⋆˚ʚɞ Traducción: / Corrección: Nue

La comida comenzó.

Y con ella, también empezó mi glotonería.

—¡Mel!

—¿Sí?

Frente a mí, Axion sostenía una cuchara con guisantes de renta y una sopa ligera de pollo, emitiendo un ‘Ah’ para que abriera la boca.

—El chef principal la preparó con mucho esmero. ¡Pruébala!

—Ah, sí.

Axion solo fue el comienzo.

Parecía que los niños habían convertido esto en una competencia, ya que empezaron a darme comida con sus pequeñas manos. Sentía que si no aceptaba, se sentirían heridos, así que fui comiendo cada bocado. Como resultado, mi vientre se había hinchado tanto que se notaba incluso a través del vestido.

De verdad siento que mi estómago va a explotar…

Respiré con dificultad y les pregunté a los niños:

—Chicos, ¿ustedes no van a comer?

—¡Solo con ver a Mel comer, ya me siento lleno!

Henry, con su inocencia, me cortó de inmediato.

Esta escena, donde todos se esforzaban por captar mi atención, se sentía extrañamente desconocida para mí.

Me di unas palmaditas en el vientre, y Mirisa, siempre rápida para notar las cosas, tocó los hombros de los niños y dijo:

—Parece que la hermana ya ha comido suficiente. Hablemos ahora.

—Así es.

Gracias a que hasta el Emperador se sumó a la idea, logré escapar de la tortura gastronómica.

Realmente fue un alivio.

¡Por fin estaba libre del infierno de la comida!

Sin embargo, al salir de esa tortura, una atmósfera extraña envolvió la mesa.

Mi instinto agudo detectó de inmediato ese ambiente sospechoso.

Axion, moviendo sus cortas piernas bajo la mesa, preguntó con cautela:

—Mel, ¿todavía no ha cambiado tu tipo ideal?

—¡Pfft-!

¿Por qué Carat estaba escupiendo su bebida?

Y Henry, que llevaba un babero perfectamente colocado, ¿por qué dejó caer su tenedor de repente?

—…Ajá, sé muy bien lo que le gusta a Mel. Le gustan las personas robustas y fuertes.

¡Pero ese es el tipo de persona que a ti te gusta, Henry!

No podía seguir la conversación.

El problema era que no solo los niños estaban tomando esto en serio.

Sentí que era momento de cambiar de tema, así que busqué una forma de desviar la conversación.

—Mañana tendremos otra audiencia privada.

Desde que traté a la Emperatriz, nos reuníamos una vez a la semana para monitorear su estado.

—Ah, sí. Su Majestad la Emperatriz.

Entonces, la Emperatriz declaró con seriedad:

—En esa ocasión, haremos una discusión profunda sobre el tipo ideal.

—¿…?

—En mis tiempos, eso era lo normal. Solo me gustaban las personas saludables y vigorosas.

Axion, emocionado como un pichón de Duque, alzó los hombros con entusiasmo.

—Jeje, seguro que es un adulto increíble, Su Majestad. ¡Como nuestro hermano mayor! ¿Verdad?

Busqué ayuda con la mirada para que alguien detuviera esto.

Y en ese momento, mis ojos se encontraron con los de Isaac.

Parecía haber estado mirándome todo el tiempo, y al notar mi expresión, sus ojos se curvaron levemente mientras sonreía con dulzura.

—Me pregunto cómo será esa persona.

Y luego, con una expresión ligeramente perturbada, remató:

—Tu tipo ideal.

Honestamente, sentí que todos en esta mesa estaban actuando de manera extraña.

Pero yo estaba pensando seriamente en mi respuesta.

—Para empezar, preferiría que fuera alguien adinerado.

Después de todo, estaba planeando expandir una franquicia de papelerías.

Dije esto mientras miraba a Isaac, pero de inmediato me arrepentí y desvié la mirada.

Esto es un evento formal. ¿Habré sonado demasiado materialista…?

Quizás debí decir simplemente ‘alguien agradable’ y dejarlo así.

Mientras me preocupaba por mi respuesta, Isaac asintió con seriedad.

—Es un tipo ideal razonable.

… ¿De verdad lo cree?

Suspiré aliviada, pensando que podría finalizar la conversación, pero la respuesta vino de otro lado.

—Ya veo.

Para mi sorpresa, quien habló fue el Emperador, que había estado tranquilamente tomando su sopa de consomé.

—Realmente eres inteligente. La riqueza es un gran valor.

—Le agradezco el cumplido, Su Majestad.

Sonreí con torpeza y asentí en agradecimiento.

Tan pronto como nuestra conversación terminó, Mirisa sacó un cuaderno y comenzó a anotar algo meticulosamente.

Mientras tanto, Henry murmuró en voz baja:

—Entonces, yo también tengo que ganar mucho dinero.

—Pero eres demasiado pequeño para eso.

—Chh. ¡Aun así, puedo ganar mucho!

Reí al escuchar a Henry y Carat discutir cuando, de repente, la puerta se abrió de golpe y el comandante de los caballeros proclamó solemnemente:

—¡El gran héroe salvador de la nación ha llegado!

Dominique había llegado.

Todos, incluida yo, dirigimos nuestra atención a la puerta.

Con una expresión animada, entró caminando con paso confiado y me envió un mensaje telepático.

{Mel, ya los puse a todos dentro de la espada. ¡Podemos desmantelarlos más tarde!}

Finalmente, las herramientas para castigar a esa pareja infiel estaban listas.

Con una sonrisa en los labios, asentí en dirección a Dominique.

—Bienvenido.

El Emperador parecía ansioso por hacerle preguntas. Apenas Dominique se sentó, comenzó a hablar.

—Siento curiosidad sobre cómo terminaste descendiendo al mundo mortal.

Incluso el Emperador, quien lo veía como el héroe que salvó el imperio y un ser que había vivido por más de mil años, le hablaba con respeto. Esto mostraba cuán grande era su admiración.

Yo también miré a Dominique, esperando que manejara la conversación con prudencia.

Sin embargo, lo que siguió fue más una historia épica unilateral que una explicación.

—Mel me salvó cuando yo estaba en un estado de debilidad.

… ¡No! ¡No te veías como un esclavo!

¡Espera! ¡Si lo dice así, parecerá que yo soy más fuerte que Dominique!

Miré a mi alrededor con urgencia.

La señorita Moodcella, que había permanecido en silencio durante la conversación, la diminuta señorita Hailey, que parecía un hámster, y el príncipe Cassian, que me observaba con ojos analíticos.

Todos tenían expresiones sorprendidas.

No, no, no. No sé qué están imaginando, pero no es eso.

Pero Dominique aún no había terminado.

—Para pagarle mi deuda a Mel, comencé a trabajar en la papelería. Debo permanecer a su lado, porque ella es la verdadera reina del poder.

¡Clang!

El sonido de los cubiertos cayendo resonó en la habitación.

La cuchara que sostenía Carat cayó al suelo con un fuerte sonido.

Carat me miró con los ojos muy abiertos y luego susurró a Hailey, que estaba sentada a su derecha.

—Ahora que lo pienso, la primera vez que lo vi, ¡Dominique realmente parecía un esclavo!

¡¿Esclavo ahora también?! ¡¿Y qué es eso de ‘verdadera reina del poder’?!

Sin embargo, el Emperador y la Emperatriz parecían no encontrar graciosos esos adornos infantiles y respondieron con seriedad.

—Oh… ya veo.

Dominique asintió con seriedad y continuó hablando.

—Mientras trabajaba, me di cuenta de que realmente se adapta bien a mis habilidades. También llegué a pensar que Mel es más fuerte que yo.

Las palabras de Dominique tenían cierto sentido.

Después de todo, lo hice firmar un contrato que era prácticamente un fraude, y en más de una ocasión le lavé el cerebro para que creyera que yo era impresionante.

Pero si lo dice de esa manera, ¡parece que físicamente soy más fuerte que Dominique!

Los demás parecían tener muchas preguntas para mí.

Decidí marcar un límite con firmeza.

—No es cierto. El héroe tiende a exagerar un poco.

Evitando las miradas pesadas de los demás sobre la mesa, tomé el cuchillo y el tenedor.

Entonces, escuché la voz juguetona de Isaac susurrar en mi oído.

—Mel es modesta.

—…Sabes que no lo soy.

Él rió en voz baja y apoyó el rostro en una mano.

Luego, observándome con una mirada traviesa, añadió:

—Desde mi perspectiva, parece cierto.

No tengo idea de qué está viendo este hombre para pensar eso…

Dominique, que nos observaba con una sonrisa burlona, cambió el tema de conversación.

—Parece que todos tienen mucha curiosidad por Mel. Cuando entré, escuché algo de pasada… ¿hablaban de su tipo ideal?

—Así es.

Esta vez, Cassian respondió con voz calmada.

Lo miré con sorpresa.

Era raro que alguien como él, que parecía no tener el menor interés en mi tipo ideal, interviniera en la conversación.

Dominique, observando a Cassian con curiosidad, metió una cereza en su boca, la masticó y tragó lentamente.

—Hmm.

Luego, levantó la cabeza y dijo con determinación:

—Mi contratista, Mel…

En ese instante, todas las miradas se dirigieron a Dominique, mi espada legendaria y héroe.

…¿Soy la única con un mal presentimiento sobre esto?

—Le gustan los hombres guapos, tranquilos e inteligentes. Lo sé bien, ya que estamos conectados por un contrato de alma.

Mirisa asintió con seriedad y aplaudió.

—¡Eso encaja perfectamente con lo que mencionó antes y con la lista que he estado preparando cuidadosamente!

—¿Lista? No.

—La lista será descartada. Mel ya tiene su pareja destinada.

Al escuchar lo de la lista, los niños comenzaron a protestar.

Pero mientras escuchaba a Mirisa, recordé de repente que había humillado a su hermano biológico hace poco.

Aun así, es su familia… ¿se habrá sentido mal?

Últimamente, había estado pensando en cómo tratar a Mirisa.

¿De verdad podía enviarla de regreso a la mansión Hesman así como así?

Lenox y Sheria deben saber que Mirisa y yo somos cercanas. Ya deben haber investigado todo.

Podrían intentar hacerle daño a Mirisa.

Pensé que tal vez no se atreverían a tocar a su propia hermana, pero Lenox era, sin duda, una basura irredimible.

Pero tampoco tenía derecho a criar a Mirisa.

Mientras mis pensamientos se enredaban en preocupaciones, Mirisa, que mordisqueaba una granada, sonrió dulcemente al notar mi expresión.

Luego, me susurró con los labios sin emitir sonido:

¡Hermana, buen trabajo hoy!

¿Tan seria se veía mi expresión?

Mirisa hizo una mueca exagerada, intentando hacerme reír.

No puede pasarle nada malo a Mirisa.

De verdad, esta niña es adorable.

Mirisa, no te preocupes, tu hermana te protegerá pase lo que pase.

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Mientras tanto, en la mansión Hesman, Sheria estaba encerrada esperando con ansias que la contactaran aquellos que poseían las reliquias sagradas.

Dentro de esas reliquias había algo especial que le permitía manipular a quien las tuviera.

Pero, por alguna razón, aunque la magia ya debía haber surtido efecto…

¿Por qué nadie me ha contactado aún?

No podía comunicarse con nadie. La gente seguía atacándola y criticándola sin cesar.

¿Qué está pasando…? ¿Qué demonios está pasando?

Con el rostro nublado por la confusión, comenzó a morderse las uñas.

Ya le sangraban los dedos, pero la ansiedad no la dejaba en paz.

Si esto sigue así, Su Santidad el Papa podría abandonarme.

Esta vez, sin falta, debía atrapar una debilidad de su hermana y usarla para cambiar la situación a su favor.

La debilidad de su hermana… ¿Cuál podría ser su debilidad…?

Rebuscó en los documentos desordenados sobre la mesa y tomó una profunda bocanada de aire.

—…Lenox.

Sonrió con malicia.

—Se me acaba de ocurrir una idea excelente.

Al ver la expresión de puro gozo en el rostro de Sheria, los ojos de Lenox brillaron con intensidad.

—Dímelo.

Si de verdad tenía un buen plan para darle la vuelta a la situación en la que estaban como pareja de infieles y estafadores, por supuesto que estaría dispuesto a colaborar.