Traductora / Correctora: Day

Mirando al Emperador, Axion sonrió y se asomó con fuerza.

—¡Como era de esperar, a su majestad papá le gusta Mel!

Hoy ni se me había ocurrido enseñarle mi carta oculta. En este sentido pensaba mantener una relación medianamente estrecha con él.

Pero cuando las cosas son así, ‘¡Dame al Príncipe!’ Parece como si tuviéramos que hacer una pose profesional seria y ambiciosa, ¿verdad?

Claro, es verdad que tengo una gran ambición en la cabeza, diciendo: ‘¡Me enfrentaré a la Duquesa de Vaveloa que me toque, le devolveré el título al Marqués de Kinnoa, y daré un golpe en la papelería!’

Pero ahora mismo, lo que quiero decirle al Emperador es: ‘¡Por favor, proteja nuestro distrito comercial del callejón de los Duques de Vaveloa!’ Es algo parecido a la petición Imperial.

Sin embargo, sea como sea.

Yo respondí con el mismo tono que antes, cuando daba el regalo, diciendo: 

‘Tardé mucho en hacer caramelo’.

—Por supuesto, puede esperarlo.

En un principio, un profesional de la venta utiliza estos imprevistos de forma adecuada.

‘Puedo seguir con el plan más inmediatamente de lo previsto’.

Me gusta mucho el desarrollo rápido. Esto se debe a que originalmente era ciudadana de un país que empezaba por el código de país 82. 

TN: El código de país 82 es Corea del Sur.

—Lo espero con impaciencia.

Sonreí y levanté una copa de vino hacia el Emperador.

Esperaba con impaciencia su encuentro en solitario con el Emperador.

༻༺━━━━⁎∗.*.∗⁎━━━━༻༺

De camino a la habitación secreta para una reunión privada con el Emperador, sentí que Axion tenía unos ojos juguetones y brillantes. Pero no tuve tiempo de pensar en nada más. Pronto despejé mis dudas y seguí al sirviente para entrar en la sala secreta dispuesta cerca del jardín exterior.

Después de sentarme cara a cara con el Emperador, respiré profundamente.

‘Por fin puedo hacer la reunión en solitario’.

Tenía que tener cuidado, ya que era la primera piedra de la venganza.

Fue el Emperador quien habló primero tras mirarme con rostro serio.

—Me gustaría preguntarte por qué has pedido una reunión en solitario.

Me miró intensamente con cara ceñuda.

‘Definitivamente es el estilo de Papá Oso’.

Por muy serio que estuviera, se sentía como un oso regordete.

Se sentía como el típico papá. El jamón alrededor de la barriga es el mismo…

El Emperador me miró, que me quedé muda por un momento, y dijo con una sonrisa burlona.

—¿No es obvio por qué pediste un tiempo a solas, princesa Meldenique Vaveloa?

Es impresionante que parezca estar viendo a través de todo.

Ni siquiera podía adivinar lo que quería decir. Si se trata de otra estratagema política, sería una situación en la que la punta de la lengua podría ponerse tiesa debido a la tensión. Pero mis sentimientos eran un poco complicados.

El Emperador parece estar señalando la pierna equivocada, pero no sabe cómo señalar la pierna equivocada…

‘No…. ¿en qué demonios estás pensando?’

El Emperador, que recibió mi mirada suspicaz, respondió rápidamente.

—Pero no puedo hacerte un favor ni ayudarte. Tu regalo es satisfactorio, pero es demasiado.

El Emperador me rechazó con orgullo, aunque tenía rubor en ambas mejillas, como si estuviera más emocionado de lo habitual. Sin embargo, si tuviera que bajarse de aquí, no habría pisado el Palacio Imperial en primer lugar.

Continué tranquilamente hablando con el Emperador.

—Por favor, escuche mi historia, Su Majestad.

—Hmm bien, lo entiendo.

Respiré hondo brevemente e intenté abrir la boca. Sin embargo, el Emperador se adelantó primero. 

—¿Pasó algo con Cassian? ¿Cuál es la relación entre ustedes dos?

‘No, ¿de qué estás hablando?’

En el mejor de los casos, ‘No puedo ayudarte con tus asuntos’. Porque no soy un Emperador fácil’. ¡Esperaba ese tipo de comentario!

Rechazo este tipo de malentendidos. Respondí rápidamente como si cortara un rábano con un solo cuchillo.

—Su Alteza y yo no tenemos ninguna relación.

Al verme negarme de inmediato, se acarició las patillas. Parece que le gusta lo que digo, pero parece que me pasa algo.

‘¿Es porque me negué?’

En tal caso, una modesta técnica discursiva consistente en levantar al príncipe en alto y dejarme caer al suelo será eficaz.

Apelé con seriedad.

—Como usted sabe, Su Majestad el Príncipe Heredero no es alguien que se atrevería a sobrepasar. Es sólo un corazón de respeto sin ningún interés propio. 

El sabor era un poco amargo, pero ¿hay algo que pueda hacer al respecto? Tenía que conseguir algo del Emperador y podía adularle tanto como quisiera.

—Hmm… ¿Es así? Es un comentario extraño.

El Emperador asintió mientras miraba el reloj de arena colocado delante de la mesa sin hacer más comentarios.

—Dame muchas razones para pedir un estudio privado.

No podía confiar completamente en lo que decía: ‘El príncipe heredero no tiene intereses propios’. Originalmente, el poder es un lugar donde hay que dudar de todo.

Pero decidí aprovechar la oportunidad.

—Estoy aquí para hacer una petición debido a lo que está sucediendo frente a la Academia —Las cejas del Emperador se alzaron como sorprendidas. Continué el relato como si me estuviera quejando—. La Duquesa Hildegart Vaveloa está matando a los pequeños comerciantes del distrito comercial del callejón. Es una clara violación de la ley comercial. Por favor, impídalo con su poder.

—Es un poco inesperado, pero significa ayudarle con su negocio. Lo siento, pero es imposible. No tengo intención de entrar en una pelea familiar.

Aparentemente, el Emperador no lo haría por nada. Sus palabras directas ciertamente apuñalaron mis votos.

—No se trata de una pelea familiar. Incluso si este negocio va a la quiebra, voy a sobrevivir de alguna manera. Pero los propietarios de pequeñas empresas son diferentes —Antes de que el Emperador pudiera profundizar en mis palabras, saqué rápidamente la petición que tenía entre mis brazos—. El negocio del artesano de Vaveloa violó el distrito comercial del callejón, y los propietarios de pequeños negocios que sufrieron los daños escribieron una petición, Majestad.

El Emperador abrió mucho los ojos al oír la petición.

—No sabía que le interesaran los pequeños comerciantes.

Entrecerró los ojos y entregó la petición. Mi notoriedad de princesa obsesionada con el Duque Hesmann intentó frenarme hoy de nuevo. 

Sin embargo, de momento no me interesa la reputación. Paso a paso. Sólo estoy trabajando duro hacia mi objetivo.

Le dirigí al Emperador una mirada confiada.

Me miró y luego hojeó la solicitud escrita.

—Hmm…

No confiaba en el Emperador, pero sabía una cosa porque era lector de la Novela original. Estaba cerca de un cálido castillo que realmente cuidaba y amaba a su pueblo.

‘Estoy seguro de que los plebeyos se interesarán si lo están pasando mal’.

Si fuera un Emperador Tirano cliché, que es común en las novelas de fantasía romántica, no habría admirado esta petición.

Sin embargo, el Emperador de mediana edad será un poco diferente. Creí en ese hecho y me la jugué.

Efectivamente, el Emperador empezó a tragar saliva y leyó una o dos líneas de la petición.

—No, no esperaba que pasara esto…

Mis números funcionaron de maravilla. En las peticiones escritas por los mercaderes figuraban diversos hechos de daños y perjuicios. La Duquesa de Vaveloa, como una noble, tenía tendencia a tratar a los plebeyos como insectos. Los matones de servicio que contrataba obligaban a los comerciantes a trabajar y acosaban a los plebeyos que protestaban por el ruido del edificio.

La mirada del Emperador se entrecerró al leer la petición que contenía los datos de los daños causados a los pequeños comerciantes.

—Comprobaremos estrictamente los hechos y tomaremos medidas si hay alguna violación legal.

—Gracias, Majestad.

Asentí con la cabeza.

Esto creó un escudo para moderar y derrotar a la Duquesa de Vaveloa. La construcción puede detenerse por el momento. Si la Duquesa de Vaveloa no deja de trabajar en una nueva estratagema, tendré que encontrar otra manera.

Pero una cosa era cierta que hice una impresión en el Emperador.

—¿Es este el final?

Originalmente, este sería el final de esta historia.

Además, no puedo permitirme que se enfade por nada.  Pero noté que la vigilancia del Emperador contra mí se estaba derritiendo como la margarina en la sartén.

¿No deberíamos aprovechar esta situación inesperada?

—Tengo una cosa más que decirle, Majestad.

—¿Qué sucede?

—He oído que la Duquesa de Vaveloa llegó al Palacio Imperial.

—Aah… Así es. La excomulgaré de la familia y le quitaré su condición de noble. Esa era la esencia de la excomunión —El Emperador sacudió la cabeza como si lo supiera—. Bueno, la razón por la que viniste a mí es probablemente por el escándalo.

Originalmente, no lo era.

‘Iba a difundir rumores de que entré en el palacio imperial porque me preocupaba el escándalo’.

Pero mientras le cayera bien al Emperador, pensé que podría adelantar el plan un poco más rápido.

Le miré con descaro.

—Lo ha visto bien, Majestad.

El Emperador soltó una carcajada y continuó.

—Bien, no te preocupes. Porque el escándalo del noble no tiene precedentes. Tampoco pretendía excomulgarte. Pues algunos claman por excomulgarte.

El emperador sacudió la cabeza y sonrió suavemente.

—No tiene sentido excomulgar a los parientes consanguíneos inmediatos de la familia del Duque.

Sacudí la cabeza con firmeza al ver el rostro confortable del Emperador.

—No, Majestad.

—¿…?

Me miró con expresión extraña.

Lo dije seriamente en voz alta.

—En ese momento, por favor, excomúlgueme.