⋆˚ʚɞ Traducción / Corrección: Nue

Vera abrió los ojos de par en par al escuchar la voz baja y apenas audible.  

Siana le dirigió una elegante reverencia, levantando ligeramente su falda.  

—Entonces, esperaré tu respuesta. Cuando hayas tomado una decisión, envía una carta al palacio.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

El carruaje en el que viajaba Siana llegó al palacio real. En cuanto Siana bajó del carruaje, Grace y Chuchu corrieron hacia ella.  

—¿Estás bien?—

—¡Dime que esos malvados no te hicieron nada malo!

Mientras hablaban, examinaron minuciosamente la cara, el cuello, la cabeza y hasta los dedos de Siana.  

Wow, me siento como un vegetal siendo inspeccionado cada mañana cuando trabajaba en la cocina.

La inspección fue tan minuciosa y detallada.  

Cuando confirmaron que no había ninguna herida en el cuerpo de Siana, ambos suspiraron aliviados.  

Siana les dijo:  

—No se preocupen, no hubo nada de qué preocuparse.

A pesar de eso, la preocupación seguía presente en los ojos de ambos.  

Grace frunció el ceño y dijo:  

—Es un alivio que hayas regresado a salvo, pero ¿qué habríamos hecho si algo hubiera pasado?

Chuchu asintió con la cabeza.  

—¿Cómo puedes ir sin escolta a ver a personas que desean destruir el reino? Es como si un pez fresco fuera directo hacia un gato hambriento.

Tal como dijeron, fue arriesgado que Siana se reuniera sola con el líder del ejército revolucionario.  

Siana respondió frunciendo el ceño:  

—Pero si hubiera ido con soldados, no habría podido tener una conversación adecuada con ellos.

En lugar de dialogar, habrían pensado que Siana iba a capturarlos y habría estallado una batalla o habrían huido en todas direcciones. Eso no habría servido.  

—Y tampoco me expuse al peligro sin pensar.

Siana también tenía algo en lo que confiar.  

Una de ellas era la naturaleza del ejército revolucionario.  

Observando las actividades del ejército revolucionario hasta ahora, eran extremadamente pacíficos.  

Se podía sentir su deseo de establecer un nuevo país sin derramar sangre.  

Siana pensó que el líder de un ejército así estaría más interesado en su propuesta que en hacerle daño o secuestrarla.  

Su previsión fue correcta.  

Aunque no me dieron una respuesta inmediata, estoy segura de que aceptarán mi propuesta si juzgan que no hay ninguna trampa o riesgo.

Siana pudo confirmarlo en la mirada de Vera antes de partir.  

Y había otra razón más por la que decidió ir sola.  

—Esto es un secreto, pero en realidad no fui sola.  

—¿Qué?

Grace y Chuchu abrieron los ojos de par en par.  

Siana sonrió y dijo:  

—Los Caballeros de la Sombra Negra me acompañaron.

—¡¿…?!

Por supuesto, Siana no les había pedido que la acompañaran, ni notó ninguna señal de que la estuvieran siguiendo.  

El ejército revolucionario probablemente tampoco lo notó. Pero…  

Siana formó un altavoz con sus manos y gritó:  

—¡¿Estaban vigilando desde algún lugar, listos para intervenir si me encontraba en peligro, ¿verdad?!

En ese momento, los grandes árboles del jardín se agitaron suavemente.  

N/Nue: Cutes.

Como si respondieran a las palabras de Siana.  

Grace y Chuchu miraron las hojas que caían como nieve, con una expresión de asombro.  

Al menos, fue un alivio saber que Siana no había ido sin ningún tipo de apoyo.  

Grace suspiró mientras se colgaba del brazo de Siana.  

—De todas formas, fue un gran esfuerzo. He preparado una comida, así que vamos a comer.

Chuchu también tomó el otro brazo de Siana.  

—Desde que llegaste al reino, has estado ocupada convenciendo a los prisioneros revolucionarios y reuniéndote con el líder del ejército revolucionario, no has comido bien en todo el día.

Siana asintió mientras caminaba hacia el comedor, enlazada con ambas.  

Los Caballeros de la Sombra Negra, que observaban la escena desde un lugar invisible, pensaron que Siana se parecía a un pequeño conejo arrastrado por un león y un oso.

⊱ ──────ஓ๑♡๑ஓ ────── ⊰

Después de la comida, Siana regresó a su habitación y se tumbó en la cama. En ese momento, sintió que la fatiga la abrumaba.  

Había viajado sin descanso en carruaje desde el Imperio y, una vez llegó al palacio, no había tenido un momento de descanso, así que era natural.  

Mañana también tengo mucho que hacer. Debo dormir pronto.

Siana cerró los ojos.  

Pero…  

A pesar del cansancio acumulado en su cuerpo, no lograba conciliar el sueño.  

Pude dormir bien en el carruaje que se movía, e incluso en la habitación polvorienta donde trabajé como sirvienta en el palacio imperial…

Siana abrió los ojos y miró a su alrededor, antes de decir en voz baja:  

—No puedo dormir tranquila en este lugar.

Por supuesto, este lugar era su hogar, donde había nacido y crecido.  

Incluso la habitación en la que estaba ahora era la que había usado desde que era niña.  

La habitación estaba decorada de manera mucho más limpia y cálida que cuando Siana vivía allí.  

Fue gracias a la consideración del General Daltan.  

A pesar de eso, la habitación le resultaba extremadamente incómoda a Siana.  

Porque en ese cuarto, donde pasó tanto tiempo, había más recuerdos horribles que cálidos.  

Con la mirada baja, Siana recordó un fragmento de su infancia.

Siana, que acababa de cumplir seis años, estaba encerrada en su habitación sollozando.  

Era por lo que había sucedido en el banquete de cumpleaños del rey que se celebró ese día.  

Con timidez, Siana le había ofrecido al rey un bordado redondo. Pero en lugar de alegrarse, el rey chasqueó la lengua en desaprobación.

( ¿Cómo puedes dar un regalo tan deplorable? )

El bordado fue arrojado al suelo.  

Las personas alrededor se rieron a carcajadas.  

Al recordar ese momento, Siana no podía detener las lágrimas que fluían incesantemente, abrumada por la tristeza.  

¿Cuánto tiempo pasó así?  

¡Clic!  

Siana abrió los ojos de par en par y levantó la cabeza ante el sonido de la puerta abriéndose sin previo aviso.  

Para su sorpresa, quien entró en la habitación era la nueva reina.  

Era la primera vez que la nueva reina visitaba la habitación de Siana.  

Curiosamente, en ese momento, Siana tuvo una tonta esperanza.  

¿Acaso vino a consolarme?

Sin embargo, las palabras de la nueva reina, al mirar la pequeña cara empapada de lágrimas de Siana, eran completamente diferentes a lo que Siana había anticipado.  

( Al pasar por el pasillo, oí tu llanto desde fuera. ¿Qué es esto, princesa? ¿Un comportamiento tan indigno para alguien de tu posición? )

( ¡…! )

De hecho, Siana tenía mucho que decir.  

Se había sentido muy triste porque su bordado, hecho con tanto esfuerzo durante un mes, no le gustó al rey.  

Además, ese bordado era la pieza más hermosa que había creado hasta ese momento.  

Pero la joven Siana sabía que no serviría de nada hablar sobre eso.  

La mirada fría de la nueva reina era demasiado helada.  

Con las manos temblando, Siana finalmente logró abrir la boca.  

( Lo… siento. )

( ……. )

( No, no volveré a llorar. Es la verdad. )

Eran palabras pronunciadas desesperadamente para sobrevivir.  

Pero…  

( No es algo que se pueda pasar por alto con solo unas palabras. Por muy joven que seas, eres una princesa. Debes aprender con rigor la elegancia que corresponde a tu posición. )

Como siempre, la nueva reina no tenía intención de hacer excepciones con la joven princesa.  

La nueva reina tomó una vara de castigo de una de las sirvientas y continuó:  

( Levántate la falda y quédate de pie. )

( ……. )

La mirada de la nueva reina era escalofriante.  

Siana, temblando y sin atreverse a protestar o escapar, se quedó de pie frente a ella.  

La nueva reina blandió la vara de castigo.  

Siana, aterrorizada, lloró, lloró y lloró hasta que finalmente se quedó sin lágrimas y dejó de llorar.  

La nueva reina, mirando a Siana desde arriba con los labios rojos fruncidos, dijo:  

( Bien, ahora has aprendido a detener el llanto. Recuerda bien este día. )

A los dieciocho años, Siana murmuraba para sí misma:  

—Morder los labios y contener el llanto. Sigue, sigue. Así puedes llorar sin hacer ruido.

Siana murmuró en voz baja:  

—Pensé que lo había olvidado…

Durante un tiempo, definitivamente lo había olvidado. Desde que empezó a trabajar como criada en el Imperio, se levantaba temprano y trabajaba hasta tarde, sin tiempo para pensamientos innecesarios.  

Incluso después, cuando se mudó al palacio del príncipe heredero y estuvo más cómoda, el recuerdo no volvió a ella.  

Siana miró al techo con los ojos apagados y metió la mano en su pecho.  

Finalmente, el collar oculto bajo su ropa apareció.  

Era un collar hecho con una cuerda de cuero, en el que colgaba una bellota redonda y lisa.  

Era un regalo de Rashid antes de que dejara el palacio.  

Con una expresión más luminosa que antes, Siana dijo:  

—Seguramente esta bellota es la más hermosa del mundo. Pero la verdadera habilidad de la bellota está en otra parte.

Aunque no era visible a simple vista, dentro de la bellota había una gema brillante.  

Era una piedra mágica.  

( Las personas que poseen esta piedra mágica pueden intercambiar sus voces entre sí. Así que, si alguna vez quieres escuchar mi voz, díselo a la bellota. )

Esa fue la promesa de Rashid al colgar el collar en el cuello de Siana.