Traductora / Correctora: Day.
Meldenique abandonó su asiento con elegancia y frialdad para hablar de la evolución de los dulces de cerveza dentro del bar. Pero los espectadores que quedaban no pudieron hacerlo.
Porque fueron testigos del glorioso momento en que los Piratas de la Diócesis Roja, las criaturas cancerosas que habían asolado a los comerciantes todo el tiempo, fueron finalmente erradicados.
—Hasta ahora, incluso si llamábamos a seguridad, recibían dinero y cerraban los ojos.
—Aunque esté frente a la Academia, los aristócratas van en carromato, así que… este distrito comercial está prácticamente abandonado, y todos ignoraron el informe.
—Pero se deshizo de ellos.
—Estuvo muy bien… diciendo ‘No vuelvan a molestar nuestro callejón de negocios’.
Por supuesto, Meldenique nunca dijo eso.
Sin embargo, un poco de condimento era necesario para la heroización.
El hombre que hablaba con Meldenique, Astild, apretó el puño con fuerza y lo agitó apasionadamente mientras escuchaba la charla de los comerciantes.
—Esto debe documentarse.
Era un reportero apasionado que acusaba las absurdas injusticias de la sociedad. Su periódico era lo suficientemente famoso y prometedor como para ser distribuido en la Academia.
‘Esa mujer dijo que fue sólo un error, pero ¿quién lo creería?’
Pensó en sus ojos chispeantes. Y las palabras elegantes que decía mientras apretaba a cinco o seis personas.
Era algo que hacía más de una vez. Era obvio que no era un error. Astild era un hombre de su misión periodística. Y en ese momento, se sintió obligado a difundir algo especial a toda la humanidad.
Sus ojos empezaron a brillar antes de que se diera cuenta.
—Bien. Es una primicia.
La papelería de Mel se hará enorme.
‘Y dijiste que tenías un producto que estás desarrollando con Lessa’.
Su intuición de reportero estaba profetizando. Puso más fuerza en la mano que sostenía su pluma. Este incidente tenía que salir a la luz.
Después de una entrevista cuidadosa y detallada, iba a publicarlo.
¡Tendremos que preparar un enorme extra para la Academia Maltend que está justo enfrente de la Papelería!
Ajeno al hecho de que todo el mundo estaba impresionado, Meldenique se afanaba en la taberna para elaborar el caramelo de cerveza.
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Mientras tanto, en la taberna, Dominique y yo aprendíamos con Lessa en detalle el proceso de elaboración del alcohol.
—Hay espuma burbujeante en la parte superior.
—Así es.
—Bien, lo tengo.
Dominique empezó a crear una sencilla ecuación mágica basada en las conversaciones. Pusimos un gran barril de roble y varios ingredientes sobre la mesa para hacer el caramelo.
Lily se asombró cuando vio mana fluir de las yemas de los dedos de Dominique.
—¿Cómo es?
—¡Es genial!
—¿Así que este hombre es un mago principiante?
—Sí.
Asentí con la cabeza. Para ser exactos, es un héroe y una espada.
—¡Dios mío, un mago! N-nunca había visto un mago —Ciertamente era raro que un plebeyo viera a un mago, así que Lily miró a Dominique con ojos anhelantes—. ¡Cómo puedes hacer esto! La magia también se ve increíble.
Dominique, que de alguna manera se convirtió en una maga principiante, parecía mitad feliz y mitad triste.
Su boca comenzó a agitarse.
—Así es, nuestra Dominique es genial.
—Admito que es correcto.
Las arrogantes palabras de Dominique golpearon a las tres personas reunidas. Más que genial, parecía bastante lindo por la forma en que ponía morritos.
Pero…
Teníamos un problema diferente.
La ecuación mágica era perfecta, pero la forma del caramelo de cerveza era extraña.
El caramelo de cerveza era casi tan grande como un libro, sabía agrio y parecía indistinguible.
—¿Por qué no funciona? —pregunté y miré a Lessa con gesto hosco.
—El alcohol es perfecto. Pero, el control de la fuerza es un poco…
Dominique se rascó la nuca.
Tras un breve suspiro, negué con la cabeza mirando a Lessa. Tenía que resolver este problema de alguna manera.
—Lo discutiremos entre nosotros. Creo que te hemos robado demasiado tiempo, Lessa.
—Sí, no exageres. Estaremos con Meldenique todo lo que podamos.
Lessa salió de la papelería con una sonrisa amable. Pero incluso después de que Lessa se fuera, la magia de Dominique seguía sin mostrar signos de mejora. La cerveza se infló en gran medida y se volvió tan dura como un diamante, destruyendo las luces del techo.
… En pocas palabras, Dominique era una botella de gel para la magia de la vida.
T/N: Dominique tiene un montón de magia vital pero no tiene control sobre ellas como un gel.
—¿Cuál podría ser el problema? —Pregunté mientras me tiraba del pelo.
—… Hm., no puedo controlar mi fuerza. Es porque no hace mucho que salí de la espada. Sólo tenemos que esperar un par de meses —Respondió Dominique mientras evitaba el contacto visual.
Suspiro. No podemos evitarlo.
Me reí en voz baja y estiré las mejillas blancas de Dominique como el queso. No importaba, probablemente era porque era una espada especializada en fuerzas armadas que era débil para controlar su fuerza…
‘Aun así, no puedo esperar un par de meses. No puedo dejarlo así’.
Sentado en la papelería, estaba decidido.
—Dominique. Será mejor que encontremos un nuevo método.
—¿Un nuevo método?
—Sí, así que convocar a los demonios-.
—Es imposible. No hay truco para controlar a los demonios.
Intenté forzar el método de invocar a los demonios, pero no funcionó. Era imposible controlar a los diablos con la magia que se conocía, y los conocimientos de Dominique tenían un límite.
—¿Por qué no uso los ingredientes del dulce y cocino?
Sonreí y hablé para aliviar el pesado ambiente. Sorprendentemente, Dominique asintió como si yo tuviera razón.
—Hm… eso tampoco está mal. Es la magia más básica. Quizá hasta tú puedas hacerla.
—¿Magia? Aunque no puede ser magia.
—¿Por qué?
—Mi sangre está maldita, así que nací sin maná —Respondí con cara de perplejidad.
‘No sabía que esta historia saldría de mi propia boca’.
El maná era una fuerza en el corazón que se necesitaba para usar la magia. Básicamente, todo el mundo nacía con maná, pero se necesitaba una gran cantidad de maná para convertirse en mago, lo que lo hacía inusual. La familia Kinnoa, incluyendo a Meldenique, eran famosos por haber nacido sin mana durante generaciones después de haber sido maldecidos por el dragón.
—¿Eh? ¿Qué clase de maldición? ¿No tienes maná porque estás maldita? —Preguntó Dominique mientras se rascaba la cabeza con cara de haber aprendido algo nuevo.
—No tengo mana, aunque eso no puede ser verdad… —Suspiré y continué—. Sí. Intenté entrar en la Academia, pero no salió nada.
En la novela original, Meldenique no entró en la Academia.
Para ser exactos, sería que no podía asistir a la Academia. Para asistir a la Academia, se necesitaría una cierta cantidad de caballos de fuerza que la gente común no tiene. Si no tenías suficiente mana, quedabas descalificado en el examen de ingreso.
Meldenique volvió a ser un chiste después de que se confirmara que la cantidad de maná que tiene es cero.
—Ojalá pudiera usar magia.
Se acercó al mostrador donde yo estaba sentado. Sentada en la silla, le miré.
‘¿Qué le pasa?’
Dominique frunció el ceño y apoyó las manos en el mostrador.
—Dices que no tienes maná. Eso no puede ser verdad.
‘¿Qué está diciendo?’
—Si eso fuera cierto, no habrías podido aceptar mi maná cuando derrotaste a los Piratas de la Diócesis Roja.
—… ¿Eh? —Hablé sin darme cuenta—, Eso no puede ser verdad.
—¿No me crees?
—Eh…
Como si yo fuera una carga, Dominique se golpeó el pecho como si estuviera frustrado. Pero tenía una buena razón para no creerle de inmediato.
‘¿Tiene sentido? Entonces, ¿qué pasa con la novela original? Se supone que Meldenique no tiene maná’.
Mi memoria no se equivocaba.
En la novela original, 『Amantes Atrapados por la Magia,』 Meldenique sin mana era eclipsada en todo momento por Sheria, que era una maga excepcional rica en mana.
‘Una mujer malvada sin mana e hija de una familia con sangre maldita por un dragón’.
Así que el dicho de que Meldenique Vaveloa tenía un sentimiento de inferioridad ante Sheria se decía increíblemente a menudo.
Pero ella no podía negar lo que decía Dominique. Es un hecho que aquellos que no tienen un solo grano de mana en su cuerpo no pueden aceptar el mana. El mana no debería poder permanecer en un cuerpo sin mana.
‘¿Y si no me faltara maná?’
Cuando Dominique me entregó su maná, yo no debería haber sido capaz de aceptarlo y debería haberlo rechazado.
—¿Qué está pasando…?
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