Traductora / Correctora: Day.

Miró detenidamente la botella de cristal con desconfianza.

No era un producto que se distribuyera en el mercado porque no tenía etiqueta.

Había algo más sospechoso. Podía sentir la sutil energía del maná. Pero no era una energía poderosa.

‘Me estoy confundiendo poco a poco’.

Susurró Mel suavemente, abrazando los hombros confusos de Carat.

—¡Vamos, inténtalo!

Nunca tuvo la intención de caer en la hipnotizante actuación mágica de Mel.

Carat asintió solemnemente y sopló las burbujas al igual que Mel.

Pero algo es extraño.

Acaba de soplar las burbujas y las burbujas y los pétalos revoloteaban como un sueño delante de sus ojos.

Se sentía como si una manta suave envolviera su mente.

Sentía como si el tiempo de hace mucho tiempo volviera a él. Le recordaba la época en que jugaba con sus amigos en la torre cuando era muy pequeño.

Jugando al atrápame y agarrando los pétalos que caían de los árboles…

Sin darse cuenta, Carat sonrió y empezó a soplar burbujas de nuevo.

—Whoo, whoooo-.

Los pétalos estallaron como un cañón frente a él.

Mel y el príncipe Axion daban vueltas con las burbujas emocionados.

—¿Q-qué es esto?

Cuando volvió en sí, la botella estaba en el suelo y Mel y Axion reían mientras se agarraban las manos con fuerza.

‘Maldita sea’.

Se había divertido tanto jugando con aquella mujer.

Se sentía como un perrito de pelaje blanco que se distraía con una pelota.

Desde el momento en que tuvo el juguete en la mano, los pensamientos de observar a Mel desaparecieron.

Los pensamientos de Carat se le agolpaban en la cabeza. Su fino pelo se enredó en la punta de sus dedos.

Pero Mel le dirigió una sonrisa feliz.

—¿Qué tal, Carat, divertido? —La mujer extendió la mano hacia él. Su mano llena de pétalos le llamó la atención—. Flores, son un regalo.

La sonriente Mel era tan bonita.

Carat cogió las flores como si estuviera poseído.

‘No. ¡Esto no es! Tengo que averiguar más. Es increíblemente sospechosa’.

Abrió la boca, aplastando las flores en su mano.

Por supuesto, era necesario refutarla. No era divertido, es una persona muy sospechosa, y averiguar cómo derrotó a los Piratas de la Diócesis Roja.

—… Lo haré de nuevo más tarde.

¡No quise decir eso!

Pensar que estoy tartamudeando como un idiota.

¡Hice algo que haría un niño!

‘Yo-yo necesito reportar esto al Señor. ¡Definitivamente es sospechosa! ¡Ella debe haber lanzado un hechizo!’

Se cubrió la boca con ambas manos.

Estaba claro que había hecho algún tipo de magia.

Dominique, que decía ser vigilante, murmuró en voz baja a su lado.

—Sí. Es conveniente rendirse.

¿Eh? ¿A qué viene su actitud de mayor? 

Sin embargo, no había tiempo para pensar en las palabras de Dominique.

—¡Entonces entremos en la papelería y comamos unos granizados!

—¡Vale! ¿Qué es un granizado, Mel?

Con la voz inocente y alegre de Axion, Mel esbozó una sonrisa de suficiencia y le dijo: 

—¡Algo delicioso!

¿Un granizado? ¿Qué es eso?

¿Es ese el nombre de la poción que ha preparado? ¿Está tratando de manipularnos por completo?

Fuera lo que fuese, juró que nunca se la llevaría a la boca.

Porque si tomaba la poción, pensó que la seguiría ciegamente como el Príncipe Axion.

Había que evitar una situación tan trágica. Entró en la papelería sin ocultar su mirada suspicaz,

—¡Siéntate aquí en el mostrador y espera un minuto!

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El Príncipe Cassian, que acababa de llegar a la «Papelería de Mel«, se endureció y miró a través de la ventana transparente.

Había venido con ánimo combativo. Tenía que saber por qué le había caído bien a Axion.

Si se acercaba al niño sabiendo que era un Príncipe, había que detenerla.

Pero, ¿qué?

La ‘plebeya Mel’ de la que hablaba Axion era una persona que él conocía.

‘¿Meldenique Vaveloa?’

La prometida del Duque Hesman y la mujer malvada de la sociedad. La cara era vaga, pero era Meldenique con seguridad.

¿Por qué está Meldenique Vaveloa aquí?

Su mente se llenó de confusión. Y las piezas empezaron a encajar una a una.

‘… ¿Empezó un nuevo negocio?’

No sabía que Mel, la plebeya de la que hablaba Axion, sería la princesa Meldenique.

Poco después, los rumores sobre Meldenique abundaban en su cabeza. Rumores exuberantes a los que no prestaba atención porque no le parecían importantes, ya que nunca había conversado con ella.

La vergüenza de la familia Vaveloa.

Se rumoreaba que había sido una idiota en su infancia.

Se decía que ella era un obstáculo que interfería en el hermoso amor entre el Duque Hesman y Lady Sheria.

Una mujer que había sido portadora de todo tipo de maldades.

Desvió la mirada.

Pero la mujer, que sonreía alegremente sin fingimiento, era tan diferente de la rumoreada Meldenique.

‘Tendré que averiguar más. Por qué esta mujer está aquí y por qué se hizo amiga de Axion’.

Ella siempre copiaba los planes de negocios de Lady Sheria, así que ¿por qué está en esta pequeña tienda?

‘¿Viniste frente a la Academia por la felicidad de los niños?’

Esas palabras no encajaban para nada con Meldenique.

A Cassian le picó la curiosidad.

¿Cómo está cambiando su vida? 

¿Por qué hace algo tan llamativo delante de la Academia?

Había que conversar para averiguarlo.

Cassian pasó junto al banco del jardín situado frente a la papelería y se detuvo ante la puerta principal de la opaca papelería. Si abre esta puerta, verá a Meldenique y a los niños.

Puso la mano en el pomo de la puerta. Pero fue entonces.

Dentro, pudo oír a Axion gritando con sinceridad.

—¡Hoy ha sido muy divertido!

—Qué alivio. ¿Cómo están las bebidas?

—Está hecho con agua y uvas, ¿verdad? El granizado también tiene muy buena pinta, lo estoy deseando.

—Sí, es nuevo, ¿verdad?

—¡Un poco!

—Está delante de la mesa, así que pruébalo. El tuyo es naranja. Luego te haré un montón.

Cassian pensó por un momento si podía abrir la puerta y entrar.

Sólo era una conversación acogedora, pero se preguntó si podría interrumpirlos.

En ese momento, Axion gritó con fuerza justo a tiempo. Con una voz llena de gran emoción.

—Mel, sabes. Una persona como tú me parece demasiado vieja y desbordante.

¿Renunció a ese extraño plan después de todo? Bueno, ella es demasiado mayor para él. Escuchar la voz nerviosa de su hermano le hizo sentirse aún más viejo.

Sin embargo, como resultado, pensó que sería algo bueno si su hermano menor se diera por vencido.

—Originalmente iba a casarme contigo.

Cassian, que estaba a punto de interrumpir y llamar a la puerta, se detuvo.

Tenía un presentimiento. Y su presentimiento nunca se equivocaba.

—¡Sería mejor que te casaras con mi gran hermano!

‘… ¿Qué?’

De pie frente a la puerta, el príncipe Cassian golpeó naturalmente con la mano el pomo.

‘¿Cómo abro la puerta en esta situación?’

¿No parecerá como si hubiera estado esperando este momento?

¿Debería posponer el aprendizaje sobre Meldenique?

En ese momento, sin embargo, la puerta se abrió como si alguien hubiera puesto magia en ella.

Y justo delante de él, un chico de unos 19 años, un hombre frío de pelo negro y ojos azules preguntó con cara amenazadora y a la vez alegre. 

—¿Quién eres tú?

Parecía bastante retorcido por alguna razón.

Como una cara que decía que castigaría al matón que iba detrás de su hermana mayor, y pensar que los dos tenían la misma expresión….