo estaban hoy,

—¡Pero es mi Parta! —protestó Lilica.

Athil rió entre dientes y dijo: 

—No hay nada que hacer si no tienes suerte.

Con una mirada preocupada, Lydia habló.

—Lilica, será mejor que te abstengas de apostar en otro sitio. 

Altheos estuvo de acuerdo.

Era un juego ligero de tirar un dado. Bueno, ligero para todos menos para Lilica, que parecía tener mala suerte en todos los aspectos.

Athil se echó a reír.

—¡Eso te deja en último lugar, Ay!

—¡Ah, Athil! Jajaja-

Se abalanzó sobre ella y le hizo cosquillas en los costados, provocando que Lilica chillara y se retorciera mientras reía.

Después de atormentar a su hermanita hasta hacerla llorar y sacar mocos en el sofá, Athil dejó de hacerle cosquillas.

Lilica jadeó pesadamente y se levantó de su asiento, con lágrimas brillando en sus ojos. Con voz resentida, dijo: 

—Mejor hagamos otra cosa.

Todos estuvieron de acuerdo con la petición de Lilica.

La refrescante brisa nocturna entraba por la ventana abierta del balcón.

Todos estaban cómodamente vestidos y había aperitivos apilados en una bandeja cercana.

Mientras Lilica servía té frío para todos, habló. 

—Esta vez, seguro que gano. Juguemos a las charadas. 

—Claro.

Athil asintió, recogió los dados y el tablero y trajo un reloj de arena. 

Afortunadamente, Lilica ganó esta partida.

El menos hábil del grupo parecía ser el adolescente orgulloso, Athil. 

Lilica saltó sobre Athil y se vengó haciéndole cosquillas en los costados.

Él se rió y la apartó de un empujón.

Después de vengarse a gusto, Lilica se levantó de su asiento.

Lydia sonrió y dijo.

—Creo que ya es hora de dormir. Es muy tarde, y hoy ya ha sido bastante agotador.

—Sí, madre.

Lilica respondió obedientemente. 

Al ver a Lilica así, Lydia se rió entre dientes. 

—¿Dormimos juntas?

—¿De verdad?

—Por supuesto.

—Entonces, durmamos juntas.

Aunque ya no era una niña, Lilica seguía encantada con la idea de acostarse con su madre.

La vergüenza hizo que las mejillas de Lilica se pusieran rojas. Lydia cogió la mano de Lilica y habló.

—Muy bien, entonces vamos a tener una noche de damas, mientras que ustedes pueden ir a la cama por su cuenta.

—Buenas noches.

Lilica agitó la mano y saludó por la noche, mientras Athil y Altheos le devolvían el saludo.

—Que duerman bien. 

—Feliz Parta.

Lilica sonrió y se fue rápidamente al dormitorio con su madre. 

Fue una feliz Parta hasta el final.